Chuches hiperactivas

Es vox populi que las golosinas y los refrescos no encuentran
lugar en una dieta sana. Ahora un estudio demuestra
además que su abuso puede favorecer la aparición
de la hiperactividad entre los más pequeños.

Autor: ALEJANDRA RODRÍGUEZ

Aunque su relación no estaba debidamente probada, no es la primera vez que se escucha el mensaje de que las bebidas azucaradas y los alimentos demasiado edulcorados, además de arruinar la dentadura, incrementan la agitación y el nerviosismo infantil.
Sin embargo, según un trabajo recientemente publicado en la prestigiosa revista británica The Lancet, son los aditivos más comunes en este tipo de productos –y no sólo el azúcar– los responsables de que los más pequeños de la casa puedan sufrir episodios de hiperactividad. Se trata de compuestos que se añaden para teñir de un color concreto o potenciar el sabor de toda clase de bebidas y alimentos. Según parece, están presentes en la mayoría de golosinas, refrescos y aperitivos que hacen las delicias de los críos; no sólo por sus colores chillones, sino también por sus empalagosos sabores.
El trabajo no ofrece lugar a dudas. Para más inri, no sólo los pequeños ya diagnosticados de esta patología deben extremar las precauciones con respecto a estos alimentos. Los chavales absolutamente sanos también ven alterado su comportamiento en este sentido si ingieren demasiada cantidad de estos productos.

TRES MEZCLAS

Jim Stevenson, de la Universidad de Southampton (Reino Unido), y su equipo examinaron los efectos de estos aditivos en 153 niños de tres años y 144 chicos de ocho y nueve años. La prueba consistía en tomar –según el grupo al que fueran asignados los participantes de forma aleatoria– una de tres mezclas seleccionadas. La mezcla número 1 tenía mayores niveles de aditivos; la número 2, el mismo nivel que consumen a diario los niños británicos por término medio; por último, un placebo sin ninguno de estos controvertidos compuestos.
Gracias a este protocolo, los investigadores vieron que las dos fórmulas con aditivos aumentaban los comportamientos hiperactivos en todos los menores, aunque curiosamente la mezcla número 2, la que imitaba el consumo diario medio, tenía un efecto más negativo en el grupo de los chicos de ocho y nueve años.
¿En qué se traducen los efectos de estos conservantes y colorantes? Según las observaciones de los investigadores, aumentaron considerablemente el número de comportamientos impulsivos y se elevó la dificultad para concentrarse, especialmente en tareas como la lectura.
“Los resultados de este trabajo son muy importantes porque plantean la pregunta, en la que se deberá profundizar más, de si la retirada de estos aditivos de los alimentos podría reducir los niveles de hiperactividad en los niños”, afirma Stevenson, que en cualquier caso se apresura a aclarar que los aditivos están relacionados con estas alteraciones, pero no está determinado que sean su causa específica.

EN TODO TIPO DE GOLOSINAS

Los aditivos a los que se refiere el trabajo –E110, E122, E102, E124, E211 (benzoato sódico), E110 y E129– se encuentran en algunas bebidas gaseosas, en gominolas, chocolatinas y diversos aperitivos salados.
Concretamente el benzoato de sodio (E211) es utilizado en refrescos como Pepsi Max, Fanta o Sprite, y los colorantes artificiales E110, E102, E122, E124, E129 y E104, están presentes en muchos caramelos y dulces consumidos diariamente por los niños británicos. Por ejemplo, el E110 se utiliza en los aperitivos de maíz Doritos y el E122, en la Fanta.
La relación entre ciertos aditivos e hiperactividad no es tema nuevo. En realidad siempre ha sido un área de investigación prioritaria. De hecho, en la mayoría de asociaciones de padres se advierte de este punto para que limiten los alimentos sospechosos. En opinión de los especialistas, la nueva investigación da refrendo a una sospecha que se viene manifestando desde hace años. Sin embargo, insisten en que todavía quedan más trabajos por delante para aclarar hasta qué punto los aditivos alteran el comportamiento infantil, ya que aunque la influencia parece evidente, hay otros muchos factores que se deben evaluar a la hora de diagnosticar y tratar este trastorno de la conducta.

PROHIBICIÓN

De momento, la agencia que se encarga de la seguridad de los alimentos en el Reino Unido no se ha planteado prohibir estos aditivos, pero sí recomienda a los padres que si sus hijos muestran signos de hiperactividad no les den productos que contengan estos compuestos.
Dicha agencia ha pasado la pelota a la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, que estudiará si decide o no vetarlos. Hablamos de un lucrativo negocio que mueve en torno a los 25.000 millones de dólares anuales y que experimenta un crecimiento anual que se sitúa en torno al 2,5% cada año. Entre tanto, a las instituciones sanitarias no paran de lloverle las críticas ante esta actitud que muchos interpetan como pasarse la patata caliente de unos a otros.
Tim Lang, profesor de seguridad alimentaria en la Universidad de Londres, asevera que “los primeros llamamientos para investigar estos aditivos se hicieron hace unos 30 años”, y añade que ya es hora de que las autoridades se pongan “del lado de los niños”.
Y es que tanto éste como otros expertos han coincidido en señalar que, ahora que van a endurecerse las normas de etiquetado y manufacturación de alimentos y que la industria del sector lleva muy a gala eliminar los componentes perjudiciales para la salud –como ya ha ocurrido con los ácidos grasos trans (muy dañinos para las arterias)– ésta sería una oportunidad excelente para suprimir los aditivos más perjudiciales.
No es un camino fácil. “Aunque el uso de los colorantes en la industria alimentaria puede eliminarse sin mucho problema no ocurre lo mismo en el caso del benzoato sódico, que cumple una función de preservación de estos productos”, concluye el principal autor del estudio.

LA HIPERACTIVIDAD EN ESPAÑA

Uno de cada 20 niños sufre hiperactividad en España, y aunque comienza a evidenciarse mucho antes, lo cierto es que el diagnóstico llega en torno a los siete años. En cualquier caso, nunca se cataloga antes de los cuatro años debido a la propia evolución de los niños pequeños. Antes de ese momento, el niño hiperactivo suele confundirse con un pequeño travieso o más inquieto que sus compañeros. Los síntomas principales hacen alusión a la inquietud, la dificultad para concentrarse o atender explicaciones e instrucciones sencillas. Algo que puede interpretarse como desobedicencia, emprender muchas tareas (pero no acabar ninguna), romper cosas, enfurecerse por no poder hacer los trabajos correctamente….

¿Podemos ayudar como padres?

Autor: padresycolegios.com

Mi hijo Raúl estudia este año segundo de Bachillerato, quiere estudiar Enfermería el próximo año. Su hermana comenzó hace dos años la universidad y el primer año los resultados fueron muy malos, ella decía que le había cogido el toro y que no le había dado tiempo, afortunadamente este año ha ido algo mejor. Me gustaría saber si como padres podemos hacer algo para que a Raúl no le pase lo mismo.
SUSANA. MURCIA

Estimada Susana, el problema que comentas no es infrecuente en los alumnos que se incorporan a la universidad.
La formación universitaria requiere una adaptación en los hábitos y métodos de trabajo, especialmente para aquellos alumnos acostumbrados a estudiar en el último momento. En ocasiones, los estudiantes tienden a seguir utilizando las mismas estrategias que en el colegio y se encuentran con una dificultad importante: las materias en la formación universitaria son más amplias y complejas por lo que no se superan con el vistazo del día anterior. Por otro lado, en la vida escolar, los deberes y los exámenes de evaluación continua, que se hacen cada poco tiempo, hacen que la organización del estudio sea pautada por los profesores, mientras que en la vida universitaria el alumno es el responsable de su propia organización y, en algunos casos, los exámenes cuatrimestrales se ven tan lejos que no se instauran unos hábitos regulares de trabajo.
Aunque, generalmente, los centros educativos trabajan modificando estos hábitos, especialmente, para que los alumnos de 2º de Bachillerato se vayan preparando para la vida universitaria y de cara al examen de Selectividad, vosotros y, quizás su hermana, podéis ayudarle a que vaya implantando técnicas útiles. En este curso puede ir empezando a utilizar y mejorar estrategias de planificación de trabajo, la regularidad en el estudio (aunque no haya examen cerca), herramientas como el subrayado, los esquemas, los mapas conceptuales, el manejo de material complementario, etc.
Además, si Raúl quiere estudiar Enfermería, es especialmente importante que insistáis en la planificación pues son alumnos que deben compaginar la asistencia y estudio de asignaturas teóricas con las prácticas en hospital lo que requiere un buen manejo del tiempo.
Animad a vuestro hijo a trabajar en este curso, motivadle e ilusionadle ante su próxima carrera, seguro que con vuestro apoyo y el de sus profesores conseguirá sus metas.

Sin amigos en la universidad

Autor: padresycolegios.com

Mi hijo que es muy introvertido, marchó este año a la universidad a Madrid. Nos llama con mucha frecuencia. Dice que está contento con los estudios y que estudia bastante pero que se siente muy solo, que echa de menos a sus amigos de Lugo. No sabemos cómo ayudarle.
CONCEPCIÓN. LUGO

Nos planteas un problema que no es fácil de resolver al no conocer profundamente a tu hijo. La amistad como manifestación de amor desinteresado es una virtud propia de la adolescencia. Los amigos tienen gran importancia es esta etapa evolutiva. Constituyen su grupo de pertenencia, su forma de identificarse y diferenciarse de los adultos, nacen en esta época relaciones de amistad sincera que van surgiendo mediante el conocimiento del otro, compartiendo actividades, ideas, tristezas y alegrías y es normal que les eche de menos.
Recordemos que en la primera época universitaria, especialmente al estudiar fuera, todos los alumnos deben hacer un esfuerzo de adaptación. Abandonan su casa, están lejos de la familia, cambian su entorno educativo, deben dejar a sus amigos, su ciudad, etc. El tiempo necesario para cubrir esta etapa varía según las características de cada persona pero, si no existen problemas añadidos, prácticamente todos lo consiguen y el resultado final es enriquecedor.
No hay recetas para lograr un desarrollo a las habilidades sociales en las circunstancias de tu hijo, pero mi opinión es que tengáis un poco de paciencia. Animadle a que empiece a contactar a sus compañeros y compañeras de su clase, para temas académicos, en principio, y seguro que, poco a poco, irá encontrando relaciones cordiales que le irán dando confianza en sí mismo y, dentro de su introversión, irá conectando con otros chicos y chicas.
Puede ser positivo, también, que se incorpore a alguna de las actividades extraacadémicas que organiza la universidad (deportes, club de radio, etc.) ya que puede facilitarle el contacto con personas que tengan intereses afines a los suyos.
Espero que vuestro hijo encuentre, poco a poco, nuevos compañeros de estudio que se convertirán en amigos y le permitirán ampliar el abanico de relaciones de amistad y favorezcan el desarrollo de sus habilidades sociales. De cualquier forma, si observarais que sus problemas de relación persisten, animadle a contactar con el gabinete psicopedagógico de su universidad, ellos valorarán el caso y os sugerirán las acciones a seguir en caso necesario.

No se encuentra a gusto con la carrera elegida

Autor: padresycolegios.com

Me gustaría que me ofrecieran una orientación al problema que me plantea mi hijo Jaime, que está cursando 1º en los estudios de Ingeniería Industrial, en una universidad de Madrid. Jaime ha sido siempre un alumno brillante. Su padre es ingeniero industrial y yo profesora de Lengua en un Instituto. Cuando hemos hablado en casa por la elección de carrera, aunque ha seguido en Bachillerato la opción de Ciencias, no terminaba de estar convencido de nada y en Junio decidió matricularse en Ingeniería Industrial. Nuestra preocupación es que, a pesar de los escasos días que inició los estudios, nos insiste en que no se encuentra a gusto con la carrera. ¿Qué podemos hacer?
DOLORES. CORUÑA

Estimada Dolores, es pronto aún para que un alumno de 1º, en cualquier carrera, tenga la información y conocimientos suficientes para tener una opinión con suficiente base. Conviene continuar al menos hasta Navidad para analizar la situación.
Si, como decís, siguió estudios de Bachillerato en Ciencias y fue brillante, parece que sus rasgos aptitudinales son suficientes para cursar estudios en una ingeniería. Por otra parte, la materia impartida en estas semanas de clase es claramente insuficiente para poder decidir si la carrera y/o la profesión le gusta o no; quizás tengáis que buscar otras razones por las que vuestro hijo manifiesta no encontrarse a gusto.
De una u otra manera nuestro consejo es esperar, incluso hasta terminar el curso, y según los resultados, la opinión y deseos de Jaime con el apoyo vuestro, para el próximo curso se plantee la continuidad o el cambio a aquello que piense que le gustaría.
En caso de seguir con dudas, acudid a un equipo profesional que le estudie principalmente incluyendo intereses profesionales y con estos datos, la opinión de Jaime y la vuestra tomaréis la decisión más adecuada.

Rastreando la vida on line de tus hijos

En la era cibernética, son dudas que comparten por todos los padres. ¿Qué hacen
nuestros hijos cuando navegan solos por internet? ¿Se exponen a algún peligro?
¿Consultan páginas inadecuadas? ¿Se descargan software nocivo? Técnicas de hacker
para padres te da las claves para convertirte en un pirata informático de andar
por casa. Todo por la seguridad y la protección de tus hijos.

Autor: ANA MARÍA SERRANO

Como el viejo refrán que reza si no puedes con el enemigo, únete a él, un libro nos da ahora las claves para tener un Gran Hermano a escala doméstica con el objetivo de acceder a la intimidad de nuestros hijos y conocer qué hacen con el ordenador.
Según su autora, la valenciana Mar Monsoriu, “cuando se aborda el tema del uso del ordenador y el teléfono móvil, los niños y adolescentes suelen cerrarse en banda y de poco sirve intentar sonsacarles con ardides paternales”.
Editado por Creaciones Copyright, Técnicas hacker para padres ofrece recursos para programar el ordenador de forma que los niños sólo puedan utilizarlo en unas horas predeterminadas, supervisar las páginas web que se visitan, controlar las nuevas relaciones que los menores establecen en la red, vigilar lo que escriben en los chat o ver lo que están haciendo desde otro ordenador (acceso remoto). Monsoriu admite que el peligro suele estar más relacionado con el tiempo que los chavales pasan en el ordenador que con el software o los contenidos nocivos que puedan encontrar en la red.

ADICCIÓN

Coincidiendo con el psicólogo especializado en tratar a menores y adolescentes Alfredo Puerto, “hoy la incomunicación entre jóvenes es uno de los principales problemas que encontramos en los centros educativos”. En concreto, “vemos chavales que salen al patio de recreo con su MP4 o su PSP y son incapaces de hablar y jugar con los compañeros o de tener relaciones normales y hacer amigos”. Monsoriu, por su parte, denomina a esto la “hipercomunicación virtual”.
Es decir, cuidado con los menores que cuando vuelven a casa continúan comunicándose a través del ordenador y olvidan, por ejemplo, hacer los deberes, lo que acaba repercutiendo en su rendimiento académico. Según Monsoriu, este abuso puede desembocar en un “comportamiento adictivo”, que se manifiesta sobre todo en chicos con una afición extrema a los videojuegos o juegos de rol on line, mientras que las chicas se decantan por los chats, primero con su círculo de amistades, aunque “una vez que adquieren ciertas destrezas pueden comenzar a hablar con quien no deben”, señala la autora.
Esta dependencia del ordenador “hace que algunos padres hayan comenzado a castigar a sus hijos, no prohibiéndoles salir de casa, sino obligándoles a ello”, resume Monsoriu.

USO DE INTERNET

Según un estudio de la organización Protégeles, sólo uno de cada tres de los menores que utilizan habitualmente internet tiene como objetivo principal la búsqueda de información. La mayor parte, un 66%, lo concibe como una herramienta de ocio.
Además, un 56%, se conecta a chats específicos para su edad . Otro 28% lo hace en ocasiones y un 17% nunca utiliza este tipo de salas.
– El 18% de los menores accede con frecuencia a chats específicos sobre sexo, porcentaje al que hay que añadir otro 8% que han entrado en alguna ocasión.
– El 30% de los menores que habitualmente utiliza internet ha facilitado ya su número de teléfono en alguna ocasión durante sus conexiones.

Doble vía hacia el sueño

Hace un par de meses abordamos los problemas
de insomnio en la infancia desde una
óptica farmacológica. En esta ocasión os presentamos
dos remedios naturales contra la
falta de sueño: Estivill vs. Jové.

Autor: ANA MUGUERZA

Estivill: deben dormir solos en su cama

– El archiconocido Duérmete niño (Plaza & Janés) de Eduard Estivill se ha convertido en manual de cabecera imprescindible para muchos padres desesperados tras muchas noches en vela. Está basado en las teorías de la psicología conductual y básicamente consiste en “aplicar unas normas y rutinas de sentido común para que el niño sea capaz de dormir sin problemas en su habitación y su cama”, según explican desde el equipo de Estivill en el Instituto Dexeus de Barcelona. Los padres dejan a sus hijos en la cuna y no los levantan aunque lloren. Se establece un sistema de tiempos para visitar y consolar a los pequeños, pero en ningún caso se les coge en brazos.

– Según el doctor Estivill, el 35% de los niños menores de cinco años tiene problemas para lograr caer en los brazos de Morfeo. Esto tiene consecuencias no sólo en los pequeños –se vuelven irritables e inseguros– sino que también afecta a la salud de toda la familia. En su libro, Estivill promete acabar de una vez por todas con el problema del insomnio infantil y presume de que su método ha funcionado en el 96% de los casos en lo que se ha aplicado.

– El método Estivill no se salva de las críticas, y su aspecto más polémico es el hecho de que haya que dejar llorar al niño. Los seguidores de esta técnica aseguran que no se trata de abandonar al niño a su suerte. “Dejarle llorar toda la noche para que se duerman es una crueldad”, aseguran. En el libro se explica que hay que entrar en la habitación del pequeño para visitarle y tranquilizarle “tantas veces como sea necesario” para que no se angustie y entienda cuál es la situación. En cuanto a las críticas por las supuestas secuelas emocionales que este método pudiera generar en los pequeños, desde el equipo de Estivill se asegura que “no se ajustan a criterios científicos”.

– Duérmete niño se ha traducido a 18 idiomas y ha vendido más de un millón y medio de ejemplares.

Jové: dejar llorar al niño no es la solución.

– No es necesario adiestrar a los pequeños para que aprendan a dormir “ya que todos los niños sanos van a dormir correctamente algún día entre los cero y los cinco años, sin necesidad de hacer nada”, apunta Rosa Jové. Esta especialista en psicología clínica infantil y juvenil, autora de Dormir sin lágrimas (La Esfera de los libros), mantiene que el sueño es un proceso evolutivo y que no hay que alterarlo ya que “como necesidad vital se sincronizará con nuestras necesidades en cada momento de nuestra vida”

– Según un estudio que cita Jové, el 81% de los niños de un año se despierta por la noche. A los dos años de edad, este porcentaje se reduce al 54%.

– Para la psicopediatra catalana, dejar llorar a los niños no es la solución . “No se trata de aplicar un método o unas normas de disciplinas –no hay un método igual para todos– sino de abordar cada caso con afecto y comprensión”, comenta. Jové destaca el papel de la lactancia materna en el éxito del sueño y se muestra partidaria del colecho (que el niño comparta cama con sus progenitores) porque “a los pequeños les gusta dormir con sus padres y así acaban durmiendo más horas seguidas”.

– Rosa Jové no ahorra críticas al popular método Estivill. “Las técnicas de adiestramiento basadas en dejar llorar a los niños son crueles e inhumamas”, asegura. Según esta especialista en sueño infantil, cuando un bebe llora es porque le pasa algo y no se puede dejar desatendidos a los niños cuando más lo necesitan. “No se enseña a los niños a dormir, sino a no quejarse cuando se despiertan”, apunta. Además, estos métodos tan estrictos pueden generar secuelas importantes en los pequeños como trastornos de ansiedad, depresiones, indefensión aprendida o síndrome de estrés postraumático.

– En sólo año y medio, Rosa Jové ha vendido más de 40.000 ejemplares de su libro Dormir sin lágrimas. El año que viene se traducirá al inglés.

"Contra los contenidos basura, lo mejor es apagar el televisor" Enrique Múgica Herzog, Defensor del Pueblo

Antes salón principal de un
ostentoso palacete en la zona
más chic de Madrid, el
despacho de Enrique Múgica
abruma por sus dimensiones,
propias del más megalómano
jefe de Estado. El Defensor
del Pueblo nos recibe con
modestia y matiza que él sólo
es un morador eventual. Sus
respuestas destilan la
prudencia de un cargo que
representa a todos los
españoles. También la
sabiduría de un hombre
político de vuelta de todo.

Autor: RODRIGO SANTODOMINGO

P. Usted aboga por extinguir el tuteo en las relaciones alumno profesor. Más allá de formalidades, ¿considera que la erosión del respeto al docente tiene mucho que ver con los mensajes que lanzan las propias familias?
R.
Está claro que los valores de respeto y disciplina están en crisis desde hace tiempo, y también que el respeto hacia el profesorado no sólo se adquiere en la escuela: la cimentación de ese valor es responsabilidad de la sociedad en general y de la familia en particular. Todos somos responsables de que los alumnos vean en los profesores a una figura esencial para su formación humana y para su desarrollo personal.

P. Y en las relaciones entre iguales, ¿piensa que ha aumentado el bullying o acoso escolar? Muchas veces ni siquiera sabemos a qué nos referimos cuando hablamos de “acoso” …
R.
Desde nuestro punto de vista, el acoso escolar es un tipo de maltrato que se manifiesta de forma reiterada y no ocasional, quebrando la simetría que debe existir en las relaciones entre iguales. Entendido en estos términos, un reciente informe nuestro ha demostrado que determinadas formas de bullying, especialmente las conductas violentas más frecuentes y menos graves, han experimentado un claro retroceso en comparación con el año 1999.

P. El Defensor del Pueblo fue pionero al referirse en España al cyberbullying. Sé que es sólo una parte del problema, pero ¿apoyaría prohibir de forma tajante los móviles en los centros educativos?
R.
Las características de esta forma de acoso, como son el anonimato del agresor y la amplificación de sus efectos por el número de personas que pueden ver las imágenes o tener conocimiento de ellas, requieren a mi juicio la adopción de medidas específicas. Ahora bien, la ponderación de estas medidas corresponde a las administraciones educativas, que ya en algún caso han prohibido el empleo de teléfonos móviles en los centros docentes.

P. Está a favor de la asignatura de Educación para la Ciudadanía, pero echa de menos un enfoque más neutral. ¿Resulta imprescindible que los grandes partidos acuerden sus contenidos básicos?
R.
Ante todo estoy a favor del cumplimiento de la legalidad vigente. También pienso que es importante asumir el deber de educar a los alumnos en el conocimiento de los principios constitucionales que rigen el ejercicio de una ciudadanía responsable y establecen las bases de nuestra convivencia. Respecto a los contenidos básicos de la asignatura, sería deseable un acuerdo de las fuerzas políticas y de toda la comunidad educativa tendente a obtener el más amplio consenso.

P. En cualquier caso, esto es sólo una muestra de la permanente guerra educativa que asola este país. ¿Para cuando un gran pacto nacional, aunque sea de mínimos, sobre educación?
R.
Desde luego, comparto la idea de que la educación no debería estar sujeta a cambios determinados por la alternancia en el poder político. El sistema educativo debería gozar de la estabilidad necesaria para demostrar sus posibles puntos débiles. Las constantes modificaciones que ha experimentado nuestro sistema educativo en los últimos años han movido al Defensor del Pueblo a instar a las fuerzas políticas, autoridades y comunidad educativa a aunar sus esfuerzos para consensuar un sistema educativo con una aplicación duradera y sin sobresaltos.

P. ¿Piensa que en España nos preocupamos poco por la educación? En Francia o Inglaterra el sistema educativo es una cuestión de estado.
R.
Somos poco conscientes, o quizás el debate público de los temas educativos no lo pone suficientemente de manifiesto, de las repercusiones de la educación en el desarrollo económico, la integración social y el bienestar de los ciudadanos. Los resultados que los alumnos españoles han obtenido en los últimos informes PISA, siempre por debajo del rendimiento promedio de los alumnos de la OCDE, han llevado al Defensor del Pueblo a llamar la atención sobre la necesidad de determinar los factores que contribuyen a estos resultados y de realizar las modificaciones, incluidas las relativas a financiación del sistema, que permitan mejorar la formación de los alumnos.

P. Usted es un gran batallador contra la telebasura en horario infantil. Afirma que la autorregulación no funciona, que hay que imponer sanciones. ¿Por qué nadie se atreve? ¿Tal es el poder de las grandes cadenas?
R.
Sobre este tema he expresado de forma reiterada mi opinión favorable a la creación de una autoridad independiente, desvinculada del poder ejecutivo. A ésta habría que encomendarle el control y sanción de los medios de comunicación de titularidad pública, e incluso privada, si prestan un servicio público esencial como es el caso de la televisión. Estamos convencidos de que esta figura permitiría resolver los problemas que se vienen planteando en cuanto a la protección de la juventud y la infancia frente a los contenidos y la programación de estos medios.

P. Por su parte, los programadores aducen que la responsabilidad también es de los padres, que deberían controlar lo que ven sus hijos. Parece difícil negar el fenómeno de la tele como niñera.
R. En efecto, se trata de una responsabilidad compartida. Los padres son responsables de los contenidos televisivos que ven sus hijos y deben controlarlos. Sin embargo asumen esta responsabilidad junto con las cadenas de televisión y otros agentes sociales, ya que a todos incumbe el cumplimiento del deber constitucional de otorgar una especial protección a la juventud y la infancia frente a la libertad de expresión.

Un crack en potencia. Los riesgos del deporte infantil

Un estudio denuncia que en las actividades deportivas
dirigidas a los más pequeños se tiende al exceso
de entrenamiento, lo que provoca una mayor incidencia
de lesiones y problemas osteoarticulares a medio y
largo plazo.

Autor: ALEJANDRA RODRÍGUEZ

Las estadísticas insisten: los niños españoles son, por detrás de los de Reino Unido, los más gorditos de toda Europa. Mientras, los especialistas no paran de elaborar recomendaciones para mejorar la alimentación de los más pequeños. También han colocado al ejercicio y la actividad física como piedras angulares para mantenerlos dentro de un peso ideal. Denuncian que los cachivaches electrónicos roban demasiado tiempo a otras ocupaciones mucho más activas: juegos al aire libre y, sobre todo, deporte.
Sin embargo, tal y como pone de manifiesto un estudio publicado hace algunos meses en la revista Pediatrics, cuando los chavales comienzan a hacer deporte más en serio, corren una serie de riesgos hasta el momento no contemplados pero nada despreciables.

MÁS LESIONES

En opinión de los responsables de este trabajo –un equipo de especialistas del Consejo de Medicina Deportiva y Fitness estadounidense– el sobreentrenamiento es uno de los mayores factores de riesgo que favorecen las lesiones en la población deportista infantil y juvenil.
Además, llaman la atención sobre el hecho de que cada vez más críos estén implicados en la realización de varias actividades deportivas de cierto nivel de forma simultánea, lo que agrava aún más este problema, que debería ser abordado tanto por padres como por profesionales relacionados con el entrenamiento infantil.

CONCLUSIONES

Los expertos no albergan dudas al corroborar las conclusiones del trabajo. Según la mayoría, el deporte en el niño se plantea mal, ya que se busca más el resultado que la salud. Traumatólogos, pediatras, fisioterapeutas y rehabilitadores están hastiados de atender en sus consultas una cantidad inusitada de lesiones por sobrecarga en edades muy tempranas.
Tal y como se refleja en el trabajo estadounidense, todavía no se puede calificar este fenómeno como una verdadera epidemia, pero los especialistas están convencidos de que, de seguir por este camino, está próximo un gran estallido de problemas en los niños deportistas.
Éstos denuncian que los progenitores encaminan los pasos deportivos de sus hijos hacia niveles demasiado competitivos. En otras palabras, se pasa de buscar el bienestar físico y mental del pequeño a querer que gane a toda costa, algo que se trata de conseguir mediante el endurecimiento de las sesiones de entrenamiento.
En el informe se puede leer que este sobreentrenamiento puede acarrear consecuencias negativas no sólo físicas, sino también mentales. De hecho, puede llevarles al desgaste y tener un efecto perjudicial a la hora de que desarrollen una actividad física saludable durante el resto de su vida”, asegura.

RECOMENDACIONES PARA PADRES Y ENTRENADORES

El informe, avalado por la Academia Americana de Pediatría, recoge una serie de recomendaciones para poner ciertos límites a los padres de niños deportistas y para que los profesionales y técnicos que se ocupan de su actividades físicas estén al tanto de posibles riesgos.
1 – Hacer, ante todo, que la práctica deportiva sea divertida. Ésta debe adaptarse a la edad y a la condición física del pequeño. De lo contrario abandonará rápido.
2 – Potenciar los periodos de descanso. Durante uno o dos días a la semana la competición y el entrenamiento deben parar.
3 – Hay que planificar un descanso de dos o tres meses al año para desconectar de la competición. Para no perder habilidades pueden diseñarse actividades suaves alternativas.
4 – Hay que hacer hincapié en el bienestar y enseñar a los pequeños a escuchar a su cuerpo para que adapten su ritmo de entrenamiento a su estado físico y saber cuándo deben aminorar la marcha.
5 – Se debe favorecer que el chaval participe en un único equipo cada año. Si el atleta compite en torneos de fin de semana, deben respetarse igualmente los dos días de reposo.
6 – Tiempo dedicado al entrenamiento. El número de repeticiones o la distancia recorrida (según qué actividad lleve a cabo el crío) no se deben incrementar en más de un 10% cada semana.
7 – Si el menor se queja de problemas musculares o articulares inespecíficos, muestra fatiga o un rendimiento escolar bajo, estar alerta de un posible efecto de desgaste. Indagar en su nivel de motivación para hacer deporte.
8 – Abogar por que se introduzcan comités asesores médicos en los torneos infantiles de fin de semana para formar a los deportistas infantiles y juveniles sobre las dolencias asociadas a la actividad física inadecuada.
9 – Alentar el desarrollo de programas educativos para padres y entrenadores sobre nutrición y reposición de líquidos, seguridad en el deporte y medidas para evitar el sobreentrenamiento.
10 – Advertir especialmente de estos aspectos a los familiares de los menores deportistas que participan en múltiples torneos en periodos cortos de tiempo.