"No quiere volver a la Universidad"

Autor: Gabinete Psicopedagógico de la Universidad Alfonso X el Sabio

Me dirijo a ustedes para que nos aconseje a mi marido y a mí, pues no sabemos cómo ayudar a nuestro hijo Alfonso. Ha iniciado este curso estudios universitarios en Madrid, ha sido y es un buen alumno, muy estudioso y muy bueno. Durante el primer trimestre, según nos informa su tutor, ha mantenido una excelente actitud y el rendimiento es francamente bueno. Vive en el Colegio Mayor Universitario.

Nos ha venido llamando casi todos los días y no le notábamos nada, decía que estaba bien, que tenía amigos y que estaba contento con los profesores y el ambiente de la universidad. Durante las vacaciones de Navidad, ha venido a casa y los primeros días estuvo muy contento y muy cariñoso, pero a partir del 29 de diciembre surgió un comentario en casa y se nos vino abajo: “no quiero volver a la Universidad”, “quiero quedarme en casa”, “ yo haré lo que me digáis pero me paso muchos ratos llorando, me acuerdo mucho de vosotros”.

Empezó el año con una tristeza profunda, no supimos cómo consolarle ni cómo ayudarle. El día de los Reyes se metió en su habitación, preparó su maleta y dijo que volvía a la Universidad. Su padre y yo hemos estado preocupados y hundidos desde que se marchó. Nos sigue llamando todos los días. Cuando le preguntamos, nos dice que está bien, pero yo sospecho que no es así. ¿Qué hacemos?. Gracias.
UNA MADRE ANGUSTIADA

Ante todo debéis seguir observando cómo le percibís por teléfono y, con cualquier motivo, dejaos caer por Madrid y pasad con él algún día, seguro que detectaréis cómo se encuentra. Si no observáis nada grave, tendréis que aceptar que el comportamiento de Alfonso es un comportamiento natural de los hijos “salidos del nido” en el que reciben toda clase de apoyos, sobre todo emocionales, que le permitían gran seguridad dentro de la inseguridad propia de la adolescencia. Al alejarse, tiene que ir aprendiendo a hacer frente solo a las dificultades que se le van presentando y a la falta de calor de su familia.

Es relativamente frecuente que en algunos alumnos aparezcan crisis de soledad, con altibajos en el estado de ánimo, irritabilidad e inseguridad pero, aunque lo pasan mal una temporada, normalmente van adquiriendo, poco a poco, mayor autonomía y suelen adaptarse a una nueva realidad, necesaria, dado que la salida de la familia de origen ha de darse antes o después. Manteneos “alerta” en la distancia. Transmitidle vuestra confianza en él y la seguridad de que siempre estáis ahí y, al mismo tiempo, reforzad cada paso que dé hacia su autonomía, animándole a hacer nuevos amigos, nuevas actividades, a adquirir nuevas responsabilidades, etc.

Escuchadle, siempre. Arropadle, cuando realmente lo necesite y dadle un empujoncito y un ¡ánimo! cuando no se atreva a andar por miedo a caerse. Podéis sugerirle, también, que frecuente a su tutor y, si lo cree oportuno, al gabinete psicopedagógico, para que se sienta más apoyado en este periodo de adaptación. Confiamos en que Alfonso superará este altibajo sin más complicaciones; no obstante, si observarais que su tristeza, ansiedad o malestar crece excesivamente en intensidad, que dura más tiempo del esperable (como máximo un curso) o que los “ratos de crisis” se convierten en un estado de ánimo permanente, nuestro consejo es que consultéis con un especialista que valore su situación y os indique las medidas a tomar. A veces, es necesario algún apoyo psicoterapéutico para afrontar estas situaciones.

Seis años en la Universidad

Autor: Gabinete Psicopedagógico de la Universidad Alfonso X el Sabio

Miguel es hijo único, estudia Industriales, está con asignaturas de 3º y de 4º, lleva 6 años en la Universidad y su tutor me dice que no estudia y que falta mucho a clase. Debería haber terminado este curso y mire qué panorama. Su padre está dispuesto a traerle a casa y no gastar ni un euro más, pero yo quiero que sea universitario porque sabemos que es muy listo. Tengo miedo a descubrir las causas que le están llevando a esta situación.
En fin, por un lado, los fracasos de mi hijo y, por otro, los enfrentamientos con mi marido me tienen completamente angustiada y no sé por dónde empezar para resolver estos problemas. Gracias.
CONCHA. VIGO

Nos planteas situaciones que requieren un análisis profundo para aportar la solución que pueda resolver vuestros problemas, lo cual no es posible sin asistencia. Intentaré aportar unas sugerencias y consejos que pueden ayudarte a tomar decisiones para lograr resultados positivos. En primer lugar, es necesario que tu marido y tú os pongáis de acuerdo y evitéis enfrentamientos.

De no ser así, además de riesgos mayores, vuestro hijo, ante la incoherencia entre vosotros, puede seguir sin asumir que su actitud le conduce a un posible fracaso académico y personal. Si os ponéis de acuerdo y seguís criterios comunes, os será más fácil ayudar Miguel. Estáis en los dos extremos y debéis buscar posiciones comunes. La solución de tu marido tiene consecuencias no queridas por ninguno; da la impresión de que ha “tirado la toalla”. La tuya, igualmente, puede tener consecuencias negativas.

Tu miedo a descubrir las causas del comportamiento de tu hijo tiene sentido, ya que hay mil rincones de evasión donde pueden esconderse, algunos con resultados graves, pero no resolvemos nada manteniendo el comportamiento del avestruz. Juntos tenéis que hablar con Miguel, con cariño y firmeza. Si es listo y no está atrapado por ninguna trampa, podréis ayudarle a emprender el cambio que necesita. Según las causas que hayan favorecido su irresponsabilidad, es posible que tengáis que acudir a un equipo de orientación que diagnostique el problema y os aporte una orientación individualizada. En este proceso de mejora, puede ser conveniente incluir al tutor de su hijo para que, con coherencia, todos ayudéis a tu hijo a conseguir el objetivo. ¡Ánimo!

Un colegio en Barcelona indemnizará a los padres de un alumno que se suicidó

Autor: Begoña LÓPEZ-ASIAIN MARTÍNEZ

La Audiencia de Barcelona ha condenado al colegio Cardenal Spínola de Barcelona a indemnizar a los padres de uno de sus alumnos que, el pasado año 2004, se tiró desde el balcón de su casa cuando debería de estar en el colegio. El menor, de 13 años, cursaba 2º de la ESO y recibía ayuda psicológica, recomendado por el centro, para aumentar su autestima ya que era un chico especialmente sensible.

El motivo de la acusación es que, según la sentencia emitida por la Audiencia, la escuela desatendió su deber de proteger y dar seguridad al menor al permitir que abandonara el colegio sin previa autorización de los padres. La escuela tendrá que pagar 26. 801, 29 euros a la familia de la víctima.

"El éxito está en el futuro, no en el pasado"

Cuando en el año 2000 treinta países comenzaron a comparar lo que sabían sus alumnos, nadie esperaba que tan sólo siete años después fueran alrededor del doble, España incluida, los estados que toman parte de un estudio que el físico alemán Andreas Schleicher lidera desde la OCDE.

Autor: SERGIO SÁNCHEZ

Decía el sociólogo Amando de Miguel que la prosperidad de un país no se mide en cuanto al número de estudiantes universitarios, al número de trabajadores del sector servicios; ni siquiera al número de licenciados. El hecho es que el avance cultural de un estado se evalúa con respecto a la capacidad lectora de los estudiantes, algo aparentemente simple. Si atendemos a este principio, un axioma que suena a perogrullada, España tiene uno de los niveles de evolución educativa menos desarrollados de Europa, y el informe PISA así lo revela. El currículo de Andreas Schleicher dice que es físico. Su mirada dice que hizo más caso a Horace Mann que a Michael Faraday. De hecho, hace suya una máxima del reformador norteamericano: “La educación, más que cualquier otro recurso de origen humano, es el gran igualador de las condiciones del hombre, el volante de la maquinaria social”.

P. ¿Qué es el informe PISA?
R. PISA es un estudio que representa un compromiso por parte de algunos países de supervisar los resultados de los sistemas educativos, que se realiza mediante una prueba a los estudiantes de dichos estados.

P. ¿Qué aporta exactamente a las sociedades del siglo XXI este estudio?

R. Antes sabíamos mucho acerca de cuánto se gasta en educación o cómo están estructurados los centros de enseñanza, incluso de cómo funcionan a nivel teórico, pero antes de PISA sabíamos muy poco acerca de los resultados obtenidos en cada lugar.

P. El éxito de PISA ha crecido exponencialmente en los últimos cinco años. ¿A qué se debe su buena implantación y su desarrollo?
R. Pienso que PISA consigue llenar un vacío y permite a los sistemas educativos ser más ricos en el mismo entorno del conocimiento.

P. De alguna manera hablamos de eficacia…

R. Por supuesto. La educación siempre ha sido una industria del conocimiento en el sentido de que se refiere a la transmisión de sabiduría, pero está lejos de convertirse en una industria del conocimiento en el sentido en que sus propias prácticas están siendo transformadas por el mismo conocimiento y su eficacia.

P. El día a día y las sociedades modernas están cambiando los conceptos que estaban más enraizados, ¿no?
R. Claro, no tiene más que mirar a dos profesionales de los años 60: un cirujano y un profesor. El cirujano, actualmente, vive una profesión que cambia a diario gracias a la investigación. En el caso del profesor debería suceder lo mismo, y no sucede de esta manera, o al menos sucede mucho menos que en el ejemplo del cirujano.

P. ¿Cómo piensa que puede cambiar PISA los sistemas educativos? R. El mismo principio de PISA lo asume: el informe proporciona un espejo en el que los países se pueden ver con sus fortalezas y debilidades a la luz de los demás resultados. Y cuando miran a los actuales sistemas educativos con mejores resultados, o los sistemas de educación que han visto mejoras importantes, pueden obtener una impresión de lo que es posible en la educación. Es un estímulo y un reflejo.

P. El hecho de que sea independiente, ¿ayuda?
R. Por supuesto. Es independiente y voluntario, y esto permite que la educación sea, para los sistemas educativos y también para los políticos, algo más transparente. Las fuerzas sociales y la presión pública pueden ser mucho más resolutivas en este sentido que las leyes o la política.

P. España ha invertido grandes esfuerzos en los últimos 30 años en materia educativa. Sin embargo, los últimos seis años parece haberse estancado…
R. Sí. La tendencia a largo plazo para el sistema educativo español han sido muy positiva, a nivel europeo, por lo menos. Se ha producido un progreso significativo para que más personas puedan pasar a la educación superior. Sin embargo, sigue habiendo graves dificultades para elevar la calidad en los resultados del aprendizaje.

P. PISA ha implementado su actuación con las familias y ha incluido un cuestionario para los padres. ¿Cómo está resultando la experiencia?
R. La perspectiva de los padres es fundamental cuando nos fijamos en los resultados de la educación y lo que se puede hacer para mejorarlos. Esta es la razón por la que se han integrado en esta perspectiva PISA, pero corresponde a los países decidir si la aplican o no. Desde luego, pensamos que la experiencia es provechosa y necesaria.

P. Los resultados de PISA para España se ajustan a un modelo socioeconómico en nuestro país, pero esta visión frena nuestro avance. ¿Cree que España puede compararse con Irlanda o Alemania, de acuerdo con el progreso?
R. Es una excelente pregunta. Podría parecer injusto comparar a España con Alemania o Irlanda, porque su contexto socioeconómico ha sido menos favorecedor. No obstante, si tenemos en cuenta que los alumnos de familias ricas o pobres compiten por los mismos puestos de trabajo, ¿no debemos dejar de ampararnos en ese punto de vista? El mundo es indiferente a las ventajas o desventajas del pasado. El éxito está en el futuro, no en el pasado.

P. ¿Es una nueva pauta para el desarrollo?
R. No cabe duda. El éxito será para las personas y los países que sean rápidos para adaptarse, lentos para quejarse y dispuestos a abrirse a los cambios.

P. ¿Qué propone PISA para superar estas situaciones?
R. Quizá lo más importante es que resultados muy buenos en las competencias clave son posibles. Muchos países muestran extraordinarios resultados globales, pero, igualmente importante, que los pobres resultados escolares no son consecuencia irremediable de la procedencia socioeconómica. Por último, pero no menos importante, algunos países han demostrado que el éxito se puede convertir en un resultado consciente y predecible del sistema: en Finlandia, las diferencias de resultados entre las distintas escuelas son del 5%, por lo que los padres pueden confiar en cualquier colegio que elijan.

P. ¿Hay algún camino trazado para ello?
R. El éxito de los sistemas de educación pasa porque la enseñanza salte a la preocupación pública y gubernamental, lejos del mero control sobre los recursos y contenidos.

Se subasta el Colegio Santa Gema al mejor postor

Autor: Begoña LÓPEZ-ASIAIN MARTÍNEZ

El Colegio Santa Gema, un centro escolar privado situado en Aluche, fue declarado hace 11 años en quiebra al no poder hacer frente a unas importantes deudas económicas ocasionadas por la construcción de un polideportivo. No obstante, los jueces y la administración han permitido el funcionamiento del centro durante estos años para que profesores y alumnos no se vieran perjudicados.

Después de 11 años, hoy está prevista la subasta del centro entre varios representantes de colegios privados y concertados. Una vez otorgado, los nuevos dueños deberán proponer un proyecto educativo para saber si los padres están dispuestos a mantener a sus hijos en el colegio. "Queremos continuar en este centro, que lo compre alguien y presente un nuevo proyecto educativo que ilusione  profesores, padres y alumnos. Necesitamos un grupo laico o religioso que saque adelante este proyecto", afirmó uno de los padres.

Los "reality" televisivos no se quedan sin temas

Autor: Begoña LÓPEZ-ASIAIN MARTÍNEZ

El canal británico Channel 5 lanza un nuevo "reality" televisivo en el que se mostrará la evolución del comportamiento de un grupo de adolescentes con antecedentes penales encerrados voluntariamente en una cárcel ficticia para experimentar la vida en prisión.

En concreto, el objetivo del programa es concienciar a estos jóvenes para que no vuelvan a cometer actos delictivos en el futuro y cambien su conducta mediante los consejos de expresidiarios y personas que estén cumpliendo condena. En concreto, el organizador de este "show" será el ex ministro del interior británico, David Blunkett, que asegura que "este programa servirá para prevenir que la gente cometa delitos y hacer llegar un claro mensaje, avisando de antemano  cómo es una prisión y animando a tomar un camino alternativo".

Se publica la guía de las entidades que atienden a jóvenes con problemas de drogas

Autor: Zaida PÉREZ DE ARANDA

La Fundación Atenea Grupo GID, con la financiación de la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, ha editado el Catálogo de programas para jóvenes con problemas relacionados con las drogas. La publicación está dirigida a padres, a educadores y a todos los profesionales que trabajan con menores y adolescentes. Su finalidad es facilitar el contacto con la entidad más adecuada en cada caso.

La guía está organizada por comunidades autónomas y ya se ha distribuido por centros de profesores, asociaciones de padres y madres y entidades públicas. Las instituciones interesadas en solicitar un ejemplar pueden hacerlo a través del mail fundacion@ateneagrupogid.org. Asimismo, existe una versión electrónica disponible para cualquier persona en la web www.ateneagrupogid.org.

Siempre entre riñas

¿Qué es lo que les pasa? No hacen más que pelearse por todo: siempre quieren el mismo asiento, se quitan los juguetes de las manos y no atienden a razones. Las discusiones entre hermanos se vuelven más vivas en función de la necesidad que sientan de competir entre ellos. Pero, ¿cuál es el premio? En particular, puede ser cualquier cosa, pero, en general, suele ser la atención de papá o las carantoñas de mamá. Su objetivo: ser el preferido, un objetivo que tú debes diversificar.

Autor: Laura Gómez Lama

La rivalidad entre hermanos es inevitable y natural. Nace del propio instinto de superviviencia y, aunque ha evolucionado, no deja de ser imprescindible para aprender a defender lo que creemos nuestro. Las peleas entre hermanos, por lo tanto, forman parte de una etapa del aprendizaje en la que los padres deben hacer de mediadores constantemente, pues es muy común que los hermanos acaben enzarzándose en cachetes, mordiscos, tirones de pelo y arañazos con tal de conseguir quedar por encima del otro. 

“La reacción más habitual de un niño pequeño que ve cómo otro le quita el juguete es pegarle para que se lo devuelva. Eso es natural y aquí es donde el papel de los mayores se vuelve crucial, al intervenir enseñándoles que hay formas adecuadas de resolver problemas y otras no. La cuestión  es que a veces descubren que la agresividad es eficaz para conseguir sus objetivos y entonces tienden a perpetuar esta actitud, sobre todo el niño que posee más fuerza física”, explica la psicóloga infantil Paloma Méndez, de Activa Psicología y Formación.

“Es positivo discutir, negociar y aprender a compartir a partir del constante tira y afloja entre hermanos. De esta manera,  desarrollan estrategias para defender sus intereses y alimentan su motivación para conseguir otras cosas. Por lo tanto, es la  forma de hacerlo la que hace que este aprendizaje sea positivo o negativo, en función de que estas estrategias sean o no adecuadas”, concluye la psicóloga.


Al enemigo, ni agua
Ten claro que si todo esto empezó porque ambos desean ser el único centro de vuestras vidas, vuestra actitud es lo que más cuenta a la hora de alimentar los celos. Por eso, lo más importante es ser conscientes de qué conductas aumentan la competitividad y cuáles la atenúan.

Por ejemplo, que no te parezca descabellado el hecho de medir tus mimos hacia el más pequeño, pues el mayor tiene contados los besos que le das a su hermano y a él no. También hay que evitar elogiar a uno delante del otro. En lugar de eso, puedes describir los sentimientos del niño cuando ha hecho algo bien: “estarás contento con tus notas, ¿no?” Y dejar los elogios directos para cuando su hermano no esté delante.

Tampoco vale la medida más fácil y lógica de culpar al que parezca más hostil: al mayor porque el pequeño es menos consciente o al más fuerte por serlo. Muchas veces los débiles se dan cuenta de que, en una pelea, siempre salen ganando y chinchan al fuerte hasta que salta. Al margen de que sea más mayor, más fuerte o más impulsivo, es un niño pequeño y, al definirlo por comparación, estás fomentando sus celos, pues no eres capaz de ver que, además de hermano, es un niño frustrado e inmaduro que aún no ha desarrollado la capacidad de controlar sus emociones.

Queda claro, por lo tanto, que debes evitar compararlos tanto físicamente (siempre hay uno más agraciado o que ha sacado el hoyito tan gracioso del abuelo), ni en sus habilidades. Más bien has de hacer todo lo contrario, destacar los aspectos positivos de cada uno. Es como cuando ambos hacen un dibujo y te piden que elijas el mejor. Convence a los dos destacando lo positivo de cada uno: “Los dos me gustan mucho porque son diferentes, como vosotros. Éste porque es perfeccionista y todo está bien definido, y este otro porque los colores y las formas resultan creativas”.

Lo mismo ocurre con la dichosa pregunta: “¿a quién quieres más?” Responder que a los dos igual no va a tranquilizar a ninguno, porque cada uno necesita sentirse especial. Lo mejor es coger en tus brazos al que te lo haya preguntado, darle besos, decirle que, para ti, él es único y nadie sería capaz de remplazarle en tu corazón. Después intenta averiguar si se siente desplazado preguntándole el porqué de esa inquietud. Evitad las alianzas con alguno, fomentándolas entre ellos en los juegos de mesa y en las tareas.

Y que quede claro que nunca se debe cortar la violencia con violencia (ni verbal, ni física). “Muchas veces los mayores somos incongruentes: les castigamos porque se pegan pegándoles y así aprenden que la agresividad es buena según para qué motivos”, comenta la psicóloga infantil Paloma Méndez.

PRÍNCIPE DESTRONADO
Según señala el psiquiatra Paulino Castells en su último libro Psicología de la Familia, el hijo único inicia la escolaridad con problemas de adaptación porque no ha aprendido a competir con otros niños. Sin embargo, la llegada de un nuevo hermanito pondrá fin a esta situación y el ahora primogénito tendrá que aprender a compartir su espacio, sus juguetes y lo que más le duele: la atención de sus padres. ¿Qué se puede hacer para no convertirlo en el eterno príncipe destronado?

•Subraya siempre la parte positiva de tener un hermano (como tener un compañero de juegos) y de ser el mayor (como ser más maduro y habilidoso).

•Encárgale tareas gratificantes, pero no le agobies con demasiadas responsabilidades.  Aunque sea el mayor, sigue siendo un niño y no estará dispuesto a renunciar a seguir viviendo como tal.

•Dedícale momentos de exclusividad, pues la echa mucho de menos y volver a captar toda tu atención le ayuda a seguir sintiéndose importante para papá y mamá.

•Compartir las tareas relacionadas con el cuidado y la educación de los hijos ayuda a que la llegada de un bebé, que monopoliza la atención de la madre, afecte menos al primogénito. Haber desarrollado un vínculo estrecho con su padre hará que acuda a él en busca de protección.

•Enriquece la vida familiar con hábitos que fortalezcan la sensación de grupo, como dar siempre las buenas noches o ver una película juntos las tardes de domingo.

•Pídele que participe en las decisiones para que sienta la importancia de ser el mayor.


EL ORDEN NO ALTERA EL PRODUCTO: CELOS
Ya sea porque es el mayor y antes era el centro del universo familiar, por la posición incómoda del que está en el medio o por la debilidad del más pequeño, todos los hermanos sienten esa necesidad de competir.

El mayor, un padre por accidente
Empezó siendo el rey de la casa y ha acabado vigilando a su hermano, dando por perdidos sus juguetes y cargando con todas las culpas. Con este panorama, es normal que el subconsciente le lleve a épocas mejores con regresiones como chuparse el dedo o volver a hacerse pis. No intentes reprimirle ni ridiculizarle, pues está expresando su frustración. También le gusta imitarte cuidando a su hermano si no le ves.

El mediano, siempre intentando definirse

Rivaliza con el pequeño por haberle quitado el puesto y con el mayor por ese desdén que muestra siempre hacia él. También se siente dividido entre dos tipos de complicidad: se identifica con el pequeño, pero intentará acercarse al mayor, al que admira, intentando siempre estar a su altura. 

El pequeño, frustrado por su edad
Su situación de invalidez respecto a sus padres se acaba, pero no parece llegar el momento de que sus hermanos le consideren un igual. Se pasará media vida intentando igualarlos o superarlos, pues también él alimenta sentimientos de envidia por las ventajas propias de la edad: le ganan en los juegos, tienen más libertad…

CÓMO INTERVENIR CUANDO YA SE ESTÁN TIRANDO DE LOS PELOS
Lo más normal es que las riñas entre hermanos empiecen sin la supervisión de los padres y estos intervengan cuando la agresividad está encendida.
   
1. Frena la discusión y, si están peleándose por un juguete, castígales sin él a los dos porque es importante que ninguno obtenga nada por medio de la violencia y que aprendan que ceder puede resultar útil.

2. Sepáralos y déjales un rato para que se calmen y piensen en lo ocurrido, ya que ambos tienen parte de responsabilidad y  no se puede intervenir cuando el nivel de hostilidad es muy alto, incluido el tuyo, pues la violencia aparece en los gestos y la voz.

3. Una vez tranquilos, habla con cada uno por separado para averiguar el motivo de la riña. En esta conversación hay que tratar de alentarles en que dejen de culparse el uno al otro y, en su lugar, admitan cada uno su parte de culpa.

4. Una vez que admitan las actitudes negativas, invítales a pensar alternativas más positivas a su comportamiento anterior como el hecho de ceder, pues es mejor ser el segundo en jugar que no jugar ninguno.

5. La reflexión posterior a la pelea es muy importante, porque aporta valores muy positivos como que no todos los medios valen para conseguir lo que se quiere. Sin embargo, ha llegado el momento de buscar soluciones. Pídeles que aporten ideas para resolver el conflicto. Júntales y, si no llegan a un acuerdo, propón tú una opción que beneficie a ambos y que sirva de modelo para la próxima vez.