Matricularse con trampa y con cartón

Hay padres que son capaces de cualquier cosa por conseguir plaza para sus hijos en un colegio concreto: falsificar el domicilio, inventarse enfermedades o incluso divorciarse. Aunque son conductas censurables, muchos recurren a ellas ante la limitación impuesta por unos criterios de admisión bastante estrictos.

Autor: ADRIÁN ARCOS

No cabe duda de que los padres siempre quieren lo mejor para sus hijos. También una buena educación en el colegio que ellos consideren adecuado. El problema llega cuando un colegio tiene más solicitudes que plazas disponibles. En este caso, las comunidades autónomas establecen un baremo para dar prioridad a las familias que cumplen una serie de requisitos. El proceso de matriculación, que se ha iniciado ya en todos los colegios españoles, se convierte así en una competición entre los padres con el fin de reunir esos requisitos, llegando incluso a utilizar herramientas poco honestas para obtener más puntuación.

Las trampas a las que recurren los padres para conseguir más puntos en la baremación desbordan, en algunos casos, cualquier tipo de previsión. En Andalucía, por ejemplo, parece que se ha puesto de moda convertirse en familia monoparental, desde que el año pasado la Consejería estableciera mayor puntuación para los hijos de padres separados o divorciados. De hecho, el crecimiento de divorcios en marzo de 2007 llamó la atención de varios juzgados de familia andaluces, acostumbrados a que las rupturas matrimoniales aumentaran en otras épocas, sobre todo después de las vacaciones de verano.

Cercanía al domicilio

Uno de los criterios en la admisión que más puntúa es la cercanía del centro al domicilio familiar, y aquí las estrategias de los padres son también bastante imaginativas. Juan María del Pino, presidente de la Confapa, una confederación de APAS de Andalucía, asegura que existen casos de padres que alquilan un piso próximo al colegio al que quieren que vayan sus hijos, se empadronan en casa de algún familiar o amigo, o incluso llegan a dividir su vivienda en varios pisos.

Sin embargo, Pilar Triguero, presidenta de la Codapa, también en Andalucía, afirma que “las falsificaciones de domicilio tienen los días contados”. El motivo es que a partir del año que viene desaparecerán los certificados de empadronamiento o domicilio presentados directamente por los padres, y será la propia Administración la que recabe esos datos en los ayuntamientos. Es lo que ya ha ocurrido con otros criterios, como el de la renta. Hace unos años eran los padres los que aportaban los documentos. Ahora es más difícil alterar las cotizaciones e ingresos, ya que son las consejerías las que los solicitan  directamente a la Agencia Tributaria.

Triguero también recuerda cómo en años anteriores también conseguían más puntos los alumnos que padecían algún tipo de enfermedad crónica, lo que producía un aumento de niños celíacos o diabéticos. Pero parece ser que no se ha acabado con el timo de las dolencias. Palmira Cámara, del sindicato de profesores FSIE de Madrid y miembro de una comisión de escolarización, asegura que en ocasiones acuden padres con informes médicos que justifican problemas psicológicos de sus hijos con el fin de que puedan entrar al centro por la vía de las plazas reservadas a alumnos con necesidades educativas especiales.

Para el vicepresidente de la Concapa (Confederación Católicas de APAS), José Manuel Martínez Vega, “las falsificaciones son consecuencia de la estricta política de zonificación que limita el derecho de elección de las familias y les obliga a escoger un centro concreto”. Por su parte, Emilio Díaz, secretario de la patronal de colegios religiosos FERE en Madrid, cree que “el gran problema de los criterios de admisión es que omite por completo la valoración del grado de implicación de la familia con el proyecto educativo de un centro”.

Muchos padres llegan al punto de contratar a abogados e incluso a detectives para demostrar si los datos de los alumnos admitidos son ciertos. Para Juan María del Pino, “al final lo que se consigue es convertir a los padres en enemigos unos de otros, se transforman en investigadores de quién es el compañero de su hijo, de ahí la importancia de que los padres puedan elegir el colegio de acuerdo con sus convicciones”.

La puntuación
Hermanos matriculados en el centro. Con el fin de favorecer el agrupamiento familiar, contar con un hermano ya en el centro es el criterio que otorga mayor puntuación en casi todas las comunidades autónomas (excepto Andalucía, Extremadura y Murcia, donde prima la proximidad del domicilio familiar).

Proximidad del domicilio laboral o familiar. Junto con la escolarización de hermanos en el centro, la proximidad del domicilio al colegio es uno de los criterios de baremación que más puntos otorga.

Padres que trabajen en el centro. Este criterio también trata de favorecer el agrupamiento familiar. En algunas comunidades se otorga a este criterio la misma puntuación que al de hermanos matriculados en el centro, excepto en Andalucía, Aragón, Canarias, Cantabria, Castilla-La Mancha y Extremadura.

Renta anual de la unidad familiar. El nivel de renta toma como referencia el ejercicio económico de los dos años anteriores a la presentación de la solicitud. El solicitante debe autorizar a la consejería a recabar estos datos a la Agencia Tributaria.
   
Discapacidad. La discapacidad que pueda sufrir el alumno solicitante, padres o hermanos se contempla como criterio en todas las comunidades autónomas.

Familia Numerosa. Excepto en Asturias, Cantabria y País Vasco, constituye un criterio más de baremación.

Enfermedad crónica. Se aplica en la actualidad sólo en Aragón, Cataluña y Madrid.

Otras circunstancias. Baleares, Castilla y León, País Vasco, Madrid, Murcia, Navarra, La Rioja, Valencia y Canarias incluyen un criterio de libre determinación, donde cada centro otorga puntos a alguna circunstancia relevante.

¿Dónde irás este verano?

Si quieres que tus hijos aprovechen el verano para aprender inglés, francés o chino, nada mejor que empezar a pensar en un viaje que les aporte nuevos conocimientos y experiencias inolvidables, al tiempo que conviven con nativos. No obstante, las opciones son muchas y variadas. Escoge la que mejor se adapte a las preferencias de tu familia. Hay soluciones para todos los bolsillos.

Autor: Ana María SERRANO

El aprendizaje de idiomas ha sido el patito feo del sistema educativo. Una asignatura pendiente de aprobar a pesar de múltiples planes ministeriales o políticas de más horas lectivas en otra lengua. Nada hasta ahora ha conseguido paliar el déficit de los alumnos españoles para desenvolverse fuera de nuestras fronteras.

De hecho, sólo un 27 % de los españoles domina y puede expresarse en un segundo idioma como el inglés, frente al  89% de los suecos o el  87% de los holandeses,  según datos de la Agrupación Educativa de Cursos Académicos en el Extranjero (Aecae).

La necesidad de dominar otras lenguas para acceder a un mejor puesto laboral y las mayores facilidades para viajar gracias a ofertas, vuelos de bajo coste, etc.,  junto a un euro fuerte frente al dólar, por ejemplo, impulsan cada vez a más padres a enviar a sus hijos al extranjero en verano para superar el hándicap de hablar en la lengua de Shakespeare principalmente.

Hasta ahora, el 62% de los alumnos españoles que decidían realizar un curso escolar completo en el extranjero para volver dominando un segundo idioma –inglés en el 95% de los casos–  escogían como destino los EEUU.  Un 20% se decantaba por Irlanda y un 12% por Reino Unido. A más distancia están los que eligen Canadá, que son un 3%. Otros destinos, entre los que destacan Suiza y Alemania, suponen el 3% restante.


Destinos alternativos
Sin embargo, los destinos también son cambiantes y lugares lejanos y exóticos como Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica son hoy más demandados. Suiza o Malta se mantienen con sus ofertas clásicas, aunque los expertos recomiendan evitar la isla  los meses de verano, pues sufre overbooking tanto de estudiantes españoles como de turistas y el aprendizaje se convierte en una tarea difícil.

Por su parte, reclamos publicitarios  como “combina tu curso de inglés con el conocimiento de una realidad cultural tan apasionante como la australiana” se ponen cada vez al alcance de más bolsillos con tal de evitar en los meses de julio y agosto ciudades como Londres, Brighton y Edimburgo, en Gran Bretaña, o Dublín, en  Irlanda. Según los expertos, lo ideal es buscar localidades más pequeñas y menos conocidas donde la concentración de españoles sea menor.

Algunos destinos interesantes pueden ser Torquay, Plymouth, Cherter, Toronto o Chicago. Asimismo, antes de pensar en un destino exótico conviene consultar la lista de países a los que el Ministerio de Asuntos Exteriores español aconseja no viajar (como Kenia, China o Egipto). Más que desaconsejarlos categóricamente, lo que hace el Gobierno es alertar sobre lugares en los que existen riesgos concretos, caso, por ejemplo, de Polonia, por su abundante delincuencia, o de Sudáfrica, por su inseguridad sobre todo en grandes ciudades como Johannesburgo, que además tiene un alto índice de malaria y sida.

Cruzar el charco
EEUU y Canadá son países muy convenientes para un óptimo aprendizaje del inglés. En muchos lugares, la escasez de españoles y el aislamiento favorecen la convivencia y vida familiar. Precisamente, es esta predisposición del estudiante a la convivencia una de las claves de éxito en cualquier programa de inmersión.

Estados Unidos, aún siendo más caro el billete de avión, supone todo un ahorro por el hecho de que muchas familias no acostumbren a cobrar por acoger en su casa al estudiante extranjero. Allí, eso sí, los adolescentes deberán tener sumo cuidado con el alcohol, tabaco o cualquier tipo de droga, ya que su consumo está prohibido y supone causa de deportación por vía de urgencia, como ya han podido comprobar algunos españoles. En cualquier caso, lo cierto es que la política de inmigración se ha endurecido mucho en los últimos años, incluidos los trámites para obtener visados.

Por su parte, los estados francoparlantes de Canadá (Quebec, Nuevo Brunswick y, parcialmente, Ontario) y, sobre todo, la ciudad bilingüe de Montreal, ofrecen la posibilidad de realizar cursos que combinan el aprendizaje de inglés y francés.

NO BILINGÜE, PERO POR LO MENOS…
Es importante que los padres sean conscientes de lo que realmente se puede conseguir en las dos o cuatro semanas que dura un programa idiomático. Aunque en ningún caso se garantiza que el chico regrese bilingüe, el programa sí debería aportar:
– Pérdida del miedo escénico a hablar otro idioma.
– Adquisición de seguridad y confianza en fluidez conversacional.
– Manejo inconsciente, directo y natural del idioma sin proceso previo de traducción.
– Entendimiento y uso del idioma diario (al menos durante la estancia).
– Actitud positiva hacia el aprendizaje y el conocimiento de otras culturas.
– Agudeza de oído en idioma hablado y perfeccionamiento de la pronunciación.
– Capacidad de comunicación efectiva a distintos niveles estableciendo conversaciones desde el primer día.
– Conciencia de progreso cambiando la visión del idioma de asignatura a medio de comunicación útil.
– Incremento del nivel de idioma.

NOVEDADES
– Programas temáticos para todos.
La elección para enviar a nuestros hijos a un curso o a un campamento las próximas vacaciones estará en función de factores como el tipo de alumno. Pero, sin duda, lo último es la oferta de programas temáticos que, además de la inmersión lingüística, ofrecen la posibilidad de practicar el deporte favorito del alumno o alguna de sus aficiones. Por ejemplo, en www.tecs.es se oferta el curso Super English Golf, donde la mañana se ocupa con 5 horas de golf 100% en inglés, a cargo de profesores de la PGA y monitores nativos especializados tanto en el golf como en la lengua inglesa. Esta empresa con su “Little Village” da un paso más para aquellos chicos cuyo nivel de inglés permite un programa formativo más enriquecedor, sin por ello renunciar a diversión y aventura Y así, un largo etcétera de posibilidades.

– Australia para los mayores.
Para los alumnos más mayores, Australia merece mención aparte como destino que empieza a cobrar enorme popularidad, sobre todo entre los universitarios. El contacto con la naturaleza es permanente y pueden realizar innumerables actividades, entre ellas el buceo y, sobre todo, el surf, que incluso en un estado ha llegado a implantarse como asignatura obligatoria en los institutos. Ventaja añadida es, además, que a los estudiantes extranjeros se les permite trabajar o realizar prácticas remuneradas para financiar su estancia. Puestos a buscar algún inconveniente, no cabe duda que el elevado coste del billete va a ser una carga difícil de asumir para muchas familias. Sin embargo, el precio final cuando las estancias se alargan más de dos meses no difiere mucho de otros destinos, como, por ejemplo, Los Ángeles. No en vano, la afluencia anual de europeos por motivo de estudios, ya sea a tiempo parcial o completo, ha crecido en sólo ocho años desde los 8.000 a los 30.000. Para más información, se puede consultar www.studyinaustralia.org.

REQUISITOS MÍNIMOS: Tratándose de su hijo, toda información es poca: pregunte
Si está pensando en enviar a su hijo a uno de estos programas asegúrese de que cubre al menos una serie de requisitos mínimos:

– Detalles de seguridad y seguimiento del menor, dieta equilibrada y suficiente para el ritmo deportivo del programa, control médico, facilidades de higiene (proporción duchas-niño), etc.

– Organización sólida y asentada en el mercado, así como sector de procedencia (tratándose de niños, ofrecen más fiabilidad las organizaciones de sectores educativos y formativos).

– Instalaciones adecuadas: desconfíe si no le permiten visitarlas antes del comienzo.

– Programas diferenciados y orientados en función de diferentes grupos de edad y perfil de niño, que garanticen la integración.

– Metodología experimentada. Es una buena referencia que durante el resto del año la empresa que organiza el programa continué su actividad formativa (con presencia a través de centro educativo, ya sea de idiomas o formación reglada).

– Adecuado sistema de información y atención previa a la contratación.

– Sistema de bienestar que cubra el aspecto afectivo y de interacción social del chico con sus compañeros.

– Grupos reducidos en el aspecto académico, impartido por profesionales titulados y con experiencia. En el caso de campamentos, personal nativo y preferiblemente que no hable español.

– Posibilidad de certificado de asistencia.

SIN SALIR DE ESPAÑA: Campamentos de verano intensivos
Con tantos peligros que acechan en el mundo exterior, siempre habrá españoles que opten por no hacer uso del pasaporte. Y es que en España también es posible realizar inmersiones lingüísticas. Por ejemplo, la organización Pueblo Inglés lleva años enseñando inglés a través de programas de inmersión en Valdelavilla (Soria), La Alberca (Salamanca) y Cazorla (Jaén) con una duración de fin de semana para los que no pueden alargar sus vacaciones. También el público infantil tiene la opción de realizar una inmersión lingüística ajustada a sus necesidades. De hecho, esta misma empresa dispone de una oferta específica –Kid Pack para niños de 8 a 12 años y Teen Pack para los de 12 a 17–. Se trata de programas trimestrales residenciales que combinan fines de semana en su “Villa Inglesa” con clases en grupos reducidos en la sede que esta empresa posee en Madrid.

Y tampoco hay que olvidar los clásicos campamentos de ingles y multiactividades que cada verano recalan en muchas localidades españolas y que algunas organizaciones han rediseñado con la idea de ofrecer actividades más exclusivas. Así, tenemos desde hace unos años un summer camp de fútbol e inglés en Málaga organizado por ESDE y el reputado Charlton Athletic Football Club. Además, la empresa mundoenred.com (tlf. 902 88 57 69) organiza en verano en León un campamento bilingüe donde se mezclarán alumnos españoles con otros de Estados Unidos y Canadá y con monitores nativos tanto en inglés como en español.

¿"Colgados" desde la cuna?

Cada vez más niños y adolescentes están enganchados al móvil. Una moda que puede crear adicción entre los menores y empobrecer su vocabulario. Establecer pautas de uso responsable se convierte en una necesidad.

Autor: ANA MARÍA SERRANO

Actualmente se calcula que en nuestro país uno de cada dos menores de entre 10 y 14 años posee un teléfono móvil, un porcentaje que se espera crezca en los próximos años. Además,  la edad en la que se empieza a utilizar el móvil es cada vez más baja, y ya comienzan a aparecer en el mercado aparatos especialmente pensados para niños, como el Mo1 de Imaginarium y Movistar.

Se trata de una tendencia en cierto modo inevitable, y en muchos sentidos no necesariamente indeseable. El móvil tiene su utilidad, y para muchos padres resulta tranquilizador saber que sus hijos pueden estar localizables. Además, como señalan muchos especialistas, entre ellos nuestro colaborador habitual Juan Carlos Rodríguez, no conviene exagerar los peligros de las nuevas tecnologías. Esto no significa, sin embargo, que el mal uso de los teléfonos no plantee problemas, sobre todo a la hora de, por ejemplo, regalar un móvil o regular su uso.

Tomar precauciones

Aparte de la controvertida discusión sobre el efecto de la energía electromagnética sobre la salud de los usuarios, las dudas que plantea el uso del móvil se centran, por ejemplo, en su efecto sobre el rendimiento escolar o en los problemas psicológicos de la adicción: según un informe del Defensor del Menor madrileño, hasta un 28% de los usuarios adolescentes se ha sentido “agobiado” al no poder usar su teléfono. La imposibilidad de tener el mismo sonitono o un modelo equivalente al de los amigos también puede ser motivo de  ansiedad.

La cuestión económica puede ser asimismo preocupante, dada la baja percepción que se puede tener de un presupuesto que por lo general corre a cargo de un familiar. La industria que rodea a la telefonía, con sus  modelos, juegos y politonos, contribuye a disparar el gasto: hasta un 7% de los usuarios adolescentes llega a gastar más de 40 euros al mes.  Por último, el carácter multimedia de los móviles puede poner a prueba la capacidad crítica de los menores ante el spam, los chats y materiales no aptos para su edad.

Ante esta problemática, instituciones, asociaciones de consumidores y compañías telefónicas han elaborado en los últimos años una serie de guías encaminadas a ayudar y aconsejar a las familias. Entre sus sugerencias, el empleo de contratos que permitan a los padres controlar el gasto, ver las listas de llamadas y elegir y bloquear los servicios. Y en el caso de decidir darle un móvil a un niño, más vale comprar uno adaptado a su edad que regalarle uno de segunda mano al comprar nosotros uno nuevo. Y lo más importante, predicar con el ejemplo: es más fácil que los hijos tengan un comportamiento responsable si ven en sus familiares un uso racional y adecuado del teléfono.

Descárgate el informe Seguridad infantil y costumbres de los menores en el empleo de la telefonía móvil

"La infancia dura cada vez menos, pero a cambio no se logra madurez"

Cuando apenas tenía 17 años, le pagaron cerca de 3.000 pesetas por publicar Pequeño teatro. 75 años después, Ana María Matute alterna sillón en la RAE y silla en el salón de su casa en Barcelona, donde acaba de terminar de escribir su último libro.

Autor: SERGIO SÁNCHEZ

Ella dijo una vez que escribir no es solamente una profesión, o una vocación: es una forma de ser y de estar. En el mismo texto, un poco antes, en aquel decálogo que hizo de la profesión del escritor, ponderaba que escribir es también una forma de protesta. Casi todos los escritores comparten el malestar con el mundo. De estas dos máximas de una de las mejores autoras de la literatura española del último siglo se extraían algunas conjeturas antes de hablar con ella. Tras la charla, las premisas se confirmaban: Ana Mª Matute es escritora en cuanto al oficio y en cuanto a los aparejos que lleva en torno a su pelo blanco y a sus ojos, que aún encierran un brillo fugaz de inocencia.

P. Dice Esther Tusquets de ti que lo que más valoras en tu vida son la literatura y el amor. ¿En este orden?
R. Supongo que los órdenes se alteran a lo largo de la vida más de lo que te parece en un primer momento. Ahora mismo, están al mismo nivel. Literatura y amor…

P. ¿Y la inocencia y la imaginación?
R. Son asuntos distintos. Mi vida ha estado llena de literatura y de amor. Inocencia e imaginación a veces van de la mano, a veces no.

P. Supongo que la capacidad de sorprenderse es interesante para el autor…
R. Sin duda. Es muy importante.

P. A eso me refería con la inocencia. ¿Es la edad enemiga de la inocencia?
R. La pérdida de la inocencia es inevitable, lo que pasa es que unos la pierden más y otros la pierden menos. Pero es inevitable, porque le pasa a todo el mundo… A todo el mundo que ha sido niño, que no todos lo fueron.

P. En alguna ocasión ha comentado que escribir es ganarle la partida al tiempo. ¿Rejuvenece más una novela que el bótox?

R. Sin duda alguna. Mira, yo ahora estoy ultimando mi última novela y me siento mucho más joven que cuando la comencé. Supongo que va en la sangre.

P. ¿Pasa el tiempo más deprisa cuando está escribiendo?
R. Es que para mí escribir es mi manera de enfrentarme al mundo, a lo que me rodea; también al paso del tiempo. Cuando me pongo a escribir es porque tengo una necesidad interna muy grande de expresar algo. Realmente escribir es protestar por algo, y luego hay que darle una forma literaria. Yo cuento historias, porque las vidas están llenas de historias y me interesan las personas.

P. Su literatura mezcla con sabiduría la ficción con los problemas humanos. ¿Se lleva bien este tipo de combinación?
R. A mí me interesan los problemas sociales, los problemas de injusticia. Está dentro de todos mis libros. De todas maneras me gusta hablar más de magia que de ficción. Mi literatura es mágica, está dentro de esa corriente.

P. ¿Dónde encuentra la fantasía o la magia para volcarlas en sus textos?

R. La verdad es que la magia la puedes encontrar casi en cualquier sitio. La literatura es el sentido mágico de la vida. Hay una magia en la vida que la gobierna y existe. No existen las casualidades, ni los encuentros o desencuentros. Es la magia.

P. ¿Y el mundo infantil tiene una magia diferente?
R. Lo que pasa es que les están quitando esa capacidad imaginativa tan fundamental…

P. Siempre ha comentado que la infancia no es una etapa de la vida; que es un mundo completo, autónomo, poético… y cruel.
R. Claro, así es. Siempre digo y repito que el niño no es un proyecto de hombre, sino que el hombre es lo que queda de un niño, que es un mundo total, cerrado y redondo, y ahí no entra nadie más que su fantasía y otros niños. Los adultos no entran, y por eso es un ser solitario; no porque no pueda expresarse, que lo hace perfectamente con los suyos, y conmigo también.

P. Usted ha escrito numerosos cuentos infantiles. ¿Cómo prepara su mente para escribir para niños?

R. Lo preparo con mucho mimo, porque no es lo mismo escribir para niños que para adultos.

P. ¿En qué nota la diferencia?

R. Sobretodo en el hecho de que lo que más me importa cuando escribo para un niño es que me comprenda, más allá de los problemas formales. Lo que quiero es que el niño coja el cuento y disfrute, y lo entienda. 

P. ¿La niñez actual es más complicada que la que pudo tener usted?
R. Puede ser. La niñez siempre es un tránsito complicado. Se están cometiendo muchos errores con los niños, se les está quitando la capacidad de imaginar, se les está quitando la isla desde muy niños, lanzándoles al mar. Cada vez dura menos la infancia, pero tampoco se logra a cambio una madurez.

P. ¿Y los adultos?
R. Yo recuerdo que comencé a leer porque mi padre tenía una buena biblioteca y porque mi madre leía mucho también. 

P. ¿Escribir ha sido su manera de trascender o de volver a la niñez?
R. La trascendencia existe en el escritor, pero en mi caso es más una cuestión de salir de uno mismo, de vivir otras cosas, de comprender otros mundos. 

P. Está ultimando una nueva novela. ¿Existe el tiempo libre en el proceso de la creación literaria?
R. Claro. A mí me gusta mucho pintar, dibujar, por ejemplo. Hace algún tiempo era una gran amiga del bricolaje, de la carpintería… pero ahora no puedo.

P. ¿Y la lectura?
R. Cuando me enfrento a una obra, a una novela, no suelo leer nada para evitar interferencias en mis textos. Por eso ahora, como llevo un buen tiempo escribiendo, tengo una cantidad enorme de libros por leer esperándome en el salón de mi casa…

P. ¿Tiene miedo de que los lectores se puedan quedar en las tapas de sus libros?
R. La verdad es que confío bastante en el lector. Y tengo la suerte de tener buenos lectores.

Dejamos a la niña de los ojos brillantes que con 5 años escribía cuentos con amigos imaginarios, cuando le castigaban en el cuarto oscuro de su casa de Mansilla de la Sierra, en Logroño, y echamos la vista atrás de nuevo para ver a la mujer que aún sueña con su infancia. Y el resultado, como bien dice ella, es mágico.

Intervengamos, pero en su interior

«Sin tetas no hay paraíso». El título de esta nueva serie de televisión es sólo un ejemplo de la cantidad de mensajes alusivos a la «perfección» física a la que nuestros adolescentes se enfrentan cada día.

Autor: Marta Sahelices

Que España sea el país que encabeza las listas de operaciones de cirugía estética en Europa no ayuda demasiado a la hora combatir otra estadística mucho más preocupante: se estima que el 10% de las intervenciones realizadas al año se practican en menores de 18 años. En ocasiones, ante el riesgo de un mal que consideramos mayor (problemas de adaptación, sociabilidad, etc.), los adultos accedemos por miedo a cuestiones tan relevantes como ésta sin analizar la situación en profundidad.


Problemas psicológicos
Según explicó el presidente de la Sociedad Española de Medicina y Cirugía Cosmética, Antonio Porcuna, durante la I Reunión de Nuevas Tecnologías en Cirugía Plástica, las operaciones en menores pueden provocar graves secuelas debido a la falta de “madurez” física y psicológica del paciente.

No pocos psicólogos advierten que esta necesidad en los chicos de cambios externos enmascara problemas psicológicos y emocionales preocupantes, como la falta de autoestima o, en menor medida, un desajuste denominado trastorno dismórfico corporal, muy cercano a la anorexia o la bulimia y que se caracteriza por la preocupación exagerada por los defectos físicos, ya sean verdaderos o imaginarios.

Tampoco podemos olvidar que los medios de comunicación y la publicidad piensan únicamente en el público objetivo al que van dirigidos sus productos y no valoran la influencia que tendrán en el resto de agentes que los reciben, como los adolescentes, que en esta etapa madurativa se enfrentan a dos procesos fundamentales: el logro de la autonomía y la formación de la identidad. Desde la distancia y la madurez, este tipo de informaciones pueden parecer inofensivas e insustanciales, pero, si aplicamos un poco de empatía a estas situaciones, un adolescente de 15 años es vulnerable y no posee la experiencia personal suficiente para enfrentarse de manera eficaz y responsable a ellas. Y ahí es donde el papel de los progenitores adquiere mayor relevancia: hemos de marcar  las reglas, los valores y los límites necesarios.


Amor propio
Los padres debemos aplicar roles adecuados en el hogar que ayuden a nuestros hijos a manejar conceptos como amor propio –bien entendido, por supuesto–, autoestima o valía personal por encima de otros menos relevantes como la belleza física y la apariencia. Además, siempre debemos desconfiar de cualquier profesional, ya sea psicólogo o cirujano estético, que no vea ningún tipo de inconveniente a una intervención realizada a un menor, ya que la mayoría de especialistas coinciden en la necesidad de una regulación legal para estos casos y no son partidarios de realizar operaciones a menores de 18 años.

LEGISLACIÓN
En España, la Ley de Autonomía del Paciente obliga a los especialistas a contar con el consentimiento de los padres para practicar operaciones de cirugía estética a menores.

Ahora bien, a partir de los 16 años un adolescente podría someterse a una intervención sin este consentimiento si el doctor considerase que tiene suficiente madurez (eso sí, los padres podrán ser informados, e incluso se tomará en cuenta su opinión si existiese algún riesgo para la salud del chico).

Ante la gravedad de esta especie de ‘vacío legal’ y la proliferación de operaciones a menores de 18 años con consentimiento de los progenitores, las administraciones comienzan a preocuparse y buscan soluciones de urgencia, como la propuesta por la Junta de Andalucía, quien tramita el borrador de un decreto que regulará las operaciones de cirugía estética entre los adolescentes: antes de someterse a cualquier intervención, deberá realizarse un informe psicológico que certifique la madurez del solicitante y éstos tendrán que estar informados en todo momento de la tasa de riesgo y los efectos secundarios de la intervención.

Contra la violencia, ni permisivos ni agresivos

Los casos de agresiones infantiles y juveniles están a la orden del día, lo que denota una carencia de valores como el compañerismo, la tolerancia y el respeto en la educación de nuestros hijos. Pero, ¿quién debe inculcar estos principios? ¿La familia, la escuela o ambos?

Autor: Zaida PÉREZ DE ARANDA

Los medios de comunicación nos alertan constantemente del aumento del acoso escolar, e incluso de agresiones de niños a padres y profesores. Por eso, el portal Entre Padres del programa EducaRed (www.educared.net/entrepadres) repasa este mes los motivos que pueden desencadenar episodios violentos tanto en casa como en el colegio, además de las claves para una educación en valores  a través de la cual los más jóvenes puedan aprender a resolver sus conflictos.
Si bien la violencia infantil y juvenil no ha adquirido las dimensiones de otros países, como por ejemplo EEUU, esta problemática también existe aquí.

Por un lado, los casos de violencia intrafamiliar en la que los hijos maltratan a sus padres se denuncian siete veces más en la actualidad que hace cuatro años. Por otro, los casos de bullying o acoso escolar han ido en aumento en los últimos años: según un estudio del Instituto de Evaluación y Asesoramiento Educativo (IDEA), el 49% de los estudiantes dice ser insultado o criticado en el colegio.

Pero, ¿cuáles son las raíces de este problema? Aspectos familiares, legales, académicos, psicológicos, individuales y sociales influyen en las actuaciones violentas de los más jóvenes. No obstante, los expertos coinciden en afirmar que muchos de estos niños, bien han sido educados con excesiva permisividad, bien han crecido en un entorno familiar violento y carecen de autoestima.

Aprender a aceptar un no
Desde que un niño tiene 2 ó 3 años debe sentir y saber que hay pautas a su alrededor, que no es posible cumplir todos sus caprichos y que a veces sus necesidades tendrán que esperar un tiempo para ser satisfechas. Para ello, la educación familiar y escolar debe ser rígida: los niños han de aprender a aceptar un no pacíficamente. Pero, ¿cómo? Deben cultivarse valores basados en compartir las cosas, en el respeto a la diversidad de las personas y en el aplazamiento en la satisfacción de necesidades. Por eso, es imprescindible que la escuela cuente con el apoyo de los padres.

En este sentido, entre la familia y la escuela debe implantarse un panorama educativo basado en:
1. Desarrollar las relaciones desde la propia familia en un contexto de respeto mutuo y confianza hacia los demás.
2. Enseñar a rechazar las discriminaciones por razones de sexo, raza, estatus social o discapacidad.
3. Enseñar a escuchar y a tener respeto a otras personas, y a aceptar las diferentes formas de pensar.
4. Trabajar actitudes de solidaridad y de comprensión con los más débiles.
5. Estimular la capacidad crítica para tener una perspectiva propia.


Consejos para padres
Entre padres te da consejos para que ayudes a tu hijo a aprender a resolver conflictos:
1. Enséñale que ante la diferencia de opiniones hay que escuchar lo que la otra persona dice y lo que quiere decir.
2. Ayúdale a tener respuestas adecuadas en el caso de que le molesten o intimiden: no le aconsejes que tome la revancha. Explícale la diferencia entre una respuesta asertiva (seguridad en sí mismo, firme) y una agresiva (violenta, beligerante, hostil).
3. Intenta que se desarrolle todo lo posible por sí mismo: no le sobreprotejas, permítele que afronte los dilemas y conflictos con sus compañeros de acuerdo con sus capacidades, pero mantente cercano e intervén si es necesario.
4. Ayúdale a saber encajar las bromas: en niños y adolescentes, las burlas pueden ser origen de una discusión. Dile que puede dar contestaciones elusivas, manifestar su desacuerdo sin enfadarse o irse a otra parte cuando el ambiente se haga demasiado tenso.

Para saber más, el programa EducaRed también cuenta con otro portal dedicado a la convivencia escolar (http://portales.educared.net/convivenciaescolar) donde se ofrecen recursos, programas, actualidad, encuestas y experiencias relacionadas con el tema del bullying.

¿Sabías que…?
El portal Entre Padres ofrece interesantes datos sobre la violencia escolar:

– El número de llamadas sobre bullying recibidas durante 2007 en el teléfono del Menor ANAR (Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo) se ha multiplicado debido a la mayor sensibilización de la sociedad.

– Dos de cada tres profesores de Secundaria reconocen que en sus centros educativos existen o han existido casos de acoso escolar, según una consulta de Aldeas Infantiles SOS en 1.000 colegios de España.

– El Ministerio de Educación desarrolla el Plan de actuación para la promoción y la mejora de la convivencia escolar.

– El 86% del profesorado ha sufrido falta de respeto alguna vez en su vida. El 80% de estas situaciones se han producido en el aula, mientras que el 12% se han producido fuera del centro. Además, el 49% de los profesores de Primaria y Secundaria manifiestan sentirse desmotivados y un 12 % tiene miedo a entrar en clase.