¿Por qué no podemos hablar?

«Me cuesta comunicarme con mi hijo, y eso que me intereso mucho por lo que hace, pero nunca sigue mis consejos ni confía en mí cuando tiene problemas». Seguramente muchos padres y madres hemos vivido esta situación alguna vez y no hemos sabido cómo resolverla. Escuchar atentamente es el primer paso que nos permitirá conocer qué preocupa al niño y cuál es su estado emocional.

Autor: Zaida PÉREZ DE ARANDA

Según el estudio sociológico Los estilos educativos de las familias españolas y el consumo de drogas en los adolescentes, de Ceapa (la Confederación Española de Asociaciones de Padres), actualmente predomina la individualización de los miembros de las familias, y muchos padres dan por supuesto que la comunicación y el diálogo familiar se van a producir de forma natural. Pero llegar a casa del trabajo y establecer una charla con nuestros hijos no siempre resulta tan fácil como parece. Son muchos los factores que pueden entorpecer el clima idóneo para hablar, por ejemplo, el hecho de que en ocasiones niños y jóvenes no estén por la labor de comunicarse con sus padres. Por tanto, aprender a comunicarnos forma parte de la Educación que los padres debemos establecer en el entorno familiar para conseguir ser capaces de dialogar sobre cualquier tema y circunstancia y, con ello, estrechar el vínculo entre padres e hijos.

Por eso, el primer reportaje del curso 2008-09 en el portal Entre Padres de EducaRed (www.educared.net/entrepadres) analiza los beneficios de una buena comunicación familiar. Además, se recopilan algunos datos sobre el panorama actual y los padres que quieran pueden participar respondiendo a la encuesta ¿Mantienes una buena comunicación con tus hijos? y dando su opinión en los foros.

Falta de voluntad por parte de los interlocutores, falta de respeto mutuo, rechazo… Según los expertos, diversas actitudes tanto de los padres como de los hijos impiden establecer una comunicación fluida y sincera en el seno familiar.

TIPOS DE PADRES
Según el psicólogo Kevin Steede, en su libro Los 10 errores más comunes de los padres y cómo evitarlos, existe una tipología de padres según su manera de expresarse y comunicarse:

1. Los padres autoritarios: temen perder el control de la situación y utilizan órdenes, gritos o amenazas para obligar al niño a hacer algo. Toman poco en cuenta las necesidades del niño y transmiten el mensaje de que los padres no están interesados en lo que el niño sienta o tenga que decir.

2. Los padres que hacen sentir culpa: utilizan el lenguaje en negativo, subvalorando las acciones o las actitudes de sus hijos. Comentarios del tipo “no corras, sé que te caerás”, hacen que el niño se convierta en una persona dubitativa e insegura.

3. Los padres que restan importancia: es fácil caer en el hábito de restar importancia a los problemas de nuestros hijos, sobre todo si realmente pensamos que sus problemas son poca cosa en comparación a los nuestros. El resultado es un rechazo casi inmediato hacia el adulto que se percibe como poco receptivo a escuchar. Con este tipo de respuestas sólo lograremos alejar a nuestro hijo y comunicarle que no nos interesan ni sus problemas ni sus sentimientos o que los consideramos de menor importancia.

4. Los padres que dan conferencias: la palabra más usada por los padres en situaciones de ‘conferencia’ o de ‘sermón’ es “deberías”. Pretenden enseñar al hijo en base a su experiencia, desdeñando su caminar diario y sus caídas. Así estamos dejando de escuchar y de interesarnos por lo que realmente el niño siente y piensa.

LAS SOLUCIONES
Para no caer en alguna de estas formas de relacionarnos con nuestros hijos, Steede aconseja mantener una comunicación abierta, basada en la capacidad de escuchar activamente. Esto supone estar dispuesto a captar los sentimientos del niño, la profundidad con que le ha afectado el problema y la necesidad, manifiesta o no, de hablar de cómo se siente. Y también supone respetar y aceptar al niño tal y como es, sin etiquetarlo ni rechazarlo por lo que siente o hace. Sólo así nuestros hijos serán capaces de confiar en nosotros, haciéndonos partícipes de sus pensamientos y de sus sentimientos.

Pero también los hijos tienen que poner de su parte. En primer lugar, deben darse cuenta de que los padres no son el enemigo y que verlos así es un error. Además, siempre tienen que tratar de escucharles con la mente abierta. Por último, no hay que olvidar que la tolerancia y la empatía son la base de una buena comunicación.

 

El blog de Entre Padres
• El portal Entre Padres estrena con el nuevo un curso su blog (blogs.educared.net/entrepadres), un espacio para compartir y comentar los temas que interesan a los padres.

• Por ejemplo, con los últimos coletazos del verano, en el blog se destaca que el 40% de los menores viaja en coche sin las medidas de seguridad necesarias o cómo tomar medidas frente a los efectos de los golpes de calor entre los niños.

• Pero también hay espacio para otras noticias que han dado de que hablar a nivel internacional, como el caso de Michael Phelps, el nadador norteamericano que  ha hecho historia al ganar ocho medallas de oro en los Juegos Olímpicos de Beijing y que ahora ha salido a la luz que  fue un niño hiperactivo. Parece ser que la práctica de la natación permitió encauzar el exceso de actividad del joven Phelps.

•  Además, el foro Entre Padres está abierto a las experiencias de los padres.


 

Fraude en el acceso a las ayudas para la vuelta al cole

Autor: padresycolegios.com

Los Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) han denunciado la existencia de fraude en el acceso a las ayudas que el Ministerio y las Consejerías de Educación conceden cada año a una parte de las familias españolas con el fin de contribuir a sufragar total o parcialmente los gastos derivados de la vuelta al cole. Según Gestha, la declaración de la renta no constituye un “indicador real” de la capacidad económica de una familia ni un “instrumento fiable” para asignar las ayudas económicas.

Butragueño: "Mis hijos saben que su primera responsabilidad son las notas"

Autor: Zaida PÉREZ DE ARANDA

El mítico jugador a la que debe su nombre la “Quinta del Buitre”comenzó a jugar al fútbol a los 13 años en el Colegio “Calasancio” de Madrid. Licenciado en Empresariales, se considera un “padre exigente” con los estudios de sus hijos y aboga por no descuidar jamás la formación de los jóvenes deportistas.

P. ¿Cómo empezaste a jugar al fútbol?
R. En la vida muchas veces surgen las cosas por casualidad. Yo jugaba en el colegio con mis amigos, primero al baloncesto, de los 10 a los 12 años, y a los 13 empecé con el fútbol, pero por diversión y sin ningún espíritu de llegar a ser profesional. Así estuve hasta los 18 años, que me incorporé al tercer equipo del Real Madrid.

P. Pero antes empezaste a entrenar en el Atlético y fue tu padre el que te influenció para que acabaras en el Madrid…
R. Bueno, no fue así exactamente. Cuando estaba en mi último curso del colegio, a los 17 años, hice una prueba en el Real Madrid y más o menos me rechazaron, y a las pocas semanas, el Atlético de Madrid se interesó mucho por mí. Estuve entrenando tres días con ellos y me hicieron una oferta muy buena. Cuando ya estaba a punto de jugar en el Atlético, el propietario de un bar que estaba justo al lado del Colegio “Calasancio” y era el padre de un jugador del Castilla –filial del Madrid– que se llamaba Juanito, le dijo a mi padre que no podía permitir que su hijo jugara en el Atlético y que iba a hablar con el Real Madrid para que me hicieran otra prueba y estuviera entrenando una semana. Si después de esa semana no tenía nivel, me iba al Atlético. Estuve entrenando dos semanas con un juvenil del Madrid y el club cambió su opinión y me propuso incorporarme para la siguiente temporada. Y como en mi casa somos madridistas, aceptamos.

P. Tú entonces ya eras socio del Madrid, ¿no?
R. Yo soy socio del Real Madrid desde que nací y de pequeño iba con mi padre a ver todos los partidos.

P. ¿Crees que los 13 años es una buena edad para empezar a jugar al fútbol o hay que empezar antes?
R. A los 13 fue la primera vez que jugué en un equipo, pero desde pequeñito ya jugaba al fútbol con mis amigos. En aquella época jugábamos en la calle porque no había tantos coches como ahora y había más zonas verdes. Yo creo que cuanto antes comiences a jugar, mejor; es como todo, cuanto más practiques, más mejoras.

P. Pero siempre con un control.
R. La cuestión es que el niño sea feliz. El deporte ayuda a desarrollar la personalidad del niño porque implica disciplina, vida sana, afán de superación, capacidad para relacionarse con los demás, saber ganar y perder, y todo esto es bueno para educar al niño. El deporte es una escuela magnífica.

P. ¿Y si hablamos de niños que ya van para profesionales? Por ejemplo, el Real Madrid ofrece formación infantil. ¿Consideras que esto es bueno para los chavales?
R. No debemos olvidar que el niño es un niño y tiene que tener una formación como persona. Yo siempre he sido un gran defensor de los estudios. Al margen de si tiene suerte y llega a estar en un gran club con 15 años –lo que implica una posibilidad futura de ser profesionales–, un jugador de fútbol es una persona que hay que formar, moldear y pulir. Jamás un joven futbolista debería abandonar sus estudios.

P. Tú eres un ejemplo de compaginar los estudios con el fútbol…
R. Bueno, reconozco que es difícil, pero hay que pensar que la vida es muy larga. Si llegas a ser profesional, hay muchas horas libres a lo largo del día que hay que ocupar adecuadamente.

P. Supongo que para tus hijos esperas lo mismo, ¿pero quieres que aparte de una buena formación, alguno siga tus pasos en el fútbol?
R. Si el día de mañana mi hijo quiere ser futbolista que lo sea, pero en absoluto estoy forzando la situación. Lo que pretendo es que disfrute, entienda lo que es una disciplina de grupo y aprenda a tener afán de superación, lo que le ayudará en cualquier faceta de su vida. Para mi mujer y para mí los estudios son muy importantes y como primera responsabilidad, tiene que cumplir en el colegio y sacar buenas notas.

P. ¿Te definirías como un padre exigente con los estudios?
R. Sí, mucho. Mi mujer dice que demasiado, pero yo creo que en ese aspecto nunca se es demasiado exigente.

P. ¿Crees que dentro de la educación reglada que reciben los niños en el colegio debería tener más importancia el deporte?
R. Sí, porque es una fuente de generación de valores nobles.

P. Muchas veces has agradecido la educación que has recibido de tu familia, ¿cómo ha influido en tu carrera deportiva?
R. Todos somos hijos de nuestro entorno y el ambiente en el que creces te deja huella en tu manera de ver la vida. Yo siempre digo que procedo de una familia normal que ha intentado siempre estar unida, con muchos valores familiares. De hecho, nosotros siempre intentamos pasar las vacaciones todos juntos con los abuelos para que nuestros hijos aprendan a convivir con ellos y a escucharlos y aprovechar su experiencia. Los valores de la familia son absolutamente fundamentales. La familia supone un equilibrio emocional que ayuda a afrontar los retos a los que cada uno aspira.

1 de cada 6 personas en España es mayor de 65 años

Autor: padresycolegios.com

En apenas 20 años, y a pesar de la inyección de la juventud extranjera (hay actualmente más de 730.000 jóvenes inmigrantes), España ha perdido 2 millones de jóvenes, pasando de 8,5 millones de jóvenes menores de 14 años a tan sólo 6,6 millones en el año 2008, según datos del Instituto de Política Familiar. Asturias es la comunidad autónoma con mayor tasa de envejecimiento poblacional (hay 22 personas mayores de 65 años por cada 10 jóvenes) y sólo 1 de cada 10 personas es menor de 14 años.

El embarazo más largo

A pesar de ser uno de los países con más interés por adoptar niños extranjeros, la adopción internacional disminuyó en España un 19% en 2007. Las razones, las restricciones de China y Rusia, dos de los principales emisores. Los expedientes se demoran y muchas familias tienen su propio cálculo: cuatro años de trabas hasta conseguir abrazar a su hijo.

Autor: padresycolegios.com

Según el Gobierno, el tiempo de espera en las adopciones internacionales oscila entre 6 y 24 meses. “Me río cuando lo escucho”, afirma Domingo Martínez, propietario de un taller mecánico de 46 años. Su mujer y él, residentes en Olivenza (Badajoz), iniciaron en mayo de 2006 los trámites para adoptar un niño chino. Después de entrevistas, pruebas psicológicas y mil papeleos, su solicitud fue aprobada en el país asiático en abril de 2007. “Según los cálculos de entonces, ahora deberíamos estar viajando a China para recoger a nuestro pequeño”.

Lo cierto es que María o Francisco –el nombre que tendrá su hijo o hija– aún no ha nacido, y sus padres calculan que todavía tendrán que esperar más de un año para tenerlo entre sus brazos, debido a la demora que acumulan los miles de expedientes de adopción y las nuevas trabas que el Gobierno chino impone en la adopción internacional.

Siendo optimistas, Domingo y Ana disfrutarán de su hijo en 2010, cuatro años después de iniciar la difícil aventura. “La gente está desesperada porque no estás comprando un coche, es un ser humano”, comenta. “Conozco personas implicadas en este proceso que han caído en depresión y a alguno incluso le va a costar su matrimonio”. Domingo reconoce que las parejas que están en esto tienen que quererse mucho para aguantarlo. “Es muy duro para los dos, pero incluso más para la mujer, que tiene un componente mayor de madre por naturaleza”.

MENOS ADOPCIONES

A pesar de que España es uno de los primeros países del mundo en adopciones internacionales, éstas disminuyeron en 2007 un 19% respecto al año anterior. Las razones, los cambios de política de  China y Rusia, los dos países emisores por excelencia. Ambos sumaron el 56% de todas las adopciones en 2007.

El gobierno chino ha endurecido los requisitos de tal forma que  llegan a incluir entre las condiciones que los padres tengan determinado nivel de estudios y que no sean obesos. Este filtro con el que el país asiático quiere poner freno a la adopción internacional ha hecho que en 2007 sólo pudieran apadrinar 1.059 matrimonios españoles, 700 menos que el año anterior. Rusia, por su parte, estableció también nuevos requisitos de acreditación y autorización a las entidades mediadoras y la llegada de niños rusos se redujo un 26% el año pasado, pasando de 1.290 a 955.

Debido a las dificultades surgidas con los países que tradicionalmente mejor han funcionado en los trámites adoptivos, las familias españolas están buscando nuevos lugares para adoptar. Uno de los ejemplos más claros es Etiopía, que se ha consolidado como el tercer país emisor de niños a familias españolas y que en 2007 registró un aumento del 36%. Ucrania, en cuarto lugar del ránking, resolvió de manera favorable 338 expedientes, casi el doble que en 2006.

MENORES DE 2 AÑOS

Respecto a la edad de los niños, tres de cada cuatro tienen entre 0 y 2 años, sólo el 7% es mayor de 6 años, y el 85% de las veces el niño es adoptado por una pareja.

A pesar del descenso de los apadrinamientos en 2007, España sigue siendo uno de los países más demandantes del mundo y las adopciones internacionales suponen el 80% del total.

SÓLO VALEN PADRES 10
El endurecimiento de los filtros para la adopción del Gobierno chino ha puesto el listón altísimo para los aspirantes a padres adoptivos. Además de las normas básicas de toda adopción (buena salud física y mental, no tener antecedentes penales y otros requisitos razonables), la ley sólo acepta ya “padres 10”, según afirman Domingo y Ana, matrimonio extremeño en trámites de adopción con China. Entre las cláusulas más sorprendentes se encuentra el no tener un índice corporal superior a 40 (es decir, no estar obeso), e ingresar 10.000 dólares anuales (7.500 euros) por cada miembro de la familia, incluyendo al posible adoptado. Además, la nueva normativa acepta sólo cónyuges entre 30 y 50 años que hayan estudiado hasta el nivel de bachillerato superior o formación profesional superior. Lo dicho, padres 10.


Superabuelos a la fuerza

Tres de cada cuatro matrimonios con hijos de entre 6 y 14 años piden ayuda a los abuelos para cuidar a los niños. Un recurso eficaz pero fatigoso para personas cuya capacidad se ha resentido con los años.

Autor: ÁNGEL PEÑA

“Claro que me apetece estar con mi nieto… Pero no es tan fácil. Cuando era joven, lidiaba en casa con mis seis hijos sin problema. Ahora, con la espalda hecha polvo, tengo bastante con cuidar de mi marido, que está muy delicado… Y no tengo la misma paciencia que antes”. Tanto Isabel, a punto de cumplir los 70, como su marido, que los rebasa, deberían llevar años jubilados. Pero a la edad en que se supone que llega la tranquilidad, el descanso y la contemplación, la vida les ha preparado un epílogo laboral.

Tres de cada cuatro matrimonios con hijos de entre 6 y 14 años piden ayuda a los abuelos para cuidar a los niños, según la Encuesta de Infancia en España 2008, elaborado por la Universidad de Comillas, la Fundación SM y el Movimiento Junior.

Un recurso tradicional que está sufriendo una transformación. “Hasta hace poco los abuelos, en sentido metafórico, eran fuente de caricias, manantial de consejos y recomendaciones, refugio ante tiempos de tormenta; hoy suele hablarse de abuelos canguros”, dice Gabriel Dávalos, profesor de Terapia Familiar de la Universidad San Pablo-CEU. Aunque Dávalos matiza: “Afortunadamente, esa función normativa no ha conseguido borrar la afectiva”. Según otra encuesta realizada por Mensajeros por la Paz, al 74,% le gustaría convivir durante algún tiempo con sus abuelos.

Un cariño que los mayores agradecen. Dávalos ve “factores de compensación” como “el fortalecimiento del vínculo afectivo, ser eslabón entre generaciones, sentirse útil y un sin número de momentos gratificantes”. Minerva Donald, profesora de Sociología de la Complutense, distingue entre los cuidadores que viven cerca de los hijos y en la ciudad, que tienen la ventaja de “sentirse útiles”, y los que residen en el campo, para los que la mayor recompensa es “llenar el nido vacío”. En cualquier caso, añade, “no está del todo claro hasta qué punto puede considerarse una ventaja cuando han de hacerlo por obligación, porque de otra forma los hijos no podrían cumplir sus obligaciones laborales”.

AGOTAMIENTO

En los factores de riesgo, Dávalos señala “cansancio, agotamiento, estrés, posibles conflictos intergeneracionales y renunciar a sus propias actividades de ocio, formación, descanso…” Donald, por su parte, apunta que “para muchos, alrededor del 40%, supone una obligación no deseada y una carga, ya que les obliga a romper con su rutina o proyectos. Los que mejor lo llevan son los padres de varones separados. En estos casos casi lo consideran una obligación”.

Además, la legislación española ofrece poco apoyo, apenas el asesoramiento de algunas instituciones regionales u organizaciones sin ánimo de lucro. Aunque el profesor Dávalos conoce “diversas iniciativas de otros países, algunas de ellas a nivel educativo-preventivo, como el caso del Beatitudes Center en Arizona”, cree que “las medidas económicas suelen tener, con frecuencia, un efecto paliativo, y la actuación debe ir más allá: es necesario trabajar la conciencia social de la figura del abuelo”.

TABLA DE SALVACIÓN
• A veces, el recurso a los abuelos no cubre sólo el capricho o la necesidad puntual de unos padres, sino que se convierte en tabla de salvación de nietos desamparados.

• El 14% de niños españoles vive con alguno de sus abuelos porque se han quedado huérfanos o porque sus padres se han separado, según la Encuesta de Infancia en España 2008, elaborado por la Universidad de Comillas, la Fundación SM y el Movimiento Junior.

• Para Gabriel Dávalos,  profesor de Terapia Familiar de la Universidad San Pablo-CEU, desde un punto de vista estructural “los abuelos serían los más indicados para ejecutar este rol; sin embargo, hay una serie de factores que tendrían que ser analizados: cuánta fuerza tienen, de qué medios disponen, quién será el responsable si ellos faltaran, etc.”

• “Muchas veces nos encontramos con la cruda realidad que nos dice que no siempre lo preferible es factible”, concluye Dávalos. La cabeza debe prevalecer frente al corazón.

 

Príncipes y princesas Disney por un día

150 niños han cumplido su deseo de convertirse por un día en príncipes o princesas en el Baile de Princesas Disney. Esta celebración ha tenido lugar en el Palacete de los Duques de Pastrana en Madrid y ha contado con la mágica presencia de la Princesa Aurora y el Príncipe Felipe (personajes protagonistas de La Bella Durmiente), que por primera vez en la historia han visitado España.
 
Para poder asistir a este mágico baile, niños de entre 3 y 12 años enviaron sus cartas, dibujos y relatos contando por qué deseaban ser príncipes y princesas por un día. Los afortunados ganadores han acudido junto a sus padres a este evento vestidos con sus trajes de gala que Disney Store les regaló.
 
Esta tarde mágica comenzó con la llegada al palacio y el anuncio real. Tras caminar sobre una alfombra rosa y ser anunciados por el mayordomo de la corte, hacían su entrada en palacio. Una vez dentro, príncipes y princesas disfrutaron de toda la magia Disney en tres salas de actividades: el Salón de la Imagen, el Salón de Juegos y el Salón del Baile.