Primer curso plenamente LOE

Tan atípico ha resultado este inicio de curso que parece como si las tizas hubieran mutado en jeringuillas y los pupitres en camillas hospitalarias. Pero la alargada sombra de la gripe A no debería eclipsar la importancia de un buen puñado de novedades previstas para el período 2009-10. Cambios que afectan al acceso a la universidad, la promoción en Bachillerato, el diagnóstico de conocimientos en la ESO o la esencia misma de los procesos de aprendizaje.

Ante todo, este año finaliza la progresiva implantación de la Ley Orgánica de Educación (LOE). Sólo faltaban los dos últimos cursos de Primaria y 2º de Bachillerato, que ya se rigen por el marco normativo estatal de nuestro sistema educativo. Nos encontramos por tanto ante el primer curso plenamente LOE. ¿Cuántos más habrá? Derivemos la pregunta al Congreso de los Diputados y confiemos en que la tan ansiada estabilidad se imponga de una vez por todas en la enseñanza española.

Con el desembarco de la LOE en 5º y 6º de Primaria, llega también la obligación de impartir Educación para la Ciudadanía en uno de los dos cursos. El mínimo son 50 horas en total (1,5 horas semanales), y cada comunidad ha optado por la fórmula que ha creído más conveniente. Por ejemplo, Extremadura o Galicia incluyen dos horas a la semana en 6º, mientras que Andalucía, Madrid o Murcia se decantan por 5º y se ciñen al mínimo de hora y media semanal. Al ser territorios con lengua cooficial (y poder dedicar a ésta un 10% del currículo), Cataluña y el País Vasco reservan únicamente una hora a la asignatura.

Selectividad

En Bachillerato los cambios remiten al polémico decreto que intentó sin éxito regular la promoción de curso por, digamos, analogía universitaria. Es decir, “me dejo algunas de 1º” (de acuerdo a aquél, se podía pasar de curso con hasta cuatro suspensos) “y me matriculo en otras de 2º”. Tumbada la iniciativa por el Tribunal Supremo, el nuevo curso incorpora opciones variopintas para los alumnos que hayan naufragado en tres o cuatro materias de 1º. Se resumen en: matricularse de todo 1º invalidando las calificaciones de las asignaturas aprobadas; matricularse de todo 1º guardando las calificaciones positivas (a final de curso, se puede subir nota o quedarse con las obtenidas el curso anterior); matricularse sólo de las materias suspensas. Si el expediente acumula más de cuatro disgustos, se repite sin más. Con dos o menos, se pasa de curso pero los cates quedan pendientes.

Modificaciones también en la temida prueba de acceso de la universidad. A partir del próximo junio, el examen constará de dos “fases”. La “general”, con cuatro ejercicios (cinco en comunidades con lengua cooficial) obligatorios y puntuados de 0 a 10, y la “específica voluntaria” para aquellos alumnos que quieran subir nota respondiendo a cuestiones relacionadas con la titulación que se quiere cursar.

Prueba de diagnóstico

Si en 2008-09 se dio el pistoletazo de salida a las pruebas anuales de diagnóstico en 4º de Primaria, este curso les llega el turno a los alumnos de 2º de ESO. “Cultura de la evaluación”, dicen desde el Ministerio de Educación, que refleja la “cultura del esfuerzo” que se pretende instaurar. Muy probablemente, el examen tendrá lugar a mediados de primavera, aunque habrá que esperar más de un año para conocer los resultados. No es una prueba censal, es decir, no la realizan todos los estudiantes sino sólo una muestra representativa del alumnado español.

Quizá la novedad que más suspicacias despierte entre la comunidad educativa sea la puesta en marcha de la Escuela 2.0, faraónico proyecto para digitalizar, de aquí a cuatro años, todas las aulas de 5º y 6º de Primaria y 1º y 2º de ESO. El programa nace con retraso -el presidente del Gobierno anunció en mayo 420.000 ordenadores portátiles para este inicio de curso-, así que por el momento sólo participan en una experiencia piloto algo más de 7.000 alumnos. Falta además consensuar el modelo de financiación con las consejerías y, sobre todo, trazar caminos fiables para sacar un buen rendimiento académico a lo que, según el ministerio, antes era “un apoyo a la Educación” y “a partir de ahora será parte fundamental del proceso de enseñanza y aprendizaje”.

Puestos a soñar, la gran esperanza del 2009-10 sería ver rubricado el Pacto de Estado sobre Educación que pretende alcanzar el ministro Ángel Gabilondo. Ya se han iniciado las reuniones con los distintos estamentos de la Educación española, aunque es obvio que el éxito pasa necesariamente por un acuerdo de mínimos entre los dos grandes partidos de este país. Eso sí que sería noticia.

¿Cómo reducir el peso de las mochilas? La solución al problema

Guillotina para los libros de texto

¿Cómo rebajar de diez a tres kilos el peso de una mochila escolar? La pregunta surgió hace dos años entre los profesores del IES “Ginés Pérez Chirino”, en Caravaca de la Cruz (Murcia), los cuales alumbraron, con un poco de ingenio y mucho sentido común, lo que podríamos bautizar como dieta de la guillotina.

Se trata de dividir, afilado metal mediante, cada libro de texto en tres fascículos trimestrales. A 35 euros por alumno –“los padres lo pagan encantados”, explica Ángeles Carmen Sánchez Gil, jefa de estudios del instituto, un taller ocupacional para disminuidos psíquicos de la localidad guillotina y encuaderna los manuales. Milagrosa estrategia de adelgazamiento drástico que se completa utilizando “un único archivador de anillas clasificado por asignaturas en lugar de cuadernos específicos para cada materia”, apunta Sánchez Gil.

La iniciativa corrió como la pólvora, primero entre los centros del noroeste murciano y luego por toda la región. Hasta que el pasado mes de mayo la Consejería de Educación recogió el testigo y firmó un convenio con la Anele (Asociación Nacional de Editores de Libros y Material de Enseñanza) para extender la medida a todos los alumnos de 5º y 6º de Primaria. Sin coste adicional, las librerías murcianas han vendido los libros de Lengua, Matemáticas y Conocimiento del Medio para el nuevo curso fraccionados en tres volúmenes.

Más allá de los innegables beneficios para la salud de los chavales, un estudio de la editorial SM concluye que la división “ayuda al profesor a estructurar el curso y transmite menos agobio al alumno”. Además, el innovador formato “supone un menor deterioro de los libros”, ya que cada fascículo sufre las idas y venidas hogar-escuela (y el maltrato de sus propietarios) durante sólo tres meses.

Los planes de la consejería contemplan una posible ampliación de la medida al resto de la Primaria. A Sánchez Gil le da “rabia” que, siendo su instituto pionero en el guillotinado de manuales escolares, nadie haya hablado por ahora de la ESO: “no olvidemos que en 1º o 2º los alumnos siguen siendo niños”, recuerda la jefa de estudios.

Hiperactivos, caos dentro y fuera de la enfermedad

Depresión, actitud desafiante o ansiedad son algunos de los síntomas de la hiperactividad. Sin embargo, se dan tan frecuentemente en los niños que es difícil diagnosticar correctamente un trastorno del que cada vez se habla más y se concreta poco.

Laura Gómez Lama
El desconocimiento del Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) y la falta de información rigurosa no sólo dificultan el correcto diagnóstico de los niños hiperactivos, sino que provocan falsas alarmas entre los que no lo son. Por ello y dada la importancia que tiene la correcta detección de este trastorno para la integración social y el futuro académico de los afectados, hace un año se reunieron especialistas en Psiquiatría Infantil de los principales centros de referencia nacional para crear un grupo de trabajo con un objetivo claro: elaborar un protocolo de acciones en el diagnóstico.

Un marco de referencia

En su última reunión, que tuvo lugar antes del verano, el denominado Grupo de Especial Interés en TDAH (Geitdah) dio datos alarmantes sobre el estado de nuestro país en esta materia. “Un 97% de los adultos con TDAH no están diagnosticados, un 75% de los niños con este trastorno están sin diagnosticar y un 25% de los casos que llegan a las consultas de Psiquiatría lo hacen con un diagnóstico erróneo por parte del pediatra o del médico de Atención Primaria. Estas cifras nos dan una idea de cómo está el diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad. Es un auténtico caos”, revelaba el doctor Francisco Montañés, jefe de Psiquiatría del Hospital Fundación de Alcorcón y coordinador del Geitdah.

Según este grupo de especialistas las pricipales causas de este panorama son:

• En el caso de los adultos con TDAH, la falta formación de los psiquiatras que los tratan en este tema hace que la mayoría de ellos sea diagnosticada y tratada por los especialistas en infantil al acudir a consulta con sus hijos, pues este trastorno es genético en un 80% de los casos. Es más, antes de tratar al niño, el especialista debe analizar el comportamiento de los padres y conocer su proyección en los hijos. “En ocasiones, nos encontramos con que es más conveniente medicar a los padres que a los hijos. Y si éstos mejoran colateralmente, mejora el estado de los hijos”, explica Montañés.

• El TDAH presenta también un 80% de comorbilidad con otras enfermedades, por lo que es muy fácil confundir el diagnóstico con otros desórdenes psiquiátricos y neurológicos –autismo, Trastornos Específicos del Lenguaje o del Desarrollo de la Coordinación, depresión, retraso madurativo mental, conducta desafiante, alteraciones del sueño e irritabilidad son las más comunes–, que tampoco están siendo tratados adecuadamente. Es más, teniendo en cuenta que un 85% de los casos de TDAH presenta otros trastornos colaterales psiquiátricos, el tratamiento farmacológico debe variar en función de la comorbilidad más manifiesta.

• Otro gran vacío se debe a la carencia de hospitales públicos que sean centros de referencia en el tratamiento de esta patología en España.

Ante el gran riesgo de error en los diagnósticos y las terribles consecuencias para el futuro de los niños, estos jefes de Psiquiatría publicarán de forma urgente una Guía Española de Consenso sobre el Diagnóstico y Tratamiento del TDAH sencilla y corta, a diferencia de la creada por un grupo de trabajo del Ministerio de Sanidad, que resulta demasiado extensa y especializada. Como garantía para la elaboración de esta Guía, el Geitdah cuenta con varios miembros de ese grupo ministerial, que simplificarán y concretarán la información en unas pautas sobre lo que hay que hacer, el tiempo que debe pasar para derivar el caso al especialista…, pues muchas guías para padres y colegios crean alarmas innecesarias.

Además, este grupo de especialistas ha creado www. hiperactividadmedicosypacientes.com, una web que pretende divulgar información útil y rigurosa para todos y está esponsorizada por Medikinet, un fármaco para el tratamiento del TDAH, aunque, según aseguró Montañés en su presentación, “actuamos de forma libre e independiente”.

El tdah y las drogas

España cuenta con 80.000 personas adictas a sustancias tóxicas no legales y alcohólicas en la red nacional de adicciones, según el último estudio realizado por el European Monitoring Centre for Drugs and Drug Addiction. De ellos, el 25%, realmente no son ni drogadictos, ni adictos, sino “adultos que sufren TDAH y no han sido diagnosticados a tiempo”, explicaba Pablo Vega, vicepresidente de la Sociedad Española de Patología Dual en las XI Jornadas sobre Patología Dual.

Esto se debe a que sustituyen con estas sustancias la necesidad de un tratamiento que estimule el lóbulo frontal, que suele ir más lento debido a la falta de maduración. Para ello, muchos adolescentes y adultos buscan el ‘puntillo’ que produce el alcohol, las drogas o las situaciones de riesgo; aunque la droga más buscada por los TDAH, según afirma Montañés, es el tabaco.

Descubre las principales claves de la hiperactividad

Mejor educación para combatir la violencia juvenil

La falta de límites y de una verdadera educación en valores, junto con la negativa influencia de la televisión, están provocando el incremento de la agresividad entre los adolescentes. La prevención está en aportarles fortalezas para el autominio, el sentido de la responsabilidad y del esfuerzo.

Los recientes sucesos de violencia, que ha vivido Pozuelo de Alarcón durante sus fiestas patronales, han hecho saltar de nuevo la voz de alarma sobre la agresividad juvenil. El resultado de la “batalla” que se vivió en el municipio madrileño fueron viente personas detenidas -siete de ellas menores- y diez policías heridos, dos de ellos de gravedad.

Un lamentable suceso que se suma a otros recientes como el asesinato de Marta del Castillo, la violación de dos chicas este verano o el asesinato de un adolescente en Madrid por conflictos ente bandas. Los expertos alertan que uno de los problemas de los jóvenes en la actualidad tiene que ver con el vínculo entre la violencia y el atractivo que tiene ésta.

Manifestaciones típicas de comportamientos agresivos, según establece el Defensor del Pueblo en su informe sobre Centros de Protección de Menores, suelen ser la indisciplina y el fracaso escolar, el acoso o maltrato entre compañeros por abuso de poder o “bullyng”, la escasa o nula tolerancia a la frustación, los desmanes asociados al “botellón”, el consumo de estupefacientes a edades cada vez más tempranas, la proliferación de bandas juveniles, o el mantenimiento de conductas singularmente exacerbadas y agresivas dentro de la familia.

¿Por qué actúan así?

El número de centros cerrados en España se ha multiplicado por ocho. Un dato revelador que indica que algo está fallando, cuando los menores adolescentes se sienten impunes. “Creen que sus delitos no son trascendentes y eso es una contaminación moral importantísima”, señala Javier Urra, psicólogo forense en la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia y Juzgados de Menores de Madrid.

Ahora no hay más delitos que hace unos años, pero sí son más violentos. Y ¿por qué? En primer lugar, apunta Urra “porque la violencia es efectiva, funciona. Y en segundo porque han llegado chicos de países en los que las bandas están arraigadas”. Otra de las causas está en que los valores éticos y morales no se han sabido reemplazar o transmitir:“la textura religiosa que existía antes con el perdón o la compasión hacía que la gente se comportara de una forma socialmente adecuada”.

Ahora hay adolescentes muy hedonistas, que buscan su propio placer y ser felices en todo momento. Están muy golpeados por el consumo y las series que ven en televisión. Para Urra, “la Ley del Menor sanciona los delitos pero nos los previene. Eso lo hace la educación”. Una educación que, además de aportar formación, debe conseguir que los niños y jóvenes tengan autodominio, acepten la frustación y desarrollen un lenguaje más rico. Es esencial que se tenga una capacidad crítica y eso lo deben enseñar la escuela y los padres “aunque la gran mayoría lo hace muy bien, hay otros que no ”, aclara Javier Urra.

Los niños deben saber que existen unos límites y los padres tienen que darles cotas de libertad para aprender el valor de una responsabilidad ante sí mismos.

Atención a los síntomas

La adolescencia es complicada. Se trata de una etapa donde se van dejando atrás los valores de la infancia, y hay una necesidad de encontrar otros nuevos, más acordes con los cambios que empiezan a percibir. Es muy posible que a estas edades los chicos sientan decepción con la sociedad que encuentran. Culpabilicen a la familia por lo que nos les gusta. Y puedan sentirse tremendamente solos, con lo que desarrollarán unos mecanismos de defensa que se pueden convertir en agresividad.

La edad que más preocupa a la sociedad es el grupo de los 13 a los 16 años, sin embargo una edad a la que hay que prestar especial atención es la de los 7 años. Los niños viven un cambio esencial diferenciando entre el tú y el yo. También los primeros años de vida son fundamentales porque es cuando se marca su carácter, su personalidad.

Las primeras señales que un padre debe detectar, advierte Urra, “es si un niño es caprichoso o disfruta ridiculizando a los demás, que no tenga amigos y que esté siempre triste, ese sería el más grave de todos”. Ya en la adolescencia, los síntomas más preocupantes estarían en los jóvenes que pasan muchas horas encerrados en su habitación, que les gusten los juegos muy violentos o que participen en grupos fanáticos.

Desde la Institución del Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid se insiste en la necesidad de que los padres estén muy atentos a lo que sus hijos hacen, con quien van, cuales son sus aficiones, etc. Este seguimiento es el que les ayudará a detectar de forma inmediata cualquier comportamiento extraño. Siempre dan pistas, lo importante es que conozcamos a nuestros hijos para percibir estos cambios. Y en cuanto detectemos algo que no nos gusta, hablar con ellos y adoptar medidas según la situación que se plantee. Hay que ponerles límites claros porque los primeros beneficiados van a ser, sin duda, ellos mismos.

La visión del experto: Arturo Canalda, Defensor del menor de la Comunidad de Madrid.

Cómo neutralizar conductas de riesgo.

Neutralizar conductas de riesgo

Desde un punto de vista práctico, la familia puede tomar la iniciativa, para evitar o neutralizar conductas de riesgo en los adolescentes:

  • Tratar de negociar con el adolescente cualquier situación; evitando, en la medida de lo posible, las imposiciones.
  • Escuchar e informar abiertamente sobre determinados riesgos.
  • Promover actitudes positivas de respeto a los demás.
  • Motivar en la línea de la constancia y el trato bien hecho.

Guía para buen uso de los videojuegos

Carlos Iglesias, secretario general de ADESE (Asociación Española de Distribuidores y Editores de Software de Entretenimiento), da sus recomendaciones a la hora de comprar y usar videojuegos

Carlos Iglesias, secretario general de ADESE (Asociación Española de Distribuidores y Editores de Software de Entretenimiento), da sus recomendaciones a la hora de comprar y usar videojuegos:

  • Fijarse siempre en la clasificación por edad del estuche del juego.
  • Procurar definir con antelación a qué pueden jugar tus hijos, durante cuánto tiempo y en qué momento. Si no están de acuerdo con tu decisión, explicarles los motivos de la misma.
  • Tratar de buscar un resumen o una reseña del contenido del juego o, aún mejor, probarlo primero antes de hacerlo tu hijo.
  • Juega a los videojuegos con tus hijos, obsérvalos cuando estén jugando y habla de ello. Explícales por qué algunos juegos no son apropiados.
  • Anima a tus hijos a que se comuniquen y compartan sus experiencias de juego y compáralos con situaciones de la vida real.
  • Hay que ser consciente de que los juegos online permiten a veces descargar programas adicionales que pueden modificar el contenido del juego y, eventualmente, su categoría de edad.
  • Los juegos en online suelen jugarse en comunidades virtuales que requieren que los jugadores interactúen con otros jugadores desconocidos. Indica a tus hijos que no faciliten datos personales y que informen de cualquier conducta inapropiada.

Código PEGI

El sistema de clasificación por edades PEGI (European Games Information) para los juegos interactivos ayuda a determinar si un videojuego es apropiado para los niños.

En la carátula del juego se indica la edad apropiada para jugar a ese título (3+, 7+, 12+, 16+ y 18+), además de advertir mediante iconos descriptivos si en los contenidos existe violencia, sexo, lenguaje soez, discriminación, drogas, miedo y juegos de azar.