Bancarrota en Casa

Actualmente se ejecutan en España una media de 500 embargos al día. Tras ellos se esconden dramas difícilmente asimilables. ¿Puede una familia declararse en quiebra, como si fuera una empresa? Llegados al extremo, ¿hay alguna alternativa?

F. acude al windsurf para explicarlo. Probablemente, hace más digerible un hueso duro de roer. “Mi padre se lanzó al mar con toda la confianza, a lo mejor sin medir bien las posibilidades; se alejó demasiado de la orilla, luego el viento cambió y…” Y la nueva casa con jardín, el definitivo reducto para la vejez, se la quedó el banco. Un desastre personal, una rutina para la macroeconomía: según las últimas estadísticas, actualmente se ejecutan en España una media de 500 embargos al día.

La crisis aprieta –tras el alivio del verano, el número de parados roza ya la terrible cifra de los cuatro millones– y las familias empiezan a familiarizarse más de lo normal con determinadas figuras del Derecho Mercantil. Según datos del Observatorio de la Financiación Familiar de la Agencia Negociadora de Productos Bancarios, tres de cada cuatro titulares de hipotecas –particulares o familias– dedican más del 40% de sus ingresos mensuales a pagos financieros, y uno de cada cinco afirma haber tenido que retrasar el pago de su cuota hipotecaria al menos una vez en los últimos doce meses.

Como consecuencia, la palabra quiebra ha dejado de ser exclusiva de empresas, sociedades y chiringuitos varios y se ha colado en el salón de casa. El número de particulares en concurso de acreedores ascendió a 268 en el segundo trimestre del año, la segunda cifra más alta de la historia, tras incrementarse el 7,2% en relación con el primer trimestre, aunque bajó un 16,5% respecto al mismo periodo de 2009, cuando se tocó el máximo, según el INE.

La Ley permite que una familia se declare en concurso de acreedores, pero Calixto Rivero, del diario Expansión, explica que “esta opción requiere una asistencia legal costosa y que, además, puede llegar a extenderse demasiado”.

Un problema que hunde sus raíces en un vacío en la legislación española que, a diferencia de otros países, no distingue en estos casos entre una familia y una empresa.

Refinanciar

Una alternativa interesante es darle otra vuelta a la situación. La demanda de operaciones de refinanciación creció en 2009 un 50% y consigue un ahorro medio de 900 euros mensuales en los pagos a entidades financieras, según la Agencia Negociadora del Observatorio de la Financiación Familiar.

La mejor opción es acudir a un experto. Pero hay que tener mucho cuidado con la letra pequeña de la propuesta que nos presenten: el remedio puede ser peor que la enfermedad. El Observatorio se propone como intermediario y estimula a las familias con un curioso lema: “Los bancos te necesitan”. A ellos tampoco les conviene encontrarse con la propiedad de un manantial de pisos de difícil salida. Prefieren liquidez.

¿Y si no es sólo cuestión de números?

Ante una situación económica complicada, conviene recordar que, al final, somos nosotros, y sólo nosotros, los que entramos en ella y los que tenemos que poner los medios para salir. La clave para ello está en nuestro interior. El doctor Amable Cima, del Departamento de Psicología de la Universidad CEU San Pablo de Madrid, propone varias pautas de comportamiento al respecto.

1. Austeridad contra la crisis

  • Compromiso de unidad intrafamiliar. La familia debe enfrentar unida las dificultades, ya que es la única manera de que la pérdida de beneficios de unos (habitualmente los hijos) no se sientan agraviados.
  • Empatía ante la situación de los demás. Cada miembro de la familia debe ponerse en la piel del otro: hijos que asumen el extra de tensión que sufren sus padres y padres que entienden a los hijos.
  • Aprender a recuperar, reutilizar y reciclar. No ya respecto de bienes materiales sino también de las relaciones interpersonales y de las emociones: cada miembro de la familia debe poner de su parte para disminuir los posibles roces, haciendo todo lo posible para evitar los conflictos y las discusiones.
  • Cuando las cosas se ponen muy feas, hacer valer la jerarquía. La austeridad debe ser máxima y es entonces cuando la jerarquía familiar debe darse la vuelta: los padres deben reducir por completo todos los “extras” (por ejemplo, fumar) a favor de mantener el mayor tiempo posible los mínimos “extras” que aún reciban los hijos (por ejemplo, una actividad deportiva).
  • Acudir a los profesionales de la salud mental. Cuando los problemas emocionales desbordan el control del ámbito familiar se debe buscar ayuda lo antes posible.

2. Una buena recuperación

  • Compromiso de unidad familiar. Ante la mejoría no se debe dejar de lado esta unión.
  • No fomentar el caos. Mejorar económicamente no debe llevar al despilfarro y el caos, sino que se deben sacar lecciones positivas de que se puede vivir y pasar con mucho menos.
  • Los hijos primero. La nueva situación de cambio positivo deben empezar a notarla primero los hijos, los más vulnerables psicológicamente.
  • Revisar todo el proceso para aprender de los errores. Esto es tan importante como que los hijos tenderán a repetir estos mismos comportamientos en su edad adulta.
  • Cuando las cosas van bien, disfrutar de ellas, pero sin olvidarse de los demás. Los problemas económicos no afectan a una sola familia sino que son compartidos por millones. Es vital que ayudemos a los demás, independientemente de nuestra propia situación personal y familiar: es el mejor aprendizaje que podemos dar a nuestros hijos.

Qué pasa con la comida

Aumentan los casos de niños de 12 años con obsesión por eliminar peso a base de ejercicio compulsivo. Encontramos pequeños de 6 años con rechazo a comer o fobia a tragar y, a la vez, los expertos alertan del grave incremento de la obesidad infantil.

Los trastornos alimentarios están apareciendo a edades cada vez más tempranas. Tanto es así que “los especialistas ya estamos viendo incluso casos de niños en edad escolar, es decir, a partir de 6 años, con problemas alimentarios como el rechazo a la comida por causas emocionales o el rechazo absoluto a comer, el síndrome de alimentación selectiva, fobias a tragar o incluso anorexias nerviosas”, ha explicado Ángel Villaseñor, profesor del Master Universitario sobre Trastornos del Comportamiento Alimentario y Obesidad de la Universidad Europea de Madrid y psicólogo del Hospital Niño Jesús de Madrid, durante la Jornada “Nutrición, Salud, Trastornos Alimentarios y Obesidad”, organizada por la citada institución académica.

Deporte compulsivo

“También se está produciendo un aumento de los casos de niños, de no más de 12 años, que intentan eliminar toda la comida que ingieren y todo el peso que ganan mediante la actividad física de manera compulsiva”, ha señalado este experto. Su obsesión es eliminar con ejercicio todo lo que han comido y para ello pueden correr, subir escaleras, estar en movimiento continuamente o ir al gimnasio y practicar tres deportes a la vez.

Otro problema alimentario que empieza a darse con frecuencia en la edad infantil es, según Villaseñor, el de los trastornos por atracón o conductas de picoteo. Junto a ello, también se detectan cada vez más casos de otros síndromes habitualmente relacionados con una etapa posterior, la adolescencia. Es el caso de la anorexia y bulimia nerviosa, “patologías mucho más comunes entre las niñas, si bien el 10% de los casos de anorexia se dan en niños, afirmó Villaseñor.

Por otra parte, este experto también recuerda que la obesidad infantil sigue siendo un problema de primer orden en nuestro país. “España es el segundo país europeo con mayor índice de obesidad infanto-juvenil, entorno a un 16%. Concretamente, entre los 3 y los 5 años de edad, el porcentaje de niños obesos es de un 7%-11%, ascendiendo hasta el 23% a los 14 años”.

Teniendo en cuenta estos datos, los expertos apuestan por una labor fundamentalmente de prevención en la que los padres ejerzan un papel decisivo. “El 70% de las causas del mantenimiento de una obesidad infantil están en los factores ambientales, es decir, en todo lo que rodea al niño. Por ello es fundamental que haya unas figuras que pongan límites y den unas normas para que estos pequeños tengan un plan de vida adecuado”, aseguró Villaseñor.

Fuera del colegio

Para combatir la obesidad y el sobrepeso, el Ministerio de Sanidad y las Comunidades Autónomas han prohibido la venta en los colegios de bollería, chuchería, aperitivos y refrescos. La iniciativa se enmarca en la Estrategia NAOS (Estrategia para la Nutrición, Actividad Física y Prevención de la Obesidad), creada en 2005 para que niños y jóvenes adopten hábitos de vida saludables, principalmente a través de una alimentación sana y de la práctica regular de actividad física. El Institut de Trastorns Alimentaris (ITA), un centro especializado en el tratamiento de los trastornos de la alimentación y la obesidad, cree que la iniciativa de prohibir determinados alimentos en los colegios “es positiva pero es únicamente un primer paso, se deben mejorar las estrategias preventivas. En edades tempranas, las iniciativas basadas exclusivamente en ofrecer información nutricional pueden resultar insuficientes para producir cambios estables en la conducta y en las actitudes del niño”.

Los contextos de influencia más cercanos como son el comedor escolar y la familia deben funcionar como modelos de hábitos alimentarios saludables. Es imprescindible en ambos casos, una dieta equilibrada, sin restricciones ni excesos, y una supervisión adecuada de la conducta del niño en la mesa (el ritmo de la alimentación, cantidad, el consumo hídrico, etc.) La escuela y la familia han de ser proveedores de hábitos alimentarios saludables.

El manual Educar y crecer en salud. El papel de padres y educadores en la prevención de los trastornos alimentarios, editado conjuntamente por el Instituto Tomás Pascual Sanz para la nutrición y la salud y la Fundación Instituto de Trastornos Alimentarios (FITA), se estructura en diferentes capítulos que explican el proceso de construcción de la autoestima, las emociones, cómo favorecer hábitos de vida saludable, cómo poner normas y los cambios que suceden en la adolescencia.

Para poder enseñar hábitos saludables, los padres y educadores han de asumir tres compromisos: ser activos, duraderos y obligarse a poner límites. El libro repasa la importancia de una alimentación sana, el peligro de las dietas que en muchos casos es el factor desencadenante del trastorno de la conducta alimentaria, el ejercicio físico en su medida justa y el cuidado de sí mismo.

Dificultad para aprender fechas

Tengo mucha dificultad para aprender de memoria fechas y lugares. Las reglas mnemotécnicas me ayudan un poco pero supongo que no será suficiente para toda una carrera, el año que viene y si todo sale bien, me gustaría estudiar Historia. ¿Podría superar este pequeño problemilla?

María (madrid)

Estimada amiga, cuando queremos recordar algo, nuestro sistema de memoria no inicia una investigación lineal. Alcanza distintas direcciones de forma simultánea y recoge información a partir de diversas redes de los circuitos interconectados del cerebro. Para utilizar este proceso de asociación como apoyo a la memoria, debemos vincular de forma consciente e intencionada el nuevo bagaje informativo al ya existente. Cuantas más conexiones tengamos entre los conceptos mayores serán nuestras estrategias para recordar.

La Historia es mucho más que lugares, fechas y nombres. Relacionar hechos y comprender que se trata de fenómenos humanos puede ayudarte. Haz una prueba: toma un texto histórico, diseña un cuadro sinóptico que pueda servirte como ayuda y transfórmalo en una especie de película mental o anécdota, imaginando los lugares, la psicología de cada personaje, las vestimentas, el clima, las características geográficas de donde tuvo lugar el hecho y todo lo que dé dimensión humana, de ese modo puede resultarte más fácil y ameno recordar lugares y fechas significativas.

¿Cuándo me dais la paga?

Papá, ¿cuándo me darás la paga? Esta demanda se repite a menudo en la mayoría de hogares del mundo. Los hijos piden una paga a los padres para cubrir los pequeños gastos del día a día. Los especialistas en psicología infantil destacan el papel de la paga como vehículo educativo para acostumbrar a los niños a administrar y valorar su propio dinero, así como a aprender a ahorrar.

Son muchas las familias en las que los hijos reciben una paga. Por eso, este mes el portal Entre Padres de EducaRed (www.educared.net/entrepadres) dedica su especial a reflexionar sobre el valor educativo de la paga y su funcionamiento para disipar las dudas sobre este tema.

La familiarización del niño con el dinero es un aprendizaje que se inicia en edades muy tempranas, a través de la observación, siendo su modelo de referencia el entorno familiar. No hay que olvidar que los padres son los principales responsables de la educación en el valor del dinero de los hijos, para que sean poseedores de éste y no ser dominados por él. Disponer de dinero obliga a la responsabilidad de saberlo administrar, sin limitarse a disfrutarlo sin criterio.

Si bien no existen unas normas absolutas sobre cómo educar a los hijos acerca del dinero, cuanto antes les enseñemos a manejarlo mayor será la probabilidad de que nuestros hijos se sientan seguros en su uso. Ellos necesitan aprender cómo deben administrarlo: cómo ganarlo, cómo gastarlo, cómo ahorrarlo… y, muy importante, también aprender a tomar decisiones que sean beneficiosas para ellos mismos, la familia e incluso respecto a otras personas más necesitadas.

Aprender practicando

Nada mejor que un aprendizaje a través de la práctica. Por esta razón, estará bien que propusiéramos a nuestros hijos colaborar en actividades cotidianas en las que interviene el manejo del dinero. Así podrán realizar pequeños encargos, como por ejemplo, ir a comprar el pan, el periódico, etc., sin olvidar, eso sí, la importancia de atender a los cambios cuando se realiza la compra.

La práctica de estas actividades de aprendizaje en el manejo del dinero lleva implícita la ampliación de las habilidades sociales de nuestros hijos, además del desarrollo de destrezas matemáticas como la resolución de problemas y el cálculo mental.

Según Trinidad Aparicio Pérez, psicóloga clínica y escolar, algunas pautas que nos pueden ayudar a manejar la relación de nuestros hijos con el dinero son:
1. Ahorrar hasta alcanzar la cantidad que necesitan: nuestros hijos han de estar seguros de lo que quieren y, si la cantidad de dinero de la que disponen no es suficiente, que esperen a la siguiente asignación para acumular la cantidad necesaria.

2. Ser generosos con su dinero: los niños han de aprender a ahorrar pensando en los demás. Está bien que compren algún detalle para los miembros de la familia en su cumpleaños o que rea­licen alguna aportación con fines benéficos.

3. No dejarse llevar por las marcas: debemos enseñarles a comparar productos y precios, a buscar en las ofertas para no dejarse llevar por las marcas de moda que fácilmente triplican el valor del producto.

4. Ganar dinero cuesta esfuerzo: disponer de dinero es consecuencia de un trabajo o esfuerzo de los padres, y los hijos deben aprender a valorarlo y a respetar la organización de la familia.

5. Educar en la sobriedad: educar en el valor del dinero supone enseñar a nuestros hijos a distinguir entre lo que es razonable gastar y los gastos desmesurados. La sobriedad significa estar por encima de los caprichos y saber soportar las carencias sin que esto suponga una frustración.

Administrar el dinero

Un estudio de la empresa Marketing Kids, publicado en el portal Consumer Eroski, refleja que existen diferencias de genero en relación a la administración del dinero, siendo las chicas las que mejor manejan sus asignaciones.

Paralelamente, un informe de la Asociación Mundial de Educadores Infantiles (AMEI) constata que a edades tan tempranas, la tendencia –tanto de los niños como de las niñas– es la de adquirir juguetes, diferenciándose en el estilo del producto.

A medida que los menores van creciendo y entran en la etapa adolescente, aparecen mayores diferencias según el género entre las aficiones y el uso que se dará a la paga. Así, en la etapa adolescente, de los 12 a los 15 años, las chicas tienden a invertir la asignación en ropa, mientras los varones mantienen su interés por invertir en videojuegos o consolas. Además, durante esta etapa se incrementan los gastos en actividades de ocio como las salidas con amigos (cine, tomar un refresco, fast-food, discotecas, etc.), recarga del móvil, etc.

Más información y los criterios para determinar la paga de los niños en el portal Entre Padres de EducaRed.

Entrega de premios
La entrega de galardones de la tercera edición del Premio Internacional de Educación y TIC Fundación Telefónica-OEI (Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura) ha contado con la presencia, entre otras autoridades, de la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner. El acto ha tenido lugar dentro de la primera jornada del Congreso Iberoamericano de Educación, que se ha celebrado en Buenos Aires entre los días 13 y 15 de este mes.

Este certamen, que distingue tanto a organismos y empresas como a personas cuya trayectoria internacional y trabajo hayan destacado en la renovación pedagógica a través de las TIC, consiste en una obra del artista Antoni Muntadas para los ganadores en cada una de las modalidades y una dotación económica de 6.000 euros para el premiado individual.

En la categoría individual, la ganadora ha sido Lea da Cruz Fagundes, doctora en Psicología Escolar y Desenvolvimiento Humano y un referente en el campo de la educación en la era digital. En la categoría institucional, el premio ha correspondido a Enlaces, Centro de Educación y Tecnología del Ministerio de Educación de Chile, por haber conseguido mejorar la calidad de la educación a través de las TIC.

NCIS Los Ángeles: Investigaciones mundiales

Si algún día tiene mucho éxito una serie de dentistas, se imitará la fórmula y tendremos dentistas a todas horas en la pequeña pantalla, pero hoy en día se imponen los agentes de policías variopintas, al estilo de 24 y todas las variantes de CSI.

Así lo pone de manifiesto este spin-off de Navy: Investigación criminal, aquella serie protagonizada por Mark Harmon, que aquí cede el protagonismo a Chris O'Donnell.

El planteamiento recuerda a las otras series de investigación criminal y acción. G. Callen es un agente capaz de infiltrarse en cualquier organización de delincuentes, que trabaja para la Oficina de Proyectos Especiales, de Los Ángeles. Se trata de una unidad dedicada a la captura de criminales y terroristas que amenacen gravemente la seguridad nacional. Para resolver sus casos, los agentes utilizan identidades falsas, y la más avanzada tecnología. Cuentan con la colaboración de las fuerzas anfibias de la Marina, que les trasladan en poco tiempo a cualquier parte del mundo.

La serie obtuvo un gran éxito en su emisión en Estados Unidos, aunque sus críticas no fueron tan buenas como las de la serie original. Aunque no aporta elementos novedosos, los guiones están cuidados, y cuenta con un buen reparto, encabezado por Chris O'Donnell y la oscarizada Linda Hunt (El año que vivimos peligrosamente). Sorprende la absoluta ligereza de la trama, pero interesará a cualquier segmento del público, y los jóvenes la disfrutarán aunque se trate de un entretenimiento intrascendente que apenas deja poso.

Ficha técnica

Título: NCIS: Los Ángeles.

Creador: Shannen Brennan.

Intérpretes: Chris O'Donnell, Peter Cambor, Daniela Ruah, LL Cool J, Linda Hunt, Barrell Foa.

Emisión: Lunes, 22.00
Cadena: Telecinco.

The Karate Kid

Jackie Chan y Jaden Smith, el expresivo hijo de Will Smith, protagonizan un film para toda la familia que actualiza “Karate Kid”, todo un clásico para los que fueron adolescentes en los 80, con algunos cambios respecto al original, pero pocos.

Sherry Parker y su hijo Dre abandonan Detroit y se van a vivir a China. Asimilar el cambio es complicado, sobre todo para Dre, pues en el país asiático todo es nuevo, empezando por el idioma. Él es un chico despierto y simpático, que muestra su desparpajo y chulería con ingenuidad y sin complejos. Pero pronto se dará de bruces con la realidad, cuando reciba una brutal paliza de otro niño que domina las artes marciales. Para colmo, el abusón resulta estar en su mismo colegio y, aunque también conoce a una chica encantadora que le hace tilín, cada día se convierte en un suplicio. Pero en una ocasión, cuando está recibiendo otra paliza, recibe la ayuda inesperada del señor Han, hombre de pocas palabras que trabaja como encargado del mantenimiento del edificio donde viven Dre y su madre.

El film gustará sobre todo a los chavales. Se trata de una historia de superación personal que es mucho más que ganar un combate de artes marciales: el enfrentamiento pasa a ser una batalla con uno mismo, en el que el niño se hace adulto enfrentándose a sus miedos, superando los fracasos, levantándose una y otra vez, evitando el odio y conservando la dignidad. Y aunque a la película le cuesta arrancar, el director logra ofrecer este variado ramillete de valores y los entrega con emotividad y muy “a la americana”.

Lo viejo y lo nuevo

El film se distancia muy poco del original. Tiene lugar en China, el protagonista es unos años más joven, el kárate es sustituido por el kung fu, el señor Miyagi pasa a llamarse Han y la célebre frase “dar cera, pulir cera” se convierte más o menos en “recoge la chaqueta, cuelga la chaqueta”. Y por supuesto están los actores. Jackie Chan es perfecto como el maestro, mientras que el joven Jaden Smith sabe transmitir con naturalidad sus emociones.

Ficha técnica

Director: Harald Zwart
Intérpretes: Jaden Smith, Jackie Chan, Taraji P. Henson.

Duración: 140 minutos

¿Dónde buscan el dinero los coles?

Algún artículo en prensa reciente acusa a los colegios concertados de hacer negocio con la venta de uniformes, una polémica tan vieja como la enseñanza. Sin embargo, el dinero público que se otorga a estos centros no es suficiente para seguir adelante con el proyecto educativo, y los directores o propietarios tienen que exprimirse el cerebro y buscar financiación.

A veces, se ha acusado a diversos centros concertados de lucrarse de forma desmedida con lo que se recauda gracias a las actividades extraescolares, material escolar, el comedor, etc. Sin embargo, como bien saben todos aquellos que trabajan en el sector, y aunque puede haber algunos casos puntuales, lo normal es que sacar adelante un centro escolar sea una guerra diaria, en la que hay que buscar oportunidades de complementar la financiación.

Desde siempre, el sector de la enseñanza concertada ha denunciado que los recursos que les otorga la Administración no son suficientes. “Desde el comienzo del régimen de conciertos, el módulo económico de conciertos no sólo ha sido insuficiente sino que ha ido generando un déficit que se ha incrementado conforme el paso de los años y que en algunas comunidades autónomas no supone una seria dificultad, sino impedimento, para la viabilidad de los centros”, explica Eva Díaz, de Escuelas Católicas, institución que agrupa a la mayoría de centros concertados.

En concreto, según cálculos de Escuelas Católicas, el déficit por cada aula de un colegio concertado es de 4.000 y 5.000 euros. Esta cifra que no cubre el Estado es muy alta si la multiplicamos por el número de aulas de cualquier institución educativa. El déficit es común en toda España, aunque puede variar según el módulo económico que establece cada comunidad autónoma. También depende del volumen, la organización, el tipo de alumnado y las características específicas de cada centro. Es decir, que en algunos casos podría ser muy superior.

Gastos en tecnologías

En los últimos años han aumentado sustancialmente los gastos, sobre todo los vinculados a las nuevas tecnologías, accesibilidad y protección de datos. Pero no se han aumentado los fondos públicos ni se ha previsto esta eventualidad. “Es especialmente preocupante la situación de centros con dificultades para establecer otras vías alternativas de financiación y que se ubican en comunidades autónomas en las que el gobierno correspondiente ha establecido módulos económicos mínimos (tal es el caso de Extremadura, Andalucía, Asturias…)”, comenta Eva Díaz.

Por todo esto, se calcula que la financiación oficial sostiene entre el 60 y el 70 por ciento del coste global de cada aula. El centro se las tiene que ingeniar para cubrir el porcentaje restante.

¿Cómo compensan los colegios este déficit? Pues bien, tampoco tienen muchas alternativas. Según explica Escuelas Católicas, los centros se ven obligados a compensar el déficit que provoca el módulo económico de conciertos a través de “los márgenes de compensación que se derivan de las actividades complementarias, de las extraescolares, de los servicios extraescolares complementarios, de la instalación de espacio y locales para usos no estrictamente escolares”. También son muy importantes las donaciones privadas y aportaciones voluntarias de las familias, que muchas veces han salvado situaciones complejas.

En cuanto a las actividades extraescolares, si preguntamos en diversos centros, se llega a la conclusión de que los precios no sólo no son abusivos, sino que suelen ser más baratos que si se contrata el mismo servicio en cualquier otra empresa privada. Una actividad deportiva, como el fútbol, cuesta 29 euros porque el alumno vaya dos días (hora y media cada día). Tres clases de inglés a la semana cuestan unos 57 euros. Clases de aerobic, unos 37 euros. Puede haber variaciones dependiendo del centro, así que estos precios son orientativos.

Los ‘polémicos’ uniformes

En concreto, la polémica ha surgido alrededor del tema de los uniformes escolares. Según ha publicado un diario recientemente, “Algunos colegios concertados –sufragados con dinero público– hacen negocio con la venta de los uniformes escolares que sus alumnos deben vestir para asistir a clase”. Se sugiere que la actuación de los colegios raya la legalidad, cuando se habla de colegios que ceden la exclusividad del uniforme a una empresa.

Cada centro debe garantizar que el atuendo establecido sea uniforme y de calidad. Esto conlleva en muchos casos que el proveedor sea único. Aunque no implica establecer la obligatoriedad de comprar en una tienda concreta. “Cabe la posibilidad de que varias tiendas garanticen esa uniformidad y calidad en cuyo caso los padres puedan ir a cualquiera de ellas y el centro no les va a exigir que acudan a una determinada”, aclara Eva Díaz.

Al parecer llegar a un acuerdo con una empresa para la exclusividad de la venta de los uniformes permitiría poder ingresar entre un 10% y un 15% de los beneficios. Otras veces no se cobra dinero, sino que la empresa suministra material deportivo para el centro. Siempre se respeta la legalidad, y que la financiación del colegio no esté reñida, lógicamente, con los principios que el centro desea fomentar entre sus alumnos. Obviamente puede surgir alguna irregularidad en concreto que los padres podrían, y deberían denunciar.

Se acusa también a algunos centros concertados de incluir en sus uniformes un logotipo del colegio que es marca registrada. “Lamentablemente los centros se ven obligados a optimizar sus recursos y buscar fuentes alternativas de financiación, lo cual además de ser una necesidad imperiosa, supone una práctica perfectamente legal prevista expresamente en nuestras leyes educativas y, en el caso de los uniformes, en nuestra normativa mercantil”, explica Eva Díaz, de cuyas palabras se desprende que sería más eficaz que se solucionara este déficit mediante el aumento del concierto estatal.

Ayuda a los desfavorecidos e inmigrantes

Se ha acusado injustamente a los centros concertados de que la obligatoriedad de hacer frente a gastos como la compra de uniformes, frena la entrada en los mismos de inmigrantes o desfavorecidos que no pueden pagarlos. Sin embargo, los responsables de cada centro suelen tener prevista esta circunstancia, y tratar de paliar el problema en la medida de lo posible.
“Los colegios cuentan con recursos alternativos para familias desfavorecidas, como los inmigrantes. Prendas que han sobrado o que tienen de sobra. Ningún niño se queda sin uniforme por falta de medios”, ha explicado Luis Centeno, asesor jurídico de Escuelas Católicas en un artículo de prensa. Es frecuente que los propios centros entreguen de forma gratuita a estos alumnos sin recursos económicos, bien material escolar o uniformes. Ningún alumno de los centros concertados se va a sentir discriminado por este motivo. “A estas ayudas habría que añadir las otorgadas por algunas Administraciones educativas, destinadas a gastos de escolarización del alumnado inmigrante que podrían destinarse, entre otros conceptos, al uniforme escolar”, explican fuentes de Escuelas Católicas.

En algunos casos, se llegan a prestar servicios de interés social, aún cuando no son rentables. Es lo que ocurre en Retamar, que sólo tiene concertada la Formación Profesional. “E
ste nivel educativo tiene para nosotros un gran valor asistencial, por llegar a familias con un serio problema de fracaso escolar, que han perdido –en ocasiones– la confianza en sus hijos, de aquí que aunque no cubra gastos, estemos muy interesados en mantenerla por el servicio que presta y los resultados que obtenemos”, explica a PADRES Y COLEGIOS José Luis Alier, director general del prestigioso centro. “En este caso, no se exige uniforme, ni que los chicos hagan uso del comedor”, aunque reciben las mismas o más atenciones que el resto (…). Su déficit se cubre con la gestión ordinaria del resto del colegio”.