Crece el uso de las redes, baja su peligrosidad

El uso de las redes sociales entre los menores de edad de nuestro país crece de forma imparable. Un estudio de la Universidad Camilo José Cela (UCJC), presentado recientemente, apunta que un 79% de los adolescentes, entre 11 y 17 años, utiliza con frecuencia alguna red social –principalmente Tuenti–. Pero, a la par que crece su uso, las redes sociales son más seguras y los adolescentes más precavidos en su uso y disfrute.

Cada día más padres se hacen la misma pregunta: ¿constituye el uso intensivo de las redes sociales un problema para los adolescentes? Según el estudio de la UCJC –realizado sobre una muestra de 6.103 alumnos de entre 11 y 17 años– más del 40% de los adolescentes visitan las redes sociales “varias veces al día”, y casi un 20% lo hace al menos “una vez”; principalmente Tuenti, la red que usa el 91% de los adolescentes españoles en edad escolar. Aunque la respuesta es compleja, y hay opiniones dispares al respecto, los expertos coinciden en señalar que el uso de las redes sociales no repercute en el rendimiento escolar –todas las encuestas hechas al efecto constatan que no existe relación entre una cosa y la otra–, y, si su uso no es abusivo, tampoco en la socialización de los chavales.

Muchos expertos reconocen que puede ser un catalizador de problemas previos, como la inadaptación, o la baja autoestima, pero en ningún caso son problemas que tengan su origen en Tuenti o Facebook. Las redes sociales no dejan de ser un acelerador de las relaciones, y los adolescentes con problemas en ese ámbito pueden también acelerar los mismos. Tampoco la forma de relacionarse en Internet es la misma que en la vida real, así una persona tímida puede ser habladora en las redes sociales, algo que no tiene por que ser malo, más bien al contrario, si se sabe encauzar de la forma correcta. Hay algo en que sí coinciden todos los expertos, y es en la necesidad de que padres y educadores conozcan este entorno y sepan que hacen los adolescentes en el mismo.

Más allá de las disputas académicas sobre la influencia de las redes sociales, las encuestas desmienten el lugar común, tan extendido, según el cual “los niños ya no se relacionan en la vida real” y pasan los días “delante de la pantallita”. Un 90% de los adolescentes españoles, preguntados en la misma encuesta, no se plantea nunca que prefieran pasar tiempo online antes que ver a sus amigos. Los adolescentes usan las redes sociales, como ellos mismos indican en la encuesta, para mantener el contacto con los amigos, tanto los de su círculo cercano, como los que no ven habitualmente.

Sólo un 7% de los encuestados reconocen que tienen como “amigos” en las redes sociales a gente desconocida. Tampoco las actividades que se realizan dentro de la red social parecen especialmente perniciosas y, según la misma encuesta, las acciones preferidas de los adolescentes giran en torno a colgar y comentar fotos de su círculo de amistades.

Avances en privacidad

La privacidad es uno de los principales problemas que entrañan las redes sociales, pero también es el ámbito en el que más avances se están dando. Cada día las redes sociales son más seguras y las opciones para proteger las cuentas más complejas. Pero por mucho que las plataformas avancen, todos los expertos coinciden en la necesidad de que sean los usuarios los que tengan claro qué cosas no se deben hacer en la red.

El comandante Juan Salom, director del Grupo de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil, insiste en la necesidad de educar en seguridad: “Sabiendo lo básico estaríamos más alerta de los riesgos de Internet y los delitos se reducirían en un 90%”. Las redes sociales son entornos seguros, los contenidos denunciados son retirados con rapidez, y hay equipos que controlan qué se publica las 24 horas . Pese a esto, la Guardia Civil insiste en la necesidad de ser “restrictivos con nuestra privacidad”. Aunque no hay actividad delictiva en las redes sociales si pueden servir, en palabras de Salom, para “buscar información de la víctima”. En definitiva, y como para tantas cosas, las redes sociales no son buenas ni malas, depende del uso que se haga de las mismas.

El papel de la familia en la alimentación

En España al igual que en otros países de Europa, los hábitos de alimentación en la edad infantil cada vez son peores. Los niños y adolescentes se alimentan mal, emplean demasiado tiempo a ver la televisión y jugar a la videoconsola y apenas hacen deporte.

Los resultados de un reciente estudio realizado por el farmacéutico José Ramos Cerezo muestran que la alimentación de los más jóvenes es hiperproteica e hipergrasa, con altas cantidades de colesterol y deficitaria en carbohidratos y fibra. Se come en exceso carnes y embutidos, y hay un consumo deficitario de cereales, verduras, hortalizas, frutas y verduras. En definitiva no se consumen suficientes hidratos de carbono: cereales, legumbres, frutas, hortalizas y verduras.

El desayuno es la primera comida del día después de 8-10 horas descansando sin haber ingerido ningún alimento. Nuestro cuerpo necesita reponer nutrientes con un desayuno completo que aporte cereales, lácteos y frutas. Sin embargo son muchos los niños y jóvenes que no realizan un desayuno completo, cerca de la mitad de los niños optan por productos de bollería dejando de lado un desayuno saludable.

El error no sólo lo cometen los niños, los padres tienen una importante labor de educación alimentaria no sólo en el desayuno si no en las cinco comidas que deben realizarse a diario: desayuno, media mañana, comida, merienda y cena. Tanto la familia como el entorno educativo deben implicarse en los hábitos de vida saludables. Hay que ayudar a que los niños tengan una dieta variada y equilibrada adaptando tanto el menú del colegio como el resto de comidas, que se realizan en casa, a una alimentación equilibrada con un adecuado aporte de nutrientes: hidratos de carbono 50-60%, proteínas 12-15% y grasas entre 30-35% con un consumo prioritario de grasas insaturadas.

No sólo en materia de alimentación estamos suspensos, si no que también hay que dedicar más tiempo a realizar deporte. Se emplea de media entre 1 y 2 horas a actividades sedentarias, como ver la televisión, jugar a la videoconsola, ordenador, etc. El sedentarismo unido a los malos hábitos de alimentación complican la situación. Si no se toman medidas, dará lugar a enfermos cada vez más jóvenes, y al desarrollo de las llamadas enfermedades del mundo desarrollado. La enfermedad más importante es la obesidad, tanto por los problemas inmediatos que ocasiona (problemas psicológicos, dislipemias, etc.), como por los que se manifiestan más tardíamente (hipertensión, dislipemias graves, síndrome metabólico, etc.).

Comer fruta es un juego

Conseguir que los niños coman sano todos los días es más sencillo de lo que parece. Con un divertido juego, los alumnos del CEIP Miguel Delibes (Leganés) aprenden la necesidad de comer fruta fresca a diario.

El colegio Miguel Delibes de Leganés (Madrid) ha implantado en el centro una ingeniosa actividad para promocionar el consumo de fruta fresca entre los niños: los frutipuntos. Los alumnos consiguen sumar un tanto cada día que llevan una pieza para comer en el recreo. Luego los canjean en el kiosco de los frutipuntos por regalos educativos.

El límite de la imaginación para enseñar a los más pequeños buenos hábitos alimenticios no tiene fin. Los colegios se esfuerzan en crear actividades innovadoras capaces de mejorar la participación de los niños y el proceso de aprendizaje. Así lo ha hecho el Miguel Delibes. El centro ha desarrollado un interesante plan para sumar a la rutina de sus alumnos comer fruta fresca todos los días.

“La iniciativa está en marcha desde hace más de dos años con un éxito tremendo por la participación de la mayoría de las familias y niños”, asegura María Elvira, enfermera del centro y una de las responsables del programa. La mecánica es sencilla. Los alumnos suman puntos en su carné de frutipuntos si llevan una pieza de fruta fresca para el recreo de los miércoles.

“Tenemos un carné muy chulo y el día de la fruta –los miércoles–, si traemos fruta en el recreo, nuestros profes nos dan un frutipunto. Lo mejor es que cuando tenemos más de 3 frutipuntos, una vez al mes podemos ir al kiosco y cambiarlos por un regalito”, cuenta un alumno del centro. “Además, de vez en cuando hay frutipuntos extra y si coincide que hemos traído fruta, pues ganamos otro frutipunto más”.

A pesar de la continuidad del programa, desde el centro son conscientes de que las recomendaciones para una alimentación saludable indican que hay que tomar al menos 2 piezas de fruta al día. “Es fundamental que desde los colegios animemos a nuestros niños y niñas a que coman fruta diariamente, pero también es importante el trabajo desde las familias”, reconoce María Elvira.

Los consejos del cole

  • Práctica con el ejemplo. Si ven comer fruta a diario y dísfrutar con ello, es mucho más fácil que ellos lo incorporen.
  • La fruta no es solo el postre. A veces se llenan demasiado durante la comida y luego no les apetece. Procura ofrecérsela en otro momento del día, donde la fruta sea el alimento principal.
  • Hazla atractiva. En macedonia, con leche, cortándola con formas divertidas les puede atraer más.
  • Viva la variedad. Existen cientos de frutas y es bueno que prueben y experimenten. Solo pera, manzana o plátano todo el tiempo puede resultar aburrido. Juega a la experimentación, incluso con las frutas tropicales, descubrirán nuevos sabores.

Vive en una piña debajo del mar…

Inauguramos este mes de septiembre una nueva sección en la que os podréis sentir incluso un poquito más protagonistas de PADRES y COLEGIOS: Fans de padres. En ella publicaremos las experiencias que queráis enviarnos desde vuestros colegios y centros educativos. Y este mes, viajamos al fondo del mar.

El colegio Parra, de Murcia, ha conseguido despertar a nuestro Bob Esponja interior con su proyecto “Un cole bajo el mar”, una propuesta que puso a trabajar mano con mano a toda la comunidad educativa del centro y que consiguió darle un impulso al fin de curso, con el colegio decorado de arriba abajo con motivos marítimos. Mercedes Lillo, de Infantil, Juana Matàs, de Primaria y Adelina García, de Secundaria, fueron tres de las profesoras encargadas de coordinar el proceso, que comenzó, como nos cuentan, con una serie de reuniones de coordinación “en las que, en el fondo, veíamos qué podía hacer cada uno: organizar un poco el trabajo según las habilidades que teníamos”.

La idea vino por las experiencias que en el Colegio Parra tienen en cada estación: “Cuando cambiamos de época del año, decoramos el colegio conforme a la estación. Pero esta vez quisimos implicar a todo el colegio: padres, alumnos y profesores”.

Todos juntos

La colaboración de los padres ha sido importante para cohesionar el proyecto y que llegara hasta los hogares: “Conocemos a los padres de los alumnos y sabíamos que iban a implicarse. Así, los que no podían venir al centro a dibujar o colorear, lo hacían desde casa a través de dibujos más pequeños que luego hemos pegado en el mural grande que está a la entrada del colegio”.

El trabajo empezó después de Semana Santa, y ha ocupado tardes libres de todos los integrantes del proyecto, que se han implicado hasta ese punto, algo que ha supuesto un diálogo continuo, que ha servido para integrar actividades de grupos a priori distantes en pos de un objetivo común.

La experiencia no ha sido decorativa únicamente. Los profesores han ido ideando algunos bloques que explicaban a los alumnos del Colegio Parra biología marina, historia o curiosidades sobre el medio marino, algo que a los chavales ayudaba a implicarse aún más en el proyecto: “Por ejemplo, la zona dedicada a la playa, con las casetas y los baños de mar nos ha servido para explicarles a los mayores cómo era el vestuario y la forma de ser de nuestros antepasados de una forma muy ilustrativa”. Cada mes publicaremos una experiencia en PADRES. Envíanos la tuya a padres@padresycolegios.com

¿Divorcio por aburrimiento?

En un artículo publicado en The Daily Telegraph, la periodista Angela Neustatter reflexiona sobre la tendencia actual al emotivismo sobre los proyectos duraderos, lo que lleva a algunos a romper sus compromisos conyugales cuando desaparece el encanto de los comienzos.

Angela Neustatter se apoya en las conclusiones de un informe realizado por Grant Thornton-Reino Unido, una organización especializada en el sector de la auditoría. Después de entrevistar a 101 abogados de familia, esta empresa concluye que el aburrimiento se ha convertido en la gran amenaza de las parejas para permanecer juntas.

La infidelidad, que antes encabezaba la lista de razones principales para las rupturas conyugales, ha sido ahora sobrepasada por otra causa: la de quienes afirman que “ya no estamos enamorados” o “nos hemos ido distanciando”.

Estas conclusiones están en sintonía con las estadísticas de divorcio en Reino Unido que maneja Neustatter: de media, dice, los matrimonios se rompen a los 11 años. Y también coincide con la tendencia al emotivismo en las relaciones amorosas.

Tendencia que pusieron de manifiesto Malcolm Brynin, coeditor de Changing Relantionships, un polémico estudio publicado por el Economic and Social Research Council en 2009, en el que afirma que la gente se junta y permanece unida sólo cuando obtiene una ventaja personal.

Curioso “romanticismo”

Ya se sabe que el romanticismo en una relación amorosa va y viene. El mérito de One Poll, una empresa especializada en encuestas, está en haber logrado “medir” su duración. Por lo visto, el encanto se esfuma –de media– a los dos años, seis meses y 25 días después de contraer matrimonio. Eso es precisión.

De todos modos, dice Neustatter, la desaparición del romanticismo en el matrimonio –algo que seguramente habrá ocurrido en todos los tiempos– causará más o menos estragos en función de la actitud de los cónyuges. Si las expectativas de una persona son que mi marido o mi mujer me satisfagan en todo momento, es previsible suponer que este problema no hay “romanticismo” que lo arregle.

De ahí que Neustatter piense que el enfoque adecuado ante la falta de romanticismo en el matrimonio sea el de trabajar juntos –marido y mujer– sobre la relación conyugal. Resistir, codo con codo, los momentos de adversidad. Y volver a sacar brillo al matrimonio con pequeños gestos.

Crisis superada

“Ha llegado el momento de ponerse personal”, escribe Neustatter. “Mi marido Olly y yo alcanzamos el clásico punto ‘por los suelos’ en nuestra relación cuando nuestros hijos dejaron el hogar. No veíamos nada bueno en que cambiara el tamaño de nuestra familia y no encajamos bien las nuevas circunstancias; cada vez parecíamos más irritados el uno con el otro, y empezábamos la deriva hacia el distanciamiento. Sin duda, estábamos en ese momento de perplejidad en que todo hacía aconsejable la separación”.

Entonces se pararon en seco. ¿Qué pasaría si cada cual se fuera por su lado? Pues que, tarde o temprano, lo más probable –dice– es que acabarían echándose de menos tras dos décadas y media de convivencia, y acabarían echando de menos también la historia familiar que habían construido juntos.

Así que se pusieron manos a la obra. “Empezamos a comportarnos como al principio de nuestra relación, haciéndonos comidas especiales el uno al otro, escapadas al cine, vacaciones cortas para dos, comidas de domingos con nuestros hijos una vez al mes. Y mientras nos íbamos aproximando, fue posible hablar de cómo nos habíamos ido distanciando y de la gozada de crecer juntos otra vez”.

El que Neustatter haya mostrado aquí su intimidad no tiene nada que ver con un reality show. Más bien, se trata de un pequeño testimonio que refuerza la afirmación que viene después: “Las investigaciones actuales muestran que si la gente logra manejar y resistir las malas rachas, dirige su atención a lo que tiene y comparte con el otro en vez fijarse en lo que se está perdiendo, los beneficios psicológicos y físicos son enormes”.

“No es una cuestión de moralidad versus narcisismo –como si hubiera que elegir entre escalar una cumbre o quedarse la cama autocompadeciéndose–, sino de entender qué es lo que, al final, nos hace felices”.

Cambio de opción en Bachillerato

Mi hijo Roberto está cursando 4º de la ESO, es buen estudiante pero, ahora, tiene que elegir la opción de Bachillerato que quiere cursar y, la verdad, nos está volviendo locos. Un día quiere ser médico, al siguiente abogado y una semana después, periodista o psicólogo. ¿Es posible cambiar de 1º a 2º de Bachillerato? ¿Qué podemos aconsejarle?

Rosi (Madrid)

Efectivamente, Rosi,  hay bastantes alumnos en 4º de la ESO que no tienen nada claro qué quieren estudiar y, sin una vocación definida, la elección de bachillerato es un suplicio, sobre todo para los padres, que son más conscientes de las consecuencias de una elección errónea.

En cuanto a tu pregunta,  el cambio de modalidad de primero a segundo es posible,  aunque siguiendo ciertas condiciones. Te detallo a continuación lo dice la normativa al respecto según información en las páginas de la Comunidad de Madrid:
Los alumnos, en el paso del primer curso al segundo o al repetir, podrán cambiar de modalidad u opción atendiendo a los siguientes principios:
• La nueva modalidad u opción debe impartirse en el centro en el que el alumno va a continuar sus estudios.
• Si el alumno debe repetir primero no está condicionado académicamente, puesto que ninguna materia está superada.
• En el paso del primer curso de Bachillerato al segundo curso, o si debe repetir ese segundo curso, el alumno podrá cambiar:

1. De modalidad, de manera que al final del segundo curso haya llegado a completar todas las materias comunes, seis materias de la nueva modalidad, tres de primero y tres de segundo, que se ajusten en cada uno de los dos cursos a las opciones establecidas, y un mínimo de dos materias optativas. Para este cómputo se podrá admitir la posibilidad de que determinadas materias de primer curso superadas por el alumno cambien de carácter, de propias de modalidad a optativas y viceversa. También una materia de primero superada y propia de la modalidad abandonada se podrá computar como la optativa de segundo. Si el alumno promociona con materias propias de la modalidad abandonada suspensas no deberá recuperarlas, ya que son sustituidas por las nuevas materias que componen la opción de la nueva modalidad.

2. De opción, de forma libre, debiéndose, en todo caso, respetar las normas de prelación. Si con motivo de las normas de prelación el alumno debe cursar una o más materias de primero añadidas a su itinerario educativo, una de éstas podrá ser computada como la materia optativa de segundo curso. En caso de que el alumno promocione con materias de la opción abandonada suspensas, podrá optar por recuperarlas o por sustituirlas por materias correspondientes a la nueva opción.
 
Por otro lado, nuestra recomendación inicial sería que eligiera la modalidad de Ciencias de la Salud, dado que da acceso a las inclinaciones expresadas hasta ahora por tu hijo.

De todos modos, puede ser muy útil que hables con los profesores y el equipo de orientación del colegio, conocen a tu hijo y pueden proporcionarle información objetiva sobre las carreras y las profesiones hacia las que muestre interés.

No obstante, si continúa con el mismo ‘despiste’ tras el próximo curso, podría ser conveniente que os pongáis en manos de un equipo de orientación profesional que os ayude a clarificar ideas mediante un estudio personalizado.

Madrid será la sede del I Congreso ‘Cine y Educación’

Ya está todo en marcha para la celebración, del 14 al 16 del próximo mes de octubre, del Primer Congreso de Cine y Educación con el tema “El foco en el corazón. La educación de la afectividad a través del cine”.

Este congreso, que se celebrará en la Universidad CEU San Pablo de Madrid, es la primera iniciativa de este tipo de la Asociación CinemaNet.

Esta apuesta, se basa en la premisa de que “el cine puede ser una verdadera escuela de formación ética, capaz de orientarnos debidamente sobre cuestiones de gran trascendencia para el desarrollo humano”. Asimismo, los organizadores explican que consideraron la afectividad como el tema más idóneo para inaugurar estos congresos porque “vivimos tiempos de profundo desconcierto en cuestiones afectivas”.

Experiencias docentes

Además de las ponencias, habrá mesas redondas sobre distintas experiencias docentes con el cine, e incluso talleres para aprender a utilizar el cine en el aula. Pero también fuera de ella, ya que, además de a profesores y estudiantes de carreras relacionadas con la docencia, el congreso está abierto a todo tipo de educadores, empezando por los padres. Asimismo, serán bienvenidos los jóvenes interesados en formarse en cuestiones de afectividad y los amantes del cine en general.

Entre los numerosos ponentes que ya están confirmados, destacan, como representantes del mundo del cine, los directores Rafael Gordon (“La mirada de Ouka Leele” o “Teresa, Teresa”), Thomas Grube (“Esto es ritmo”), Gustavo Ron (“Vivir para siempre”, “Mia Sarah”), y los críticos Jerónimo José Martín y Juan Orellana. En cuanto al ámbito educativo, intervendrán el psiquiatra Enrique Rojas, el filósofo y fundador de la Escuela de Pensamiento y Creatividad Alfonso López Quintás, la periodista Ninfa Watt y diversos profesores de las universidades Complutense y Autónoma de Madrid, Internacional de La Rioja, Católica de Murcia, y de Pau et des Pays de l´Adour.

El Congreso “El foco en el corazón” ya cuenta con página web donde se puede ampliar la información sobre la matrícula y la asistencia: www.cinemanet.info/congreso-cine-y-educacion/.

¡Me gustan las matemáticas!

Uno de los principales retos de nuestro sistema educativo para mejorar su calidad, entre otros, es avanzar en el aprendizaje de las matemáticas, secular talón de aquiles de la enseñanza española.

Para comprobar que aprender matemáticas puede resultar una experiencia fascinante, merece la pena conocer el programa EntusiasMAT, creado en Barcelona en el colegio concertado Montserrat.

Se trata de un programa para alumnos de 3 a 12 años basado en múltiples actividades lúdicas con las que se fomenta el aprendizaje de las matemáticas. Para ello, incorpora en su metodología activa las competencias básicas y las inteligencias múltiples.

En www.entusiasmat.org pueden verse algunos vídeos que explican de manera práctica la puesta en marcha del programa, además de proporcionar bibliografía para los que quieran avanzar en esta dirección. Lo que más sorprende de EntusiasMAT es que es todo el colegio el que se ha puesto las pilas y con un plan bien trazado se han propuesto que los alumnos tengan otra percepción de las matemáticas, que como bien saben todos los docentes puede ser el ogro de las asignaturas.

Además, comienzan aplicando el método desde edades bien tempranas, con ejercicios adaptados que, poco a poco, se vuelven más complejos sin perder su sentido lúdico y ahasta deportivo. Con estos juegos, los alumnos aprenden a convertir el pensamiento concreto en abstracto, el principal reto en el aprendizaje de las Matemáticas.

EntusiasMAT nació en el colegio Montserrat y ya son más de 70 centros los que aplican este método original, creativo, revolucionario y muy divertido.

Reciclar los juguetes

Los expertos confirman que el juego familiar entre padres e hijos les hace más felices, imaginativos, tolerantes y tienen más éxito en la escuela. La pedagoga Imma Marín, miembro del Observatorio del Juego Infantil que promueve la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ), explica: “jugar es sencillo y solo exige 5, 10 o 15 minutos al día para conseguir los beneficios que aportan el juego y los juguetes en los niños”. Con ellos, aprenden a tocar, crear, mirar, inventar, compartir, imaginar, soñar, respetar…

Según van creciendo los niños y asimilando nuevas capacidades, los padres nos vemos obligados a renovar algunos de sus juguetes. El reciclado o reutilización puede ser un buen momento además para compartirlo con nuestros hijos.“Implicar a los niños desde temprana edad en esta actividad permite transmitir valores como la cooperación y la solidaridad, además de educar en el consumo responsable y la conservación del medio ambiente”, comenta José Antonio Pastor, presidente de la AEFJ.

Así, para dar nueva vida a los juguetes después de su uso, nos propone diez interesantes consejos:

  • Si todavía sirven ofrécelos a familiares, amigos o conocidos con hijos menores.
  • Llévalos a una guardería, colegio o ludoteca.
  • Cédelos a un ambulatorio o centro hospitalario.
  • Dónalos a una institución sin ánimo de lucro.
  • Si son algo antiguos, dirígete a uno de los museos de juguetes que hay en España. Podrían ser útiles para completar alguna colección.
  • Pon un anuncio y cuélgalo en una guardería, escuela o en Internet para ofrecerlos a personas que realmente lo necesiten.
  • Llévalos a un centro de acogida infantil.
  • Dónalos a un mercado benéfico.
  • Fomenta tu creatividad y dales nuevos usos.
  • En el caso de los juguetes inservibles, retírales las pilas y déjalos en un punto limpio de reciclaje.