¿Por qué no tenemos recuerdos de nuestra primera infancia?

Alguna vez nos hemos hecho esta pregunta y al ver a nuestros hijos nos gustaría saber qué experiencias permanecerán en su memoria de adulto. Sin embargo, los psicólogos aseguran que algunos de los recuerdos infantiles más arraigados probablemente nunca sucedieron.

Es poco frecuente que se tengan recuerdos anteriores a los tres años. En psicología a este fenómeno se le llama Amnesia infantil, y la explicación viene dada por que el sistema neurológico no está desarrollado completamente. Se carece del lenguaje y del conocimiento para la interpretación y codificación de la información, además no se domina el sentido de uno mismo, del tiempo y la capacidad para discriminar entre realidad y fantasía.

Importancia del lenguaje

La psicóloga Virginia González, afirma al respecto, que en realidad no se han olvidado las experiencias, sino que “están archivadas y de hecho han ejercido una influencia determinante sobre la vida futura. Sobre ellas se han basado los aprendizajes posteriores, pero estos recuerdos son difíciles de rescatar, sobre todo si son anteriores a la adquisición del lenguaje”. Efectivamente resulta muy complicado recuperar una información que no ha sido codificada, y en el caso de los recuerdos el lenguaje es la clave. La adquisición del lenguaje además implica que las vías nerviosas ya están listas para afrontar dificultades mayores. Utilizamos el lenguaje para expresar nuestros recuerdos, lo cual ayuda a adquirir una memoria a largo plazo.

Etapa de Transición

El final de la etapa de ausencia de recuerdos tempranos da lugar, según afirma Antonio Manzano, profesor de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid, a una etapa de transición en la que sólo se recuerdan fragmentos aislados e inconexos de imágenes, comportamientos o emociones sin referencia contextual.

Gracias a la relación lenguaje-pensamiento se comienza a ejercitar la memoria a largo plazo. Porque aunque desde muy pequeños la función de identificación está desarrollada, es decir, la capacidad para reconocer algo, hasta la aparición del lenguaje, el niño no es capaz de reproducir o evocar algo.

Memoria cambiante

Pero los recuerdos varían a lo largo de la vida. Investigadores de la Universidad Memorial de Newfounland de Canadá han realizado un estudio con niños de edades comprendidas entre los cuatro y los trece años. Se realizaron entrevistas donde se les pedía evocar recuerdos de sus tres primeros años de vida. Dos años después fueron preguntados sobre lo mismo, apuntando la edad que tenían en cada uno de los recuerdos. Los padres confirmaban los acontecimientos narrados y las fechas.

Los resultados pusieron de manifiesto que los más pequeños, es decir, los niños entre 4 y 7 años, presentaban recuerdos distintos a los narrados dos años antes. Sin embargo, los que tenían entre 10 y 13 años, describieron lo mismo y con la misma información. Carole Peterson, profesora de Psicología de la Universidad que realizó el estudio, afirmó que estos resultados demuestran que “la memoria de los niños más pequeños tiende a cambiar, ya que los recuerdos de los primeros años de vida se van borrando por los nuevos según se van haciendo mayores. Sin embargo, conforme van creciendo los niños, sus recuerdo se vuelven más consistentes”.

Recuerdos con añadidos

Hay otro factor que debemos tener en cuenta. A lo largo de la vida una vivencia se “enriquece” con sensaciones, percepciones, motivaciones… y al final los recuerdos no son tan reales como creemos. Esto unido a que la capacidad para discriminar entre realidad y fantasía no estaba desarrollada en el momento fruto del recuerdo y a la narración de terceras personas… ‘cualquier parecido con la realidad puede ser pura coincidencia’. Pero no porque se mienta: en la mente adulta ese recuerdo se tiene como algo que realmente ocurrió.

¿Nos incorporamos a la escuela … o nos quedamos en casa? 2ª parte

Continuamos con este artículo, iniciado en el mes anterior, con el fin de que cada familia considere cual es la opción que le resulta más conveniente.

Dejarle en casa con algún familiar

En nuestro sistema social, los familiares más cercanos en los que poder confiar plenamente son “los abuelos”.

Hoy en día contamos con una población de abuelos que han podido jubilarse a edades tempranas y que, aunque ya vayan manifestando ciertas dolencias, cuentan con un estado de salud razonablemente bueno.

Con esta perspectiva, en general optimista, nos encontramos con abuelos que son unos buenísimos cuidadores de sus nietos; cariñosos, atentos y muy dispuestos para cubrir las necesidades que precisas los niños; insustituibles para dar amor a raudales y con los que, podemos estar seguros, nuestros hijos se encontrarán perfectamente.

Pero, en muchas ocasiones, llevar a cabo esta tarea de cuidar y educar a los niños durante una gran cantidad de horas diarias llega a sobrecargar las capacidades físicas y psíquicas de los abuelos que acaban realizando esta labor por su afán de ayuda, realizando grandes esfuerzos para cumplir con la obligación a la que voluntariamente (aunque en alguna ocasión esta voluntad no está ejercida libremente, sino forzada por las circunstancias socio-económicas de los padres) se han sometido y, por supuesto, sin informar a sus hijos, padres del niño, para no dar problemas.

Los abuelos tienen que ser personas merecedoras de amor y respeto que no deben quedar cautivos de la vida de sus hijos. Los abuelos no están para educar a los nietos ya que, posiblemente, los criterios de educación sean distintos como distintas son las generaciones y ellos ya han educado a sus hijos, con su buen criterio pero en otra época y en circunstancias sociales muy diferentes.

Los abuelos tienen un papel irreemplazable a la hora de dar cariño, pasar muy buenos ratos con sus nietos y hacérselo pasar a ellos y, puntualmente, echar una mano en situaciones especiales.

Es fundamental que los padres sean responsables y garanticen una relación equilibrada y saludable entre abuelos-nietos y que los abuelos se ofrezcan para ayudar cuando las circunstancias así lo demanden, atendiendo a sus nietos en momentos concretos como por ejemplo: cuando los niños enferman y no pueden asistir a sus colegios, cuando los padres quieren disfrutar solos de su relación fuera de casa…… De esta manera los abuelos acogerán a sus nietos con mucho placer y los nietos estarán deseando pasar unos días con los abuelos.

Dejarle en casa con una empleada

Lo que supone esta opción es que el niño no sale de casa y, por tanto, no cambia de entorno.

Tiene la atención exclusiva de la persona que lo cuida y, en ocasiones, se evita el contagio de algunas enfermedades infantiles.

Pero debemos tener en cuenta que la persona indicada para esta gran responsabilidad debe ser de total confianza, estar debidamente preparada para este delicado cometido y con experiencia en el cuidado del bebé y la primera infancia; capaz de reaccionar en las situaciones difíciles y de motivar al niño con actividades que potencien su desarrollo de forma que éste no se aburra y no eche en falta la relación con otros niños…. ¡una ardua y difícil tarea!.

Desde nuestra experiencia como profesionales de la educación debemos hace un inciso sobre este tema:

La infancia temprana es aquella que comprende a los niños de 0 a 3 años y es un periodo en el que se sientan las bases de todo el desarrollo posterior del individuo.

Las experiencias que tenga el niño en esta etapa afectarán a las conexiones entre las neuronas del cerebro, por tanto, la estimulación mediante “ciertos juegos” y actividades específicas para cada edad incrementarán sus capacidades lingüísticas, motoras, emocionales e intelectuales consiguiendo desarrollar al máximo su potencial para sus futuros aprendizajes en las diferentes etapas escolares.

En definitiva… ¿nos vamos a la escuela o nos quedamos en casa?

Todas las opciones anteriormente expuestas son respetables y, si están bien encaminadas, el niño se sentirá feliz y su desarrollo, siempre y cuando reciba una adecuada estimulación, será óptimo.

Como es lógico, nuestra opción se decanta por la elección de una escuela infantil de calidad, con un adecuado equipo de profesionales capaces de poner en práctica un buen programa de estimulación temprana y con unos servicios entre los que se incluya el pediatra en el centro que vigile el estado de salud de todos los alumnos y al que poder consultar diariamente cualquier incidencia individual para que la diagnostique y determine las pautas a seguir.

Si esto se consigue y además podemos contar con los abuelos para…..

Dime en qué trabajas y te diré las notas de tus hijos

El rendimiento escolar de los niños depende, en gran parte, de la profesión de los padres. El informe PISA nos revela que los hijos de aquellos que ocupan tareas directivas, ejecutivas o administrativas sacan mejores notas que los hijos de empleados que trabajan habitualmente en fábricas, talleres o industrias.

Aunque el rendimiento escolar de los niños depende de muchos factores, el ambiente familiar juega un papel más que importante. El hogar es la primera escuela del ser humano donde adquiere sus nociones de la vida, se inculcan los valores y se prepara al niño para enfrentarse a los retos escolares. Por eso la actitud de los padres resulta fundamental para que los niños aprovechen al máximo su tiempo de estudio.

Y precisamente, esa actitud va a depender en gran medida de su nivel profesional. Esta influencia del trabajo de los padres en el rendimiento de sus hijos ha sido analizada por el Gabinete de Análisis Demoscópico (GAD3) en un estudio elaborado en exclusiva para PADRES, y que se basa en los 475.000 exámenes que conforman el último Informe PISA realizado en 2009 por la OCDE.

Para clasificar las profesiones, PISA utiliza la clásica denominación norteamericana de “trabajadores de cuello blanco” (white collar workers, por la camisa blanca con corbata) y “trabajadores de cuello azul” (blue collar workers, por el mono de azul). Los de cuello blanco son aquellos que se ocupan de las tareas directivas, ejecutivas o administrativas, según su cualificación, siempre en oficinas o despachos.

Los de cuello azul son aquellos empleados que trabajan habitualmente en fábricas, talleres o industrias (mecánicos, obreros de la construcción, vendedores…). Ambos grupos pueden pertenecer a organismos públicos o a empresas privadas.

De los datos de PISA se desprende que cuanto mayor es la cualificación profesional de los padres mejor es la puntuación media que obtienen los hijos en el informe internacional. Las notas medias más altas corresponden a los alumnos cuyos padres están trabajando en profesiones de cuello blanco altamente cualificadas. Por el contrario, los hijos de trabajadores de cuello azul poco cualificados obtienen los peores resultados. La diferencia entre ambos tipos de cualificaciones llega a sobrepasar incluso los 60 puntos (mirar cuadro de la página siguiente).

Este hecho se produce también en el caso de las madres, ya que a mayor cualificación, mejores son los resultados académicos de los hijos. En este sentido, las notas de los alumnos cuyas madres son legisladoras o altas funcionarias son excepcionalmente altas (en este caso, la diferencia entre las madres de cuello blanco altamente cualificadas y las de cuello azul con cualificación media alcanza los 70 puntos).

En España también se produce la misma correspondencia, aunque las diferencias de puntuación entre los alumnos cuyos padres son empleados de cuello blanco y aquellos que son hijos de trabajadores de cuello azul son algo menores que a nivel mundial. Esto se produce especialmente en el caso de los padres (la diferencia en el caso de España es de 49 puntos, frente a los 61 a nivel mundial).

El informe de 2009 titulado Sistema educativo y capital humano, realizado por el Consejo Económico y Social (CES), también resalta el papel fundamental que desempeñan los padres en el itinerario educativo de los hijos desde las edades más tempranas, estimulando su aptitud para el aprendizaje y fomentando el hábito de la lectura, educando en valores y especialmente inculcándoles el valor de la Educación, proporcionándoles un entorno de condiciones adecuadas para el estudio o apoyándoles en la realización de las tareas extraescolares.

El papel de la madre

Este informe del CES establece como elementos más influyentes el número de libros en el hogar y el nivel de formación de los padres, y más concretamente el alcanzado por las madres. Para el CES “esto viene a explicar los resultados de España, dado el conocido retraso educativo de su población, que se constata en PISA al comparar el nivel educativo de las madres de los alumnos españoles participantes con el promedio de la OCDE”. El estudio constata que en nuestro país “hay un elevado porcentaje de madres con estudios primarios o secundarios obligatorios (42% frente a un 19% en la OCDE), y, en cambio, porcentajes reducidos de las que tienen estudios secundarios postobligatorios (26% frente a 42% en la OCDE) o superiores (24% frente a 35% en la OCDE)”.

Ahora bien, el informe advierte de que “no todas las familias tienen, por razones culturales y socioeconómicas, las mismas condiciones para garantizar ese apoyo”. De ahí que considere necesarias “iniciativas de los poderes públicos de respaldo a la formación y a la participación de los padres para permitirles asumir un papel de complemento que es imprescindible en los resultados educativos de los hijos y en la prevención del fracaso escolar”.

El último informe del Consejo Escolar del Estado también trata este tema y lamenta que “algunas familias con dificultades económicas o las que no reconocen el valor de la Educación puedan animar a sus hijos al abandono escolar temprano”. Sin embargo, también destaca que “en algunas culturas, las familias con bajo nivel socio-económico son más ambiciosas en el nivel educativo de sus hijos que las de nivel socio-económico más alto”.

En cualquier caso, el CES aconseja que “las Administraciones proporcionen recursos humanos y materiales para dar este apoyo a los alumnos en el horario extraescolar, especialmente en las situaciones de carencias familiares por razones de desestructuración, exclusión social, etc”.

Desde la confederación de APA de la escuela pública (la Ceapa), su presidente, Jesús Mª Sánchez, reconoce que “la cualificación profesional de los padres es uno de los factores más importantes que inciden en los resultados escolares, lo que está relacionado directamente con el nivel socioeconómico de la familia”, aunque, por eso mismo, considera que “la escuela debe dar más a quién más lo necesita, compensar las desigualdades de origen y no reproducirlas”.

Según Sánchez “la escuela pública, que acepta a todo tipo de alumnado sin distinción, es el único modelo que garantiza que los niños de un nivel socioeconómico y cultural desfavorecido puedan reducir la gran brecha que marca el origen familiar”. No obstante, para el presidente de la Ceapa, “también tiene gran importancia en los resultados escolares las expectativas de los padres respecto a la educación de sus hijos”.

Por su parte, desde la Concapa –confederación de padres católicos–, su presidente, Luis Carbonel, considera que “más que el nivel profesional, resulta más determinante que los padres estén preocupados y ocupados por sus hijos en el día a día en casa y en el contacto con el centro educativo”. Para Carbonel, esto se demuestra en que “la mayoría de nuestros padres no tenían estudios, pero, sin embargo, hoy la mayor parte de los jóvenes españoles tiene una carrera universitaria”.

Un buen lugar de estudio

El estudio de GAD3 también analiza la influencia que un buen lugar de estudio tiene en los resultados escolares. En este sentido, los alumnos que disponen en su hogar de mesa, habitación propia y de un lugar específico para estudiar o
btienen mejores calificaciones en todas las materias que aquellos estudiantes que carecen de un espacio adecuado. La diferencia se hace especialmente intensa en el caso de disponer de pupitre o escritorio en casa, ya que alcanza los 70 puntos. Con respecto al lugar de estudio, la diferencia llega a los 45 puntos, mientras que tener una habitación propia resulta lo menos influyente, con diferencias de hasta 39 puntos.

Además, según el informe realizado por la consultora, las chicas aprovechan mejor que los chicos todos los elementos de estudio que hay en el hogar (mesa, habitación y lugar). De esta forma, de entre todos los alumnos examinados que disponen de lugares específicos de estudio en sus casas, las chicas sacan notas más altas que los chicos, y en todas las materias. Las diferencias son de seis puntos en el caso de tener escritorio o pupitre, nueve si se dispone de habitación propia y siete si se tiene lugar específico para estudiar.

Matemáticas avanzadas

Uno de los principales retos de nuestro sistema educativo para mejorar su calidad es avanzar en el aprendizaje de las matemáticas, secular talón de aquiles de la enseñanza española. Para comprobar que aprender esta asignatura puede resultar una experiencia fascinante, merece la pena conocer el programa EntusiasMAT, creado en Barcelona en el colegio concertado Montserrat, y el método UCMAS, que se impartirá en el Centro Inglés de Andalucía.

EntusiasMAT, Matemáticas lúdicas. Se trata de un programa para alumnos de 3 a 12 años basado en múltiples actividades lúdicas con las que se fomenta el aprendizaje de las matemáticas. Para ello, incorpora en su metodología activa las competencias básicas y las inteligencias múltiples. En la página web www.entusiasmat.org pueden verse algunos vídeos que explican de manera práctica la puesta en marcha del programa, además de proporcionar bibliografía para los que quieran avanzar en esta dirección. Lo que más sorprende de EntusiasMAT es que es todo el colegio el que se ha puesto las pilas y con un plan bien trazado se han propuesto que los alumnos tengan otra percepción de las matemáticas, que como bien saben todos los docentes puede ser el ogro de las asignaturas.

Además, comienzan aplicando el método desde edades bien tempranas, con ejercicios adaptados que, poco a poco, se vuelven más complejos sin perder su sentido lúdico y hasta deportivo. Con estos juegos, los alumnos aprenden a convertir el pensamiento concreto en abstracto, el principal reto en el aprendizaje de las Matemáticas.

EntusiasMAT nació en el colegio Montserrat y ya son más de 70 centros los que aplican este método original, creativo, revolucionario y muy divertido.

UCMAS, las posibilidades del ábaco. El método UCMAS (Universal Concept Mental Arithmetic System) se imparte ya en 5.000 centros de 43 países, entre los que se encuentra España. Hasta ahora, este revolucionario método de aprendizaje de las Matemáticas se empleaba en centros de Canarias y Baleares, pero a partir de este curso también se impartirá en Andalucía, en el Centro Inglés.

La experiencia ha demostrado que el método UCMAS potencia las habilidades mentales de los alumnos gracias a la utilización del ábaco. Con este instrumento, tradicional, se mejoran las destrezas en el cálculo matemático. Pero no acaban ahí sus beneficios sino que también las experiencias llevadas a cabo demuestran que los alumnos mejoran en otras materias y en otras habilidades, como la memoria fotográfica, la comprensión, la creatividad y la capacidad de escuchar. Los alumnos asistirán a dos sesiones por semana de este método que ha sido avalado por estudios médicos, educativos y estadísticos.

Centros pioneros y en la vanguardia. Este tipo de experiencias pedagógicas potencian, además, la iniciativa y la imaginación de una serie de centros educativos para mejorar el rendimiento de sus alumnos con planes, métodos, actividades, experiencias, programas novedosos, lo que siempre supone, de entrada complicarse la vida. Ante los problemas reales de la enseñanza, y el aprendizaje de las Matemáticas es uno de ellos –no hay más que ver los datos del polémico Informe PISA, necesario referente para no ser autocomplacientes–, estos centros buscan la manera de contribuir a que sus alumnos mejoren en una disciplina básica, sobre la que casi siempre se asienta el futuro formativo de los alumnos.

Y la extensión de estos métodos y experiencias es una señal, también, de cómo el profesorado de estos centros asume la renovación de las estrategias de aprendizaje, pensando en lo mejor para sus alumnos. Un ejemplo.

Refugiados: Cuando educarse no es la prioridad

PADRES Y COLEGIOS se traslada a Dadaab, en la frontera entre Kenia y Somalia. Allí, en medio de un árido desierto, se sitúa el campo de refugiados más grande del planeta. Casi medio millón de personas –entre ellos 160.000 niños en edad escolar– sobreviven en un espacio habilitado en su nacimiento para 90.000. La sequía, la hambruna y la guerra en Somalia han hecho huir a decenas de miles de personas. Los niños que llegan se encuentran con una débil estructura educativa y sólo un tercio consigue ir a clase.

Son las 8 en punto de una mañana calurosa en pleno desierto africano. Hace dos horas que ha amanecido y Mohamed Dek Odowa, de 20 años, puede volver a leer sus apuntes. Por las noches se hace más agradable estudiar, pero la falta de luz eléctrica en el campo de refugiados hace imposible la tarea. “En el último curso somos 270 y sólo a 20 les facilitan luz cuando anochece”, se resigna.

Este joven es sólo una de las 470.000 personas que sobreviven en el campo de refugiados más grande del planeta. Se sitúa en la localidad keniana de Dadaab, cerca de la frontera entre Kenia y Somalia, y trata de dar cobijo a miles de somalíes que huyen de la guerra, la violencia y la sequía que azota el territorio somalí. Su historia podría ser la historia de Majid, de Ubah, de Fadumo, de Ahi Osman o de Abdirisak. Aquí, cada ser humano tiene la suya. “Nací en Somalia, pero no sé nada de mi país ya que he vivido la mayor parte de mi vida aquí”. Su familia, natural de la región sureña de Jubalandia, tuvo que escapar en 1991 cuando estalló el conflicto armado. Mohamed no había cumplido un año. Desde entonces, es un somalí sin patria. Su país es un trozo de árida tierra de desierto que Kenia prestó de forma provisional y que cumple este año 20 años de existencia. Los mismos que Mohamed.

Acudir al colegio en este lugar del Cuerno de África es un privilegio que sólo un tercio de los 160.000 niños en edad escolar que viven allí se pueden permitir. Actualmente existen 19 colegios de Primaria y 6 de Secundaria repartidos entre Dagahaley, Hagadera, Ifo e Ifo 2, los cuatro campos que forman Dadaab.

A menudo, se improvisan clases bajo los árboles, en pleno patio, o en tiendas de campaña. Las clases doblan su capacidad y faltan aulas, material escolar y profesores cualificados. “Las razones principales de esta situación son la falta de fondos y la falta de maestros capacitados”, explica Elizabeth Campbell, de la organización Refugees International. “Incluso si hubiera financiación, hay un problema de capacidad muy difícil de abordar”.

Los libros escasean y es habitual tener que compartir un mismo ejemplar entre 10 alumnos. “Los recursos son limitados y tratamos de aprovechar lo poco que tenemos”, comenta Mary Magero, responsable de una de las escuelas secundarias que existen en el campo de Hagadera. Aunque oficialmente se sigue el plan de estudios nacional de Kenia, los refugiados somalíes parten en clara desventaja respecto a los niños del resto del país. “Faltan docentes cualificados tanto en Primaria como en Secundaria”, añade Magero. “Tenemos que recurrir a nuestros propios alumnos para que actúen como profesores”.

La llegada masiva de refugiados de los últimos meses ha multiplicado la emergencia educativa. Actualmente hay un profesor por cada 100 alumnos. Se necesita más personal y al menos 75 nuevas escuelas para paliar las necesidades mínimas de educación de niños que jamás han visto una escuela ni hablan una sola palabra de inglés, el idioma utilizado en la enseñanza keniana.

Drama humanitario

Aunque el campo de refugiados se construyó en 1991 –año en que se inició el conflicto somalí–, no había precedentes de una avalancha como la de este año. En algunos puntos de Somalia no llueve desde hace más de dos años. Los pastores han visto morir su ganado y sus esperanzas de supervivencia. Según Naciones Unidas, más de la mitad de la población somalí ha sido afectada por la hambruna y 750.000 personas corren serio riesgo de muerte. El campo, previsto inicialmente para 90.000 refugiados, está a punto de alcanzar el medio millón. La mitad de los nuevos registros son niños, muchos de los cuales sufren severos niveles de desnutrición. Quienes tienen la gran suerte de no morir en el camino llegan después de semanas andando por el desierto, sorteando la fauna, la violencia y el hambre.

En este contexto, la educación deja siempre paso a otras necesidades más urgentes. Según un reciente informe de la UNESCO, sólo el 2% del total de la ayuda humanitaria tiene como destino final algún tipo de proyecto educativo.

Existen asuntos humanitarios más urgentes que resolver, pero nunca habría que dejar a un lado la enseñanza. Para Mohamed, la formación académica es un pasaporte al futuro y a su sueño de estudiar en Canadá una carrera universitaria. “La educación es una prioridad para mí”, asegura. “Me han arrebatado mi país y Somalia ya no existe. Quienes estudiaron allí han muerto y mi deber es formarme todo lo que pueda aquí para poder ayudar a mi gente más adelante”.

Educar desde 0 en la alimentación

“Comer no es lo mismo que alimentarse. Lo primero es un impulso, sin embargo lo segundo supone un aprendizaje imprescindible desde bebés”. Esa es la única receta válida según expuso Mª Teresa Orzáez, profesora titular de Nutrición y Bromatología de la UCM, en la presentación del estudio Hábitos de vida relacionados con la Obesidad Infantil promovido por Kellogg.

Orzáez defendió la necesidad de crear programas de educación nutricional desde las etapas escolares de infantil y primaria. No obstante, ella ha puesto en marcha talleres sobre Educación para la Salud en colegios dirigidos a niños desde los 4 hasta los 12 años y diferenciados por grupos de edad.

Según su experiencia, “es necesario trabajar la teoría, pero lo más efectivo es practicar a través del juego”. “Dibujar lo que comen cada día, hacer fichas en las que valoren la dieta familiar o jugar con la pirámide de los alimentos mejora el aprendizaje”, asegura la profesora Orzáez. Además, recuerda la especialista, es necesario unir los hábitos de alimentación con la actividad física también desde el ámbito escolar.

No con mis hijos

Un tercio de los padres preferiría irse de vacaciones sin niños. Hotel en la Riviera Maya, con playa privada, servicio de spa y jacuzzi en la habitación. Sólo para adultos, no se permite la entrada en el recinto a menores de 16 años.

Anuncios como éste son cada vez más frecuentes, e incluso hay aerolíneas como British Airways, Virgin Atlantic o Emirates que están empezando a plantearse hacer vuelos largos sólo para mayores de edad, tras un estudio que refleja que el 75 % de los viajeros de primera clase estaban molestos por la presencia de niños en los aviones. Está claro que la presencia de niños en las vacaciones no agrada a muchos, pero ¿qué piensan los padres?

Pues bien, sorprendentemente, una encuesta realizada recientemente por Skycanner revela que un contundente 97% de los padres dice no tener libertad para viajar a su antojo debido a las restricciones que supone hacerlo con los hijos de poca edad. ¿El motivo? Principalmente, y en los tiempos que corren, el gasto económico que supone llevar a toda la familia. De los encuestados, el 15% de los padres admitieron que limitan sus vacaciones a la corta distancia para evitar un viaje largo, el 9% evitaría cualquier lugar demasiado caluroso, el 4% no puede ir a lugares demasiado exóticos ya que a los niños no les gusta la comida y como anécdota, el 2% admitió que sus hijos tienen la última palabra cuando se trata de elegir realmente dónde ir.

“Es normal que en algunos momentos los padres quieran recuperar algo de intimidad y hacer vida de pareja”, nos cuenta Teresa, psicóloga y madre con un niño de apenas 2 años. “¿Qué se puede hacer? Hay muchos hoteles con servicio de guardería, o con actividades para los pequeños. De esa manera, tal vez los padres pueden ir por la mañana y tener un ratito para ellos, aunque en realidad si hay ocasión, merece la pena vivir las vacaciones con tus hijos: es una experiencia diferente”.

Pedro y Laura viajaron con su bebé de apenas 6 meses a EEUU y valoran la experiencia positivamente: “Entiendo que hay que renunciar a determinadas cosas cuando viene un niño”, nos dice Pedro, “pero creo que se ganan aún más. Nosotros estamos deseando que nuestro hijo crezca y poder compartir con él todo lo bueno de viajar y conocer otras culturas”.

Kinect: Dysneyland Adventures

Un sueño hecho realidad. Kinect te trae este otoño toda la magia de Disney para que la disfruten los más pequeños de la casa y los que no son tan pequeños. De la mano de Mickey Mouse, Alicia, Buzz Lightyear y muchos más vivirás la experiencia más cercana de visitar el verdadero parque mientras te diviertes y haces ejercicio.

Pero con un añadido: sin mandos. Y es que Kinect es un dispositivo revolucionario con el que puedes interactuar y disfrutar de los videojuegos sin ningún tipo de mandos, ni cables. Gracias a un sensor que capta todos tus movimientos no tendrás más que colocarte frente al televisor y comenzar a jugar.

Cuando surgió el proyecto Kinect Disneyland Adventures, el objetivo estaba claro: recrear la magia Disney y suscitar una experiencia lo más realista posible. Todo un reto para el estudio encargado de su desarrollo, Frontier Developments, que comenzó a trabajar desde el principio en la atmósfera de la compañía de sueños, para atrapar al jugador. El resultado no puede ser más atrayente. Estás en el parque y puedes deambular por él libremente viendo a personas normales que disfrutan del día como tú, o charlando con sus personajes favoritos, que están en cualquier esquina. Además de explorar un parque construido a imagen y semejanza del auténtico, el juego está cargado de minijuegos protagonizados por distintos personajes.

Así volarás con Peter Pan al País de Nunca Jamás o viajarás con Buzz Ligthyear cuando, delante del dispositivo Kinect, se te demande realizar los movimientos que acompañan a la acción del juego. La mayoría de las pruebas están relacionadas con la velocidad y la precisión en los movimientos, así los pequeños deberán simular que vuelan (en el caso de acompañar a Peter Pan) y cuánto mejor lo hagan más puntos sumarán. Una forma excelente de hacer ejercicio en familia mientras se divierten de lo lindo y nos familiarizamos aún más con el mundo mágico de Disney.

Imaginación, creatividad y mucho movimiento

“Es un juego para los niños, pero también para los mayores. Nuestro objetivo era crear un juego familiar, y lo hemos conseguido”, asegura David Braben, desarrollador del juego. Kinect Disneyland Adventures es una herramienta fantástica tanto para desarrollar cualidades físicas como mentales en los niños.

Estimula la imaginación, la creatividad y por supuesto físicamente es genial, no paras de moverte”, apunta. Satisfecho con su trabajo, asegura que la tecnología que emplea Kinect, sin cables y sin mandos, es un paso más en una nueva revolución en materia de videoconsolas, “desde luego no será la última”. En cuanto al juego, asegura que su pasaje favorito es el de Buzz Lightyear: “hasta el infinito y más allá”.

Ser padres en un mundo digital

Convivimos con jóvenes y niños del siglo XXI. Escuchamos que son de una comunidad, de una red social, hablan de un blog o dicen que tienen 500 amigos en la red… Están viviendo una revolución que se nos escapa.

La integración de las nuevas tecnologías en el aula, sumada a una generación de niños y jóvenes que han nacido rodeados de tecnologías en su vida diaria, ha provocado una brecha digital entre padres e hijos. La necesidad de que los padres y tutores cumplan con su papel fundamental en la formación y aprendizaje de los menores exige el conocimiento y aprendizaje de estas tecnologías desconocidas para muchos de nosotros.

Manual práctico

El libro Ser padres en un mundo digital descubre, a padres y educadores, de forma sencilla y con un enfoque práctico, qué tipo de ordenador comprar, cómo utilizar los recursos de Internet, para ayudar a nuestros hijos y/o alumnos, el papel de los padres y docentes en las redes sociales, ventajas y riesgos de los teléfonos móviles, la vigilancia y protección de nuestros menores en Internet: riesgos y comportamientos sospechosos, todo ello acompañado de numerosos modelos y experiencias prácticas de éxito.

Este manual editado por Anaya Multimedia está escrito por dos jóvenes profesores de la Universidad Autónoma de Madrid, Melchor Gómez García y José Ignacio Solís Ferreras. Su lectura ayudará a comprender conceptos como blog, foros, chats, etc. No debemos olvidar las recomendaciones que incluye para proteger a los menores de los riesgos de Internet, así como la protección de nuestro ordenador casero y los datos que éste contiene. Asimismo es un manual indicado para todas aquellas personas que siguen llenas de dudas sobre Internet o los que quieren empezar a ponerse al día con las nuevas tecnologías.

Ficha técnica

Título: Ser padres en un mundo digital
Autores: Melchor Gómez García y José Ignacio Solís Ferreras
Editorial: Anaya Multimedia
Precio: 25,90€
415 páginas