IGNASI DE BOFARULL: "El ocio de satisfacción produce tanto gozo como el consumista"

Uno de los empeños de las familias es lograr que el tiempo de ocio no cree problemas, sino que sea un factor de cohesión y de enriquecimiento. Ignasi de Bofarull, que se dedica a la docencia y a la orientación familiar, aborda este asunto en su libro, Ocio y tiempo libre: un reto para la familia.

Autor: Ignacio F. Zabala

Pregunta. Cuenta en su libro que las familias que organizan bien su ocio, salen fortalecidas y obtienen muy buenos resultados. ¿Es gente con más tiempo que los demás? Los niños son insaciables…
Respuesta. No son familias con más tiempo. Son familias que gestionan su tiempo con criterio. Los padres trazan planes con mucha antelación, saben compatibilizar su descanso con el de sus hijos. Se apoyan en otras familias que apuntan en la misma dirección. Primeramente han trabajado la autonomía en el tiempo libre de sus hijos. Sus hijos se entretienen en aficiones que no exigen que los padres estén permanentemente encima. Han cultivado las amistades de sus hijos. Han buscado y encontrado lugares de confianza donde sus hijos lo pasan bien. Un ejemplo es el de las familias que salen juntas con los hijos y que comparten un club deportivo social. Allí se hace deporte según edades y luego comen todos juntos y estrechan lazos. La amistad entre los hijos y la amistad entre los padres acaba redundando en la coherencia educativa de cada familia.

P. Es frecuente oír que, para evitar problemas, hay que acompañar a los hijos cuando ven la televisión o utilizan internet o videojuegos. ¿Pueden los padres sacar tiempo para todo eso?
R. La televisión e internet deben tener unos horarios de visionado y utilización prudentes. Si se organizan horarios y se seleccionan contenidos es fácil que haya más tiempo para compartir películas de vídeo o DVD (dos a la semana, por ejemplo). Películas conocidas y oportunas en las que el visionado compartido permite extraer conclusiones y valoraciones educativas. El ordenador, la consola y la televisión no deben estar en el cuarto de los hijos, sino en un lugar de paso. A veces las actividades de los padres no permitirán acompañar a sus hijos mientras utililzan internet o videojuegos, pero estando en casa se puede ejercer una implícita orientación. Es decir: al usarse el ordenador o la consola en el salón-comedor de la casa, en horarios razonables y pactados, los hijos son invitados a una cierta autorregulación. Siempre es bueno, a veces difícil, que uno de los dos padres esté en casa para recibir a los hijos del colegio. Y si no es posible se debe delegar en un adulto de mucha confianza. Nunca solos en casa.

P. El ocio está en manos del mercado. Uno de los elementos de su propuesta de «nuevo ocio» es el ocio austero. Pero montar en kart es francamente divertido…
R. En el libro hablo de dos tipos de ocio que se deben complementar: el ocio de diversión y el ocio de satisfacción. El mercado está muy presente en el ocio de diversión (montar en kart, una cena familiar sabrosa, buenas películas o un parque temático…). Lo podemos pasar muy bien con los productos que nos ofrece, pero sin dejar que esos productos invadan nuestra vida. Y no invadirán nuestra vida si sabemos colocarlos en una periodicidad sobria. Eso será posible si hemos alimentado la alternativa: el ocio de satisfacción. Este ocio es desde luego más esforzado, más exigente, que pone en juego actividades cognitivas, motrices, ingenio, habilidades sociales. Y produce tanto gozo o más que el ocio más consumista. Ejemplos: excursiones, teatro improvisado, juegos de mesa, deportes, escuchar y cantar canciones, fiestas entre varias familias con alguna actuación o «numerito». De nuevo vemos que las familias juntas se apoyan y se fortalecen.

P. En cuanto a los lugares, los grandes centros comerciales reúnen en un único lugar gran parte de la oferta. ¿No es esto una ventaja?
R. Me remito a la respuesta anterior: una tarde de sábado se irá a la bolera o a ver la última entrega de Harry Potter en un gran centro comercial. Pero muy de vez en cuando. Otros fines de semana los invertiremos en ese club social deportivo y familiar, que se debe amortizar bien, o un encuentro familiar en un local de la comunidad de vecinos donde caben cosas para todas las edades y gustos. Desde luego encontrar el local será la clave. De nuevo hemos de hablar de familias mancomunadas con imaginación y una creativa gestión del tiempo libre: si se sientan, con datos e información, cinco matrimonios a imaginar planes, para el ocio de sus hijos, en una tormenta de ideas, saldrán un montón de iniciativas. La clave es pararse a pensar.

P. Dice que el «nuevo ocio» se fragua durante los primeros años de la infancia de los hijos. ¿Cuándo es tarde para plantearse dar un giro al ocio de los hijos y que sirva para unir a la familia?
R. Se fragua de los 0 a los 6 años. A esas edades se enseña al niño (y a los hermanos) a ser autónomo, Es el momento de invitarles a crecer en juego simbólico: a construirse sus propios juegos.

LIBROS: Un ordenador seguro en casa

Autor: M.S.E

Lamentablemente todo ordenador conectado a internet puede representar un grave riesgo para la infancia y, por eso, los padres no pueden permitirse el lujo de dejar que sus hijos campeen a su aire y sin supervisión por la Red.
Este libro recientemente editado por Pearson (2005) ayuda a los padres, aunque no sepan nada de ingeniería informática, a proteger a sus hijos y a mantener el ordenador libre de virus, correo basura, espías y otras plagas de internet. Además, sus autores, Eva Martín y Juan F. Marcelo, dan sencillos trucos para evitar intrusos en el ordenador de casa y, de algún modo, blindarlo ante posibles amenazas.
El libro va acompañado además de un CD-Rom con programas gratuitos y de uso libre que son recomendados en el propio libro y que sin duda ayudarán a los padres a acercarse un poquito más a las herramientas de bajo coste que ayudan a tener un ordenador seguro en el salón de casa.

CINE: Narnia por partida doble

Autor: S.L.L

Aunque quizás no muy conocidas en España, las Crónicas de Narnia –una serie de siete novelas obra del escritor C. S. Lewis– cuentan desde su publicación con más de 60 millones de lectores en todo el mundo y constituyen en los países de habla inglesa un auténtico clásico de la literatura infantil y juvenil.
El gran momento que el cine fantástico familiar ha experimentado en los últimos años (con títulos como Harry Potter, Spy kids o Lemony Snickets) animaron a la Disney a intentar la adaptación del primer volumen de la saga, El León, la bruja y el armario, film que en caso de tener éxito podría abrir el camino para posteriores continuaciones.
La película emplea un trabajado diseño de producción y cuidados efectos digitales para dar vida a los paisajes de Narnia y las fantásticas criaturas que la habitan, y –al contrario que el último Harry Potter– su trama apuesta por todos los públicos, aunque no se libra de tener alguna escena (la del sacrificio de Aslan) quizás bastante impactante para los niños de menor edad.
Pero no sólo podemos disfrutar de Narnia en la pantalla grande. Entre 1988 y 1990 la BBC realizó tres ambiciosas miniseries que cubrían los cuatro primeros volúmenes de la saga.
Aprovechando el previsible tirón de la película de la Disney esta producción británica está ahora disponible en nuestro país en un lujoso cofre con cuatro DVD, constituyendo un magnífico regalo para los más pequeños de la casa.

ATRACCIÓN DIDÁCTICA: Aprende el cuerpo humano

Autor: M.S.E

Dirigida a niños entre 5 y 16 años, a familias y a educadores, La Mujer Gigante recorre España como un vehículo innovador de divulgación didáctica que permite un aprendizaje fácil y ameno del funcionamiento del cuerpo humano, utilizando un lenguaje y unos contenidos adecuados a cada edad y de manera interactiva.
La Mujer Gigante permite adentrarse y observar fieles reproducciones de órganos vitales, así como mostrar los beneficios de los medicamentos en la lucha contra virus y bacterias.
La Mujer Gigante está en posición horizontal y sus dimensiones son 23 veces su tamaño real. De hecho, sus impresionantes medidas de 38 metros de largo, 8 metros de ancho y 7 metros en su parte más alta supone un recinto cerrado de aproximadamente 3.000 m3, con espacios reservados para stands.
El interior de la Mujer Gigante está formado por siete escenarios ambientados con efectos especiales de luz y sonido, movimientos de robótica y animatrónica. Cuenta además con situaciones imprevistas dramatizadas. Todo para conseguir un completísimo espectáculo que sorprende a pequeños y mayores.
Los visitantes en todo momento irán acompañados del médico personal de La Mujer Gigante, el Dr. Bueno, quién hará la narración y dará la oportunidad de interactuar en los escenarios del recorrido. Los siete escenarios (2 externos: el 1º y el 7º, y 5 internos) que forman la aventura didáctica son los siguientes:
El primer escenario da la impresión de unidad de esterilización. Se explica al público el recorrido y los aspectos más importantes, se les provee de batas y gorros de quirófano y un efecto de humo que cae sobre ellos les esteriliza. La cabeza de La Mujer Gigante es la entrada al espacio virtual. Entre la cara interior de la mejilla y las encías, se observan los dientes como estructuras vivas, la lengua con sus papilas gustativas y las amígdalas. Desde ahí y gracias a una incisión realizada en el paladar, se pueden observar las fosas nasales, globos oculares, nervio óptico, arterias y venas, oídos, cerebro, cerebelo y médula espinal.
Así, poco a poco, los visitanrantes recorren los pulmones, el abdomen y el resto de partes del cuerpo humano femenino, conociendo el sistema circulatorio, el respiratorio, etc.
El efecto mas importante es el nacimiento del bebe, que se logra con la participación de un muñeco del tipo animatrónico, que realiza movimientos de ojos, parpados, boca, labios, frente, mejillas, cuello, cabeza y en el momento del parto estira las piernas para poder salir del útero.
El diseño de la estructura de La Mujer Gigante ha tenido en cuenta la facilidad de acceso y desplazamiento de personas con discapacidades físicas y psíquicas.

VIDEOJUEGOS pistas para padres

La industria de los videojuegos está conociendo una expansión
espectacular. Atraen sobre todo a niños y jóvenes,
por lo que muchos padres se preguntan si esta nueva forma
de entretenimiento es beneficiosa o perjudicial para sus
hijos. No se puede dar una respuesta simple, pero no resulta
tan difícil ofrecer algunas indicaciones con vistas a un
uso razonable y provechoso.

Autor: Miguel García

Los videojuegos suponen una nueva forma de concebir el entretenimiento, en un
«entorno» de gran atractivo visual donde el usuario pasa de mero espectador a
protagonista de la acción. La imagen, el sonido e incluso las sensaciones pasan
a ser «interactivas» y cobran vida en este nuevo «mundo digital».
Los padres
que se preguntan por los perjuicios o beneficios que los videojuegos puedan
tener para sus hijos cuentan con algunas pistas. Eusebio Mejías, director
técnico de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción, afirma: «Un uso
razonable de los videojuegos sirve para la estimulación de determinadas
funciones psicomotrices y de agilidad de reflejos». Pero también advierte: «No
cabe duda de que si el usuario permanece seis horas delante de un ordenador, va
a tener problemas posturales, ergonómicos y de la vista».
Otro temor es que
la afición a los videojuegos lleve a una especie de aislamiento. En efecto,
Mejías señala que este tipo de entretenimiento implica poca interacción social y
presenta el riesgo de que ocupe demasiado tiempo en la niñez o la adolescencia,
que son etapas de desarrollo. Además, hay juegos de contenidos nocivos.
Pero
no hay por qué recelar a priori de los videojuegos, ni asustarse de que el niño
dedique demasiado tiempo al principio, señalaba hace tres años Juan Alberto
Estallo, psicólogo del Instituto Municipal de Psiquiatría de Barcelona: «Hay
estudios que muestran que al entrar en contacto por primera vez con los
videojuegos el chico experimenta un periodo de unas cinco semanas de uso
indiscriminado, tras las cuales inevitablemente disminuye hasta estabilizarse al
llegar al tercer mes». En suma, Mejías aboga por educar en el uso de los
videojuegos, lo que exige conocerlos. «Los padres suelen ser ajenos a este mundo
y no debería ser así; igual que van al cine con sus hijos, deben jugar a la
consola con ellos».

CALIFICACIÓN

Además
de estas orientaciones generales, los padres tienen a su disposición otras más
precisas. Al igual que otros medios de diversión, el videojuego se encuentra
regulado por edades según la temática. La industria europea del software de
entretenimiento ha elaborado el código de autorregulación PEGI (Pan European
Game Information: www.pegi.info), que establece una clasificación por edades
para videojuegos. PEGI es válido en 16 países europeos: Noruega, Suiza y todos
los que formaban la Unión Europea antes de la última ampliación, excepto
Alemania.
Así, antes de comprar cualquier juego, es importante comprobar la
calificación por edades (3+, 7+, 12+, 16+ o 18+), bien visible en un cuadro de
fondo negro, y también los iconos. Éstos indican contenidos específicos y
corresponden a seis categorías: «violencia», «lenguaje soez», «miedo» (el juego
puede asustar a los pequeños), «sexo», «drogas» y «discriminación» (racismo, por
ejemplo). La calificación por edades depende de los contenidos específicos. Por
ejemplo, en un juego para niños mayores de 3 años sólo se admite «alguna
violencia en un contexto cómico»; uno de la categoría siguiente (mayores de 7
años) puede incluir «violencia ocasional hacia personajes fantásticos no
realistas», «imágenes o sonidos que puedan producir miedo a los chicos pequeños»
o «desnudez en un contexto no sexual».
Pero ningún sistema de calificación
puede sustituir el criterio de los padres. Por eso, a la hora de elegir un
videojuego debemos tener en cuenta el sentido común. Tan importante como
seleccionar el juego es establecer unos tiempos de uso y jugar con
él.

VIDEOJUEGOS APTOS
PARA TODOS LOS PÚBLICOS


ACCIÓN
Los preferidos son los de «primera
persona» donde la cámara sigue al jugador, que se convierte en el
protagonista.
MOTOR
Es el
género más polivalente e incluye títulos como TrackMania Sunrise (excelente para
todas las edades) o Formula One 2005 de Sony, que tiene todos los derechos del
campeonato mundial de F1 en exclusiva. Por su parte, BurnOut Revenge (PS2)
premia la actitud más violenta y competitiva para enviar vehículos al
desguace.
ESTRATEGIA
La
gestión y la optimización de recursos, así como el empleo de la táctica para
resolver distintos objetivos, convierten el género de estrategia en uno de los
preferidos por los jugadores de PC. Algunos videojuegos como Age Of Empires III,
Warcraft 3 y Héroes of Might and Magic son los clásicos de estrategia
fantástica, junto a Comandos, de estrategia militar.
ROL
Es el jugador decide si se alinea con el
lado del bien o el del mal como en Star Wars.
DEPORTIVOS
Los juegos «deportivos» normalmente
son aptos para todos los públicos. Crear una alineación excelente y «participar»
en un partido de fútbol, o en unas olimpiadas, e incluso mejorar nuestro «par»
en el golf son sólo algunas de las inmensas posibilidades que ofrece este
género. Uno de los nombres más populares entre los juegos de fútbol es FIFA 06.
A fecha de hoy también resuenan títulos como Pro Evolution Soccer, FIFA Football
2005, NBA Live 2005, Virtual Tennis…
SIMULACIÓN
Otro de los principales géneros es
la «simulación». Siempre que se nombra, la mayoría de la gente piensa en
simuladores de vuelo, de trenes, de submarinos… pero en este género se abarcan
numerosas facetas, incluso la vida misma. Los simuladores de «máquinas» están
más preparados para la gente adulta, por su complejidad más que por su
calificación moral, salvo los automovilísticos. A veces, a medio camino entre la
acción y el «Arcade», los simuladores de conducción suelen ser totalmente aptos
para todos los públicos. Entre los mayores exponentes se encuentran Gran Turismo
(3+), Pro Race Driver (12+) o Need For Speed» (12+), por citar algunos ejemplos.
Existe una «nueva» modalidad llamada «simulador social», íntimamente relacionada
con la estrategia. Normalmente trata de poner a disposición del usuario las
acciones cotidianas de un personaje que se relaciona con el medio en que se
encuentra. Puede interactuar con la «sociedad». Eso sí, suelen «esconder»
temáticas bastante adultas.

Hedonismo y familia, valores para los jóvenes

Autor: MARTA SERRANO

¿Quién se atreve a decir que los jóvenes son rebeldes, inconformistas y reivindicativos? Según un reciente estudio elaborado por la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción, el Instituto de la Juventud (Injuve) y la Obra Social de Caja Madrid, los jóvenes entre 15 y 24 años saben que la sociedad los considera así y lo aceptan pero corrigen la imagen que los medios de comunicación dan de ellos. «Se sienten cargados de energía y asumen su responsabilidad y hedonismo».
Según la investigación Jóvenes y política. El compromiso con lo colectivo, no se ven a sí mismos como inconformistas o reivindicativos, sino instalados en una estructura social que no les inquieta especialmente y que sienten no poder modificar.
Para ellos «ser joven» pasa por vivir una etapa existencial cuyo horizonte se limita a preparar la futura incorporación en el mercado laboral, que imaginan difícil. Por otra parte, la diversión y la explotación del presente se convierten en un «banco de pruebas» de la energía juvenil.
El equilibrio entre disfrutar y prepararse para el futuro sería el atributo del joven integrado porque saben que terminarán siendo adultos y entonces ya tendrán tiempo de ocuparse de cosas que ahora no les son propias, mientras ahora se sienten en cierto modo como irresponsables frente a su propia conducta. El hedonismo y la familia conforman sus valores máximos en una escala en la que pierde importancia tanto el compromiso político como los valores de tipo religioso. El estudio los clasifica en función de sus posturas personales respecto a la actividad social y el compromiso político. Son: indiferentes (28,6%), escépticos (21,2%), de partido (21,3%), proactivos (17,9%) y apolíticos (11%).

Abre los ojos a la música de tus hijos

En esa búsqueda de una personalidad propia que es la adolescencia, la música puede
jugar un papel esencial. Por desgracia, el salto generacional impide a muchos padres
entender los sonidos que escuchan sus hijos, a los que muchas veces niegan la propia
condición de «música». El debate viene de lejos. El jazz, el rock, los Beatles mismos…
Todos levantaron en su día polémicas de todo tipo y fueron tildados por muchos
de mero «ruido».

Autor: RODRIGO SANTODOMINGO

«¡Pero qué demonios estás escuchando!». «¡Éso ni es música ni es nada!». «¡Te
prohibo terminantemente…!». El padre se desgañita criticando el nuevo disco
del grupo favorito de su hijo. Éste le mira con una mezcla de rabia y compasión.
«Pobrecito», piensa, «está mayor…».
Generación tras generación, la escena
se repite en muchos hogares. Es casi ley de vida: cada época tiene su(s)
música(s), nuevos formatos que enamoran a los más jóvenes y exasperan a los
mayores. ¿Recuerdan cuando los Rolling Stone eran calificados
de satánicos, corruptos y degenerados? También le pasó a Elvis
Prestley
, y a Bob Dylan, el jazz, el
blues,…
Hoy son clásicos por todos respetados, aunque en su día
fueran considerados engendros que llevarían a la «verdadera» música a un
callejón sin salida. Los rolling, beatles y prestleys de aquel entonces
no han desaparecido sencillamente han cambiado de nombre. Ahora se llaman
Eminem, System of a Dozwn, SFDK o
Rosendo.
Pero no todos los chavales de hoy en día escuchan
grupos, digamos, polémicos. También hay incontables adolescentes que prefieren
sonidos para todos los públicos y sensibilidades. Aquí la cuestión no es
transigir, sino más bien explorar las posibilidades de compartir gustos con
nuestros hijos, un filón inagotable para ganarnos su confianza y respeto. Ahí
están, por ejemplo, Amaral y U2, dos bandas
que podrían servir como banda sonora casera en cualquier tarde de
domingo.

DANCE

Trance, progressive, ambient,
techno, makina, hardcore, drum & bass…
Aunque todos estos términos te
suenen a chino, seguro que tu hijo los conoce si empieza a ser asiduo de las
discotecas. Categoría que en las últimas dos décadas ha diversificado sus
sonidos y sub-estilos hasta la locura, dance music (música de baile) es
el nombre más habitual para referirse a todo lo que se pincha en las discotecas
y ha sido elaborado sirviéndose de aparatos electrónicos. Por afinidad
discotequera, podemos incluir en esta categoría a la fiebre de última hora: el
reggaeton y sus ritmos calentitos.

Muchos mitos rodean a un
universo musical que algunos aún se empeñan en uniformar bajo la etiqueta de
«bakalao». Que si no es música, que si todo el que la escucha es consumidor de
drogas químicas… Respecto a esto último, desde luego que el hecho de que un
conocido pinchadiscos se haga llamar DJ Pastis no ayuda en absoluto. Pero
también tenemos a Moby, un norteamericano que triunfa en las
pistas de todo el mundo y hace gala de no fumar, no beber y no tomar drogas. En
cuanto a la calidad musical, la verdad, sobre gustos los colores. Pero lo cierto
es que en las discotecas que se dirigen a los adolescentes suelen programar lo
peor de una amplia gama. En estos lugares, la receta son ritmos machacones, voz
estridente femenina que siempre parece la misma y un extraño parecido entre
todos los temas. Ya conocerán otras cosas…

POP-ROCK

Cajón de sastre para incluir a
todo tipo de grupos, el poprock se define más por lo que no es que por unas
características comunes. En España, algunas de las formaciones con más tirón
entre los chavales son Estopa, El Canto del Loco, Amaral o La Oreja de
Van Gogh
. Los primeros tienen la suerte de ser –amén de buenos músicos–
simpáticos y bastante lucidos, con lo que arrastran a legiones enteras de
quinceañeras. Los segundos apuestan por los temas pegadizos con letras frescas e
intrascendentes, un filón para el público pre-universitario. Por su parte,
Amaral encarna probablemente la gran revelación de la música
española en los últimos años. Pareja chico-chica, melodías envolventes y
personalidad propia… Una fórmula de éxito garantizado: no es extraño que guste
a hijos y padres por igual. Respecto a los donostiarras con nombre de pintor
maldito, sus letras inocuas y su imagen cándida garantizan que nunca serán
censurados ni por el progenitor más severo.

Fuera de nuestras fornteras
encontramos dinosaurios que, gracias a su capacidad para reinvertarse, aún
mantienen su poder magnético sobre el público más joven, caso de
U2 o Madonna. Pero hay muchas caras nuevas que
vienen pegando fuerte y que se han ganado un hueco en los oidos de los
adolescentes. Coldplay o Shakira son sólo
algunos.

RAP – HIP
HOP

Uno de los estilos rebeldes por antonomasia.
Germinado en los guetos negros de EEUU como forma de autoafirmación sin
especiales connotaciones violentas, el rap o hip-hop (sinónimos con algunos
matices) se ganó muy mala fama a finales de los 80 y principios de los 90 con el
surgimiento del gangsta-rap (rap de gangsters). Sus letras se llenaron entonces
de odas a la delincuencia impune, comentarios ofensivos para todo el que no
fuera negro y varón, y una actitud decididamente anti-sistema que despertó
encendidos debates sobre la libertad de expresión en EEUU.

Pero la cosa
ha cambiado. El rap es en la actualidad una música de masas consumida por todo
tipo de públicos y elogiada por políticos de diverso pelaje como expresión
artística que cruza fronteras y fomenta la interculturalidad. Hasta hace poco
casi inédito en la escena musical española, el hip-hop nacional vive ahora un
proceso de ebullición sin precedentes. Grupos andaluces como
SFDK o Tote King, catalanes
como Mucho Muchacho o aragoneses como Los Violadores
del Verso
… Mujeres como Mala Rodríguez o
Ari… Todos son auténticos ídolos para miles de adolescentes
españoles que ven en las letras combativas y la gesticulación chulesca del rap
una excelente forma de canalizar sus ansias por despegarse de la
infancia.

En el extranjero, Eminem se ha erigido en la
gran figura de esta década. Carismático como pocos, el chico de Detroit se ríe
de todo con inteligencia y dosis inagotables de un talento a prueba de
bombas.

COMERCIAL

Que
nadie se ofenda. Bajo esta categoría incluimos a grupos y solistas en los que la
imagen del artista pesa tanto o más que la calidad de su música, aunque esto no
quiera decir que el talento quede completamente desterrado . En otras palabras,
comercial es aquel estilo en el que es muy difícil triunfar si uno no dispone de
una percha más o menos aceptable (pensemos en Enrique Iglesias,
Ricky Martin…). Por supuesto, aquí entran todos los
triunfitos (concursantes de Operación Triunfo), un colectivo compuesto por
productos de usar y tirar donde la permanencia en lo más alto se limita a
contadas excepciones: David Bisbal, Chenoa y David Bustamente.
Curiosamente, todos los finalistas de la primera edición menos
Rosa, una ganadora, por desgracia, excesivamente voluminosa. El
resto sacan uno, dos o (como mucho) tres discos y se evaporan. Como es sabido,
el triunfito encuentra su principal cantera de fans entre los chavales 12-17
años con escaso criterio musical: tan pronto les aclaman como les dan la espalda
en cuanto pasa el furor inicial.

Si en España OT casi monopoliza la
música comercial para adolescentes, allende nuestras fronteras el formato por
excelencia son los grupos de guapitos y guapitas tipo N´ Sync
(herederos de los Backstreet Boys) o
Sugarbabes (idem de las Spice Girls). Pero la
reina indiscutible del negocio es Britney Spears. Un peldaño
más abajo encontramos a Cristina Aguilera,
Usher o, en versión chica mala, Avril
Lavigne
.

ROCK
DURO

No son pocos los chicos y (cada vez más) chicas que
se apuntan a los sonidos más duros en cuanto cruzan la frontera de la pubertad.
Junto al rap, el rock en sus vertientes más cañeras es el gran refugio de los
espíritus juveniles disconformes. Consejo para padres preocupados: aunque es
cierto que hay grupos de rock duro que lanzan mensajes violentos e incluso hacen
de la provocación su bandera (véase Marilyn Manson), la mayoría
de los conocidos como heavies son pacíficos por definición, y en muchos casos
hacen gala de una fuerte conciencia social e incluso de un romanticismo casi
decimonónico.

Dentro de nuestras fronteras, el gusto más extendido en los
últimos años se debate entre el rock callejero estilo Rosendo,
Extremoduro o Albertucho
, y las ensoñaciones esotérico-medievales de
El Mago de Oz y otras bandas similares. Con su pinta de
trovadores contemporáneos, los últimos se han comido literalmente el mercado
juvenil a base de letras de piratas, caballeros y otros aventureros de épocas
pasadas.

Fuera de España hay mucha más variedad, pero existen dos grupos
que se disputan la primacía entre la audiencia adolescente. Green
Day
han conseguido aburguesar el punk hasta extremos insospechados: en
sus conciertos de EEUU ya puede verse a niños de 12 años acompañados de sus
padres. Por su parte, System of a Down gusta a la chavalería,
pero también a paladares más maduros. Son cool (que molan), innovadores,
directos y además luchan por causas perdidas en todo el mundo. Apuesta ganadora,
qué duda cabe.

MÚSICA DE Y PARA
NIÑOS

Si bien la mayoría de los grupos mencionados en
este reportaje no se dirigen sólo a los adolescentes (simplemente estos son una
más entre sus diferentes tipos de audiencia), la industria discográfica también
ha creado a lo largo de la historia múltiples productos con niños como
protagonistas y expresamente dirigidos al público infantil.
Los pioneros
fueron Marisol y Joselito, dos encantadores
infantes con voz de ángel que pusieron el toque tierno a una época oscura.
Ya
en la democracia, el primer pastel se lo repartieron Parchís y
Enrique y Ana. Colores vivos, letras naïf y pop ñoño y marchoso
situaron a ambos en los primeros lugares de las listas de ventas durante los
últimos años 70 y primeros 80.
En los últimos 20 años, la música hecha por y
dirigida a niños ha corrido de la mano de las modas del momento. En los 90,
Francia sorprendió al mundo poniendo sobre el escenario a un mico de apenas dos
o tres años que cantaba, a ritmo de tecno, una canción titulada, como no podía
ser de otra forma, «Bebé».
Puede que el caso del pequeño galo pusiera de
manifiesto los excesos de la canción infantil. La cuestión es que durante un
tiempo el formato del cantante pre-adolescente perdió fuelle, pero no por muchos
años.
Ya en este siglo, tres niños han vuelto a poner de moda un fenómeno que
en la actualidad parece apuntar al alza. Son Melody,
Raulito y la archiconocida María Isabel. Los
tres explotan quizá más que sus antecesores el filón del niño jugando a ser
mayor.
La primera se ha hecho mayor y, al parecer, deja de interesar: hace
tiempo que no sale en los medios. El segundo fue moda de un día: salió en unos
cuantos programas de televisión, dio unas vueltas al estilo Chayanne y se fue
por donde había venido. La que más ha calado es sin duda María Isabel y su
Antes muerta que sensilla. Todo apunta a que habrá María Isabel para
rato…
El asunto de los niños cantantes despierta multitud de debates: ¿es
explotación infantil? ¿quién garantiza la escolarización de estos niños? ¿quién
se lleva los beneficios? ¿se les está privando de su derecho a tener infancia?
Opiniones, hay para todos los gustos.

La anorexia ataca cada vez más pronto

Inmigrantes, preadolescentes, varones, mujeres e hijas de anoréxicas
son la nueva generación de afectados por los trastornos de la alimentación.
Frente a la anorexia, la obesidad y la bulimia (atracones y vómitos)
serán las enfermedades del futuro. La prevención debe empezar
cuanto antes y continuar durante la adolescencia.

Autor: MARÍA MIRET

La anorexia tiene nuevas víctimas y, sobre todo, ataca cada vez más a población muy joven.
Por un lado, los inmigrantes constituyen un núcleo de población de riesgo para padecer trastornos de la alimentación. Tienen hábitos alimenticios y una estética diferentes que aún no conocemos, pero lo que sí sabemos es que los niños y adolescentes inmigrantes están solos muchas horas en casa, por lo que nadie les organiza las comidas. Por todo ello padecerán sobre todo conductas del descontrol como la bulimia. Así lo considera la doctora Graell Berna, psiquiatra adjunto del hospital Niño Jesús, de Madrid, y lo saben muy bien en la Asociación de Defensa de la Atención a la Anorexia Nerviosa y Bulimia (Adaner), donde los casos que más reciben en la actualidad son de «población inmigrante de habla hispana».

Otra tendencia que se observa desde hace 4 ó 5 años en todos los países occidentales es que se ha reducido la edad pico de inicio del trastorno de alimentación. Entre las niñas, «antes el pico era 14-15 años y ahora se sitúa en los 13-14, es decir, ha bajado uno o dos años», explica la doctora. Además, un estudio realizado por la Universidad Jaume I (UJI) revela que conductas de anorexia o bulimia que eran detectadas en adolescentes mayores de 15 años ahora son frecuentes en niños de 11. Asimismo los investigadores del departamento de Psicología Básica, Clínica y Psicobiología de la UJI entrevistaron a 819 alumnos de entre 11 y 14 años de 14 centros escolares de la Comunidad Valenciana y les preguntaron sobre sus hábitos y actitudes con la alimentación y el control del peso. Un 67,8% de los niños controlan su peso regularmente, casi el 40% reconoce que evita ciertos alimentos que engordan y un 72% realiza ejercicio no como una actividad lúdica, sino para quemar calorías. Además, más del 17% se ha sentido alguna vez tan mal por su aspecto que ha llegado a llorar por ese motivo, un 7,3% intenta vomitar después de haber comido mucho y un 4,2% toma laxantes.

Asimismo, según el estudio auspiciado por el Gobierno norteamericano un número alarmante de menores recurre desde los 9 años a los esteroides utilizados por los deportistas, pero en este caso para adelgazar. Según Charles Yesalis, profesor de salud y desarrollo humano en la Universidad Estatal de Pensilvania, nos encontramos ante «el mayor índice en la historia» de consumo de estas sustancias.

No obstante, la doctora Graell Berna opina que la situación no es aún dramática en nuestro país y considera que la reducción en la edad de la anorexia se debe, en primer lugar, al diagnóstico precoz por parte de los pediatras, que disponen de más información y, en segundo y más importante, a que los padres reconocen más los síntomas de la enfermedad y trabajan en la prevención.

RECETAS PARA CASA

1 Aségurate de que tus hijos hacen cinco comidas al día, empezando por un buen desayuno. La merienda también es importante. Que coman de todo un poco. Que coman sentados, acompañados por un adulto y sin prisas. Si puedes, haz al menos con ellos una comida al día y con la televisión apagada.
2 Que hagan deporte: en grupo con amigos, bajo supervisión de un entrenador y… ¡para divertirse! Nunca debe hacerse ejercicio físico por obligación, y menos para adelgazar.
3 Ayúdales a respetar sus cosas y las de los demás, a cuidar de sus amigos y enséñales también a defenderse sin ser por ello agresivos ni pasivos.
4 Deben tener una actitud crítica ante la publicidad y puedes ayudarles a expresarse con los demás y a tener una opinión propia: que no le laven el cerebro.
5 Ayúdales a que se atrevan a ser diferentes. Si te sientes feliz por dentro se te notará por fuera y estarás aún más guapo. Si crees que alguien de la familia tiene un problema de peso, lo mejor es ir al médico.
6 Los amigos están para compartir los problemas. Cuídales y deja que cuiden de tí y los tuyos. Si un amigo cae enfermo, no le etiquetes ni le aísles. Escúchale y ayúdale en sus estudios, pero no le imites: convéncele para que le cuente a sus padres lo que le pasa.
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Si eres tú el enfermo, conserva a tus amigos, acepta el tratamiento y, sobre todo: no olvides que la anorexia se puede curar.

El retraso escolar esconde a veces un niño disléxico

Tras el concepto de retraso escolar se esconden muchos
alumnos con dislexia u otras dificultades de apredizaje
no diagnosticados a tiempo. Son los famosos «vagos»
que sufren un auténtico calvario cuando saben que sus
padres y profesores piensan que no quieren aprender.
Sus dificultades en lectoescritura son ya un síntoma.

Autor: SILVIA SABATÉS

La dislexia no es una enfermedad, por lo tanto no es algo que haya que curar. La
dislexia es una inhabilidad lecto-escritora y a veces también una inhabilidad en
la asignatura de matemáticas, por lo tanto es algo que se puede corregir y que
aparece en el niño cuando comienza a aprender la abstracción del símbolo o
letras y números. ¿Por qué?

Porque es algo que tiene que ver con la forma
de aprender del ser humano. Hay personas que aprendemos con el sonido de las
palabras y otras mediante imágenes. Estas últimas, son las que tienen más
posibilidades de desarrollar dificultades de este tipo.

La habilidad para
aprender mediante imágenes la desarrollan más o menos como a los cinco años, por
lo que es muy importante a esas edades enseñar los símbolos o la abstracción de
las letras de forma visual, auditiva y gráfica, asegurándonos de que el niño
relaciona bien el sonido de esa letra con su imagen y todas las posibles grafías
de la misma.

Cualquier sistema que se aleje de estos principios
ocasionaran el fácil desarrollo de una dislexia.

Algo parecido ocurre con
las Matemáticas porque el dígito no deja de ser un símbolo. Este símbolo
abstracto hay que relacionarlo con algo concreto, algo que los niños puedan ver
y tocar. Ellos aprenden mejor así, es decir, ellos aprenden desde sus
habilidades, no desde sus inhabilidades.

SABER ENTENDERLOS

Los disléxicos unas veces
son capaces de hacer las cosas bien por la mañana y lo mismo por la tarde
hacerlo mal. Con presión y prisa funcionan mal aunque sepan las respuestas.
Desconciertan mucho a padres y educadores, por eso se piensa muchas veces que
son vagos, también se dice que son inmaduros.

Pero la realidad es que en
la mayoría de los casos son niños que trabajan seis veces más y rinden seis
veces menos. ¡Cuántos son los padres que dicen; «se sabía la lección al dedillo
y llegó la hora del examen y le suspendieron, no supo qué contestar». La pelota
del problema se la pasan los maestros a los padres y los padres al
niño.

La vuelta del colegio es una tortura con los deberes y la casa se
convierte en un infierno. Si no entendemos lo que le pasa a nuestro hijo con el
tiempo acudiremos al especialista (psicólogos, logopedas, psicopedagogos, etc.).
Cuando se llega al especialista es ya porque los padres están hartos, cansados,
y, sobre todo, con mucho miedo e incertidumbre hacia el futuro escolar y laboral
de nuestro hijo.

Hoy por hoy sólo se puede saber si una persona es
disléxica por sus síntomas, y se puede afirmar que estos síntomas varían mucho
de una persona a otra, sobre todo en intensidad. Además algunos síntomas
desaparecen o son intermitentes y otros se mantienen. Un menor no tiene porque
tener todos los síntomas, pero siempre que tenga una dificultad lecto-escritora
o se detecten complicaciones con los números sería bueno atender al niño porque
conforme aumenten los contenidos escolares aumentan las
dificultades.

OBSERVAR
HÁBITOS

Los niños viven la situación con muchos miedos no
expresados, sienten una cierta desventaja frente al resto en el colegio, no se
sienten comprendidos y, todo ello, genera introversión, frustración, enfado,
absoluto desinterés por todo, que con la edad puede derivar en rebeldía y
violencia.

Para corregir la dislexia hay que actuar desde varios frentes
y con la colaboración de diversos especialistas. Pero en casa la función
primordial es de los padres. Pasar tiempo con ellos y que se sientan
comprendidos es primordial. Hay que observar sus hábitos y costumbres en casa
porque esa será la mejor pista para poder hacer las cosas
bien.

SÍNTOMAS ANTES DE LA
LECTO-ESCRITURA

– Torpeza psicomotriz fina como :
abrocharse cordones de zapatos, colorear… y gruesa como: bajar escaleras,
volteretas…
– Dificultad para los juegos de pelota
– Parece que no
escuchan, están en su mundo
– A veces falta de equilibrio
– A veces
dificultad en pronunciar determinados fonemas
– Otitis serosa de
repetición
– Distorsionan el sentido del tiempo, les cuesta aprenderse los
días de la semana, meses del año, ayer, hoy, mañana…

CARACTERÍSTICAS

– Su lectura es
entrecortada, silábica, imaginativa (se inventan palabras) se pierde de línea y
sigue con el dedo.
– A veces tienen falta de comprensión lectora, por lo
general en voz baja se enteran mejor que en voz alta.
– Dificultad para
comprender los problemas de matemáticas o aprenderse las tablas de multiplicar.
Despistes de llevadas, comienzo de las operaciones por el lado izquierdo.

Mala ortografía.
– En la mayoría de los casos su letra es irregular y en
ocasiones ilegible.
– Cometen omisiones, sustituciones e inversiones de
letras o palabras.
– El copiado de la pizarra se les dificulta.
– Agarran
mal el útil de escritura, sobre todo al principio.
– Posturas inusuales al
leer y escribir, se acercan demasiado o tumban su cuerpo con exceso de
movimiento en la silla.
– Dolores de cabeza, de estomago y a veces
nauseas.
– Son lentos en la ejecución de los deberes, convirtiéndose en una
lucha diaria y necesitan que alguien esté con ellos.
– Confusión de derecha e
izquierda.
– Mala orientación en el papel y en el giro de las letras y
números.
– Lateralidad cruzada.
– Tienen falta de atención selectiva, es
decir sólo cuando estudian o hacen los deberes les cuesta concentrase, son
dispersos.
– Muy imaginativos, creativos y sensibles.
– Autoestima
baja.
– Terrores nocturnos, miedos.
– A veces eneuresis (pis).
– A
veces se hacen los payasos de clase.