¿Vocación o empleabilidad? Esa es la cuestión

Y yo ¿qué estudio? Esa es la pregunta que estos días ronda por la cabeza de miles de jóvenes, ya que en apenas unas semanas se enfrentarán a la primera decisión relevante de sus vidas: decidir a lo que se quieren dedicar el día de mañana.

Ya está aquí la recta final del curso. Es tiempo de exámenes y de recuperaciones. De aprobados y de suspensos. Y de nervios muchos nervios. Sobre todo para los 705. 231 alumnos que han acabado el Bachillerato en nuestro país y que estos días realizarán la Prueba de Acceso a la Universidad. Un momento clave en la vida de todo estudiante, pues toca decidir qué estudios elegir. Y para muchos, sobre todo en estos tiempos de crisis laboral, es un auténtico dilema. La pregunta es sencilla: ¿Vocación o empleo? Ana Cobos, orientadora educativa y Presidenta de la Copoe (Confederación de Organizaciones de Psicopedagogía y Orientación de España) lo tiene claro: “Debe prevalecer la vocación por encima de todo. El estudiante debe decidirse por aquello que le apasiona, porque va a invertir tiempo, mucho esfuerzo y dinero. Además, el oficio con el que se ganará la vida en el futuro le debe entusiasmar, sino se convertirá en un profesional desmotivado y frustrado”.

Pasión por un oficio
Marisa Mariana orientadora educativa y presidenta de la Asociación Orientación y Educación Madrid, señala otro punto de vista: “Es cierto que la profesión que elijamos es para toda la vida y debe apasionarnos. Pero el camino hasta cumplir nuestro objetivo laboral suele ser largo y se puede compaginar con otros empleos que nos proporcionen recursos económicos. Eso sí, nunca debemos perder de vista nuestra meta profesional. Creo que se deben conciliar ambos factores: vocación y empleabilidad”.

Carolina Souza no tiene dudas acerca de lo que quiere estudiar. Esta estudiante de dieciocho años que se presenta a la Prueba de Acceso a la Universidad está entre dos carreras, pero todo depende de si le da la nota o no. “Me gustaría estudiar Enfermería, pero la nota que piden es muy alta (un 11 sobre 14). Mi otra opción es hacer Magisterio, porque siempre he querido ser profesora y como además es el oficio de mi madre, pues he tenido su ejemplo en casa. Al final, decidiré mi carrera en función de la nota que tenga de media”. Su madre Trinidad Sendra trabaja como profesora de Pedagogía Terapéutica. “Nosotros como padres, le hemos dicho que tiene cualidades para ser una buena docente, sobre todo tiene paciencia y entusiasmo por enseñar, pero no le cerramos la puerta a nada. Ella es la que decide. Sin duda, debe estudiar una carrera que le guste, porque cuando algo te entusiasma, tiras adelante a pesar de las dificultades”.

descubrir mi vocación
Y, cuando un estudiante no sabe lo que le gusta y no tiene una vocación definida ¿cómo se le asesora? La psicóloga Laura Herrero del Gabinete Zubimusu de San Sebastián lo explica: “Lo raro es que un chico de 16 años tenga claro a qué se quiere dedicar en el futuro. En estos casos, trato de averiguar la causa de su desorientación. A veces, no les gusta estudiar o tienen miedo a fracasar y no se atreven a plantearse grandes objetivos. En otras ocasiones, reciben tantos consejos de su entorno que acaban confundidos o no se atreven a decir lo que realmente quieren, sobre todo cuando piensan que van a decepcionar a sus padres”.

Vocaciones profesionales que a veces no coinciden con lo que confirman las encuestas sobre los estudios con más salidas profesionales. Según el último informe Adecco Professionals sobre las carreras que ofrecen más oportunidades laborales, Administración y Dirección de Empresas, Ingeniería industrial, Informática y Empresariales siguen a la cabeza en la empleabilidad de los titulados universitarios. También incluye la titulación de Matemáticas, porque la tecnología va a seguir creciendo a un ritmo exponencial.

un futuro tecnológico
Y es que las denominadas STEM (Science, Technology, Engineering, Mathematics, en sus siglas en inglés) están pegando fuerte sobre todo en Estados Unidos, pero no así en nuestro país. Un estudio elaborado por Crecim, el Centro de Investigación para la Educación Científica y Matemática, sobre la situación de la Educación científico-técnica española, alerta sobre la necesidad de promover una sociedad tecnológica y científicamente alfabetizada con el objetivo de mejorar la empleabilidad de los jóvenes españoles. Para Digna Couso, portavoz de Crecim: “Las profesiones STEM son las ocupaciones con mayor previsión de crecimiento, con un incremento estimado de un 14% en los próximos cinco años. Pese a esta previsión, en la última década un 15% menos de estudiantes han optado por carreras científicas y tecnológicas”. ¿A qué se debe que el número de alumnos que optan por itinerarios formativos del ámbito científico, técnico y matemático caiga año tras año en nuestro país? Alfonso Merino, profesor de RR.HH de la Udima y director de la Consultora Personhas considera que: “El futuro empresarial de este tipo de profesiones está menos demandado. Las empresas no demandan perfiles tecnológicos, aunque sí las instituciones y universidades. Los profesionales que enfocan su carrera por el ámbito científico tecnológico acaban marchándose casi siempre al extranjero, pues fuera se invierte más en esta área. De todas formas, las STEM tendrán éxito en el futuro, sobre todo las tecnológicas. Pero, la demanda de estos perfiles será desigual y dependerá de las reformas del mercado estructural, industrial, empresarial e institucional que se gestionen a corto medio plazo”.

Decía Confucio: “Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida”. Pues va a ser que tenía razón… ¿o no?

DÉCALOGO PARA PADRES: CÓMO ACONSEJAR SIN ARROLLARLES
Aunque la última decisión sobre qué estudiar la tiene el alumno, nunca está de más que el menor reciba el punto de vista de su familia. La psicóloga Laura Herrero del Gabinete Zubimusu de San Sebastián indica unas pautas sobre cómo asesorar correctamente a los hijos sobre qué formación académica deben realizar.

1Escuchar sin juzgar. Atención. Sin prejuicios y sin críticas, así es como debemos recibir lo que nos transmitan nuestros hijos sobre cómo planean su trayectoria escolar.

2Comprender sus puntos de vista. Empatía. Los padres deben ponerse en el lugar de los hijos para intentar entender sus preferencias académicas.

3Hablar para conocerse. Diálogo. Es fundamental mantener una charla relajada acerca de los intereses y deseos de nuestros hijos para saber cómo se plantean el futuro.

4Confiar en sus capacidades. Autoestima. Transmitir que valen. Ese es el mensaje que como padres debemos hacer llegar a nuestros hijos un día sí y otro también.

5Investigar todas las opciones. Información. Nunca hay que cerrarse puertas, al contrario, cuantas más posibilidades académicas se exploren, mejor se puede elegir. Y para ello es necesario informarse correctamente.

6Sugerir sin imponer. Consejo. Creo, opino, valoro y considero son verbos que sugieren. Nunca se debe ordenar ni avasallar a los hijos con nuestras preferencias.

7Establecer una estrategia. Plan. Idear con nuestros hijos un plan co
n diferentes opciones académicas es una opción a considerar. Ambos aportan sus puntos de vista.

8Respetar su decisión. Tolerancia. Estudian, se examinan y suspenden y aprueban nuestros hijos. Aunque no nos convenza su elección, debemos respetarla.

9Buscar otras opiniones. Asesoramiento. Acudir a un orientador educativo o a un psicólogo si nuestro hijo está muy despistado es una alternativa muy práctica y eficaz.

10Apoyarle. Motivación. Los chicos necesitan saber que sus padres están a su lado en esta nueva etapa. Debemos regalarles palabras positivas y gestos que les refuercen.

La importancia de repasar durante las vacaciones

Empiezan las vacaciones y los padres se plantean la misma duda: ¿deben los niños repasar en julio y agosto lo que han aprendido a lo largo del curso escolar? Aunque no todos los expertos están de acuerdo, la inmensa mayoría recomienda que sí.

Según la Asociación Profesional de Pedagogos de Galicia, que los niños pasen tres meses sin hacer nada es fatal porque pierden el hábito de estudio y comienzan el mes de septiembre completamente perdidos, lo que les lleva a ir bastante flojos durante el primer trimestre del curso nuevo. Ana María Esteban, profesora de Enseñanza Secundaria del IES “Cardenal Cisneros”, de Madrid, comparte esta opinión: “Repasar ayuda a los alumnos a afianzar los conocimientos adquiridos durante el periodo escolar. Aunque hayan sacado buenas notas no deben pensar que no les hace falta, porque no es así: en muchísimos casos los temas se amplían en el curso siguiente, por lo que ese repaso les va a dar confianza y va a hacer que las lecciones les resulten más fáciles de comprender y asimilar desde el mismo mes de septiembre”. Maribel Martín de Rosales, portavoz del método Kumon (el alumno asiste a un centro donde el profesor no le da explicaciones, sino que le facilita las herramientas necesarias para que descubra por sí solo las respuestas correctas), insiste en la misma idea: “Mantener cierto ritmo de trabajo durante las vacaciones es muy positivo. Por un lado, porque facilita la adaptación al colegio tras las vacaciones, y por otro, porque ayuda a que el hábito de estudio y la capacidad de concentración que los alumnos han desarrollado durante el curso no se pierdan en unas cuantas semanas”.

Pero claro, la forma de repasar de los alumnos que han aprobado todo y de los que han suspendido no va a ser igual. La profesora Ana María Esteban nos explica: “Los primeros pueden organizarse por su cuenta. No hay que olvidar que han cumplido con su obligación y que están de vacaciones, por lo que el estudio no debe suponerles un esfuerzo excesivo. Si les agobiamos y les exigimos mucho, se desmotivarán y es seguro que abandonarán los libros a la primera de cambio, así que nada de presiones: media hora diaria de lectura o de práctica de ejercicios es más que suficiente. Por otro lado, no hay que olvidar que en estas fechas en las que todos tenemos más tiempo libre, ver con los hijos documentales sobre asuntos que despierten su interés, hacer debates sobre temas de actualidad, llevarles a museos curiosos, comentar libros… son otras formas muy eficaces de repasar, que les ayudarán a mantener vivos sus conocimientos”.

En cuanto a los alumnos que han suspendido, deben organizarse muy bien y repasar a conciencia, pues sólo así conseguirán recuperar las asignaturas que tienen pendientes. “Sin estudio no hay aprobado, y para lograr el aprobado, además de trabajar, es muy importante mantener la motivación del alumno”, afirma Maribel Martín de Rosales. “Para que el alumno no se desmotive hay que definir con él cuál es la estrategia que va a seguir para alcanzar sus objetivos, así como felicitarle y halagarle a medida que los vaya consiguiendo, por mínimos que sean. El apoyo de sus mayores y que el estudiante sea consciente de su propia progresión es lo que va a mantenerle motivado ante los libros”, continúa la experta.

Apoyo de los padres
Según la Encuesta sobre hábitos de estudio de los niños españoles, realizada por TNS Demoscopia, el 80% de los estudiantes de Primaria y el 45% de los de Secundaria recibe ayuda de sus padres al hacer los deberes. Y es un dato muy positivo, porque aunque el niño se haga un plan para estudiar solo, es fundamental que los padres se impliquen en su trabajo. Y esto no significa que le acompañen físicamente de continuo ni mucho menos que hagan los ejercicios y esquemas por él (de actuar así, el estudiante perdería la confianza en sí mismo y se convencería de que no es capaz de sacar el curso sin ayuda), pero sí que se interesen por lo que hace cada día, que valoren su esfuerzo, que le guíen para que mejore su rendimiento, que le animen cada vez que el pesimismo se apodere de él… “El papel de los padres es clave y su papel repercute directamente en favor de su hijo”, apostilla la portavoz del método Kumon. “Nosotros, en nuestros centros, desarrollamos capacidades como la autoestima, la autonomía, el hábito de estudio y la constancia, pero para que estas competencias se afiancen, los niños tienen que trabajar en casa nuestros cuadernillos a diario, solos, pero bajo la supervisión de sus padres”.

Un profesor en casa
Otra vía muy eficaz para que el alumno se prepare las asignaturas que le han quedado pendientes consiste en contratar a un profesor que acuda a su casa para darle clases particulares. “Es la opción más cara”, explica Ana María Esteban, “pero también la más adecuada cuando el alumno se atasca en una asignatura concreta o tiene problemas de concentración. Poder preguntar sus dudas a un profesor que está dedicado a él en exclusiva, sin la presencia de otros alumnos con los que pueda distraerse, y que el profesor vaya comprobando día a día si va entendiéndolo todo, es la mejor garantía para obtener una buena nota en el examen de septiembre. Para aprovechar las clases al máximo, lo ideal es que el niño estudie y haga los ejercicios él solo y que dedique las tutorías a resolver con el profesor las dudas que le hayan ido surgiendo y que no haya sabido solucionar por sí mismo”.

La tercera solución para asimilar durante el verano los conceptos que el niño no ha aprendido a lo largo del curso escolar radica en apuntarle a una academia de refuerzo. “Hay alumnos que necesitan la sensación de obligación para ponerse a estudiar en serio, porque si no, no hacen absolutamente nada. Para ellos, ir a clases de repaso es la mejor solución. Y si encima van con un compañero del colegio o con un vecino del barrio, se sienten más motivados, un punto más a su favor para conseguir el tan ansiado aprobado”, comenta la profesora Ana María Esteban, del IES “Cardenal Cisneros”. “Cada niño es un mundo, pero por nuestra experiencia sabemos que los padres notan un cambio espectacular en sus hijosen el primer mes de asistencia ”, apostilla la portavoz de este método, Maribel Martín de Rosales.

En cualquiera de los casos, es muy importante que unos días antes del examen, el estudiante se autoexamine; es decir, que se haga controles escritos y orales sobre lo que pueden preguntarle.

Desconectar de la tecnología para conectar con la realidad

Las vacaciones son una oportunidad de oro para bajar nuestra intensa relación –y la nuestros hijos– con los dispositivos móviles, y aprovechar los beneficios de un mayor contacto con la realidad, el aquí y el ahora.

‘Acostumbrados a estar toda la familia junta no más que las 48 horas de los fines de semana (y en algunos casos, ni eso), el mes de vacaciones se presenta como un reto de convivencia, de comunicación, de exprimentación, de innovación… Fuera de la rutina encorsetada de horarios atropellados, cada verano nos abre la puerta a reforzar el vínculo con nuestros hijos con mayor densidad de actividades conjuntas y en lugares diferentes, desvinculados del trabajo y el estudio. El tiempo detenido favorece las conversaciones, las contemplaciones, los juegos improvisados y la oportunidad de experimentar sensaciones extrañas, pero muy beneficiosas, como la de no tener nada que hacer.

La conexión permanente a los dispositivos móviles, con el patrón de comportamiento que conlleva, se perfila como una bola de acero atada al tobillo en ese anhelo de desconectar y de relacionarnos con la realidad de manera más intensa. Es lo que la experta en Programación Neurolingüística Juliana Manrique llama “desconectar para conectar”.
“Precisamente, las vacaciones de verano son una oportunidad para trabajar otras partes del cerebro que no desarrollamos el resto del año en esta vida tan imbricada con la tecnología digital”, recomienda Manique, coach educativo de la Fundación Humanae.
“No desconectar de eso conlleva atrofias de ámbitos cognitivos que, de otra forma, podríamos desarrollar”, advierte. También genera “atrofias emocionales”: “Si estás pendiente del móvil cuando estás en familia, se te escapan emociones de tus hijos y de tu pareja”. “La conexión con la realidad”, asegura, “nos hace mejorar en habilidades sociales, en la manera de relacionarnos”.

Por ello, Manrique recomienda que dediquemos las vacaciones a practicar lo que llaman “mind fullnes”, que no es otra cosa que “estar a lo que estás, concentrado en lo que estás haciendo”: lo contrario a la multitarea.

Para ello, en caso de estar en conversación con la familia, o manteniendo alguna actividad, es esencial no tener a mano ni el teléfono ni el Ipad, ni la tele puesta.
“Cuando dejas el whatsapp, se abre ante ti un mundo nuevo de posibilidades porque estás más atento a lo que te rodea”, señala.

En el mismo sentido, considera que “no es bueno dejarle a un niño el Ipad a la primera de cambio para que nos deje en paz” y que, “si lo hacemos, debemos saber a priori que será por un tiempo limitado”. “Su cerebro”, recuerda, “está en desarrollo y sus habilidades se van perfilando en función de aquello a lo que se le acostumbre”.

En los niños, la “desconexión” se traduce en conexión consigo mismos: “Aumentan su creatividad, su reflexión, su curiosidad, surgen preguntas, brotan inquietudes y se habla de ellas…”
El efecto pantalla
Preocupada por cómo afecta la sobreestimulación de los dispositivos audiovisuales en el desarrollo de los niños y en su relación con la realidad, la conocida escritora canadiense Catherine L’Ecuyer acaba de publicar Educar en la Realidad (Plataforma Actual).

En declaraciones a PADRES, la autora del best-seller Educar en el Asombro advierte de que la dinámica de atención a la que someten las pantallas “hace que los niños tengan cada vez más dificultad para concentrarse, para que una actividad les absorba durante mucho tiempo, lo que lleva a un estado que les hace oscilar entre el aburrimiento y la ansiedad”.

L’Ecuyer advierte de otra cuestión en su nuevo libro: “Cuando un niño está saturado por los estímulos del entorno, se adormece su deseo de conocer y deja de desear. Pasa de ser un pequeño emprendedor a un gran consumidor”.

Por ello, la escritora incide en la oportunidad única que significan las vacaciones estivales para reencauzar el desarrollo cognitivo de los niños por otras vías, más pegadas a la realidad, al ritmo de la realidad.

CONSEJOS PARA DESCONECTAR
1 Aprender a descansar: identificando aquello que nos lo impide y generando ambientes en los que no haya prisa. “No es fácil”, advierte Juliana Manrique, “hay que practicarlo y empezar por pequeñas cosas: salir al campo, hacer ejercicio, ir al teatro…”
2Generar nuevas opciones. Dar al cerebro un alimento diferente al que le hemos dado el resto del año y que esté marcado por el disfrute
3 No dejar cosas pendientes en el trabajo (en la medida de lo posible) para no estar pendientes del trabajo (vía correo y teléfono).

4 Mantengamos móviles y Ipads fuera del campo visual. El vínculo permanente con el móvil mantiene la falta de sosiego, la necesidad de inmediatez y de actividad permanente, la atención múltiple, típicas del periodo laboral. Ello transmite ansiedad a nuestros hijos.

5 Practicar ‘mind fullnes’: concentrarnos en lo que estamos, con quien estamos, donde estamos… la realidad, en definitiva.

6 Hacer que los niños también lo practiquen limitando el acceso a las redes sociales virtuales y al entretenimiento en pantallas cuando estamos en grupo, hablando, visitando algún lugar…
7No ceder a la petición de pantalla de los niños. El aburrimiento puede ser el principio del juego y de la creatividad.

8 Evitemos el entretenimiento pasivo. Embarquémosles en desafíos adaptados a su edad.

9 No desechar la tecnología; sólo hacer un uso consciente y limitado de ella.

10 Dormir bien. El descanso correcto es fundamental.

La escuela más grande del mundo

El colegio indio “City Montessori School” no solo es el único centro escolar que ha recibido el Premio de la Educación para la Paz de la Unesco sino que además ostenta el título de la escuela más grande del mundo. ¿Sabes cuántos alumnos tiene?

Hace 5 años, la “City Montessori School” (CMS) hizo historia en la India. No tuvo nada que ver con los éxitos académicos de sus alumnos sino con la cantidad de resultados que los profesores tuvieron que corregir al finalizar el curso. En 2010, llenaba sus aulas con 39.437 niños, por lo que consiguió entrar en el Libro Guiness de los Récords como la escuela más grande del mundo en número de alumnos. Desde entonces, ha seguido creciendo y hoy en día cuenta con 50.000 estudiantes.

Actualmente, cuenta con más de 1.000 aulas – con un rango de entre 25 y 50 alumnos por clase-, 3.700 ordenadores y 3.800 empleados –entre docentes, limpiadores, personal de mantenimiento e incluso jardineros-.

Situada en Lucknow -la segunda ciudad más grande del país, conocida comunmente como la Constantinopla de la India -, la CMS se divide en 20 campus con espacios cuyos nombres resaltan conceptos que consideran importantes, como Edificio Armonía, Edificio Amistad, Edificio Coexistencia, Edificio Integración o Edificio Entendimiento Global, entre otros.

En 1959, el matrimonio Bharti y Jagdish Gandhi fundó la City Montessori School, con tan solo 5 alumnos. Decidieron crear este centro como un “experimento de transformación social” y apuesta personal por el futuro y la infancia de la India. “Todo niño es potencialmente la luz del mundo”, afirman.

Con el tiempo, el Dr Jagdish Gandhi – de 77 años- se ha convertido no solo en un renombrado educador sino que se ha revelado como un activista por la paz. “Mi sueño es ver un mundo unido bajo un Gobierno Mundial con un Parlamento elegido democráticamente y una Ley Mundial; creo que el futuro bienestar de los niños depende de que tengamos una estructura gubernativa que pueda prevenir las guerras, ser justa y traer un verdadero desarrollo social y económico”.

No en vano, su inspiración para liderar este proyecto le ha venido de su homónimo (Mahatma) Gandhi, quien dijo “Si realmente queremos enseñar como construir la paz mundial y hacer una guerra contra la guerra, debemos empezar por los niños”.

Se podría pensar que, debido a la gran cantidad de niños y adolescentes en sus aulas, los resultados académicos podrían resentirse. Sin embargo, la CMS es la sexta de las mejores escuelas de la India. El Dr. Gandhi cree que Poder Judicial Mundial es la última y única esperanza para la supervivencia de la humanidad. Y, para fomentar el interés de los niños por el sistema judicial y su funcionamiento, organiza una Conferencia Anual de Predisentes del Tribunal Supremo de todo el mundo. En ella, los alumnos pueden apelar a la Justicia Mundial para salvaguardar los derechos de la infancia. El resultado de esa conferencia ha sido 585 niños de 109 países que, con el tiempo, se han convertido en también jueces.

A sus espaldas, el Dr. Gandhi y la CMS acumulan varios premios de distintos países, como Key to the Georgetown (EEUU), Gusi Peace Prize (Filipinas), Nuclear Free Future Special Achievement Award (Alemania) y el Changemakers’ Innovation Award (EEUU). El docente también ha sido galardonado con un Doctorado Honorífico en la Licenciatura en Educación por la Universidad Pedagógica Bashkir (Rusia) en 2009.

Más allá de los libros
En estos 56 años de vida del CMS, miles de alumnos han aprendido materias como Geografía, Matemáticas o Inglés pero también han recibido lecciones sobre la paz. “CMS es la única escuela del mundo que organiza una Conferencia Internacional de Justicia Mundial donde nuestros estudiantes aprenden sobre el sistema judicial mundial para tomar medidas en favor de los derechos de las futuras generaciones”.

Por eso, son la única escuela del mundo que ha recibido un premio de la UNESCO por su esfuezo en este campo educativo. ”Ofrecemos una Educación diferente. No solo enseñamos asignaturas; también queremos que aprendan a amar el mundo. La gente de Lucknow lo sabe y, gracias a eso, no tenemos plazas libres”. Y añade: “Nuestra misión es convertir a cada niño en un orgullo para la raza humana impartiendo 3 tipos de Educación: material, humana y divina”.

Gandhi insiste en que uno de los aspectos más relevantes de su estructura educativa ha sido otorgar un espacio a los padres. “Hemos luchado para tener muy en cuenta a los padres. En primer lugar, les hemos dado un acceso sin precedentes para hablar con el Director en cualquier momento. Y en segundo lugar, nuestro profesores deben mostrar a los padres las correcciones de los exámenes de los niños, lo que obliga a los profesores a ser extremadamente cuidosos con su trabajo”, explica Gandhi.
¿Uno de los mayores fallos del sistema educativo? “Creo que es demasiado burocrático y con demasiadas normas. Entiendo que las necesitamos para asegurar la uniformidad y calidad pero demasiadas normas pueden frenar la creatividad y obstaculizar la calidad en la enseñanza”, opina.

A pesar de su vocación de desarrollo social, la CMS es una escuela privada –de pago- de origen inglés con Educación hasta el Bachillerato. Sin embargo, Gandhi insiste en que “nuestros estudiantes vienen de todas las clases, castas y religiones; de hecho, más de 12.000 formar parte de las secciones de la sociedas más débiles y les concedemos becas de entre el 20% y el 40% para que puedan estudiar aquí”. El problema de su tamaño es que “nunca hemos podido hacer un evento todos juntos porque no hay sala suficientemente grande aquí y, para movernos a otra zona de la ciudad, ¡necesitaríamos unos 1.000 buses!”, cuenta.

El colegio más extenso del mundo: 1.300.000 km2
Aunque CMS es la escuela más grande del mundo en número de alumnos, “Alice Springs School of the Air” (Assoa) es la más grande en tamaño y una de las más curiosas. Esta escuela tiene estudiantes dentro de un radio de 1,300.000 km2 – más del doble del tamaño de España- situado en Australia.

En 2015, cuenta tan solo con 125 alumnos. Sin embargo, ente algunos de ellos existen cientos de kilómetros y un árido y desértico terreno: el Outback. “Muchos de nuestros estudiantes viven en estaciones de ganado y otros vienen de familias indígenas – el 30% de los alumnos provienen de comunidades indígenas-, granjas de camellos, parques nacionales, campamentos mineros, casas de carreteras, estaciones de policía remotas y empresas turísticas”, explican desde la escuela. Los profesores visitan a todos los alumnos una vez al año y “algunas veces tenemos que usar una avioneta para llegar a todos los alumnos”. De hecho, “los estudiantes más lejanos de la central en Alice Springs están a 1000 km”.

Este sistema escolar a distancia fue creado en el país-continente en 1951 debido a la baja densidad poblacional del país; de hecho, Australia es el país con menor densidad poblacional del planeta con 0,1 habitantes por km2. Se mantiene con 16 profesores y 7 profesores sustitutos, de los que 3 son indígenas. El objetivo es ayudar a los niños que viven en las áreas más remotas, y a los que les es imposible asistir en persona al aula.

En sus inicios, impart&#2
37;an sus clases con la ayuda de la radio. Actualmente, su forma de comunicarse con los estudiantes es a través de las nuevas tecnologías como Internet. “La escuela cuenta con una antena parabólica y todos los recursos informáticos necesarios para el programa de aprendizaje on line. Los envíos postales del material también son responsabilidad de la escuela”.

Las clases suelen ser pequeñas, entre 8 y 15 alumnos. La duración de las clases depende del curso. “Los estudiantes más jóvenes generalmente tienen lecciones de 30 minutos, mientras que los estudiantes de más edad tienen hasta una hora. El número mínimo de lecciones por semana es nueve de la escuela primaria, pero algunos estudiantes pueden tener hasta 15 lecciones por semana, incluyendo música, arte, idiomas y educación física. Tratamos de que encargar tareas que impliquen que los estudiantes no estén más del 50% del tiempo delante del ordenador”. El seguimiento y apoyo de las tareas se hace gracias a “los padres de los niños, la mayoría madres; solo un 20% de las familias puede contratar a un tutor en casa”.

Assoa es una escuela pública financiada por el Northern Territory Department of Education australiano aunque los padres pueden colaborar con donaciones voluntarias – entre 290 a 353€-, destinadas a mejorar los recursos tecnológicos de la escuela.

En Assoa, tienen cursos desde Educación Infantil hasta 4º de la ESO y dan clases 40 semanas al año, el mismo calendario escolar que el resto de centros educativos australianos. “Ofrecemos oportunidades adaptadas a cada alumno, proporcionando una educación de alta calidad para los estudiantes residentes en zonas remotas o aisladas, con personal profesional y los recursos más apropiados para ellos”, aclaran.

Retrato de Malala, heroína de la Educación

Que el acceso a la Educación es un derecho básico del ser humano es una convicción que tiene muy clara la joven Malala Yousafzai (Pakistán, 1997).

Tanto es así que se ha jugado la vida por defender la Educación de las niñas en todo el mundo. La película Él me llamó Malala nos proporciona una visión profunda de la vida de esta extraordinaria joven, desde su estrecha relación con su padre, quien inspiró su amor por la Educación, hasta su apasionado discurso ante las Naciones Unidas, y su vida cotidiana junto a sus padres y hermanos.

Una historia familiar
El prestigioso director Davis Guggenheim, ganador del Oscar por su documental Una verdad incómoda, ofrece una visión honda, emotiva y realista de esta joven estudiante que desde muy joven decidió dedicar su vida a luchar por la justicia y la igualdad. Muestra a una chica normal, a la que le gusta divertirse como a los demás jóvenes de su edad, con un valentía asombrosa y una gran compasión por las necesidades de los demás.

Rodada a lo largo de 18 meses, que Guggenheim pasó con la familia Yousafzai tanto en Reino Unido como viajando por países de África y Oriente Medio, la película da a conocer a Malala, a su padre, Ziauddin, su madre, Toor Pekai, y sus hermanos, Khushal y Atal. Se puede entender así como la historia de una familia que dijo no a la tiranía y las imprevistas consecuencias de un evento demoledor que convirtió a una audaz colegiala en una firme defensora de la Educación, famosa en todo el mundo.

Narrado por medio de entrevistas e imágenes del actual Pakistán, con la inclusión de una original animación, el film se centra sobre todo en la lucha actual de Malala, incansable en su objetivo de hacer ver el poder de la Educación, como medio necesario y configurador de la igualdad entre los géneros e inestimable aliado en contra de cualquier violencia.

Joven extraordinaria
Él me llamó Malala deja muy clara la fortísima unión familiar de los Yousafzai. Fue el padre de Malala –activista y educador– quien decidió ponerle ese nombre a su hija, en honor a Malala de Maiwand, poetisa y heroína pastún del siglo XIX. Malala nació el 12 de julio de 1997 en Mingora, Pakistán. A los 11 años la joven sintió que debía poner voz a las mujeres y denunciar la injusticia en que vivían bajo el régimen talibán. Comenzó un blog para la BBC en donde de forma anónima expresaba sus opiniones acerca de la Educación y la vida en Swat Valley, región en donde los talibanes habían prohibido escuchar música y ver la televisión, y puesto en marcha tremendas restricciones a la Educación de las niñas. Su batalla frente a la opresión y la exclusión educativa tuvo gran repercusión en la opinión pública, y recibió el Premio Nacional de Paz en 2011.

Luego llegó el trágico 12 de octubre de 2012, cuando a sus 15 años Malala fue objeto del fanatismo talibán al ser tiroteada en el autobús escolar donde viajaba. Salvó la vida y dejó claro que seguiría luchando por sus ideales: “Ellos pensaban que la bala nos haría callar. Pero no cambió nada en mi vida excepto esto: la flaqueza, el miedo y la desesperanza murieron. Y nacieron la fuerza, el poder y el coraje”. La repercusión de estos hechos trascendieron todas las fronteras y tal fue su impacto que en 2014 la joven Malala recibió el Premio Nobel de la Paz con solo 17 años.

La opinión del director
“La de Malala es la increíble historia de una chica que arriesgó su vida por alzar la voz por lo que es justo”, dice el director Davis Guggenheim. “Sin embargo –prosigue–, al hacer esta película, mi primera intuición era hablar mucho sobre una familia, sobre el amor de un padre y sobre una chica que siente que tiene poder para hacer cosas increíbles. Hubiera sido fácil contar esta historia de una forma sensacionalista. Pero eso no es lo que a mí me motiva. Lo que me motiva es un padre que vio en su hija a alguien que podría hacer cualquier cosa y que creía en ella. Lo que me motiva es una madre que dijo: ‘Es importante que nuestra hija vaya a la escuela’. Lo que me motiva es una hija que vio a su padre denunciando injusticias y dijo: ‘Yo también quiero hacer eso’. Lo más extraordinario de la historia de Malala es su familia, su relación y las decisiones que tomaron a lo largo de sus vidas”.

“Después de hacer esta película tengo más esperanza”, concluye Guggenheim. “He conocido a una familia que se ha enfrentado a muchísimos obstáculos y, sin embargo, su fuerte convicción en denunciar la injusticia sigue siendo su inspiración. Durante la realización del filme, mucha gente me abordaba y me preguntaba ‘cómo es Malala y cómo podría hacer yo lo que ella hace’. La oportunidad de proporcionar a la gente esa historia fue lo que me motivó”.

La ficha

He Named Me Malala
Año: 2015
País: EEUU, Emiratos Árabes Unidos
Género: Documental biográfico
Duración:88 minutos
Dirección:Davis Guggenheim
Música: Thomas Newman
Fotografía: Erich Roland
Distribuye: Fox
Estreno: 6 noviembre 2015

La humanidad de Nanni Moretti

El italiano Nanni Moretti es un cineasta muy humano, que sabe atrapar con su cámara las pequeñas tragedias de las que está entretejida la existencia, y a la vez, gran virtud, sabe guardar cierta distancia para descubrir en ellas su punto humorístico, que parmite sobrellevarlas, no dejarse hundir por ellas. Es lo que ocurre en Mia madre, donde el personaje de la protagonista, Margherita, una directora de cine, bien podría ser su "alter ego"; aunque él mismo, interpretando a su hermano Giovanni, no deja de reflejar a su propia persona en ese profesor ya de edad madura, que ha pedido una excedencia, sí, para cuidar a su madre, pero también con un deseo de encontrarse a sí mismo.

El film sigue a Margherita, mujer cineasta que se encuentra en pleno rodaje de un drama social con la crisis económica y el modo en que afecta a las personas, trabajadores y patronos, como tema principal. Tal hecho coincide con la estancia hospitalaria de su anciana madre, a la que los médicos han pronosticado una enfermedad terminal. Giovanni, el otro hijo, tiene asumida la noticia, y se empeña en cuidar a la madre, al mismo tiempo que procura que su hermana también acepte lo que hay. Pero ella, separada, con una hija adolescente, y tensa por la filmación de su película, tiene dificultades para llevar las cosas serenamente. A esto se suma el difícil trato con el actor estadounidense Barry, con maneras de divo, y al que le cuesta aprenderse sus frases en italiano.

La sólida estructura dramática sólida de Moretti y sus coguionistas permite explorar ideas como el cuidado de los ancianos y los enfermos, junto a la consideración de que tenemos los días contados y hay que aprovechar el tiempo. Conviven en la narración tres generaciones, todas con su peso específico, pero dando preponderancia a la intermedia; y se incide en la importancia del autoconocimiento y el control del propio carácter, la aceptación de las correcciones hechas con espíritu constructivo, e incluso el estudio y el aprendizaje de las lenguas clásicas, algo subrayado por el personaje de la enferma.

Junto al amor al trabajo del cineasta, algo parecido a un canto a la profesión educativa emerge casi al final, y es que la buena educación en su sentido más amplio late al fondo de toda la trama, se detecta que es la que nos permite tomar decisiones libremente y comprender a los demás, haciendo posible la convivencia. La cinta es muy rica antropológicamente, con comportamientos creíbles de unos y otros, muy bien están las actrices Giulia Lazzarini y, sobre todo, Margherita Buy. Y para que no todo sea tragedia, tenemos el personaje de John Turturro, que permite la entrada del humor sin caer en lo grotesco.

En el patio también se aprende

Es la hora del recreo y los escolares salen de clase en estampida buscando el aire libre. Toca relajar la mente, olvidar las matemáticas y dedicarse un rato a jugar sin más pretensiones. Pero ¿y si el patio pudiera aprovecharse como elemento pedagógico? ¿Qué posibilidades reales ofrece?

Teresa alonso
Los escolares pasan cada curso unas 525 horas en el recreo (considerando una duración media de 30 minutos). Es, pues, un tiempo más prolongado que el que se dedica a asignaturas como Educación a la Ciudadanía y, sin embargo, no está reglado y no suele utilizarse con ningún fin pedagógico. ¿Tiene sentido que siga siendo así? La respuesta se polariza entre los que defienden que el patio debe continuar como un espacio de juego libre en el que el niño no esté dirigido por los adultos y los que propugnan un cambio de modelo con el objetivo de aprovechar las posibilidades educativas de ese tiempo.

El recreo no es solo un momento en mitad de la jornada escolar en que dejar aparcados materias y libros y tomarse el bocadillo. Los niños interaccionan en ese paréntesis espacio-temporal, lo que les permite interpretar y transformar la realidad, mediante la adopción de distintos roles. Cuando está en el patio, el escolar explora el entorno, compite con otros niños, se socializa, aprende a buscar soluciones, experimenta lo que es ganar y perder, imagina otros mundos y crea vínculos afectivos con sus compañeros. Es, por tanto, una experiencia emocional y creativa de la que se puede sacar mucho partido. Por eso, para los departamentos de Orientación de los centros, el recreo es una muy interesante fuente de información acerca de cómo se comporta cada niño y cuáles son sus habilidades sociales y sus posibles problemas (se queda aislado, es el líder, cuál es su tolerancia a la frustración, se deja llevar por los demás, es retraído o dominante, sabe o no perder, qué temperamento muestra).

Así, el recreo puede servir para hacer crecer al niño o para perpetuar conflictos como los comportamientos agresivos por juegos violentos o la excesiva competitividad, y actitudes inadecuadas como romper materiales, plantas, tirar basura al suelo o jugar (cuando no se debe) con el agua. El patio también suele ser el escenario de pequeños accidentes, pues los niños corren, se empujan. En definitiva, el recreo es un mundo complejo dentro del proyecto educativo de cada centro que, en la mayoría de los casos, no recibe una planificación específica en cuanto a las actividades a desarrollar.
#ImaginarPatio
En la Escuela “Ideo”, de Madrid, tuvieron claro el curso pasado que la zona para el recreo con la que contaban iba a ser un elemento clave en la vida del centro, emplazado de forma provisional en un edificio de oficinas. El reto consistía en convertir un párking en un patio atractivo para el alumnado, dentro de una estrategia pedagógica en la que se implicó a toda la comunidad educativa.

Para lograrlo, la Escuela “Ideo” contó con la ayuda de Basurama, un colectivo que investiga las posibilidades de los residuos en la transformación de la sociedad actual y que ha impulsado el movimiento #autocoles en distintas zonas desfavorecidas del mundo.

Así, y dentro de las horas lectivas, la Escuela “Ideo” se propuso hacer del párking, de una tubería gigante y de un depósito vacío de 25.000 litros un escenario perfecto para el recreo del alumnado.

En la transformación directa de estos elementos participaron, además de los miembros del colectivo Basurama, los alumnos de Secundaria del centro que, organizados en distintas comisiones, lograron sacar adelante el proyecto. De este modo, se crearon columpios con neumáticos y cuerda, se ideó un tubigán con la tubería disponible y se puso en marcha un aula espacial gracias al depósito de 25.000 litros, dentro del cual los escolares pueden jugar, imaginar y divertirse.

Tal como cuenta Juan López-Aranguren, arquitecto y fundador de Basurama, “se trata de una transformación morfológica que provoca una transformación de competencias, donde caben las inteligencias múltiples, los equipos colaborativos y las responsabilidades compartidas”. La idea de López-Aranguren y su equipo es dotar de autonomía al alumnado a través del proceso creativo. “No te pongo aquí un columpio, sino que hablamos de la sensación de volar y te doy las herramientas creativas para que lo consigas”, explica. De esta forma, “no se genera dependencia y, además, implicarse en el proyecto hace a los alumnos ser más responsables, identificarse con él y favorecer su cuidado, todos ellos indicadores palpables de que ha habido un aprendizaje”, explica.

Mucho más que fútbol
Tal como señala López-Aranguren, “muchos jóvenes prefieren quedarse en clase o al margen porque el patio no les resulta atractivo”. Por eso, implicarlos en un recreo para todos con opciones variadas debería ser un objetivo prioritario. Lo entendieron así también el curso pasado en el País Vasco cuando el Departamento de Educación decidió reorganizar los patios de un buen número de colegios para evitar que el fútbol monopolizara todo el espacio de juegos. La motivación final no era deportiva sino evitar la “distribución sexista”. Así, en el proyecto del Gobierno vasco se destaca que “la jerarquía de los juegos, las actitudes de los alumnos o la falta de organización espacial suele situar a los niños en el centro –con el fútbol como rey– y arrinconar a las niñas”. Para evitarlo, en los centros se optó por el juego dirigido (cuerda, goma, pilla-pilla…), con un horario previamente establecido que podía consultarse para decidir las actividades más atractivas para cada uno. ¿Y entonces quedó prohibido el fútbol? No, pero la realidad es que en el espacio y el tiempo dedicado al juego libre, muchos niños han seguido dándole patadas al balón.

La experiencia ha servido también para otro objetivo: integrar en los juegos del recreo al colectivo de alumnas inmigrantes. Mientras que los niños procedentes de otros países participaban en el fútbol con sus compañeros autóctonos, las niñas extranjeras se quedaban aisladas en grupos de su misma procedencia sin mezclarse con otras alumnas. Al establecer otras modalidades de juego, las probabilidades de participar en actividades con otras niñas se amplía.

Profe de patio
La transformación del patio como elemento educativo necesita de profesionales a su cargo. El problema puede surgir ante la sobrecarga de funciones del profesorado. Cuando a los profesores “les toca” recreo suelen realizar tareas de vigilancia y prevención de conflictos entre el alumnado, sin ir más allá. En una situación ideal, habría profesionales dedicados exclusivamente a dinamizar educativamente el recreo. Una solución intermedia fue la del Gobierno vasco que nombró a responsables de coeducación, liberándoles tres horas lectivas para coordinar la iniciativa.

Separar por edades, ¿acierto o error?
La tendencia predominante en los colegios actuales es que en el recreo los alumnos sean separados en distintos espacios, según sus edades, por dos motivos: evitar el bullying (acoso escolar) y permitir que cada grupo pueda disfrutar de más espacio sin aglomeraciones. Sin embargo, para los partidarios de una nueva configuración de los patios esto puede ser una desven
taja. “La gran mayoría de los centros estudiados separa los espacios y los horarios de recreo del alumnado por edades. Nos encontramos ratos de juego que imposibilitan el juego entre chicos y chicas de diferentes edades y, por tanto, la transmisión de contenidos entre iguales”, se apunta en el citado estudio. Así, destaca que “las posibilidades de intercambio de juego y actividades entre chicos y chicas de diferentes edades quedan anuladas cuando sabemos que, en otros ámbitos fuera de la escuela, estas relaciones entre edades facilitan los procesos de transmisión sociocultural y de valores que podrían ser ámbitos de aplicación de muchos de los valores que contienen los proyectos educativos defendidos por los centros”, se explica en la investigación.

Estudio revelador
– Según puso de manifiesto un estudio realizado en 30 centros educativos de Cataluña durante el curso 2007-2008, hay que constatar “el mal uso y los usos limitados del patio como espacio educativo, con poca profundización en las posibilidades que ofrece”. Así, lo señala citada investigación Patios escolares y diversidad sociocultural en Cataluña.
– Esta investigación sobre usos y posibilidades para el juego y el aprendizaje destaca “una situación bastante decepcionante, puesto que, en general, el patio escolar no es considerado por la comunidad pedagógica como un espacio educativo de primer orden. Es un espacio que queda inscrito en el recinto escolar, pero fuera de las dependencias consideradas didácticas: las aulas”.
– El estudio destaca la necesidad de “actuar físicamente sobre los patios”, debido al mal estado de muchos de ellos, como primer paso y “un buen comienzo para iniciar intervenciones más profundas y complejas que ayudarán a ubicar el patio como espacio educativo en los centros escolares”.

¿Qué hacer con los deberes? con una hora al día basta

El debate sobre deberes sí o no es recurrente. En España se dedican muchas horas a las tareas en casa, pero reducirlas no es lo mismo que quitarlos.

Una hora al día de deberes es suficiente para que los alumnos refuercen los conocimientos adquiridos en clase y puedan obtener mejores notas. Esta es una de las principales conclusiones a las que ha llegado un equipo de investigadores de la Universidad de Oviedo tras analizar 7.725 cuestionarios realizados a todos los estudiantes de 13 y 14 años del Principado de Asturias, que se encontraban en 2º de ESO durante el curso 2010-11. El trabajo, que ha sido publicado en la revista científica Journal of Education Psychology, es una de las mayores investigaciones que se han llevado a cabo en nuestro país sobre los efectos que produce hacer las tareas escolares en casa. Analizar la relación que existe entre realizar deberes y el rendimiento académico es el objetivo que persigue este estudio y sus investigadores han comprobado que no es una relación lineal, sino una curva. “Es entre los 90 y 100 minutos de realizar las tareas escolares cuando el rendimiento de los alumnos comienza a bajar. El momento más eficiente es entre 60 y 70 minutos” indica Javier Suárez-Álvarez, uno de los coautores de este estudio.

Seis horas semanales
Y es que si tiramos del estudio más reciente de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) tomando como referencia los datos del último Informe Pisa, nuestros escolares realizan 6,5 horas de tarea a la semana frente a una media de 4,9 horas. Así, España es el quinto país que más deberes pone en una lista de 38 naciones, sólo en Polonia (6,6 horas), Irlanda (7,3), Italia (8,7) y Rusia (9,7) tienen más deberes que en nuestro país. En cambio, los que presentan menos horas son Finlandia (2,8) y Corea del Sur (2,9), dos de los países con mejores resultados académicos en Pisa. Y, ¿qué dicen los expertos? Sonia García, secretaria de comunicación del sindicato de profesores (ANPE) considera que: “los deberes deben ser proporcionados a la edad y el nivel educativo, ya que una carga excesiva lleva a la frustración y desmotivación del alumno. Debe haber una coordinación entre los profesores de forma que los alumnos de un mismo grupo no acumulen hojas y hojas de tareas.”
Para Jesús Salido Navarro, presidente de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA): “No somos partidarios de los deberes tal y como están concebidos, porque se han convertido en una prolongación de la jornada escolar. Además, los padres no siempre tienen capacidad o tiempo para ayudar a sus hijos y se ven obligados a enviarlos a academias o ponerles un profesor particular. Quien tiene dinero para hacerlo es el que sale adelante”.

Cinco errores que cometen los padres con los deberes
–Hacerlos nosotros. Realizar las tareas escolares de los hijos ni aumenta su capacidad de trabajo ni su disciplina, ni les hace aprender nada nuevo. Cuidado.
– Hacer los deberes en cualquier sitio. En la cocina mientras se prepara la cena o en el cuarto de estar mientras los otros hijos ven la tele. Hay que procurar tener un lugar fijo, su propio rincón de estudio, donde reine el silencio y sin distracciones.
–No entender el objetivo que persiguen los deberes. Los deberes escolares son refuerzos para el aprendizaje y son una ocasión para que los alumnos aprendan a trabajar de manera autónoma. Los padres pueden explicarles las dudas, pero es preferible ayudarles a encontrar la respuesta que buscan: en sus propios libros de texto o en internet.
–Convertir el momento de los deberes en una discusión diaria. Las tareas escolares deben realizase en un tiempo de tranquilidad. Si el alumno tiene problemas debe consultarlas con sus profesores al día siguiente. Es muy perjudicial crear momentos de tensión y ansiedad con los hijos por los deberes
–No entender que los hijos necesitan nuestra presencia y apoyo. Cuando los hijos son sobre todo pequeños lo de encerrarse en la habitación solos a hacer deberes, sueles costarles y mucho. Para que aprendan a crear el hábito de hacer sus tareas, es aconsejable estar con ellos, sobre todo al principio, prestándoles atención, motivándoles y resolviendo sus dudas.

Minecraft conquista las aulas

Minecraft ha llegado a las aulas y, muy probablemente, para quedarse. Aunque por el momento en España las experiencias de uso se circunscriben a iniciativas particulares de algunos profesores, en otros países ya se reconoce un gran valor educativo a este juego rompedor que entusiasma a niños y jóvenes.

TERESA ALONSO
Minecraft es uno de los videojuegos con más éxito de la historia. Su primera versión vio la luz en el año 2009 y desde entonces no ha dejado de crecer. Su estética, muy alejada del diseño vanguardista de los juegos de creación modernos, ha conquistado, sin embargo, al público infantil y juvenil. Son millones de adeptos entregados a un mundo único, cambiante y tridimensional en el que todo tiene apariencia cúbica y cualquier cosa es posible. También la enseñanza y la educación.

clase con Minecraft
Lara Romero es una de las profesoras que en España se ha atrevido a introducir Minecraft en el aula. Su proyecto, desarrollado durante tres años en el Colegio Alameda de Osuna, de Madrid, ha sido todo un éxito entre el alumnado.

Pedagoga y especialista de la integración de las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) en el ámbito educativo, Lara Romero decició embaracarse en esta aventura casi por casualidad. “La idea surgió porque un alumno me enseñó una casa que había hecho en Minecraft (entonces yo no lo conocía) y me pareció un trabajo tan espectacular que lo colgué en el blog del aula. La reacción del resto de los compañeros no se hizo esperar y en la misma tarde ya tenía correos de muchos de los alumnos con sus creaciones o incluso de sus canales de Youtube”, recuerda.

Para ella, las ventajas del uso de Minecraft en el aula son indudables: “Trabajar a partir de un interés del alumnado siempre es una mejora para el proceso de enseñanza-aprendizaje”, señala.

Beneficios colaterales
Además de desarrollar habilidades cognitivas, como la memoria, la planificación y la concentración, Minecraft potencia la destreza visual, la creatividad, la coordinación espacial, el autocontrol y la toma de decisiones. El juego permite que el niño vaya accediendo a sus deseos (construcciones posibles) a través de un sistema de recompensas en el que también está presente el altruismo. Es un ejemplo más de la gamificación aplicada al campo educativo.
“Investigué mucho sobre Minecraft antes de empezar a utilizarlo con los alumnos y me gustó el perfil educativo, por el uso que se le estaba dando en otros países. Para mí ha sido el puente o la excusa para enseñar otras cosas”, destaca Lara Romero. “Además, es un juego de creación en el que el alumno potencia su creatividad y la plasma de manera digital. Es un juego sin límites, donde los límites ‘los pones tú’, como dicen mis alumnos. No nos podemos olvidar de la coordinación óculo-manual, ya que funciona todo a través de controles en el teclado del ordenador y en un espacio de 360 grados”, recalca la docente.

Conscientes del gran potencial del juego en Educación, ya hay una versión dedicada al mundo escolar: MinecraftEdu. En su creación ha participado Joel Levin (www.youtube.com/user/MinecraftTeachr), un profesor de Nueva York que lleva años utilizando este videojuego en el colegio. MinecraftEdu contiene herramientas específicas para preparar las clases, adecuando los entornos a cada materia. De esta forma, los mundos Minecraft se ajustan a cada lección y están disponibles incluso para profesores no muy versados en tecnología o videojuegos.

MinecraftEdu permite combatir una de las desventajas del uso de este videojuego en el colegio. ¿Qué hacer cuándo los alumnos en vez de hacer lo acordado se dedican a jugar sin más? La version educativa de este videojuego permite al profesor reconducir al niño al mapa o escenario donde se está desarrollando la clase o advertirlo, mediante un mensaje, de que lo haga él por sí mismo.

Por el momento, MinecraftEdu, dependiente de Microsoft, se utiliza con éxito en más de mil colegios localizados en Finlandia y Nueva York.

NUESTRO COLE EN MINECRAFT
Decidida a utilizar un recurso que generaba tanto “interés y entusiasmo” por parte del alumnado, Lara Romero ideó un proyecto para la clase de Informática de 6º de Primaria del Colegio Alameda de Osuna, de Madrid, que se ha prolongado durante tres años (2012-2015). En el primero, trabajó por parejas en donde uno de los alumnos hacía el rol de profesor y tenía que enseñar al otro sus conocimientos sobre Minecraft para construir entre ambos la casa de sus sueños.

En el segundo año, el trabajo fue en equipo con un servidor por mesa “con el objetivo de crear entre todos de manera online una ciudad (real o inventada)”. Con distintos roles en el equipo, los alumnos debían plasmar la ciudad en un plano y, como en el primer año, al final de curso grabar un vídeo describiendo el resultado.

Por último, en el tercer año cada alumno participó “de manera individual, pero con un producto final cooperativo: la recreación de nuestro colegio Alameda de Osuna en Minecraft”, explica la docente, que ha plasmado todo el proyecto en la web http://lararog.wix.com/minecraft

UNA HERRAMIENTA PARA EL PROFESOR
Utilizando sus potencialidades, Minecraft puede utilizarse como una “herramienta, un puente para enseñar todo el contenido de la asignatura”, subraya Lara Romero. Así, el uso de Minecraft en el aula le ha servido para que el alumnado avance en el trabajo cooperativo y en parejas, en el respeto al trabajo realizado entre todos (página web, vídeos, canal de Youtube…), en la comunicación online (por el uso del correo electrónico para las comunicaciones, de Google Drive para el trabajo cooperativo y por la búsqueda de alternativas para el envío de archivos según su peso). Además, han avanzado en el uso de redes sociales (utilizando Edmodo, la mayor red educativa a nivel mundial, y publicando en Youtube, grabando vídeos)…
Con respecto a la evaluación del trabajo, para este proyecto Lara Romero utilizó dos sistemas: un semáforo de autoevaluación, de uso individual, y donde destacó la sinceridad del alumnado, y un sistema cooperativo, mediante el análisis grupal de cada fase del proyecto utilizando un formulario.

ASIGNATURAS EN MINECRAFT
Minecraft está siendo utilizado en distintas asignaturas a lo largo del mundo, tanto en Infantil, como en Primaria y Secundaria. Estas son algunos de sus usos, dependiendo de la materia:
–Religión. En el Colegio Amorós, de Madrid, el padre Daniel Pajuelo imparte la asignatura de religión en la ESO apoyándose en Minecraft. Así, algunos de sus proyectos con este videojuego se han basado en la construcción de una Iglesia por parte de cada alumno. Docente peculiar, pues también es rapero, este sacerdote ha creado un canal en YouTube: YouTube Zona Educativa Minecraft (ZEM), donde explica todos sus trabajos, y reconoce que los alumnos están deseando “recuperar las clases si pierden alguna”.
–Matemáticas. Aunque pueda parecer más complicado, el mundo Minecraft también puede adaptarse a la enseñanza de las matemáticas, aplicando a las construcciones problemas de superficie, ecuacion
es, estadística, proporciones…
–Historia. Recrear una ciudad medieval o una romana mediante Minecraft o una pirámide egipcia es una de las muchas posibilidades que evoca el uso de este videojuego para acercar las singularidades de la Historia y la Arqueología a los escolares y poder visitarlas de forma virtual.
–Geografía. El Gobierno de Dinamarca ha apostado decididamente por Minecraft como elemento educativo aplicándolo a la Geografía. Así, el Ministerio de Medioambiente ha recreado toda la geografía danesa (accidentes, montañas, orografía…) a través de Minecraft para que los escolares puedan aprenderla en enseñanza básica.
–Ciudadanía. En Estocolmo (Suecia) la escuela de Secundaria Viktor Rydberg ha creado una asignatura específica y obligatoria de Minecraft donde el alumnado aprende y juega sobre la base de temas medioambientales, planificación urbana y toma de decisiones en general. Además, Minecraft es una buena excusa para trabajar en asignaturas como Educación para la Ciudadanía o Tutoría en conceptos como la colaboración, el trabajo en grupo, la organización y la toma de decisiones.
–Física y Química. Las construcciones de Minecraft permiten explorar conceptos de física y química como las mezclas, las transformaciones de la materia, la energía, el movimiento, las magnitudes, las propiedades de las sustancias…

EL ÉXITO INFANTIL DE MINECRAFT EN 8 CLAVES
¿Por qué el Minecraft arrasa entre los jóvenes? Estas son ocho claves de su éxito:
1Total libertad creadora. Cuando el niño accede a Minecraft tiene total libertad para crear lo que desee. Se encuentra con un mundo natural en su pantalla y a partir de ahí su creatividad no tiene límites.

2 Estética diferente. Minecraft no tiene una estética de vanguardia. Es un juego en tres dimensiones en el que todos los elementos tienen forma de cubo. Animales,seres, árboles, estancias… todo es cúbico.

3Contenido sorpresa. Cada vez que el jugador comienza una partida desde cero en Minecraft está sujeto a la sorpresa de lo que aparecerá en la pantalla. Las imágenes van apareciendo aleatoriamente, a través de mapas que se abren sin que el jugador sepa el que será.

4 Amplias posibilidades. Minecraft permite construir desde lo más sencillo hasta lo más rebuscado. Todo a partir de los bloques Minecraft. El niño es un creador-arquitecto sentado delante de un mundo ilimitado, un mundo de fantasía.

5Retos constantes. En el juego aparecen cada noche una serie de seres monstruosos que pueden hacer perder lo conseguido; así, el jugador se enfrenta al reto de perpetuar lo ya creado.

6Poder para construir y destruir. Además de crear, el jugador puede destruir lo que ya tiene o rehacerlo de otro modo. Las posibilidades son infinitas, tanto en el mundo visible como en el subterráneo.

7 Combinaciones mágicas. Es necesario combinar adecuadamente distintos materiales que el jugador va recolectando para obtener herramientas, armas, objetos… Además, la extracción de minerales (de ahí el nombre de Minecraft) es fundamental en el juego, pues con su transformación se consigue la materia prima necesaria para construir.

8 Decisiones propias. Mientras que en otros videojuegos los niños se limitan a actuar para conseguir unos objetivos marcados, Minecraft permite ir cambiando de intereses y de forma de jugar en cada sesión de juego.

Educar en la puntualidad

Si tu hijo siempre se levanta en el último minuto, le cuesta ir al colegio y llega tarde a todas partes, puede que no sea culpa ‘suya’ sino de su cerebro. La pregunta es: ¿Cuánto dura un minuto para él?

Si estás convencido de que un minuto dura 60 segundos, es por que estás acostumbrado a mirarlo en el reloj. ¿Pero cuánto dura para ti? ¿Y para tu hijo? Puede que vuestras percepciones del tiempo sean distintas y por eso siempre tengas la sensación de que tu hijo es el tardón de la casa. Para averiguarlo, Jeff Conte y Jerald Greenberg, investigadores de la Universidad de San Diego (EEUU), decidieron estudiar la impuntualidad relacionándola con una característica innata en nuestros hijos: la percepción del tiempo.

En el estudio, identificaron a dos tipos de personas. El tipo A corresponde a personas que habitualmente son puntuales porque su reloj interno estima que un minuto dura 58 segundos. En cambio, el tipo B calcula que un minuto dura aproximadamente 77 segundos. Según esto, si tu hijo mayor es del tipo B, probablemente tienda a tomarse media hora para acabar su desayuno mientras el pequeño, del tipo A, habrá terminado en 10 minutos. Y es que para ellos, ha pasado el mismo tiempo.
¿Y qué sucede cuando tienen que hacer los deberes o ir con sus amigos a un cumpleaños? El estudio francés Consciousness and Cognition (Consciente y percepción) confirma que, para nuestros hijos, el tiempo dura más mientras hacen las tareas del colegio por la influencia que las emociones tienen en su percepción de las horas que les llevado hacerlo. Igual que la felicidad y excitación propia de una fiesta hará que el tiempo se le acelere.

Curiosamente hay otro factor que influye en su impuntualidad: ¡la temperatura! En marzo de 2015, la publicación International Journal of Psychophysiology sacaba a la luz un experimento realizado a ese respecto. En él, varios sujetos estaban en una habitación con demasiado calor mientras otros se mantenían en una sala convenientemente aclimatada. Y se les pidió que pulsaran un botón cada tres segundos, confiando únicamente en su percepción. Tras una hora, los participantes de la sala cálida empezaron a pulsar el botón a los 2,6 segundos mientras en la otra sala la tasa de acierto era mucho mayor. El calor les hacía percibir el tiempo más rápido.

El síndrome del retraso
En realidad, los científicos no están del todo seguros de cómo nuestro cerebro y el de nuestros hijos miden el tiempo. Una teoría asegura que hay un grupo de células especializadas en contar de los intervalos de tiempo, además una amplia gama de procesos neuronales que actúan como un reloj interno. Quizá por ello se han creado tantos estudios para arrojar luz sobre este asunto y sobre cómo afecta a la puntualidad o impuntualidad de los seres humanos.

Ya en la década de los 90, el psicólogo británico Dale Griffin hablaba de lo que llamó el “síndrome del retraso”. Para él, no era una condición psiquiátrica ni genética sino que estaba relacionado con una visión demasiado optimista del tiempo necesario para realizar las tareas diarias y, sí, también con la procrastinación – la acción de aplazar las cosas–. “Cuando el ser humano organiza un nuevo proyecto, tiende a ignorar los posibles obstáculos que se pueden presentar. Realiza una “planificación espejismo” y vuelve a caer en el retraso porque suele distorsionar el pasado a su favor: culpa a la lluvia o al tráfico de la tardanza anterior y no piensa que estas circunstancias puedan repetirse. Preveer que algo va a ir mal no es una forma natural de pensamiento; por eso, tendemos a enfocar los planes creyendo que todo irá bien… y llegamos tarde”, comenta.

Educar en puntualidad
Por su parte, Guillermo Ballenato, Psicólogo Clínico, Orientador Psicopedagógico de la Universidad Carlos III de Madrid y profesor de la Universidad de Valladolid y autor del libro Gestión del tiempo, incide en la relevancia de la Educación del tiempo. Considera que “la puntualidad, al igual que la organización, es un hábito que se adquiere y consolida”. El psicólogo manifiesta que “nuestra propia conducta como padres es un ejemplo para nuestros hijos”. E insiste en que “es conveniente potenciar el hábito desde edades tempranas”, por ejemplo, estableciendo horarios y cumpliéndolos.

En su libro Gestión del Tiempo, Ballenato afirma que “el orden es un hábito que supone un ahorro de energía y libera tiempo, que queda disponible para utilizarlo libremente”. Por ello, transmite un consejo a los padres: “Conviene educar y educarnos en vivir con un espíritu de economía metódica sin caer en la rigidez y el mecanicismo. Cuanto antes se adquieren los hábitos mejor”.
¿Los niños puntuales serán adultos más eficientes? En general, sí. “Su puntualidad es un indicador de respeto, cumplimiento, compromiso, integración y autocontrol. La empatía y la comprensión de los demás y de sus necesidades están ahí presentes. La consecuencia natural es mayor eficacia y más éxito en el logro de sus objetivos”, reconoce el psicólogo. A pesar de su insistencia en la Educación de la puntualidad, reivindica también el “descubrir el arte de saber perder el tiempo”. Y reconoce que generalmente “los estudiantes entienden el valor de la programación del estudio cuando descubren que libera mucho tiempo libre”.

CINCO LECCIONES PARA EDUCAR EN PUNTUALIDAD
1-Debemos transmitirles que es importante estructurar los tiempos, con sentido y criterio, y ajustarse a lo programado.

2-Fomentar el orden y la organización como características positivas y que admiramos y tratamos de llevar a cabo.

3-Enseñar a trabajar. “con plazos y a terminar lo que empiezan en el tiempo estipulado para ello.

4-Ayudarles a descubrir el verdadero valor del tiempo, por ejemplo, haciéndoles ver qué podríamos haber hecho en el tiempo perdido.

5-Mostrarles la riqueza de un tiempo liberado disponible para su bienestar, felicidad y desarrollo personal.