La falta de información e interés de algunos padres puede agudizar la enuresis

“Mojar la cama por las noches, lo que conocemos como enuresis nocturna, es visto por gran parte de los padres como un problema sin importancia que pasará con la edad; esto hace que no consulten al pediatra específicamente y no pregunten, pudiendo pasar desapercibido hasta edades muy tardías y constituyendo un problema de salud importante para niños y adolescentes”, afirmó el Dr. Juan Carlos Ruíz de la Roja, director del Instituto Urológico Madrileño, jefe de servicio Urología del Hospital Santa Cristina de Madrid y autor del libro ¿Por qué se orinan los niños en la cama?, en el transcurso de la charla “¿Camita seca o mojada? Conoce la Enuresis” que el Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón (Madrid) ha organizado para los padres del municipio.

La enuresis nocturna es, según los expertos, la emisión de orina durante el sueño, sin despertar, en niños de más de 5 años de edad. Puede afectar a cualquier niño y se considera enurético aquel que tiene dificultades en el control miccional nocturno al menos una vez al mes, según indican la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Sociedad Internacional de Continencia de los Niños.

La enuresis nocturna es un trastorno frecuente, con una incidencia aproximada del 16 % a los 5 años y del 10 % a los 6 años, aunque los profesionales médicos coinciden en que está infradiagnosticada e infratratada, por lo que la incidencia se supone mayor, y no recibe el manejo y tratamiento adecuados.

Los mayores de 14 años, son probablemente el grupo que más lo sufre por las implicaciones sociales que el trastorno tiene para un adolescente. El 90% de los casos de enuresis se deben a causas fisiológicas que puede ser maduración de la vejiga, producción de orina nocturna superior a la normal, etc., el 10% restante puede deberse a un acontecimiento inusual en la vida del niño o en su estructura familiar como el nacimiento de un hermano, la separación de los padres, etc.

«La enuresis nocturna es un trastorno frecuente, con una incidencia aproximada del 16 % a los 5 años y del 10 % a los 6 años, aunque los profesionales médicos coinciden en que está infradiagnosticada e infratratada»

Mojar la cama por las noches tiene consecuencias en la vida escolar, personal y el equilibrio familiar del niño: baja autoestima, impedimentos para desarrollarse socialmente -acudir a campamentos, colonias o dormir en casa de amigos-, falta de motivación y fracaso escolar, interrupción del sueño, aislamiento, etc., son algunas de las consecuencias de la enfermedad que está considerada por los niños que la sufren entre 8 y 16 años, como el acontecimiento más traumático detrás del divorcio y las peleas entre los padres.

Falta de información

La necesidad de sensibilizar a padres y pediatras ha llevado al Dr. Ruiz de la roja a organizar un programa de charlas en colegios que, desde hace más de diez años, aclaran dudas e informan sobre la enfermedad.

Uno de los principales problemas es la falta de información que ha convertido este trastorno en un tema tabú. La solución pasa necesariamente por la consulta con el pediatra que, además de proporcionar información sobre el problema, realizará las pruebas oportunas para descartar otras patologías más graves que llevan asociada enuresis. El pediatra determinará entonces el tratamiento a seguir ya sea la adopción de medidas conductuales, la aportación de la hormona que el cuerpo no libera, u otras.

«A pesar de las cifras tan elevadas de niños que padecen enuresis, lo que más llama la atención es que todavía sólo 2 de cada 10 chavales son evaluados y tratados en algún momento por un médico»

Para el Dr. Ruíz de la Roja, “la enuresis no es culpa de nadie y tanto familias como médicos deberían poder hablar sobre el problema sin vergüenza o sentimiento de culpa. Sin embargo, el impacto a menudo se subestima y trivializa, por lo que no se busca ni se ofrece ayuda. A pesar de las cifras tan elevadas de niños que padecen enuresis, lo que más llama la atención es que todavía sólo 2 de cada 10 chavales son evaluados y tratados en algún momento por un médico, lo que demuestra el desconocimiento que tienen los padres. No es licito que sabiendo las causas médicas por las cuales se produce la enuresis, aún un 60% de estos menores deban utilizar un pañal todas la noches y el resto, o sea un 40%, mojen directamente las sábanas durante el sueño”.

“A partir de los 5 años, si establecemos el diagnóstico exacto del escape de orina nocturno y aplicamos el tratamiento adecuado, tiene una tasa de curación alta, pero los estudios indican claramente que una intervención temprana hace que los niños se dejen de orinar antes y sus complicaciones sean más leves y desaparezca antes. De no tratarse a tiempo, puede llegar hasta la adolescencia o la edad adulta, con consecuencias entonces dramáticas” concluye el experto.

Colegios especializados para un aprendizaje a medida

Deportistas de élite, músicos en formación y estudiantes con alguna particularidad se pueden beneficiar de los centros especializados, que facilitan una enseñanza totalmente adaptada a sus necesidades.

Por Terry Graguera

En el IES Consellería de Valencia los alumnos de Bachillerato van a clase de 10,30 a 17 horas. Son deportistas de élite que aprovechan las primeras horas de la mañana para estudiar o para entrenar. “Si un examen les coincide con una competición oficial o con una concentración, se les cambia, y también hay un 25% de faltas de asistencia que pueden justificar, además de tener al tutor disponible una hora cada semana para preguntar dudas por si han faltado”, cuenta Fernando Díaz, coordinador de este Bachillerato específico para deportistas de alto nivel.

Permitirles conciliar la práctica deportiva a unos niveles tan exigentes con los estudios está arrojando unos resultados espectaculares: “Las calificación son muy buenas; normalmente son ellos los que consiguen todas las matrículas de honor. Es un hecho que cuanto mejor vas en el deporte, mejor vas en los estudios y en nuestro caso es así porque los mejores deportistas son los que sacan las notas más brillantes. En los 10 años que lleva funcionando este programa, el Bachillerato de deportistas es el que obtiene estadísticamente las mejores calificaciones del instituto”, recalca el coordinador.

¿Y las relaciones con el resto de compañeros?

Pero ¿qué sucede a la hora de relacionarse con otros chicos de su edad? ¿Se aíslan socialmente o del resto de compañeros? “Estos chicos tienen los mismos profesores que los demás y en el centro no tienen ningún problema; esto no es un gueto; se relacionan sin problema con sus otros compañeros y tanto los padres como ellos valoran que se atiendan sus necesidades”, detalla Fernando Díaz.

De la misma opinión es Rafaela Arévalo, jefe de Estudios del IES Cardenal Cisneros, de Madrid, especializado en alumnos que simultanean ESO o Bachillerato con enseñanzas profesionales de música. “Algunos alumnos que llegan en 2º o 3º de la ESO de otros centros se sienten el bicho raro allí, por lo que cuando se trasladan al nuestro se sienten muy bien entre chicos con las mismas inquietudes que ellos”, destaca Rafaela Arévalo.

Hoquetus: un programa para músicos

El programa Hoquetus, del madrileño IES Cardenal Cisneros, lleva desde el año 2009 funcionando para permitir que alumnos de los conservatorios profesionales de música puedan compatibilizar de la mejor forma sus estudios ordinarios. “Se les convalidan dos asignaturas, lo que representa cuatro o cinco horas semanales en las que pueden estudiar, salir antes para ir al conservatorio o practicar su instrumento, pues en el instituto tienen un espacio también para guardarlos”, detalla María Sagrario García, directora del centro. “Además, hablamos con los conservatorios para que los exámenes no coincidan y reajustamos el horario para que los alumnos que van a Coral o Grupal puedan acudir juntos”, subraya

«Estos chicos tienen los mismos profesores que los demás y en el centro no tienen ningún problema; esto no es un gueto; se relacionan sin problema con sus otros compañeros y tanto los padres como ellos valoran que se atiendan sus necesidades”

Se trata, al igual que en el caso de los deportistas de élite, de unos estudiantes muy comprometidos, pues la mayoría de estos más de cien alumnos del IES Cardenal Cisneros, están en la sección de alemán. Las ventajas de adaptar el aprendizaje y facilitar su trayectoria escolar a estos alumnos van más allá. “Pueden participar en concursos internacionales y se les justifican esas ausencias, lo que les hace sentirse comprendidos. Además, si tienen un concierto, se programan audiciones a las que asisten el resto de los alumnos para que puedan ensayar con público”, destaca la jefe de Estudios.

También con el TDAH

El colegio Nuevo Velázquez, de Madrid, está especializado en alumnos con TDAH, dislexia y otros problemas de atención, que conviven en las aulas con otros chicos sin estas alteraciones. “El programa de cada asignatura es oficial, pero al ser solo 15 alumnos por clase el profesor se adapta al ritmo de aprendizaje de cada niño”, explica Inmaculada Blanco, directora del centro. “Se realizan adaptaciones no significativas, como exámenes orales en caso de dislexia; se presentan enunciados breves; en los test se les da solo una pregunta y cuando han respondido, la siguiente; pueden acabarlo en más de una hora…”, detalla.

“Son chicos que suelen venir de otros colegios con la autoestima muy baja. Si no se les da lo que necesitan para salir adelante, el fracaso escolar está garantizado a partir de 2º de la ESO”, advierte. Para ella, “un niño con TDAH tendrá muchas dificultades para seguir una clase normal, sin embargo, cualquier niño sí puede seguir una clase específicamente preparada para un compañero con TDAH. Por eso, se les hacen preguntas constantemente, captando su atención. Además, les damos técnicas de estudio, reforzamos sus habilidades sociales, hay pocos deberes para que tengan tiempo por la tarde de hacer actividades deportivas… Todo se adapta a su situación. Son chicos inteligentes que acaban asumiendo unas etiquetas negativas que les hacen daño y aquí les ayudamos a sentirse bien consigo mismos”.

En búsqueda de futuros ingenieros

Engineering for Kids es un programa educativo estadounidense que apuesta por los futuros ingenieros escondidos en las aulas, tratando de preparar al país para la necesidad de profesionales técnicos cualificados. En España, varias iniciativas se han puesto también manos a la obra.

Por Ana Veiga

Solo uno de cada cinco estudiantes universitarios STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) en Estados Unidos considera que su educación escolar le ha preparado para afrontar su carrera, según una encuesta de Centro de Estudios de Microsoft (Microsoft News Centre Europe).

Con el fin de guiar a los jóvenes en este sector, nace en 2014 la Fundación Engineering For Kids. Su misión: inspirar, entusiasmar y enseñar a la juventud del mañana, ayudándolos en su camino a convertirse en ingenieros y prepararlos para el nivel de conocimientos que tendrán que afrontar en la Universidad.

Tras el programa educativo, se encuentra su fundadora, Dori Roberts, una profesora de Secundaria que vio un vacío en los programas de Ciencias. Por eso, creó en su centro un club de ingeniería en el que al principio todo eran chicos pero, poco a poco, se fueron acercando las alumnas. “¡Ayudó que yo fuera un entrenadora de las animadoras!”, bromea, “pero es cierto que, aunque al principio solo tenía alumnos, las chicas se fueron animando; y muchas de ellas me decían que no sabían qué era exactamente la ingeniería”.

Roberts notó que ellas se preocupaban más por estudios con interés humano y trató de enseñar conceptos de ingeniería con aplicaciones en el mundo real y un enfoque social. Progresivamente, el club fue creciendo y “pasó de 8 estudiantes a 180”. Empezaron a competir en concursos locales e incluso nacionales, fuera de la ciudad. “En ese momento, mi hija tenía 8 años y mi hijo tenía 6 años y me los traje a la competición. Cuando vieron lo que hacían mis alumnos, ¡les encantó! Así que me puse a buscar programas para niños de su edad y no había nada para niños tan pequeños”, explica.

«Es cierto que, aunque al principio solo tenía alumnos, las chicas se fueron animando; y muchas de ellas me decían que no sabían qué era exactamente la ingeniería”

Entonces, decidió ofrecerse voluntaria para dar una clase de ingeniería civil en el colegio de su hijo. “¡La clase se llenó de alumnos!”, afirma. Y se le ocurrió que su idea podía hacerse aún más grande, creando Engineering for Kids, para acercar a los menores a este tipo de estudios técnicos. “Además, en el caso de las niñas, lo mejor de empezar con 4 años es que aún no son conscientes de los roles de género”, lo que les permite inspirar a niños y niñas por igual y sin luchar contra sus creencias limitantes.

Desde su creación, han organizado cientos de actividades prácticas de ingeniería específicas para estudiantes de 4 a 14 años. Estos programas incluyen actividades extraescolares, excursiones escolares, campamentos, clubes y talleres donde los niños exploran conceptos y desarrollan diseños relacionados con el sector aeroespacial, mecánico, químico, industrial, eléctrico y con la ingeniería robótica. Incluso completan su oferta educativa con eventos, recaudación de fondos, un Programa de Mentores y hasta becas para estudiantes y maestros en un esfuerzo por aumentar el interés en campos relacionados con STEM y brindar los niños la oportunidad de conocer de cerca estas profesiones.

Actualmente, ya tienen más de 30 franquicias por todo el mundo, desde Canadá hasta México, Líbano o Tailandia. En Europa, por el momento solo han aterrizado en Austria. “Me encantaría que la ingeniería se convierta en parte del currículo de la Educación Primaria e inspirar a los estudiantes a una edad temprana. Son los ingenieros quienes resuelven nuestros problemas”, sentencia Roberts.

La situación en España

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Nos quedamos sin ingenieros. Eso dice un estudio de Randstad, donde pronostica que en el año 2020 «faltarán en España 1,9 millones de trabajadores altamente cualificados». Entre ellos, se encuentran los ingenieros; de hecho, las matrículas en Ingeniería, Arquitectura, y Ciencias han descendido un 25% en el último decenio, según el último informe del Ministerio de Educación de España. A raíz de eso, toma especial importancia la aparición de iniciativas que potencien estas carreras técnicas en la infancia.

“Me encantaría que la ingeniería se convierta en parte del currículo de la Educación Primaria e inspirar a los estudiantes a una edad temprana. Son los ingenieros quienes resuelven nuestros problemas”

Un ejemplo es la jornada “Ingeniería en la calle”, creada en junio de este año por la Escuela de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de la Universitat Politècnica de València. Se presentó como una especie de parque temático educativo que mostró a casi 6.000 niños y niñas de entre 5 y 15 años en qué consiste el trabajo de un ingeniero. Lo hicieron a través de actividades con elementos como una retro excavadora, una pala cargadora, camiones y barcos teledirigidos, maquetas de carreteras y puentes, talleres para los más pequeños…. y bajo el lema Más lejos, más caminos, más desarrollo.

“Buscamos acercar la ingeniería civil a los más pequeños para que comprendan la importancia de la profesión en nuestro día a día”, ha señalado en varias ocasiones Eugenio Pellicer, director de la Escuela, que ya se plantea repetir esta actividad de forma itinerante.

Pero no es la única iniciativa en nuestro país. También han surgido programas como STEM Talent Girl –centrado en promover las carreras STEM tradicionalmente asociadas a niños entre el género femenino-, ASTI Challenge-robótica para estudiantes de la ESO y Bachillerato, también abierto a universidades y a amantes de la tecnología en general, para empoderar a la nueva generación de líderes en el campo de la robótica móvil colaborativa- o STEM Talent Kids -proyecto para estimular el talento desde edades tempranas (3º de Educación Infantil) mediante un itinerario formativo que incluye programas de Talent Search, inteligencia emocional y creatividad, robótica y programación, y mindfulness para niños-.

«Las matrículas en Ingeniería, Arquitectura, y Ciencias han descendido un 25% en el último decenio, según el último informe del Ministerio de Educación de España»

Detrás de estos tres programas, está la Fundación ASTI Talent & Tech Foundation, que “nace para liderar la transformación de la sociedad mediante el desarrollo del talento y la tecnología, desarrollando el talento digital en todas las etapas educativas y fomento de las vocaciones STEM”, explica Henar Rebollo, Program Manager.

“Creemos que el talento STEM es la clave del éxito en la economía actual, ya que es el talento habilitador de la industria 4.0. Necesitamos crear ecosistemas nacionales y locales que desarrollen el talento e impacten en la educación”, argumenta Rebollo. Para ello, la Fundacion gestiona varios proyectos con estos objetivos.

Actualmente, ASTI Talent & Tech Foundation tiene presencia en Burgos, Valladolid y Cantabria y prepara ya su aterrizaje en Madrid, Salamanca, Segovia, León, Ávila, Asturias y Navarra. Saben que el futuro es STEM y ponen sus conocimientos al servicio de los que serán los profesionales del mañana en España.

Carta a mis Papás: un programa para sensibilizar sobre la importancia de la conciliación

La Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles (Arhoe) ha puesto en marcha el programa ‘Carta a mis papás’, una iniciativa subvencionada por la Consejería de Políticas Sociales y Familia de la Comunidad de Madrid. Los objetivos que se persiguen con este programa son sensibilizar sobre la necesidad que tienen los menores de compartir más tiempo con sus familias, así como crear conciencia acerca del tiempo que realmente emplean los padres y las madres en la educación y cuidado de sus hijos.

El programa se está desarrollando a través de dos líneas principales:

Por un lado, los talleres ‘Carta a mis papás’, dirigidos a alumnado de Educación Primaria y de la ESO, que tienen por finalidad reflexionar sobre el tiempo que pasan los niños con sus padres, qué dificultades impiden que tengan más, qué soluciones se proponen para ampliar los momentos en familia y qué actividades les gustaría realizar. El resultado del taller será una carta escrita por los alumnos y dirigida a sus padres, donde expresen qué actividades les gustaría compartir con ellos.

Por otro, el cuestionario online ‘¿Cuánto tiempo compartimos con nuestros hijos?’, enfocado a padres y madres, que recoge información para conocer los hábitos y necesidades de estos respecto a las relaciones que mantienen con sus hijos y el tiempo que les dedican. Asimismo, pretende crear conciencia sobre este problema.

Visibilizar la necesaria corresponsabilidad

En palabras de José Luis Casero, presidente de ARHOE, «aparte de reflexionar sobre el tiempo que los menores comparten con sus padres y madres, y sensibilizar a estos sobre dicho asunto, pretendemos con esta iniciativa evidenciar la importancia de la corresponsabilidad y la participación de los hombres en el cuidado y atención que se dedica a los hijos. Nuestros hijos e hijas nos piden no solo calidad sino cantidad». Y es que la necesidad de compartir más momentos en familia, según apunta Casero, se combina con otra no menos preocupante realidad: «la falta de implicación por parte de muchos hombres en lo relativo no solo a las tareas domésticas, sino al cuidado y atención que prestan a sus hijos».

¿A tu hijo le cuesta aprender a leer? Descubre las causas y cómo ayudarle

Es importante detectar posibles dificultades de lectoescritura a tiempo para evitar futuros problemas. En algunos casos, hay que recurrir a un especialista. Sin embargo, en muchas ocasiones, el problema no es tal, sino que simplemente estamos exigiendo una habilidad antes de tiempo. Respetar el ritmo de aprendizaje de cada niño es fundamental a la hora del aprendizaje de la lectura.

Por Eva R. Soler

Hay niños que sienten curiosidad por las letras desde muy pequeños y aprenden a leer muy temprano, pero no es lo habitual. La etapa del aprendizaje de la lectura no es fácil, pues éste requiere de un proceso complejo en términos neurológicos. Lo normal es que, al principio, cueste adquirir esta habilidad y que haya ciertas dificultades no significa que el niño tenga poca inteligencia o problemas neurológicos.

Como explica Isabel Rodero, psicopedagoga del Centro TAP de Madrid, “el aprendizaje y el desarrollo de la lectoescritura es un proceso complicado en el que intervienen diferentes estructuras cerebrales. Algunas de ellas empiezan a madurar en torno a los 5-7 años. Sin embargo, las edades cronológicas no son una medida exacta por lo que es importante atender a los hitos evolutivos de maduración que hay en cada niño y tener en cuenta que son alcanzados de forma independiente. Es decir, cada niño estará preparado para adquirir habilidades lectoras en el momento de su maduración”.

Es cierto que en algunos casos la dificultad puede deberse a cierto retraso madurativo en las áreas neurológicas que regulan este aprendizaje, pero hay muchas otras causas que pueden estar originando este problema. Rodero señala algunas de ellas:

Factores emocionales: “Derivan de una dificultad para gestionar adecuadamente algunas emociones como, por ejemplo, la frustración”, explica la misma experta.

-Causas orgánicas que tiene que ver con dificultades físicas, auditivas o visuales. Es aconsejable una visita al oculista para que le efectúe las pruebas oportunas.

«Las edades cronológicas no son una medida exacta por lo que es importante atender a los hitos evolutivos de maduración que hay en cada niño y tener en cuenta que son alcanzados de forma independiente»

-El uso de una metodología inadecuada: “En ocasiones el método utilizado para la enseñanza de la lectura no va acorde con el estilo de aprendizaje del alumno. Así es importante saber de qué forma aprende mejor el niño y ajustar la metodología a su estilo de aprendizaje para que desarrolle al máximo su capacidad”, sostiene la psicoterapeuta.

-Problemas o dificultades evolutivas, poca capacidad de atención, deficiencias de memoria o de formación de conceptos.

Otros expertos también añaden como posibles causas del problema factores ambientales relativos a la situación familiar (conflictos, falta de comunicación, poca paciencia de los tutores, escasez de tiempo para ayudar a los niños en el aprendizaje, clima hostil, poca valoración de los éxitos) o al ámbito escolar (curso muy numeroso; profesor con poca experiencia, personalidad fría o con baja preparación profesional, muchas ausencias; falta de material adecuado; cambio continuo de profesores).

Y otra de las causas, como se apuntaba al principio, es que, a veces lo que pasa es que tanto las familias como los maestros (y las editoriales), es decir, todos los que participamos en la educación de los niños, estamos exigiendo una habilidad antes de tiempo. Se suele relacionar la escolarización con el aprendizaje de la lectura y de la escritura y parece haber cierta prisa para que el niño o la niña aprenda a leer pronto, rápido y cuanto antes mejor. Sin embargo, tratar de acelerar este proceso puede ser muy contraproducente.

No respetar el ritmo de aprendizaje de cada niño y presionar para un proceso para el que todavía no están maduros supone relegar a un segundo o incluso a un tercer plano procesos para los que sí están preparados como valores, autonomía, autoconocimiento y razonamiento lógico. Eso sin contar que intentar acelerar el aprendizaje en el momento inoportuno puede generar etiquetas tempranas como lento o vago, en el mejor de los casos. “Si vamos a etiquetar, que no deberíamos, hagámoslo, al menos en el momento evolutivo correcto”, señalan algunos especialistas en la materia.

¿Cuándo hay que preocuparse?

La psicopedagoga del Centro TAP afirma que, por regla general, al inicio de la edad escolar es cuando empiezan a detectarse más claramente las dificultades relacionadas con los procesos de lectoescritura.

Sin embargo, la familia también puede detectar una serie de síntomas que pueden indicar que algo no va en la dirección adecuada y es el momento de consultar con un especialista: “Es importante apuntar que las dificultades varían según la edad. Debemos observar y prestar atención a la actitud que el niño muestra ante tareas relacionadas con la lectoescritura, si hay un descenso en el rendimiento escolar, si existen dificultades a la hora de gestionar las emociones (explosiones de ira, llanto, etc.), si el niño evita realizar tareas que tienen que ver con la lectura y la escritura o si muestra una negación absoluta ante las tareas escolares”.

«No respetar el ritmo de aprendizaje de cada niño y presionar para un proceso para el que todavía no están maduros supone relegar a un segundo o incluso a un tercer plano procesos para los que sí están preparados como valores, autonomía, autoconocimiento y razonamiento lógico»

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Cómo se puede ayudar desde casa

En cualquier caso, la etapa del aprendizaje de la lectura es compleja y todos los niños (independientemente de que les cueste más o menos) necesitan de la atención y el apoyo de los padres. Sofía Rodero enumera una serie de consejos muy útiles para aplicar desde casa:

1)Predica con el ejemplo: Es importante saber que los padres servimos de modelo, así que queramos o no, nuestros hijos copian nuestros comportamientos, gestos y también nuestros hábitos. Por eso es importante que si queremos que nuestros hijos adquieran hábitos de lectura, los vean en sus cuidadores de referencia.

2)Léele: Ofrécele espacios de lectura ya aprovecha esos momentos para pasar tiempo de calidad con tus hijos. Pero si el niño no muestra interés o no es el momento adecuado, no hay que forzar la situación. Recuerda que es un momento de ocio, distendido, dónde vamos a disfrutar de la lectura.

3)Hacer de la lectura un momento divertido: Podemos contar un cuento y después hacer preguntas como, por ejemplo, ¿Qué pasaría a partir de ahora? e inventarnos finales divertidos.

4)No juzgar: Debemos evitar emitir juicio de valor sobre la forma de leer de nuestros hijos, máxime cuando existe una dificultad.

5)Busca métodos alternativos: leer los carteles que encontramos de camino de vuelta a casa, leer una receta juntos…

Nace en el Vaticano 'El Observatorio Internacional de Ciberbullying'

Europa Press

El pasado 8 de noviembre fue presentado en el Vaticano, donde tendrá su sede, el ‘Observatorio Internacional de Ciberbullying’ (ICO), un organismo que según el presidente de la Fundación Pontificia Scholas Occurrentes, José María Del Corral, tiene como objetivo «hacer visible este drama que sufren los jóvenes y los padres de los afectados».

Según informa Vatican News, el Observatorio es el fruto de la colaboración entre la Fundación Scholas Occurrentes y la Fundación Carolina.

«Por primera vez, aquí en el Vaticano, se juntan jóvenes de distintos países que sufren tanto ellos, como sus compañeros, esta epidemia mundial que se llama bullying. Por primera vez aquí en el Vaticano, se da respuesta a una petición que hace el Papa Francisco, de hacer visible este drama que sufren los jóvenes y los padres de los afectados. Por eso Scholas, junto a la Fundación Carolina, se han sumado para hacer un Observatorio Internacional, no sólo para recoger información, sino también para ayudar a los gobiernos y familias a poner en practica propuestas concretas para superarlo», afirmó José María Del Corral.

Según las informaciones, el Observatorio será presentado en el marco del Primer Congreso Mundial sobre la relación entre los menores y la web, cuya celebración está prevista para el mes de abril de 2019.

«El Observatorio Internacional no sólo recogerá información, sino que también ayudará a los gobiernos y familias a poner en practica propuestas concretas para superarlo»

El ‘Observatorio Internacional de Ciberbullying’ busca hacer de internet un lugar seguro y se inspira en la historia de la joven italiana Carolina Picchio, a quien se dedicó la primera ley Europea contra el ciberbullying. «ICO nace en el Vaticano porque el Papa fue el primero que salió a hablar con toda la valentía y con toda la fuerza de este fenómeno que está atacando a los jóvenes del mundo entero», ha señalado el fundador.

El presidente de la Fundación Pontificia Scholas Occurrentes ha indicado que cuando el Papa, a través de Scholas, conoció la situación, él mismo la hizo pública «en las confirmaciones, incorporándolas en las promesas bautismales, en la propia liturgia».

«Cuando nos dimos cuenta de que había mucha falta de profesionalidad en el abordaje de este tema, y no había políticas públicas serias, nació esta idea. No basta un congreso, hay que hacer un Observatorio que genere la información verdadera para que, a partir de ahí, se puedan generar políticas públicas en los distintos países», concluyó Del Corral.

Madrid celebra el Día Universal de la Infancia con un fin de semana repleto de actividades para niños y familias

Redacción

Como cada año desde hace más de una década, la Comunidad de Madrid organiza con motivo del Día Universal de la Infancia un evento solidario que durante el fin de semana del 24 y 25 de noviembre llenará el Pabellón de Cristal de la Casa de Campo de Madrid de actividades gratuitas de carácter lúdico, social, deportivo y educativo para niños y familias.

El evento, que conmemora la aprobación por parte de Naciones Unidas de la Convención de los Derechos del Niño, reafirma la apuesta de la Comunidad de Madrid por seguir avanzando en la construcción de una sociedad más amable con la infancia y la adolescencia.

Las actividades programadas durante el fin de semana se llevarán a cabo de forma ininterrumpida entre las 11:00 y las 20:00 horas del sábado 24 y entre las 11:00 y 15:00 horas del domingo 25, y ofrecerán a los niños, adolescentes y a las familias que se acerquen un espacio de celebración y entretenimiento con entrada libre.

«El evento del Día Universal de la Infancia y todas las actividades asociadas al mismo cuentan con el apoyo y la imprescindible colaboración de más de un centenar de entidades públicas y privadas»

Entre esas actividades los asistentes encontrarán la posibilidad de tirarse en tirolina y paracaídas, un rocódromo, talleres de manualidades, naturaleza, reciclaje, radio y seguridad vial, castillos hinchables o exhibiciones caninas. Además, quienes se acerquen al evento también podrán disfrutar de las diferentes actuaciones de música, baile y cuentacuentos que tendrán lugar en el escenario a lo largo de las dos jornadas.

Implicación de numerosas ONG, asociaciones y colectivos

DUI2El evento del Día Universal de la Infancia y todas las actividades asociadas al mismo cuentan con el apoyo y la imprescindible colaboración de más de un centenar de entidades públicas y privadas, entre ellas ONG como Unicef, Aldeas Infantiles, Cáritas o Fundación Once; entidades como El Corte Inglés, Fundación Mapfre, las federaciones madrileñas de Fútbol o Balonmano o el Museo Nacional de Ciencias Naturales; y colectivos como la policía local, la guardia civil o los bomberos de la capital.

Todos ellos organizarán sus propias actividades y talleres en la zona lúdica habilitada a tal fin en el interior del Pabellón de Cristal. Además, en el evento habrá un espacio solidario en la que habrá tres estands: uno de recogida de alimentos, a cargo de Cáritas Madrid, otro de juguetes, organizado por la ONG Heald The Word For Children Spain, y un último de ropa de niños. Desde la organización se anima a los asistentes a ser solidarios con las ONG que participan en la recogida.

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Educando con los juegos de mesa

Por Adrián Cordellat

Cabalgando a lomos de la innovación educativa, las metodologías activas y los nuevos conocimientos en neuroeducación, los juegos de mesa se han hecho un hueco importante en las aulas en el último lustro, acaparando cada vez más atención y reconocimiento por parte de centros educativos, docentes y padres. Seguramente porque los juegos de mesa son portadores de una de las máximas de la neurociencia: la emoción. “Sin emoción no hay aprendizaje y el juego es pura emoción y acción. El juego en general y el de mesa en particular es un recurso y metodología ideal para llevarlo al aula sea cual sea la etapa educativa. Es, y con diferencia, el mejor recurso del que disponemos los docentes”, afirma Manu Sánchez Montero, profesor de educación primaria y experto en pedagogía lúdica.

Su opinión la comparte la psicóloga y formadora en neuroeducación y juego Núria Guzmán. Según la experta, si lo que se ha dado a conocer como Aprendizaje Basado en Juegos (ABJ) está en auge “es precisamente porque el profesorado enseguida ve su aplicabilidad y la relación que tiene con las competencias que debe adquirir el alumnado”. En ese sentido, Guzmán considera que los juegos de mesa son en sí mismos “una herramienta de innovación educativa”, entre otros motivos porque dan protagonismo al alumno (“es él el que actúa, prueba, experimenta, reflexiona, de allí que consigamos una actitud activa); y porque el contexto de juego “consigue resaltar muchas cualidades del alumnado que no eran anteriormente percibidas por el profesor e incluso por ellos mismos, algo muy importante porque facilita el cambio, el modo de pensar del alumnado y de actuar”.

“Sin emoción no hay aprendizaje y el juego es pura emoción y acción. Es, y con diferencia, el mejor recurso del que disponemos los docentes”

Al respecto, la psicóloga cita a Platón, al que se le atribuye la afirmación de que “puedes descubrir más de una persona en una hora de juego que en un año de conversación”. “Es una frase con la que estoy muy de acuerdo. Si quieres conocer a alguien o incluso si quieres conocerte a ti mismo, ponte a jugar. Enseguida verás nuevas aptitudes, formas de enfrentarse a las situaciones, de reaccionar, sentir y actuar. Este conocimiento facilita el cambio. Y el cambio genera aprendizaje”, reflexiona.

Alumnos 100% despiertos

Afirma Manu Sánchez que, por su experiencia, cuando se saca un juego en el aula, aunque sean juegos diseñados específicamente con un fin didáctico, los alumnos “están receptivos al 100%, no hace falta motivarlos ya que conocen por experiencias anteriores que van a divertirse”. Y aunque reconoce el docente que los estudiantes “no ven el juego como un medio para aprender”, lo cierto es que a través de los juegos de mesa aprenden mucho y desarrollan habilidades que resultaría imposible trabajar en una clase magistral.

“La experiencia me ha demostrado que los grupos que habitualmente juegan en el aula son más resolutivos, mejoran la comprensión lectora y el trabajo en equipo. Incluso el jugar por jugar hace que los alumnos estén más activos mentalmente ante situaciones cotidianas”, argumenta Sánchez, que considera que en el proceso de enseñanza-aprendizaje, y gracias a herramientas como los juegos de mesa, se ha pasado “del ‘aprender’ al ‘aprender a aprender’”.

 

«Si quieres conocer a alguien o incluso si quieres conocerte a ti mismo, ponte a jugar. Enseguida verás nuevas aptitudes, formas de enfrentarse a las situaciones, de reaccionar, sentir y actuar. Este conocimiento facilita el cambio. Y el cambio genera aprendizaje»

Conclusiones similares manifiesta Núria Guzmán, que señala también la “actitud activa” de los alumnos, que permanecen concentrados en la actividad “hasta el punto de que suena el timbre y no se levantan, quieren terminar la partida”. La psicóloga destaca además un factor diferencial de los juegos de mesa, el azar, que en su opinión reviste mucha importancia “porque permite jugar en condiciones más equitativas a alumnado con diferentes necesidades, lo que permite integrar y atender a la diversidad de alumnado que hay en un aula”.

Por último, la experta en ABJ subraya otro de los grandes valores de los juegos de mesa como herramienta educativa: el aprendizaje compartido. “Pienso que la escuela falla en algo primordial y es que el proceso de aprendizaje es una aventura que, si es compartida y llevada a cabo conjuntamente con los compañeros, se convierte en un gran aliciente. Y los juegos de mesa facilitan la relación entre el alumnado al aumentar los momentos de diversión compartidos”, argumenta.

Juegos de mesa para todo

¿Sirven los juegos de mesa para cualquier materia?, preguntamos a ambos expertos. Hay docentes que los utilizan para mejorar las capacidades lingüísticas de sus alumnos. Otros que aprovechan el potencial numérico y para los cálculos de los juegos de cartas. Otros su capacidad para desarrollar el razonamiento lógico. Las alternativas son infinitas. Y lo mejor es que los aprendizajes siempre van más allá. “No sólo podemos aprender matemáticas o geografía jugando con un juego, sino que podemos desarrollar de una forma más lúdica y creativa aspectos tan poco tratados o difíciles de tratar de forma completa en al aula como son las habilidades lingüísticas, el aprender a aprender u otras competencias clave”, explica Sánchez.

«El azar de los juegos permite jugar en condiciones más equitativas a alumnado con diferentes necesidades, lo que permite integrar y atender a la diversidad de alumnado que hay en un aula»

 

Núria Guzmán, por su parte, destaca el potencial de los juegos de mesa como complemento educativo comparable a una carta comodín de la que poder hacer uso en cualquier momento. “¿Para qué sirve? Pues según la realidad que nos toque vivir nos servirá de un modo u otro. La flexibilidad que nos aporta el juego permitirá adaptarnos a diferentes contextos y a diferentes situaciones grupales”, concluye.

Los docentes también juegan

“No sólo es importante que los alumnos jueguen, es muy importante que el docente juegue con ellos. Podremos demostrarles que somos personas cercanas, que nos importa ganar o perder, que queremos conocerlos y que ellos nos conozcan. Está demostrado que ser empático en el aula con los alumnos y mantener un ambiente agradable consigue mejores resultados sobre los alumnos que la férrea disciplina y la distancia con el estudiante”, afirma Manu Sánchez.

«La escuela falla en algo primordial y es que el proceso de aprendizaje es una aventura que, si es compartida y llevada a cabo conjuntamente con los compañeros, se convierte en un gran aliciente»

 

Y a ello, a jugar con sus alumnos, se han puesto decenas de profesores en España, en un movimiento iniciado de forma individual por algunos docentes, pero al que ahora, como reconoce Núria Guzmán, se han sumado también muchos centros e instituciones: “Ahora es el momento de las instituciones, éstas son las que están mostrando interés y están facilitando la formación de docentes. Prueba de ello es que cada vez más centros demandan formaciones relacionadas con ABJ que usa principalmente el juego de mesa como recurso”.

Cómo los miedos afectan a la crianza y la educación de los niños

Por Adrián Cordellat

“Pasan 18.000 niños cada año por nuestra escuela, niños de escuelas públicas y privadas, de pueblo y de ciudad, de primaria hasta la ESO, y te aseguro que en los más de 30 años que llevo trabajando aquí nunca he visto a tantos niños con tantos miedos, con tanta falta de autoestima, con tanta falta de confianza y con tanta inseguridad. Pero la verdad es que tampoco he visto nunca a tantos padres con tantos miedos”.

Las palabras son de Cristina Gutiérrez Lestón, codirectora de La Granja Escuela de Santa María de Palautordera (Barcelona), dedicada a la educación en la naturaleza y la educación emocional, y autora de Entrénalo para la vida (Plataforma Editorial). “Nuestros niños son ahora más inseguros, están sobreprotegidos y tienen muchos más miedos”, puede leerse en la introducción del libro. ¿Por qué?

Para Myriam Fernández Nevado, socióloga y cofundadora del Grupo de Sociología de la Infancia y la Adolescencia (GSIA), se trata de una evolución histórica en la forma de concebir la maternidad y la paternidad que arrancó con el baby boom de los años ’60.

“A diferencia de la generación de los abuelos y bisabuelos de hoy en día, que fue mucho más libre y más independiente porque los padres estaban reconstruyendo un país y trabajaban mucho más tiempo, la generación del baby boom de los años ’60 ya fue criada con muchos más cuidados, con más ayudas a la familia, con una mejor educación que mejoró las condiciones laborales y económicas de la generación posterior. Y ahí empezó la protección, que se ha ido desarrollando cada vez más, hasta el punto de que las nuevas generaciones están alcanzando unos niveles de sobreprotección que influyen mucho en la crianza y que limitan mucho las condiciones de los niños”, reflexiona la socióloga.

A este factor, Heike Freire, psicóloga, pedagoga y autora del libro Educar en verde: ideas para acercar a niños y niñas a la naturaleza (Editorial Grao), añade otros que se interrelacionan entre sí. Por un lado, las bajas tasas de natalidad, que han convertido a los niños en un bien preciado “al que tenemos más tiempo para dedicar”. Por otro, las ciudades, que en su opinión se han vuelto “mucho más hostiles” para la infancia, lo que provoca que los niños tengan menos espacios para jugar “sin amenazas y peligros”. Por último, la experta señala a la cultura latina, “mucho más proteccionista” que la de otros países nórdicos, y al auge de una industria de la seguridad infantil que en su opinión predica un concepto de seguridad “mal entendido”.

«Las nuevas generaciones están alcanzando unos niveles de sobreprotección que influyen mucho en la crianza y que limitan mucho las condiciones de los niños»

“Todos estos factores hacen que estemos en una época en la que las preocupaciones por la seguridad de los niños han llegado al paroxismo, provocando en ocasiones incluso situaciones ridículas y que más allá de la gracia que puedan hacernos, generan muchos problemas a nivel del desarrollo de las capacidades de los niños, tanto físicas como psíquicas. Y eso sí es grave”, sostiene.

Consecuencias para la infancia

“La sobreprotección es para mí una de las razones principales del auge de los miedos infantiles. Al educar con miedo, los padres provocamos miedos a nuestros hijos. Al final, cada vez que educamos con miedo estamos trasladando a nuestros hijos el mensaje de que el mundo es peligroso”, reflexiona Cristina Gutiérrez Lestón.

Para la educadora, estos miedos maternos y paternos se traducen inevitablemente en los hijos en baja autoestima, inseguridad y desconfianza hacia sí mismos y hacia los demás. “Pasan miles de niños cada año por aquí y el 100% de los que cuando llegaron aquí eran niños sobreprotegidos, sin excepción, han acabado con baja autoestima al llegar a la ESO”, apunta.

Heike Freire, por su parte, habla de consecuencias tanto a nivel de desarrollo como de aprendizaje para los menores. “La sobreprotección afecta a nivel de desarrollo motor, que es fundamental para la infancia, a nivel del desarrollo verbal, porque la falta de interacción con otros niños hace que no desarrollen correctamente sus capacidades sociales, y a nivel intelectual también, porque moverse libremente por los espacios desarrolla la inteligencia espacial y eso está muy relacionado con las matemáticas, con el lenguaje y con otras muchas áreas”, explica.

«Las preocupaciones por la seguridad de los niños han llegado al paroxismo, provocando en ocasiones incluso situaciones ridículas y que más allá de la gracia que puedan hacernos, generan muchos problemas a nivel del desarrollo de las capacidades de los niños, tanto físicas como psíquicas»

No obstante, para la pedagoga, uno de los principales efectos de esta crianza sobreprotectora por los miedos de los padres se observa en las capacidades psíquicas de los niños: “Sentir que uno no puede valerse por sí mismo es súper necesario a cualquier edad y esa capacidad se empieza a fraguar cuando uno es muy pequeño y se va construyendo desde entonces muy poco a poco”.

También, señala Freire, existen consecuencias más graves a nivel psíquico, como que los niños interioricen que no son capaces de protegerme a sí mismos, lo que, apunta, genera una especie de ansiedad que “puede incluso afectar a nivel de desarrollo de la propia identidad”.

En ese mismo sentido se pronuncia Gutiérrez Lestón, que añade que estamos criando “niños débiles, inseguros y desconfiados, niños a los que se van a comer cuando salgan al mundo, niños que van a estar con ansiolíticos toda su vida”. Al respecto, la experta señala que algunos estudios muestran ya que muchos universitarios españoles toman antidepresivos y ansiolíticos en primero de carrera universitaria: “Son niños a los que les han cortado las alas desde que han nacido, con tolerancia cero a la frustración, de forma que a la que sopla un poco de viento en contra se quedan paralizados y siempre necesitan de alguien que los levante”.

Consecuencias para los padres

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Las consecuencias de esta crianza bajo los efectos del miedo no repercuten solo en los niños, sino que también tienen su efecto en los padres. Apunta Cristina Gutiérrez Lestón que entre los padres que llevan a sus hijos a la granja escuela ya tiene a muchos que han sido educados bajo este paradigma del miedo y que se sienten muy desprotegidos ante la vida, susceptibles ante cualquier comentario u apreciación. “El miedo te hace siempre hacer la peor interpretación posible. Y eso los convierte en padres helicóptero o padres drones, padres que lo controlan todo, que echan siempre la culpa a los demás porque siempre protegen a sus hijos, que se convierten en joyas que nadie puede dañar”, argumenta.

Para Lestón experimentar así la maternidad y la paternidad “es un sinvivir” porque te paraliza: “Un padre que educa con miedo es un padre paralizado, siempre en estado de alerta…y ahí es muy difícil utilizar el cerebro racional, el sentido común. Cuando eso sucede es el miedo el que educa a tu hijo, no tú”.

«Al educar con miedo, los padres provocamos miedos a nuestros hijos. Al final, cada vez que educamos con miedo estamos trasladando a nuestros hijos el mensaje de que el mundo es peligroso»

Heike Freire, por su parte, explica que el miedo hace a los padres estar tan volcados en sus hijos “que ni siquiera viven sus propias vidas”, lo que se traduce en una experiencia “angustiosa, con una responsabilidad enorme” y que lleva a los padres a convertirse en “apéndices” de sus hijos. “De alguna manera, al estar tan pendientes de protegerles estamos descuidando algo muy importante, nuestra relación con ellos de tú a tú, de persona a persona, no de cuidador a protegido. La relación de escucha, de cariño, de atención. Todas esas cosas que se pierden cuanto te conviertes en un apéndice que solo se preocupa de que no se manchen, de que no se caigan o de que no les peguen”.

Myriam Fernández Nevado, por último, señala, en defensa de los progenitores, que el ejercicio de la maternidad y la paternidad es “muy complicado” en la sociedad en que vivimos, donde recuerda, tenemos que cumplir objetivos laborales, familiares y sociales y ser el mejor en todos ellos. “Eso crea una serie de incertidumbres y debilidades y casualmente la sociedad de hoy en día no ayuda a crear fortalezas. Vivimos en un mundo muy individualizado y los niños quedan relegados a esa individualización. Y ahí es donde los miedos y las frustraciones personales abundan todavía más en la crianza de niños y niñas”, argumenta.

Consejos para educar sin miedos

Para Heike Freire conseguir educar sin miedos conlleva un doble trabajo. Por un lado, uno individual, que anima a hacer a padres y profesores, para tomar conciencia de sus miedos, aunque les cueste, y trabajarlos para reducirlos y que afecten lo menos posible en la crianza y la educación. “Es un proceso de trabajo personal que es muy gratificante porque sirve de autoconocimiento y mejora la relación con los hijos”, sostiene.

Por otro, un trabajo más colectivo, en el que entran en liza las escuelas, a las que Freire anima a reivindicar la educación en riesgo. “Me gustan las escuelas que educan a niños y niñas para que el día de mañana sean personas plenas, capaces, con autoestima alta, con una identidad muy fuerte”, afirma antes de añadir que para ello es necesario acabar con la “mojigatería social” actual. “Quiero un movimiento de coles que eduquen en el riesgo, que no tengan empacho en mostrar a niños con cortes o con chichones…en mostrar esas imágenes y decir que sus niños tienen accidentes a veces, pero que a través de ellos aprenden y disfrutan. Para aprender a construir activamente su seguridad, los niños han de aprender a valorar los riesgos. Y alguna vez tendrán un accidente, pero para la próxima, si se le acompaña bien, sabrán protegerse a sí mismos, y eso redundará en mayor autoestima, en mayor autoconfianza, y en mayor sentido de la identidad y de la capacidad de dirigir sus vidas”, reflexiona.

«Un padre que educa con miedo es un padre paralizado, siempre en estado de alerta…y ahí es muy difícil utilizar el cerebro racional, el sentido común. Cuando eso sucede es el miedo el que educa a tu hijo, no tú»

De la misma opinión es Cristina Gutiérrez Lestón, que añade que “o enseñamos a los niños los peligros del mundo o ellos no van a saber qué es peligroso y qué no realmente”. En ese sentido, la experta recuerda que “sobreproteger es desproteger a los hijos para la vida”. Por ello, anima a los padres a hacerse una pregunta: ¿Quién quieres que eduque a tus hijos: tu miedo o tú?

“Al final hay dos tipos de padres: los que preparan el camino para sus hijos y los que preparan a su hijo para el camino. Sea como sea éste. Para disfrutar cuando está plano, para ser valientes cuando hay una pendiente fuerte y para tener paciencia cuando el camino se pone difícil y hay que sudar”, concluye.

Y tú, ¿qué tipo de padre quieres ser?

El reto de“montessorizar” la escuela pública

‘La curiosidad por otras pedagogías y la necesidad real de un cambio en el sistema educativo ha llevado a familias y docentes a plantearse hacia dónde debe dirigirse la educación de los niños y adolescentes y a interesarse por otras alternativas. En ese contexto es inevitable no pensar en el auge y la popularidad de una pedagogía como Montessori, que pese a tener más de un siglo de vida, está más viva que nunca como demuestran la cantidad de escuelas, libros, blogs y talleres basados en esta filosofía. También la escuela pública ha visto en ella, más allá de una moda, el potencial para cambiar la forma de aprender.

Existen en el mundo casi 150.000 escuelas Montessori, un dato que evidencia el éxito de una pedagogía centenaria. Sin embargo, no hay datos del número de escuelas públicas que la han integrado en el aula, ya que la mayoría son iniciativas personales que parten de un docente o equipo docente que se ha interesado y se ha formado previamente para poder integrar esta base pedagógica en el aula.

Eva Rexa, asesora del área de Infantil y Primaria CTIF Madrid Norte, ha convocado varios cursos de Montessori para docentes en escuelas públicas de Madrid y está convencida del valor de esta pedagogía porque considera que “se ajusta a las necesidades de los niños y a su desarrollo”. Reconoce, eso sí, que no es nada fácil trasladarla a un aula pública porque el propio sistema educativo no lo permite. “Está distribuido por niveles educativos que segregan a los niños por edad y no por nivel de desarrollo, además de que el número de niños en las aulas y el escaso número de profesores tampoco permite una integración total, ya que estamos ante una pedagogía que se basa en la observación del niño”, cuenta.

«La pedagogía Montessori se ajusta a las necesidades de los niños y a su desarrollo”

Lo que sí se puede hacer, según Eva Rexa, es lo que están haciendo algunos centros educativos a lo largo y ancho de España que es «montessorizar” algunos aspectos de la forma de trabajar en la escuela y que pasan por cambiar la mirada hacia la infancia. “A partir del cambio de mirada se pueden hacer pequeños cambios en la metodología y en los materiales y espacios, siempre en la medida de lo posible”.

Es el caso del colegio público “Ricardo Codorníu”, situado en Alhama de Murcia, un municipio de más de 20.000 habitantes situado en la comarca natural del Bajo Guadalentín. Su director, José Antonio Miñarro Ros, explica que fue hace siete años cuando el equipo de infantil comenzó a tener inquietudes en cuanto a la forma de enseñar.

“Nos dimos cuenta de que el material que se empleaba en las aulas Montessori era propicio para suplir las carencias que habíamos detectado en nuestros alumnos. A partir de ese momento, nos metimos de lleno en el estudio y puesta en práctica de la metodología Montessori y comenzamos a forjar los cimientos de la escuela que queremos ser, partiendo de una necesaria y profunda reflexión acerca de la manera de enseñar, un cambio de mentalidad en la forma de ver a los más pequeños y, sobre todo, mucha ilusión y ganas de darle al niño el espacio y el reconocimiento que se merece”, cuenta.

«A partir de un cambio de mirada hacia los niños se pueden hacer pequeños cambios en la metodología y en los materiales y espacios de la escuela pública, siempre en la medida de lo posible”

 

En el “Ricardo Codorníu” comenzaron con pequeños cambios en el día a día, cosas sencillas como utilizar zapatillas que permitieran a los alumnos desarrollar su autonomía y encontrarse como en su propia casa, tener acceso directo al agua utilizando sus propios vasos, ir al baño de forma libre, o elegir libremente el rincón dónde van a realizar su juego. Pequeñas pinceladas sin una gran inversión en materiales que han ido acompañadas por un cambio en los docentes.

Actualmente, tras alcanzar los objetivos que se propusieron, y en vista de los buenos resultados, no sólo mantienen la metodología sino que se ha unido con ilusión gran parte del profesorado de Primaria. Reconoce Miñarro, eso sí, que no ha sido fácil “montessorizar” un aula en la escuela pública, sobre todo conseguir una integración completa de esta metodología. “Hace falta mucha coordinación e intereses comunes dentro del equipo docente, implicación de toda la comunidad educativa, visión a largo plazo, financiación y disponer de un espacio adecuado”, apunta.

Formación del profesorado

Para María Giménez, directora pedagógica de las escuelas Montessori Village y formadora de docentes en pedagogía Montessori, es complicado “montessorizar” al 100% una escuela pública basada en “un sistema tradicional de enseñanza obsoleto en bastantes aspectos, como el empleo de fichas y la memorización tradicional”. Por eso, la formación del profesorado en la metodología es fundamental.

Según María Giménez ocurre a menudo que, aunque puede haber una motivación inicial hacia esta base pedagógica, hay personas que no encajan con este método de trabajo. “Se dice que Montessori es para todos los niños, pero no para todos los adultos», apunta. Es por esto que la experta considera que es importante formarse e informarse.

Cuenta la directora pedagógica de Montessori Village que en las formaciones a menudo se encuentran con docentes que sienten incredulidad y que están desmotivados, que se quejan acerca de sus ratios y de sus espacios. El mensaje que lanza Giménez siempre a esos docentes es optimista porque está segura de que “aunque sea en una pequeña parte, siempre hay margen de maniobra para poder cambiar lo que no les gusta”, y, por lo general, los educadores y muchos de los equipos directivos están por la labor de implementar algún cambio”.

«Se dice que Montessori es para todos los niños, pero no para todos los adultos»