Alejandro Pedregosa, XIII Premio Internacional Orihuela por "Álbum de familia"


Alejandro Pedregosa ha sido galardonado con el XIII Premio Internacional Ciudad de Orihuela de Poesía para Niñas y Niños por la obra Álbum de familia.

El escritor granadino Alejandro Pedregosa ha sido galardonado con el XIII Premio Internacional Ciudad de Orihuela de Poesía para Niñas y Niños por la obra presentada con el lema “Álbum de familia”. El certamen, convocado por la Concejalía de Educación del Ayuntamiento de Orihuela y KALANDRAKA para ensalzar el legado literario del poeta oriolano Miguel Hernández, en vísperas de que se cumplan 110 años de su nacimiento, también pretende promover la creación y la lectura de poesía. El poemario ganador se publicará en marzo -mes de la poesía- de 2021.

El texto distinguido ha sido seleccionado entre 144 trabajos procedentes de países como Argentina, Chile, Canadá, Austria y España. El jurado ha destacado que “Álbum de familia” es una obra “poliédrica y unitaria” que presenta “una muestra de la diversidad étnica que puebla cualquier gran urbe” y que los “anhelos, quehaceres, añoranzas y sueños” de los protagonistas “se relatan de forma evocadora y sugerente bajo la forma de versos libres construidos con armoniosa cadencia” a base de “imágenes livianas, a veces oníricas”.

El jurado ha estado formado por el concejal de Educación de Orihuela, Ramón López Cabrera; el ganador de la pasada edición, David Hernández Sevillano; la profesora, traductora y escritora Dora Sales; la profesora Beatriz Zaplana; y el director de KALANDRAKA, Xosé Ballesteros, con Fuensanta Mazón como secretaria.

Alejandro Pedregosa (Granada, 1974) es licenciado en Filología Hispánica y Teoría de la Literatura en la Universidad de Granada. Es autor de varios libros de novela, relato y poesía, por los que ha recibido el Premio de Novela Corta José Saramago 2004, el Premio Arcipreste de Hita 2007 y el Premio Andalucía de la Crítica 2018. A partir de su cuento El buen samaritano se ha realizado una versión cinematográfica distinguida con el premio del Festival de Cortos de Jaén 2019. También colabora con un artículo semanal en el periódico El Ideal.

El Premio Internacional Ciudad de Orihuela es uno de los certámenes de creación poética para adultos más importantes del panorama actual de las letras iberoamericanas dirigidas al público infantil y juvenil por la amplia difusión de las obras publicadas en las principales ferias internacionales del libro, su dotación económica, su atractivo diseño y la calidad de las ediciones -con ilustraciones elaboradas expresamente para el texto distinguido- y por formar parte de una colección consolidada y diversa.

La decisión del jurado se ha anunciado tras la entrega de una placa a David Hernández Sevillano, autor de «Arbolidades«, el poemario distinguido en la edición de 2019 y que, debido al estado de alarma decretado el pasado mes de marzo, no se llegó a presentar en el acto con el que tradicionalmente se escenifica la entrega del premio, con toda la comunidad escolar participando en un recital de la obra. 

Patricia Ferrández: “Pensar que el orden lo aprenderán de manera autónoma es un error”

Patricia Ferrández es la autora del libro ‘Enseña a tus hijos a ser ordenados’ (La Esfera de los Libros) y la fundadora de la empresa Armonía Home que ayuda a las personas a mejorar su vida a través del orden. 

 

Por Gema Eizaguirre

Esta licenciada en Economía es coach de organización cuya labor consiste en “crear sistemas de organización y a mantenerlos en el tiempo para que las personas recuperen así el control de sus espacios y de su vida”, explica. Es la fundadora de la empresa Armonía Home que ayuda a las personas a mejorar su vida a través del orden.

¿En qué se basa su método?

Mi método está basado en mi experiencia como organizadora profesional y facilitadora en educación positiva a las familias, así como de los talleres y cursos que he impartido en esta materia. A lo largo de estos años he visto como los retos a los que se enfrentan las familias son siempre los mismos “discusiones o gritos para recoger”, “prisas por las mañanas” … Por eso decidí crear un método basado en mis conocimientos y experiencia con el fin de cambiar la mirada y conseguir la armonía familiar.

El libro está estructurado como un manual. ¿Cuál es su uso más adecuado?

El libro está orientado a madres, padres o educadores de niños desde su nacimiento hasta aproximadamente los 10 años de edad. En él propongo una serie de pasos a dar para ayudar a los niños a ser ordenados y adquirir los valores que esto conlleva. Está estructurado en siete capítulos en los que encontrarán numerosos ejemplos y herramientas para empezar a ponerlas en práctica con los niños.

¿Por qué educar en el orden?

Para mí el orden es la base de todos los valores. Si queremos fomentar en los niños valores como la responsabilidad, la autonomía o la confianza, tenemos que empezar por el orden. El orden exterior les ayudará a ir estructurando sus ideas, sus pensamientos y a ir adquiriendo muchas otras habilidades de vida. Cuando pregunto a los padres si les gustaría que sus hijos fueran ordenados todos suelen responder que sí, en cambio muy pocos o ninguno les enseña la manera de hacerlo. Pensamos que es algo que aprenderán de manera autónoma y esto es un error.

¿Hay distintos tipos de orden?

El orden es algo totalmente personal. Lo que para ti puede funcionar para otros no. El orden hay que adaptarlo a cada persona, a su espacio y a su vida. Por eso es importante empezar por pensar qué tipo de estilo de vida nos gustaría llevar o cuál es nuestra relación con los objetos y a partir de ahí, ir adquiriendo una serie de hábitos coherentes con esto.

¿Cuáles son las principales ventajas del orden?

El orden para mí supone un estilo de vida, pero siempre visto desde la flexibilidad ya que si no podríamos estar hablando de patologías. El orden y la organización nos facilitan la vida, nos aporta tranquilidad, nos permite ahorrar tiempo y dinero, nos ayuda a tener el control de nuestra vida y esto es igual de importante en niños que en adultos. Si nosotros como adultos tenemos integrado el orden en nuestra vida será algo que el niño experimente desde que nace y esto le va a ayudar a estructurar todos los ámbitos de su vida.

Muchas veces se ve el orden como lo opuesto a espontáneo y creativo…

Yo creo que siempre hay un término medio y hablar de orden no significa hablar de rigidez. La vida es puro cambio por lo que siempre hay que dejar espacio a la improvisación y a la flexibilidad. Tener un ambiente ordenado nos va a aportar claridad, paz, armonía, pero esto no significa que de vez en cuando ese ambiente se desordene. Además, también habrá épocas en que pasemos por cierto desorden interior y esto se refleje en nuestro exterior, pero yo creo que la clave está en lograr un equilibrio. Puede que una persona creativa tenga un ambiente de desorden o quizás que tenga su propio orden dentro del caos, sin embargo, no creo que por tener un ambiente desordenado nos volvamos personas más creativas. El orden es muy subjetivo y cada uno ha de que estar cómodo en su propio espacio y con las cosas que le rodean.

¿Cómo inculcarlo a los niños sin que resulte un aburrimiento o casi un castigo?

A los niños hay que hacerles ver el orden como algo natural, como parte del juego. Si se lo imponemos o ellos lo perciben como un castigo entonces terminarán por no hacerlo. Nos toca tener mucha paciencia y conectar al máximo con ellos. Nuestra actitud será determinante y para ello podemos emplear canciones, paneles visuales, juegos, preguntas, el sentido del humor…

El plano emocional lo relaciona con el orden. ¿Cómo es esto?

Nuestro espacio refleja cómo nos sentimos por dentro y viceversa. Las emociones tienen un papel muy importante en nuestra vida ya que tomamos decisiones en base a ellas. Lo que pensamos o lo que hacemos está guiado por nuestras emociones por eso es importante conocerlas y saber qué está detrás de nuestra conducta. En el caso del orden, los objetos nos conectan con emociones y muchas veces el miedo, por ejemplo, no nos permite deshacernos de algo. Ser conscientes de la emoción que hay detrás nos va a ayudar a tomar decisiones. Aquí nos encontramos con que la mayoría de los adultos no sabe ponerle nombre a eso que está sintiendo en ese momento por lo que tenemos que empezar por aprender a identificar nuestras emociones para poder enseñar a los niños a que aprendan a expresar como se sienten en cada momento.

Uno de los capítulos del libro analiza y da pautas de actuación según el espacio: zona de juego, de descanso, de estudio. ¿Hay alguna zona especialmente compleja?

Si el espacio está bien organizado y se adquieren una serie de hábitos y rutinas no tiene porqué suponer ningún quebradero de cabeza. Si bien es verdad que la zona de juego en muchos casos se convierte en una zona más delicada. Es la de mayor uso y en la que suelen entrar una gran cantidad de juguetes por lo que debemos hacer un mayor esfuerzo por tenerla especialmente bien organizada y con una cantidad acorde de juguetes para que los niños puedan mantener ese orden fácilmente y no les suponga un esfuerzo devolver todo a su lugar. En la sencillez está la clave.

¿La buena comunicación en esto resulta fundamental?

Sí. Tendemos a dar órdenes sin más a los niños como “recoge tu cuarto”, “ordena tu ropa”, y muchas veces los niños no saben qué es lo que les estamos pidiendo ni como lo tienen que hacer. Si lo pensamos, la comunicación que empleamos con ellos no debería alejarse mucho de la que empleamos con un adulto ¿a quién le gusta que le den órdenes? Una buena comunicación basada en el respeto mutuo y la colaboración nos va a ayudar y mucho.

¿A qué edad se puede empezar a enseñar a ser ordenado?

No hay una edad concreta, lo mejor es observar al niño y ver sus propias capacidades. De manera general podríamos decir que en torno a los dos o tres años puede ser un buen momento para empezar ya que en esas edades los niños suelen pasar por el período sensible del orden. En esta etapa necesitan de ese orden exterior para ir estructurando su mente y lo van a aprender de manera natural, espontánea, sin esfuerzo, por lo que es una gran oportunidad.

¿Díganos alguna pautas que ayudan y otras que «desayudan» en esta labor?

Aunque estoy segura que cada persona lo hace lo mejor que puede, creo que tendríamos que parar más a observarnos, sin entrar en juicios de valor.

Evitar gritos, castigos o amenazas por ejemplo. Este tipo de comportamientos no nos ayudarán a motivar al niño a que quiera ordenar. Son viejos patrones educativos que deberíamos desaprender para dar paso a otro tipo de mirada.

Confiar en los niños, llegar a acuerdos con ellos, implicarlos en la toma de decisiones, darles responsabilidades o que adquieran rutinas son algunas de las pautas que podríamos empezar a emplear, pero sobretodo lo que podemos empezar a hacer es poner el foco sobre lo que decimos y hacemos nosotros como adultos, porque en la gran mayoría de los casos cambiando nuestra actitud conseguimos que todo a nuestro alrededor cambie.

 

22 consejos para sobrellevar las navidades

Por Javier Peris

Para muchas familias estas navidades van a ser las más singulares de su vida. Con reuniones reducidas, sin apenas visitas ni comidas de compromiso, sin cabalgata para los peques y pocas colas en las tiendas. Y, sin embargo, parece que la Navidad resista incluso en estas circunstancias. Quizá porque, en el fondo, poco tienen que ver estas fiestas con las comidas y las compras y, de alguna forma, todos lo sabemos.

 

  1. Por qué. Quizá solo es una feliz coincidencia que sea la historia de una familia la que se ha convertido en la fiesta familiar por excelencia… O no es tu caso, y tienes muy presente durante estos días lo que sucedió hace muchos años en una aldea de Palestina. O simplemente no lo tienes muy claro… o ni siquiera te lo planteas. Que no ocurra esto último. Son demasiados días, y demasiado intensos, para vivirlos de manera rutinaria y mecánica. Debe tener un sentido. El que sea.
  2. Propósitos. Qué poca memoria tenemos. Todavía hacemos previsiones para tantas horas de ocio. Y volvemos a proponernos aprovechar el tiempo, arreglar armarios, continuar escribiendo esa novela, ordenar los papeles de la contabilidad doméstica, seleccionar las mejores imágenes de las miles de fotos que almacena el ordenador… No son malos propósitos pero no te desanimes ni tengas sentimiento de culpa si, un año más, terminen estos días sin que hayamos hecho nada ‘productivo’.
  3. Melancolía. Qué difícil es despegarse de tantas evocaciones. Recuerdos de la infancia, buenos y no tan buenos, que vuelven a estrujar sentimientos y despertar emociones. Bien, que sirvan para algo. La memoria de los que se fueron, para sonreír; las alegrías y tristezas de la infancia, para comprender mejor y ayudar a los hijos. La nostalgia raras veces consuela aunque, si queremos sacarle algún provecho, lo más aconsejable es compartirla.
  4. Compromisos. Es una de las palabras que más escuchamos en estas fechas, a nuestro alrededor y dentro de la cabeza. Muchos están justificados pero sin perder de vista que el más importante es el que tenemos con la pareja, los hijos y, como también somos hijos, con los padres. A ellos debemos el esfuerzo por hacerles más gratos, más especiales estos días de fiesta. Y sólo con ellos tenemos la obligación, el compromiso de pensar menos en nosotros.
  5. La Familia. Nadie sabe por qué atribuimos a la familia el ideal de la convivencia amorosa y desinteresada. En la familia se da lo mejor y lo peor de sus miembros en la misma proporción que fuera del hogar. Y si no, al tiempo. Así que no te apresures a poner la familia como excusa para todo. La Navidad es una cosa y tu familia, otra. Puede haber parientes que mejor tener bien lejos incluso en Navidad, o hijos que tienen que estudiar -ellos se lo han buscado- también el día 25 a las 9 de la mañana.
  6. Tradiciones. Una tarde nos dio por visitar belenes y lo pasamos estupendamente. En otra ocasión hicimos media hora de cola casi a bajo cero para compartir un chocolate con churros… resecos. Pero cómo nos reímos. ¿Y aquella nochevieja que olvidamos poner a José Mota en la tele porque nos picamos jugando al parchís? Desde entonces se han convertido en tradiciones, modestas y sin glamour, pero las nuestras. Ah, y se pueden cambiar por otras, no pasa nada.
  7. Otras motivaciones. A poco creyente que se sea, malgastar días como estos sin meditar sobre el misterio de Belén y rezar un poco sí que es un pecado. Aunque cada vez es más difícil, es cierto, sobre todo y paradójicamente en los países de cristianos viejos, donde todo se confabula para hacer muy complicado trascender el consumismo y la sensiblería. Para hacer el bien no es imprescindible tener motivos, pero los cristianos, además, los tienen.
  8. Consumismo. No juzguemos mal las navidades por el brillo de los escaparates, las multitudes en los centros comerciales o los anuncios en la tele. Entre esa multitud hay una mayoría de padres y madres, hijos, abuelos y amigos que solo quieren tener un detalle (el enésimo, y cada año es más difícil acertar) con los seres queridos. O que buscan la comida especial que, esperan, haga un poquito felices a los suyos. El consumismo, en fin, crece o muere dentro de cada uno, diga lo que diga la tarjeta de crédito.
  9. Regalos. Buf, qué debate más cansino. Hay personas a las que les gusta -o no les cuesta- repasar y puntear durante semanas listas mentales de regalos, con sus correspondientes compras, devoluciones, etc. Para otros constituye simplemente un suplicio. No hay, en fin, normas de aplicación universal, excepto que sólo el núcleo familiar merece de verdad el disfrute de unos y el sacrificio de los otros. Fuera de él, los primos, tíos y amigos pueden sentirse defraudados si quieren.
  10. Apunta. Saca partido al desborde emocional. Tanto buenismo sentimental a nuestro alrededor nos puede ayudar a vencer la pereza para enviar esos mensajes a los amigos que no vemos desde hace años, o hacer esa llamada telefónica casi obligada a los parientes. Mejor aún: apunta en la agenda, en fechas bien lejos de las fiestas, llamar o quedar con esas personas que durante las navidades han pensado que podrías volver a contactar.
  11. Hay que pagar. Los dolores de cabeza de la cuesta de enero pueden llevarse por delante todos los buenos sentimientos…, los mismos que nos empujaron a gastar de más durante las fiestas. Y no podemos decir que no estábamos avisados porque todos los años ocurre lo mismo. Hacer un presupuesto de navidades de entrada suena mal, pero es muy útil incluso en el caso de no cumplirlo: al menos no nos llevaremos ninguna sorpresa.
  12. Disfruta. Un copazo de brandy de marca, unos bombones a precio de gambas de Denia… y ya puestos gambas de Denia. En estas fechas nos permitimos pequeños placeres que el resto del año nos parecen un lujo, una irresponsabilidad. Muy bien, pues que sea para disfrutarlos de verdad; que no se conviertan en algo rutinario, casi en una obligación. Y que nos sirva para ser agradecidos por poder acceder a tantas cosas que nos parecen básicas pero que están vedados a la mayoría.
  13. Los demás. Hemos escuchado o leído que pensar en los demás es lo que menos estresa, y es verdad. Del cansancio no nos libraremos, pero lo llevaremos con mucha más alegría. Los hijos, la pareja, los abuelos, los amigos, la familia extensa y hasta los compañeros de trabajo son ‘los demás’. Ni la farmacéutica ni el cajero del supermercado, por muy sinceras que suenen sus felicitaciones, justifican tu esfuerzo ni comprometen tu vida.
  14. La historia. Si no sacas ahora los viejos álbumes de fotos, ¿cuándo lo vas a hacer? Reserva un espacio de tiempo, una sobremesa o una merienda, para compartir con la familia los recuerdos y los rostros, para ampliar -con un poco de imaginación- las viejas historias familiares. A veces no es una actividad grata, bien porque faltan algunos de esos rostros bien porque nos muestran el paso irremediable del tiempo, pero el resto de la familia se merece conocer esa historia y compartir tus recuerdos.
  15. Amigos. Según pasan los años vamos acumulando amistades que se han ido distanciando pese al cariño o la gratitud que su recuerdo sigue despertando. Con algunas de ellas mantenemos la sana costumbre de cruzarnos, por el medio que sea, una sencilla felicitación. No dejes que una mala racha de ánimo o las ocupaciones del día y de la noche te hagan incumplir con ellos o ellas. Nunca te arrepentirás. Siempre lo agradecerán.
  16. Por favor, paz. No esperes que tu cuñado, de repente, te caiga bien. O que deje de irritarte tu hermana cada vez que habla de dinero. No es lógico ni creíble que por unos días se suspendan los sentimientos negativos o se olviden los pequeños rencores. Simplemente haz un esfuerzo por evitar que se noten para que no lo pague el resto del grupo. Prudencia en los temas de conversación y alerta con la desinhibición de los ambientes relajados por el alcohol.
  17. Medir el esfuerzo. Quien por su culpa muere nadie le llore, decía mi abuela. No te quejes tanto. Allá tú si has decidido un menú complicado, con ingredientes que, vaya por Dios, están casi agotados, y con raciones tan generosas que te dolerá que sobre tanta comida. Es verdad que nos complicamos la vida, casi siempre, solo por la ilusión de alegrar a los comensales, pero al final de la velada no es la comida lo que dejará un mejor o peor sabor de boca.
  18. Navidad laboral. Este año no habrá cena de empresa, o al menos no de la forma habitual. En general es una buena noticia, porque aportan más bien poco. Si acaso, es una buena ocasión para reforzar ante los jefes tu buena disposición laboral y fingir algo de empatía con la dirección. Pero hay mejores formas de contribuir al ambiente navideño laboral, con detalles más pequeños y encuentros más breves e informales.
  19. Te aguantas. Vale, te carga la Navidad, pero no lo estropees aún más verbalizándolo continuamente. Para tu pareja resulta molesto pero es peor para ti mismo. Si no has conseguido nunca modificar las costumbres navideñas del hogar, te aguantas. Y como aguantarse tantos días puede resultar muy alienante, aporta algo novedoso y compatible con las obligaciones habituales.
  20. Niños. Quien tiene niños en casa celebra la Navidad sí o sí, y bien que lo disfruta. Pero como en cualquier época del año, sin un mínimo de normas, horarios y obligaciones el ocio pierde su eficacia y su sentido. Celebrar estas fiestas también es acompañar a los papás a hacer visitas incómodas, renunciar a terminarse ese pastel enorme o acceder a jugar con buena cara a lo que prefiere la mayoría. Si además hay tareas de la escuela, habrá que ofrecerles algunos incentivos.
  21. Fiesta solidaria. Son días de buenos deseos y constantes apelaciones a la solidaridad. ¿Cómo ponerles patas? Unas familias acuden a la sede de Cáritas más cercana y ayudan con lo que les piden. Otras dedican una parte de las estrenas a oenegés. O visitan un hospital, residencia o institución asistencial en compañía de los voluntarios habituales. En estos tiempos en que la información se encuentra a un clic o dos, nadie puede excusarse en la ignorancia.
  22. ¿Navidades imposibles? Hay años que no hay nada que celebrar. Precisamente este 2020 van a ser muchas más las familias que tienen muy vivo el recuerdo de la pérdida de un ser querido, y además en circunstancias de desamparo y soledad, apenas con la compañía de media docena de personas. O quizá lo tengan más fácil que la mayoría para vivir el verdadero espíritu navideño. El de la gratitud y la esperanza.

 

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Y tres libros para saber, sentir y evadirse

 

El evangelio de Mateo

Todos conocemos más o menos la historia, pero podemos acabar dudando si los evangelios muestran de verdad a la Virgen peinándose entre cortina y cortina. Mejor acudir a las fuentes. Mateo y Lucas son los dos evangelistas que hacen referencia al nacimiento de Jesús de Nazaret. Lucas da más precisiones históricas, mientras la narración de Mateo es, por así decirlo, la más vistosa: los sueños de José y su decisión de no denunciar a María; la estrella de navidad; los reyes magos; la matanza de inocentes o el viaje de la sagrada familia a Egipto.

Cuentos completos de Navidad. Charles Dickens. Mondadori.

Se podría decir que Dickens inventó la Navidad moderna, pues ningún otro escritor ha evocado con tanta maestría el espíritu de esta época del año. Además del célebre Canción de Navidad, se reúnen en este volumen otros cuatro relatos de ambientación navideña donde se encuentran los motivos principales del mundo dickensiano: la caridad, la infancia, los mitos populares, las desigualdades sociales, los sueños y la magia.

Una Navidad diferente. John Grisham. Debolsillo.

El prolífico fabricante de bestsellers ha imaginado unas navidades sin centros comerciales abarrotados, sin cenas de empresa, sin pasteles de frutas, sin regalos. Los protagonistas han decidido que este año no hay celebraciones. La suya será la única casa de la calle que no tenga un Papá Noel en el tejado ni fiesta de Nochebuena, ni siquiera pondrán un árbol en el salón. Ni falta que les hace porque el 25 de diciembre se embarcarán en un crucero al Caribe… No fue una buena idea.

 

 

 

 

El color es un material educativo más, no es simple decoración

El color en los centros educativos no solo aporta un valor decorativo, sino que afecta directamente a las emociones, el comportamiento y el bienestar y como consecuencia influye en el aprendizaje.

 

Por Eva Carrasco

 

Los arquitectos especializados en espacios educativos coinciden en la importancia de dominar las posibilidades del color de una forma racional y funcional en la creación espacios de calidad. Los colores producen diferentes efectos, que son incluso perceptibles físicamente como la tensión arterial, la respiración, la digestión, la temperatura y hasta la actividad cerebral. Está más que demostrado que la calidad del espacio físico está muy ligada a la calidad del proceso formativo. Sin embargo, aún se suele proceder con una falta de planificación, según advierte Pablo Campos Calvo-Sotelo, Catedrático de Composición Arquitectónica en la USPCEU y autor de varias publicaciones sobre la planificación de espacios en el entorno educativo. “La planificación tiene que partir del modelo pedagógico y después dar forma espacial. En muchas ocasiones el propio diseño del espacio educativo induce innovaciones pedagógicas. Forma, textura, color, iluminación influye en la forma en que las personas se relacionan en el espacio”, explicó durante el coloquio organizado por Tarkett sobre la “Influencia del color en el aprendizaje”.

Forma, textura, color, iluminación influye en la forma en que las personas se relacionan en el espacio.

Por su parte, Laura Martín-Escanciano, Doctora Arquitecta de Martín Escanciano Arquitectos, puso de manifiesto la utilización del color en los interiores de los centros educativos como un organizador espacial o como identificador de usos: aula, comedor, baños. Especialmente, en el caso de los más pequeños que suelen desorientarse con más facilidad. “Tenemos en cuenta que son proyectos que tienen que durar en el tiempo más allá de modas -explicó-. En infantil cada vez incluimos menos color porque los propios niños con sus trabajos lo llenan todo de color. Utilizamos mucho cristal para no perder el contacto visual de la profesora con los niños”. Su estudio también ha realizado proyectos en universidades donde las necesidades son diferentes.  “En el proyecto de la universidad Villanueva hicimos un contenedor neutro. Aprovechamos el mobiliario para incluir el color de una forma más versátil con sillas y sillones.”.

 

El espacio educa

Respecto al aumento de las clases online en los últimos meses, Santiago Atrio, Director de la Escuela en Arquitectura Educativa de la UAM, advierte de la trascendencia del aprendizaje externo a la hora de formar y socializar personas. “El ambiente educa, el espacio educa. La calidad del entorno influye en la calidad del estudio”. Atrio es partidario de incluir los planes educativos en los concursos públicos de adjudicación de espacios para entender el mobiliario, el espacio y el color como material educativo a lo largo del tiempo y no como simple decoración.

 

Estudio del color en centros educativos

Generalmente, hay una carencia a nivel empírico en cuanto a la elección del color ya que se establece en función de gustos personales. Por esta razón, Tarket ha realizado un estudio del color en centros educativos con 25 expertos de diferentes disciplinas desde pedagogos a arquitectos, pasando por psicólogos. “Llegamos a la conclusión de que el color es importante porque influye en muchos aspectos, pero más allá del propio color también influye la luz y la intensidad del color”, apunta Rafael Rivelles, Product and Sustainability manager de Tarkett. Otro aspecto que recalca el estudio son las diferencias según la edad.

Para los bebés el color es una emoción, a medida que crecen pasa a ser un medio de comunicación y termina siendo una identidad en los últimos cursos. Con los adolescentes el foco tiene que estar en aspectos sociales y en cómo se relacionan entre ellos. Necesitan un balance entre espacios propicios a la concentración y relajación y espacios que les motiven y puedan trabajar en grupo. Deben ser divertidos y flexibles. “Igual que los patios están llenos de líneas y juegan y no se equivocan, esa flexibilidad la podemos traspasar a las aulas para utilizarlas con diferentes distribuciones para trabajos en grupo, asamblea, clase” apunta Atrio. Hay que motivar al alumno para que sienta ganas de permanecer y el color es una herramienta más del arquitecto.

 

 

 

 

Código rata: en la red no se maltrata

“Formidable niño rata” es una divertida historia que permite a niños de diez años reflexionar acerca de los peligros que puede entrañar la red y la adicción a las tecnologías.

 

Eva R. Soler

 

Pedro Mañas, autor de Formidable Niño Rata, se define a sí mismo como un niño escritor. Y un escritor para niños. A este madrileño licenciado en Filología Inglesa le han concedido diferentes galardones nacionales e internacionales en el ámbito de la narrativa infantil y muchas de sus obras han sido traducidas al francés, alemán o chino, entre otros idiomas. En su última historia, Formidable Niño Rata, sumerge a sus pequeños lectores en una divertida aventura protagonizada por Vicente, el Niño Rata y Daniela, la Niña Gata. Él, aficionado a los videojuegos. Ella, una apasionada de la lectura. Mañas se reconoce en ambos personajes que reflejan, precisamente, sus dos hobbies infantiles favoritos. “De pequeño leía mucho, muchísimo y también me gustaba jugar a videojuegos, por lo que creo que ambas aficiones no tienen por qué ser incompatibles. Y, aunque es cierto, que cuando los niños empiezan a utilizar las nuevas tecnologías en su tiempo de ocio, esto puede suponer un perjuicio para otras aficiones como, por ejemplo, la lectura, para eso están los padres y los adultos (bien sean tíos, tutores…): para enseñarles a gestionar su tiempo y supervisar lo que hacen en la red”, afirma el escritor.  A veces, se demoniza a los videojuegos y mucha gente piensa que es una afición solitaria, pero pueden tener también efectos muy positivos, son divertidos y muchos de ellos están pensados para jugar en familia o con amigos, por lo que suponen también una forma de aprender a compartir, añade Mañas. Por esta razón, recomienda jugar a videojuegos en familia (él lo hace junto a su pareja y/o sus sobrinos), porque, de esta forma, los pequeños disfrutan de una forma segura y es posible aconsejarles sobre los riesgos que entraña internet.

Poner en sus manos un libro como Formidable Niño Rata es también un buen punto de partida para concienciar a los niños sobre peligros con los que pueden encontrase en el mundo virtual como, por ejemplo, el ciberchantaje: “Escribí el libro precisamente porque noté que faltaba un hueco dentro de la literatura infantil que hiciera reflexionar sobre eso que tiene internet que es maravilloso, pero al mismo tiempo puede ser muy peligroso. (Como afirma el protagonista: “Lo que más me gusta y asusta de la red es que nunca sabes con seguridad quien se esconde detrás de un avatar”). Con este libro, los niños pueden empezar a pensar, a hacerse preguntas sobre qué es internet, quien es cada uno en la red, la existencia de identidades falsas… Es decir, qué vida muestro en internet y cómo debo manejarlo para protegerme a mí y a los demás. De hecho, al final del libro, se incluye el Código Rata, una ley que ha inventado Vicente sobre las normas de comportamiento en internet”.

Mañas apunta que se ha adelantado la edad a la que los niños empiezan a sufrir acoso o a convertirse en acosadores hasta los diez años, y en muchas ocasiones, los padres no son conscientes de ello, creen que con esa edad a su hijo no le va a pasar, por eso insiste en la importancia de acompañar a los hijos siempre en este viaje de descubrimiento de la red.

Formidable Niño Rata, además, enseña a sus lectores cómo construir una barrera protectora frente a los insultos. Como afirma Vicente, el protagonista, el mejor modo de que un insulto no te haga daño es convertirle en un mensaje de orgullo: “Sí. Se ha hecho a lo largo de la historia con muchos insultos: reivindicar el insulto como una etiqueta de la que sentirse orgulloso. Niño Rata es una expresión que utilizan los niños con frecuencia y que los adultos desconocen. Los niños ratas son menores que, en contraste con los adolescentes, no juegan muy bien online, tienen una voz aguda, hacen contenido en YouTube de poca calidad… Yo quería convertir a uno de estos niños en un héroe y así nació Vicente, el protagonista del libro”.

La obra encierra también guiños a la literatura clásica de detectives y misterio y hace referencia a autores como Agatha Christie o Arthur Conan Doyle. Mañas nos confiesa que este tipo de literatura es su placer secreto desde niño y cree que puede suponer uno de los mejores géneros para empezar a aficionarse a la lectura.

Hasta ahora, ha compaginado su labor literaria con encuentros en centros docentes y actividades de promoción de la lectura. La crisis sanitaria ha hecho que estos eventos tengan que celebrarse online y aunque él se considera apasionado de la tecnología y le parece una forma maravillosa de poder seguir manteniendo el contacto; echa de menos las risas, los comentarios y el calor de los niños, pues ahora cuando participan en estos encuentros virtuales tienen que mantener el micrófono silenciado, para evitar barullo. Ojalá acabe pronto todo esto, desea. Mientras tanto, a leer y a disfrutar de las actividades online, que no faltan.

Cómo afrontar la discapacidad de forma activa

Existe un gran desconocimiento del equipo docente a la hora de dar respuesta a las necesidades de los alumnos con discapacidad, pero también por parte de las administraciones públicas, del sector privado y de la sociedad en general. Una actitud positiva para reivindicar sus derechos es lo que proponen los expertos consultados. Porque es una realidad que nos incumbe a todos.

 

Eva R. Soler

 

Frente a los datos que muestran la realidad de las personas con discapacidad (un 65% encuentra barreras psicológicas y una de cada cuatro destaca dificultades económicas para acceder y/o cursar estudios), destaca el optimismo y la sonrisa de Claudia Tecglen, presidenta de la asociación Convives con espasticidad. Como ella misma describe, un “optimismo realista” es la mejor forma para hacer frente a las dificultades que conlleva la discapacidad, sin por ello dejar de reivindicar sus derechos. Claudia reconoce que la espasticidad, un trastorno motor asociado a diferentes tipos de discapacidades le provoca un gran dolor en su día a día, pero no por ello deja de sonreír y de encontrar motivos para tener una vida plena y feliz. A esta forma de convivir con la discapacidad lo llama afrontamiento activo y desde su asociación lucha por la plena inclusión “en todos los ámbitos de la vida” de las personas con discapacidad.

“Acabamos de publicar un guía para el afrontamiento activo de la discapacidad, además de haber puesto en marcha una escuela online. Son claves, herramientas y testimonios, dirigidas tanto a niños, jóvenes con discapacidad y sus familiares. Pero también hay herramientas válidas para cualquier tipo de persona con y sin discapacidad, explica Claudia, porque la discapacidad es una realidad impuesta por la vida que puede afectarnos a todos. No existen personas con discapacidad, añade, sino familias con discapacidad: “Aproximadamente, un 10% de la población española tiene algún tipo de discapacidad. Eso significa que en más de 3 millones de hogares españoles reside una persona con discapacidad que, según el tipo y el grado necesita más o menos ayuda. A veces, las personas con discapacidad asumimos un rol pasivo ante nuestras circunstancias, pero hay que evitar esto. Desde la Asociación Convives con espasticidad apostamos por un afrontamiento activo de la discapacidad. Esto significa ser conscientes de nuestra realidad y centrarnos en lo que sí podemos hacer. Esto es fundamental para nuestro bienestar psicológico y redunda positivamente en nuestra adherencia a los tratamientos. Nosotros somos dueños de nuestra propia vida, aunque necesitemos ayuda y apoyo para ello”.

Así, Claudia añade que hay que evitar la sobreprotección (tema que desarrollan en la Guía), porque, muchas veces, la familia, en su afán de compensar a la persona con discapacidad, hace tareas que esa persona puede realizar por sí misma: “Eso no sólo no beneficia a la familia, sino que tampoco beneficia a la persona”.

En el mismo sentido, Jesús Celada, Director General de Políticas de Discapacidad y autor del prólogo de la Guía, aboga por una transformación del punto de vista de la discapacidad que evolucione desde el paternalismo, el cuidado y la protección a un modelo de derechos que es lo que nos exige la ciudadanía y la Convención de la ONU: “Las administraciones, el sector privado y el tercer sector (asociaciones y ONGs) debemos incorporar la discapacidad dentro de nuestro ADN”, afirma. Él se define como el hermano incómodo que llama a la puerta de otros Ministerios (de Trabajo, de Educación, de Deporte, de Justicia…) porque opina que cualquier normativa debe llevar siempre incluida los derechos que competen a las personas discapacitadas. El 75% de la población apenas tiene contacto directo con la discapacidad, apunta, y esto exige trabajar día a día la imagen y la cultura de la discapacidad para que todos seamos conscientes de ella y considera que la actitud es la clave: “Las propias personas con discapacidad tienen que hacer suyo ese discurso y alejarse del proteccionismo y de la queja. Tienen que velar por sus derechos que son prioritarios y tienen que reivindicarlos desde un tono positivo. Hay que huir de esa imagen de pena, de tristeza… el trabajo de Claudia y de personas como ella demuestra que se pueden eliminar barreras y que el optimismo ayuda y mucho”, sostiene.

“Sí, podemos tener una vida plena y feliz”, asegura Claudia, “el optimismo realista es la semilla de la transformación social que necesitamos. En la guía y la escuela se dan pautas y testimonios que demuestran que hay mil motivos para sonreír en la vida, por muy duras que sean las circunstancias. La motivación es el secreto de cualquier proyecto”.

 

Dificultades educativas y para acceder a un empleo

 

Como recalca Tecglen, la clave para lograr esa vida digna, plena y feliz es el empleo y el nivel formativo es un factor decisivo a la hora de acceder al mercado laboral. Sin embargo, una cifra residual de jóvenes con discapacidad (1,9%) tiene estudios superiores, frente al 11,9% en general; mientras que el 27,4% se queda en los estudios primarios, cifra que desciende al 8,4% entre la población sin discapacidad, según el Informe Jóvenes con Discapacidad y Empleo de INJUVE-CERMI. En este desfase formativo influyen barreras psicológicas, económicas, digitales o cognitivas que dificultan el acceso a las personas con discapacidad a la formación, especialmente cuando se trata de estudios superiores. Según el informe de la Formación Adecco, un 44% de los 200 jóvenes con discapacidad encuestados afirma haber encontrado obstáculos en su formación. Un 65% de los que así responde destaca barreras psicológicas e indica que, en general, existe un gran desconocimiento del equipo docente y del alumnado para dar respuesta a las necesidades específicas de las personas con discapacidad.

“Las administraciones públicas deben garantizar una educación inclusiva de calidad y que potencie los talentos del alumnado (con y sin discapacidad) para evitar altas tasas de desempleo y tener un empleo de calidad, porque el empleo es lo que nos permite tener los recursos económicos suficientes para llevar una vida digna. Y no hay que olvidar que el coste de la discapacidad es muy elevado. Por ejemplo, soy psicóloga y tengo cuatro profesiones distintas y uno de mis sueldos va directamente derivado a los costes que tengo que asumir por mi discapacidad, como mi asistencia personal o tratamientos médicos.” explica Tecglen.

Las barreras que se van encontrando las personas con discapacidad impiden que muchos de ellas accedan a estudios universitarios. La solución a este problema pasa, según Claudia, porque, por un lado, el sistema se adapte a las necesidades de estos alumnos y, por otro, a los padres de los mismos se les facilite una información clara. Explica su caso: “Yo era una alumna con calificaciones de dos hasta que me hicieron la adaptación de hacerme los exámenes orales en un colegio ordinario privado, porque cuando yo estudié no era el mismo sistema. Hemos ido avanzando, pero no lo suficiente. Así, pasé de puntuar mis exámenes con un 2 a puntuaciones del 8 al 10, simplemente por el hecho de hacer el examen oral”.

Otra dificultad, añade, es la falta de información y el desconocimiento que tienen los padres sobre a qué centro pueden llevar a sus hijos y la incomprensión del profesorado. “Si no tienen adaptaciones curriculares significativas por discapacidad no pueden titular en la ESO, están condenados a no tener empleo o se reducen mucho sus posibilidades. Insisto, hay que proporcionar información clara y apostar por una educación personalizada centrada en los talentos, que no se base sólo en el resultado sino en el proceso”.

Respecto a la relación de los progenitores con los profesores, Tecleen aconseja a los primeros: “Que sepan que, muchas veces, van a tener que ser maestros de sus hijos y deben solicitarles que no les sobreprotejan, que les exijan en función de sus capacidades y que hagan que conozcan no sólo la discapacidad de sus hijos, sino también sus capacidades y sus talentos. Una comunicación fluida desde el respeto y el cariño. Muchas veces la discriminación no es fruto de la maldad, sino de la ignorancia”.

Además, Claudia apunta: Es importante que los profesionales no deriven a colegios de educación especial por desconocimiento a familias que podían estar en centros ordinarios. La educación inclusiva tiene que incrementarse, pero una inclusión real y efectiva. No me gusta hablar de modelos de educación (modelo de educación especial versus ordinaria) sino desarrollar modelos de educación personalizada con los apoyos adecuados, los profesionales adecuados y el conocimiento adecuado. Y opina que los docentes deberían formarse en discapacidad, tengan alumnos con discapacidad o no en sus aulas, porque la discapacidad forma parte del mundo real, no es un mundo aparte.

En este sentido, el Director General de Políticas de Discapacidad, Jesús Celada, señala: “La apuesta del Gobierno dentro del sistema educativo es proporcionar a las familias la posibilidad de escolarizar a los hijos en cualquier de los dos sistemas (ordinario o especial) y dotar de recursos a ambos. Se trata de establecer puentes entre uno y otro. Los centros ordinarios deben tener como referente los centros de educación especial, que su experiencia sirva de ejemplo. En España hay un 83% de educación en inclusivo y un 17% en Educación Especial. La ONU reclama a España que ese 17% debe reducirse lo máximo posible y trabajamos en línea a esa recomendación. Sin olvidar la importancia que ha jugado la Educación Especial, hay que dotar de recursos al sistema ordinario, porque es precisamente por esta falta de recursos por lo que las familias a veces no pueden matricular a sus hijos en el sistema ordinario”.

 

UNA GUÍA Y UNA ESCUELA ONLINE PARA EL AFRONTAMIENTO ACTIVO DE LA DISCAPACIDAD

Fruto de la demanda de familiares, profesionales y personas con discapacidad, la asociación Convives con Espasticidad ha diseñado esta Guía y una escuela online de la mano de su presidenta Claudia Tecglen. Su propia experiencia fue lo que la motivó a crear un proyecto como éste: “A mis padres el médico les dijo cuando yo nací que iba a ser un vegetal, que se limitaran a comprarme una silla crecedera y poco más. Sin embargo, mis padres no se rindieron y gracias a los tratamientos adecuados que me proporcionaron en el Hospital Infantil Niño Jesús y a los apoyos recibidos por los amigos verdaderos y con la convicción de creer que sí se podía, he llegado a donde estoy”.

La escuela online, basada en las sesiones presenciales que se han impartido en el Hospital Niño Jesús y en el Hospital Mutua de Terrassa, ofrece videos explicativos; testimonios reales de personas con discapacidad y sus familiares que demuestran que sí se puede tener una discapacidad y ser feliz; recomendaciones de lecturas y ejercicios.

La guía desarrolla temas como combatir la ansiedad y la depresión; la importancia del juego en la infancia de los niños con discapacidad (muchas veces tienen la agenda repleta de terapias y apenas les queda tiempo suficiente para el juego); aumentar la autoestima, fortalecer el vínculo entre hermanos, el disfrute de la sexualidad, el síndrome del cuidador…

“El objetivo es ofrecer estrategias que nos ayuden a llevar nuestra realidad de una forma lo más activa posible, porque la actividad es vida y somos más que una simple etiqueta: se trata de romper etiquetas e ir en busca de la felicidad”, afirma Tecglen.

Más información: www.convives.net

 

IMPACTO DEL COVID

La Fundación Adecco ha realizado una encuesta a 200 jóvenes con discapacidad entre 18 y 35 años que están cursando diferentes niveles formativos (secundaria, FP o Universidad) para conocer sus opiniones, necesidades y expectativas en un momento tan inusual como el que atravesamos. El informe indica que, si bien el 93% de los estudiantes con discapacidad opina que las medidas de distanciamiento social son necesarias, el 58% considera que, como consecuencia de las mismas, puede producirse un retroceso en su inclusión social y laboral. Además, creen que la distancia física podría convertirse en distancia psicológica y propiciar su aislamiento. Francisco Mesoneros, director general de la Fundación Adecco, alerta de que detrás de toda crisis económica hay un riesgo de retroceso en lo social: “Las personas que experimentaban dificultades antes de la pandemia corren el riesgo de convertirse en víctimas dobles. En lo que respecta a los estudiantes con discapacidad, resulta necesario encontrar caminos seguros, virtuales o presenciales (con las debidas precauciones) para garantizar su socialización, de modo que no se paralice el desarrollo de soft skills como la capacidad de escucha, el espíritu colaborativo o las habilidades de comunicación, que hoy son esenciales para ser empleables en el corto, medio y largo plazo.

Otro estudio de la Fundación ONCE también analiza los efectos de la pandemia en las personas con discapacidad e indica que el 58% de ellas ha visto sus citas y revisiones médicas anuladas o aplazadas; el 52% ha empeorado sus hábitos alimenticios y sufre alteraciones del sueño. Además, al 50% le ha repercutido negativamente en el estado de ánimo y al 34% en la salud.

Para paliar esta situación de emergencia social y laboral, la Fundación Adecco ha invertido este curso escolar 300.000 euros en unas Becas para la formación de personas con discapacidad. El objetivo es promover la formación cualificada de estos jóvenes, para que puedan acceder al mercado laboral de manera normalizada y en igualdad de condiciones, así como impulsar las competencias lingüísticas y digitales de las personas con discapacidad de cualquier edad laboral. Más información: www.fundacionadecco.org

Webinar: La formación de la autoestima y el autoconcepto

El pasado 7 de diciembre celebramos el webinar La formación de la autoestima y el autoconcepto, impartido por el psicólogo Ramón Álvarez y moderado por el periodista Borja Beriain, colaborador de ‘Padres y Colegios’ de Siena Educación. Durante la charla pudimos tomar conciencia de la importancia de los mensajes que nuestros hijos e hijas reciben y cómo ciertos factores influyen en la formación de su autoestima y su autoconcepto. Ramón Álvarez explicó cómo mensajes aparentemente positivos, tanto directos (los que les hacemos llegar por medio de la palabra), como indirectos (a través de nuestros comportamientos), pueden llegar a ser negativos, creando una presión que afecta a los más jóvenes de la casa.

Ramón Álvarez es psicólogo por la Facultad de Psicología de la Universidad de Valencia. En la actualidad, compagina su labor profesional en METAEDUCA, con la docencia universitaria en el área de la Neurociencia y la coordinación pedagógica en Siena Educación dentro del programa Jove Oportunitat del IVAJ, cuyo objeto es la realización de acciones de motivación y orientación para jóvenes de entre 16 y 21 años que han abandonado los estudios. 

Si te lo perdiste o quieres volver a verlo, puedes acceder al webinar completo aquí:

 

 

Aquí puedes ver otros webinars de interés:

'Microbios': un libro infantil de divulgación científica como vacuna contra la desinformación en tiempos de COVID-19

El libro acerca de forma muy atractiva, accesible y visual conceptos científicos complejos, lo que permite acercar a niños y niñas al apasionante mundo de la Ciencia.


La editorial valenciana de literatura infantil y juvenil Andana publica Microbios, un álbum informativo que trata de acercar a niños, jóvenes y sus familias el mundo de los microorganismos que nos rodean. Escrito por el prestigioso divulgador científico Sheddad Kaid-Salah Ferrón, licenciado en Física y en Farmacia, e ilustrado por Eduard Altarriba, fundador del estudio Alababalà, se trata de un libro para aprender en la escuela y en familia la importancia de los microbios, unos seres imprescindibles para la vida, pero también causantes de enfermedades, como demuestra la actual pandemia provocada por el coronavirus.

“El descubrimiento de los microbios como causantes de las enfermedades infecciosas hace apenas unos 150 años cambió en profundidad la medicina y, por ende, la humanidad”, afirma Sheddad Kaid-Salah Ferrón, que recuerda que las epidemias y pandemias han modelado a las sociedades a lo largo de la historia: “La actual pandemia no ha sido la primera de la humanidad ni será la última. La diferencia es que hoy, por suerte, vivimos en una época en la que los avances tecnológicos y nuestro conocimiento del mundo microscópico nos han permitido tener vacunas en un tiempo récord”.

En Microbios se explica no sólo qué tipo de microorganismos existen, sino también la estrecha relación que mantenemos con los microbios, la importancia de lavarse las manos para evitar la proliferación de determinadas enfermedades, el desarrollo de antibióticos y vacunas, la aparición de epidemias o la definición de conceptos abstractos que últimamente han estado muy presentes en nuestro día a día a través de los medios de comunicación como “resistencia bacteriana” o “inmunización”.  Todo ello explicado de una forma accesible y muy visual que, para Ricard Peris, cofundador de Andana, convierte a Microbios en “una vacuna contra la desinformación científica en tiempos de Covid-19”.

Según destaca Peris, en marzo de 2020, en pleno auge del coronavirus en España, en Andana se hicieron una pregunta: ¿Qué puede aportar una editorial de libros infantiles y juveniles para ayudar a combatir esta pandemia? “La respuesta fue apostar por la edición de un libro como Microbios, que ayuda a los jóvenes lectores a entender el presente y a mirar el futuro desde el conocimiento, desde la ciencia, desde la perspectiva histórica, algo que siempre ayuda a superar los retos con más confianza”, afirma.

 

Aprender conceptos complejos de forma divertida

Microbios, no obstante, tiene su origen y el principio de su desarrollo mucho antes de que la pandemia provocada por la Covid-19 cambiara nuestras vidas. “Nuestra intención era poder acercar a la gente el mundo de los microbios, un universo minúsculo lleno de vida y que es imprescindible para el planeta tal y como lo conocemos. Gracias a los microorganismos, por ejemplo, podemos respirar el oxígeno atmosférico, digerir alimentos a través de nuestra microbiota, fabricar medicinas, limpiar las aguas sucias en las depuradoras, crear alimentos y un sinfín de cosas más”, explica Sheddad Kaid-Salah Ferrón.

El divulgador científico recuerda al respecto que el Premio Nobel de Química de 2020 ha recaído en dos investigadoras, Jennifer Doudna y Emmanuelle Charpentier, por el descubrimiento de la técnica de edición genética CRISPRCas9, conocida como “las tijeras genéticas”. “Esta técnica, sin ir más lejos, surgió del mundo de los microbios a través del estudio de los mecanismos que tienen ciertas bacterias y arqueas para defenderse de las infecciones que sufren por virus bacteriófagos”, argumenta.

Pese a que es un libro con un origen previo a la Covid-19, Kaid-Salah Ferrón reconoce que Microbios llega a las librerías en un momento “especial”, ya que la pandemia “ha hecho que todos queramos saber un poco más sobre virus y bacterias”.

Este álbum ilustrado informativo, en ese sentido, se configura como una herramienta muy útil y accesible para acercar a niños a partir de los 9-10 años a un universo complejo y caracterizado por un lenguaje técnico que suele complicar las aproximaciones y el entendimiento. “Los microbios son criaturas fascinantes y poder adentrarnos en su diminuto mundo a través de este libro es un viaje que no dejará indiferente ni a pequeños ni a los adultos que les acompañen, ya sean padres, madres o docentes”, concluye el autor.

La publicación de Microbios se enmarca dentro del proyecto Profesor Darwin, una serie de libros informativos que pretende acercar de forma amena y atractiva a los niños y adolescentes al mundo de las ciencias de la vida y la biología.

 

La escucha y la comprensión, fundamentales para acompañar a los niños que hayan perdido a un ser querido por la COVID

Los padres deben jugar un papel de escucha, comprensión y apoyo, mostrando a los niños que pueden recurrir a ellos. En ningún caso hay que negar, ignorar o minimizar los sentimientos de tristeza o las necesidades de desahogo emocional.

Según datos oficiales de mediados de diciembre, cerca de 50.000 personas han perdido la vida en España en los últimos meses a consecuencia de la pandemia de la COVID-19, lo que implica que éstas van a ser unas Navidades de ausencias en muchas familias y en muchos hogares.

La Navidad, precisamente, suele ser la época del año en la que más se echan de menos a los familiares fallecidos, sobre todo por la invitación a la unión y las reuniones familiares que estas fiestas conllevan. Este año, además, la pandemia ha multiplicado el número de muertes habituales, por lo que muchos niños y niñas se habrán tenido que enfrentar por primera vez a un tema que aún sigue siendo tabú y del que los padres y madres intentar proteger a sus criaturas.

“Que la muerte sea un tema tabú ayuda a que cuando ésta ocurre y nos toca de cerca sea un momento aún más doloroso, ya que las personas tenemos pocos recursos para afrontarla. Normalizar la muerte, hablar de ella y explicársela a los niños y niñas de forma adecuada a su edad les ayudará a aceptarla mejor y a integrarla en su mente como parte de la vida”, asegura Sonia Martínez, psicóloga y directora de los Centros Crece Bien, pioneros en la enseñanza y el desarrollo de Habilidades Emocionales, Sociales y de Aprendizaje.

La experta pone como ejemplo la presencia social de la muerte en países como México. Según Martínez, que la muerte tenga más presencia en la vida de los ciudadanos y que deje de ser un tema tabú “facilita que los niños y niñas gestionen mejor la pérdida de los seres queridos, que le encuentran antes un sentido a lo que ha pasado, y que vean que la existencia no termina ahí, sino que la persona sigue viviendo en la memoria”.

Consejos para acompañar a la infancia en las Navidades de la COVID-19

El hecho de que éstas vayan a ser unas navidades diferentes, probablemente con muchos menos encuentros familiares y más distanciamiento social, puede influir según Sonia Martínez en que las pérdidas y las ausencias sean aún más dolorosas. “Por un lado, los niños y niñas no podrán rodearse de todas las personas con las que acostumbraban a hacerlo en estos días. Por otro, será un momento en el que echen más en falta a las personas que ya no están con ellos. Incluso verán cómo sus padres, madres o tíos quizá se comporten de manera diferente a otras navidades porque ellos también han perdido a alguien”, reflexiona la psicóloga, que considera que las pérdidas son más vividas por los adultos y que sus emociones (tristeza, rabia, etc.) se «contagian», a los niños.

En estas navidades atípicas, la directora de los Centros Crece Bien ofrece una serie de consejos a padres y madres para ayudar a sus hijos a gestionar mejor la ausencia de seres queridos. Todos ellos parten de una base, “la escucha y la comprensión”:

  1. Anticipar a los niños qué va a pasar, con quién pasarán las fiestas y con quién no.
  2. Trasladar el mensaje de que esas personas queridas estarán con nosotros en la memoria, ya sea recordando momentos bonitos vividos con ellos, compartiendo un objeto personal de esa persona o buscando el lugar desde el que nos acompañará (por ejemplo: desde nuestro corazón, desde una estrella o desde un recuerdo).
  3. Es posible que los niños necesiten llorar, desahogarse, mostrar tristeza. El papel de los padres en esos momentos debe ser de escucha, comprensión y apoyo, mostrándoles que pueden recurrir a nosotros. En ningún caso hay que negar, ignorar o minimizar esos sentimientos.
  4. También podemos ayudar a los pequeños a focalizar en las personas de las que sí se van a poder rodear en estas fiestas, animándoles a disfrutar de la oportunidad de estar con ellos y preparando actividades propicias para ese disfrute (juegos en familia, manualidades, etc.).
  5. El tiempo que pasamos con los hijos es un regalo tanto para los padres como para ellos. Compartir tiempo antes de la Navidad ayudará a los pequeños a sentirse fuertes y apoyados cuando llegue una fecha señalada.