22 consejos para consumir series de televisión

Por Javier Peris

 

Una feliz concurrencia de innovaciones tecnológicas ha permitido que películas y series, sobre todo estas últimas, se conviertan en los reyes del ocio personal y familiar. Consumirlas de la manera adecuada, saber elegirlas y, sobre todo, saber criticarlas, hará su disfrute aún más enriquecedor.

 

 

  1. Patatas, fuera. La ficción audiovisual es principalmente un producto de consumo, como lo eran las primeras representaciones de Hamlet o El alcalde de Zalamea. Y estos productos pueden ser de excelente calidad como los citados, o bien una auténtica patata que como mínimo nos hacen perder el tiempo. El primer consejo es, por tanto, ser rápido y decidido a la hora de desechar un mal producto, por muy sugerente que sea la campaña de promoción.

 

  1. Estamos solos. Los padres estamos solos a la hora de juzgar la conveniencia de determinadas series para nuestros hijos. Las antes llamadas ‘calificaciones morales’ solo indican el grado de violencia física y situaciones de una violencia psíquica o moral muy descarnadas. Tampoco es fácil encontrar recursos en Internet que se ajusten a los valores o el grado de exigencia de cada progenitor. La buena noticia es que cada familia puede y debe establecer unos criterios generales, flexibles y basados, siempre, en el diálogo intergeneracional.

 

  1. Críticas inútiles. La ausencia de recursos de orientación se observa, por ejemplo, en las opiniones de los críticos o expertos. Fuera de casos muy llamativos (por ejemplo, la supuesta relación de una serie con suicidios de jóvenes), el crítico nunca se detendrá a valorar si el lenguaje que se usa es innecesariamente soez, o si se condena sin matices un personaje o una idea legítimos, o si se traslada una visión frívola de la sexualidad adolescente…

 

  1. Rodearse de críticos. Hay que ser muy selectivos en las fuentes de información. La experiencia nos ha enseñado que hay personas y medios informativos con muy poco gusto y exigencia. Es posible que encontremos un recurso de Internet que juzguemos útil… ¡a Favoritos! Aunque lo ideal es compartir estas inquietudes con un grupo de padres más o menos afines con los que mantener una comunicación fluida sobre las series que vemos unos y otros, o sobre las críticas que hemos leído aquí o allá.

 

  1. Publicidad agresiva. Como bien de consumo las series y películas se apoyan a veces en unas campañas de promoción desmesuradas que son muy difíciles de ignorar. Incluso se diseñan de forma que los jóvenes acaben considerando esas series tan necesarias para la autoestima como unas deportivas de marca, con la diferencia de que las primeras ni siquiera cuestan dinero.

 

  1. Disfrutar juntos. ‘La familia que ve la tele unida… permanece unida’. Esta frase no tiene padre pero contiene un consejo más decisivo de lo que parece. Si los padres hacen un esfuerzo por seguir las series o películas de moda de los adolescentes (algunas son muy entretenidas), conocerán sin esfuerzo a qué ideas o situaciones reaccionan primariamente sus hijos; cuáles son las disyuntivas morales que aprenden (es la edad de la ética); qué personajes perciben como modelos o como villanos.

 

  1. ¿Ver violencia incita a la violencia? El debate es antiguo y las conclusiones dudosas. Más peligrosas parecen las historias en las que nos identificamos con el vengador, con un mafioso o incluso, con un psicópata justiciero, pero tampoco está claro que eso nos convierta en más vengativos o agresivos de lo que somos por naturaleza. Valores y antivalores sólo se asimilan tras una exposición sutil y constante, y esto pocas veces tiene que ver con la cantidad de sangre o lo que se deja ver en las escenas de sexo.

 

  1. Conocer el oficio. La visión de la vida, de las relaciones humanas, de la ética de las situaciones que muestran las series no responden, casi nunca, a intenciones perversas o mandatos ideológicos. Los trucos del oficio, las inercias y el mimetismo creativo lo suelen explicar casi todo. Si los padres no tienen un mínimo de información sobre la naturaleza y los recursos del lenguaje audiovisual, es muy difícil que desarrollen la sensibilidad necesaria para juzgar unos guiones que responden a motivaciones muy diversas, empezando por la rentabilidad comercial.

 

  1. Hay series y películas cuyos guiones se esfuerzan por comprender las razones de los que están equivocados (los malos) y las inevitables contradicciones de los que llevan la razón (los buenos). Estos argumentos vienen de perlas para matizar y enriquecer nuestra visión del mundo y de los fenómenos sociales y, por supuesto, para debatirlos en casa.

 

  1. La técnica del culebrón es muy antigua y los guionistas de ahora saben cómo utilizarla. Por mediocre que sea la historia, basta con seguir dos o tres episodios para despertar la curiosidad y querer saber un poco más. Y si esto pasa con las malas series… Hay que obligarse a limitar el visionado a un horario y duración concretos. Si los hijos ven que los padres lo cumplen, lo asumirán como un hábito de buen consumidor.

 

  1. Personajes íntimos. Son muy pocas las películas que logran anclar en nuestra mente y durante mucho tiempo un personaje ficticio. En las series, en cambio, por banal que sea el guión, la inmersión acaba produciendo una cercanía singular con muchos personajes, y eso nos ocurre a jóvenes y adultos. Esta intimidad hace que acabemos perdonándoles todo: lo que hacen, lo que dicen y hasta cómo lo dicen.

 

  1. Modelos familiares. Si hay algo que comparte todo el mundo es la familia, de ahí que la vida doméstica esté tan presente en tantas producciones. En las últimas décadas las series han ido mostrando modelos diferentes al -así llamado- tradicional. Este cambio gusta a unos padres y disgusta a otros, y las dos actitudes son legítimas. Y de acuerdo con las ideas de cada cual, resulta obligado estar pendientes del modelo con que nuestros hijos se ‘familiarizan’.

 

  1. Diversidad. Unos se quejan cuando una serie no refleja la diversidad en determinado aspecto, mientras otros creen muchas series la reflejan de manera desproporcionada. Los segundos aciertan en temas como la identidad sexual, cuyo tratamiento parece ser el favorito de muchos guionistas de series adolescentes. Sea cual fuere el enfoque elegido, puede servir para compartir las dudas con los hijos… pero siempre que la trama sea contada con honestidad y, por supuesto, con un mínimo de talento.

 

  1. Despertar inquietudes. En la amplísima oferta actual de ficciones audiovisuales hay muchas historias que tratan personajes y hechos reales. Con frecuencia adultos y jóvenes sienten con frecuencia el deseo de saber más sobre ellos, de conocer la realidad desprovista del adorno cinematográfico. Es una costumbre muy sana y que puede y debe compartirse con los hijos porque logra, entre otras buenas cosas, mantener la ficción en el lugar que le corresponde.

 

  1. ¿Ficciones? Quien no ha pensado tras ver ‘Solo ante el peligro’ que esta historia puede trasladarse a la realidad más cercana, a nuestro día a día, se ha perdido lo más interesante de la película. En las series juveniles sus guionistas declaran buscar precisamente eso, pero desgraciadamente se fijan más en los comportamientos extremos y en las situaciones más excepcionales. Fuera de esto, los padres pueden encontrar en muchísimas series motivos para hacer ver a los hijos las verdades y mentiras que esconden tantas situaciones ficticias.

 

  1. Adicción. Con la televisión generalista y solo dos canales ya existieron casos de adicción patológica a la pantalla; así que ahora con mucho más motivo. Pero se abusa del término ‘serie-adicto’; de hecho un 60% de los españoles se declaran como tales. No, el nivel patológico es bastante más grave porque afecta a la familia, al sueño, al trabajo y al bolsillo. Y la mayoría de los falsos ‘adictos’ ya hace tiempo que tomaron nota, en algún momento, de las nefastas consecuencias de abusar de la ficción audiovisual.

 

  1. Provocación. La enorme competencia está obligando a los productores a pensar argumentos y personajes cada vez más originales y heterodoxos, situaciones insólitas, relaciones humanas extremas o simplemente irreales… Lo importante es llamar la atención, convertirse en tema de debate viral y alimentar la expectación por el estreno en la plataforma correspondiente.

 

  1. Impaciencia, ansiedad… ¿No has visto la nueva serie sobre zombis del espacio? ¿Y la que ha hecho Scorsese sobre el Libro del Apocalipsis? Y apunta en la agenda que la séptima temporada de Camionero se estrena el 30 de octubre de 2023… Sí, hay un exceso de expectativas, y eso nunca acaba bien. Disfruta y enseña a los jóvenes a disfrutar con serenidad, a dedicar a la ficción una parte pequeñita, proporcionada del corazón y de la cabeza.

 

  1. Herramienta pedagógica. No resulta fácil sacar partido a un culebrón turco, pero hay muchas otras series que pueden hacer pensar a los jóvenes si les proporcionamos el contexto adecuado. En la escuela, por ejemplo, en forma de debate o de taller. Está muy bien proyectarles películas clásicas, pero aún mejor es enfrentarles a las historias que están consumiendo esas mismas semanas. Con este formato participativo y, sobre todo, bien moderado, hasta las series más dudosas pueden ser útiles.

 

  1. Dibujos animados. Los padres más mayores tienen excusa: en su niñez los dibujos animados eran solo para niños. Los más jóvenes, no. La -ahora llamada- animación se dirige a públicos diferenciados pero, aquí está el peligro, no siempre son obvias las diferencias ni tampoco a los productores les interesa hacer distinciones. Incluso cuando explícitamente se afirma que su público es infantil una serie animada puede ser muy desaconsejable.

 

  1. Valores infantiles. ‘Yo no dejo ver películas de Disney a mis hijos porque acaban creyendo que la vida, como las historias de esas pelis, siempre acaba bien’. Los valores de las películas y series de animación pueden y deben estar en discusión, especialmente en el ámbito familiar. Sin llegar al extremo de la cita anterior, lo cierto es que los contenidos infantiles a veces sobrepasan los valores socialmente más compartidos y entran en terrenos muy discutibles.

 

  1. Siempre positivos… Las nuevas generaciones no están en condiciones de entender hasta qué punto el fácil acceso a tanta y tan variada ficción audiovisual es un auténtico privilegio, una bendición para el ocio contemporáneo. En lugar de quejarnos por el éxito de algunas producciones, celebremos que hay innumerables series y películas capaces de entretener e instruir a nuestros hijos.

 


 

Tres apasionantes series… literarias

El Conde de Montecristo

Una serie adictiva, publicada en 18 entregas y en formato folletín. De hecho, quien lo sabe puede distinguir los episodios que, como en las series cinematográficas, nunca son igual de brillantes. Leer esta novela de Alejandro Dumas, publicada hace 170 años, te engancha y te hace disfrutar más que en la pantalla.

Historia de dos ciudades

Charles Dickens publicó esta novela en 31 entregas en una revistita fundada por él mismo y logró enganchar a 120.000 lectores (hablamos de 1859). Buenos y malos, acción y tragedia en torno a la Bastilla, la orgía de sangre que le siguió, heroísmo… y la profunda humanidad del gran Dickens que da sentido a tanto sinsentido. Spoiler: son Paris y Londres.

El Señor de los Anillos

Aunque las tres películas de Jackson son extraordinarias, el libro, como es lógico, es otra cosa. Por cierto, las pelis ignoran el final de Saruman y el hermoso diálogo que la precede. Se publicó en tres entregas (¡una miniserie!) en los años 50. La versión en español se la debemos a un modesto editor argentino, también traductor de la novela.

Un programa de inteligencia emocional y convivencia

‘El Rincón de la Calma’, de Juani Mesa Un programa de inteligencia emocional y convivencia

Juani Mesa, autora del libro ‘El rincón de la calma’, proporciona claves de educación emocional para familias y profesores.

Por Eva R. Soler

“La infancia es un tesoro y la escuela es una oportunidad única de ayudar a crecer como persona a tantos seres humanos. Sin estigmas, ni traumas. Sólo educando y previniendo”, opina la doctora Juani Mesa que acaba de publicar El rincón de la calma(Editorial Descree), un programa de inteligencia emocional para alumnos de Primaria que recoge 120 ejercicios y actividades fruto de su experiencia como formadora y orientadora en centros escolares durante veinte años.

¿Es la educación emocional una asignatura pendiente en los centros educativos o se está avanzando en este sentido? Mesa responde:

“Está cobrando una gran fuerza, estamos en un momento de gran sensibilidad respecto a la educación emocional por parte de la sociedad y de la escuela, pero falta estructura o programas evaluados. Se están produciendo grandes avances en algunas comunidades autónomas, como, por ejemplo, en Canarias, donde se ha creado la asignatura curricular para los cursos de primero a cuarto de Primaria “Educación emocional para la creatividad”. Esto proporciona un espacio propio, un horario estipulado para trabajar contenidos, objetivos, rúbricas… Y no tienes que ir arañando tiempo a otras asignaturas o trabajarlo dentro del horario de tutorías, como ocurre en la mayoría de los casos. Ojalá que esta asignatura se implante en otras comunidades, pero creo que lo más adecuado sería que desde el Estado o el Ministerio de Educación se trazaran a grandes rasgos cuáles deben ser las directrices para la educación emocional y darle la dimensión que se merece, sin olvidar la parte de convivencia, que creo que es también fundamental y además se retroalimentan (si no manejo mis emociones, no voy a conseguir tener amistades)”.

PERSPECTIVA DE GÉNERO

Además, El rincón de la calma, tiene presente en todas las actividades la igualdad de niños y niñas. Tener perspectiva de género en mi trabajo me ayuda a mirar a niñas y niños rompiendo esquemas limitantes y viendo a la persona que tengo delante, afirma la experta y añade: “Los estereotipos encorsetan y hacen sufrir a las personas, tanto en la vivencia emocional como en la social. Educar desde la no limitación, atendiendo el potencial de la persona es lo mismo que da esta mirada. También ayuda a madres, padres y docentes. Sabemos que nuestro género, esa construcción social y temporal, condicionada por la época en la que hemos nacido, afecta a cómo nos miramos y miramos a los demás. También a cómo educamos. Hay investigaciones que demuestran que ni el profesorado tiene las mismas expectativas de lo que puede llegar a ser o hacer un niño o una niña. Así que, El rincón de la calma es una oportunidad para trabajar desde los primeros años que niños y niñas tienen derecho a llorar, a ser sensibles, valientes, estudiosos o a mostrar desacuerdo”.

UN ESPACIO PARA HABLAR

Un programa de educación emocional como El rincón de la calma crea, además, el espacio que necesitan los alumnos para hablar de sus sentimientos y emociones.

Mesa recuerda emocionada que trabajando el tema de la separación de los padres en unaclase de quinto de Primaria, espontáneamente, un niño levantó la mano y contó a toda la clase que, aunque a él no se lo habían dicho expresamente, se había dado cuenta de que sus padres se estaban separando. Su compañero se levantó, se acercó a su mesa, le abrazó y el niño rompió a llorar. Después nos acercamos el docente y yo, hablamos con él… Se creó un clima que animó a conversar entre toda la clase, muchos afirmaron que sus padres también estaban separados… Después, el maestro comentó que habían notado que ese alumno estaba últimamente triste, distraído y no sabían a qué achacarlo. Es un un ejemplo de muchos que demuestran por qué son tan importantes los programas de educación emocional y tan necesarios los espacios para llevarlos a la práctica.

Ejercicios prácticos

JUANI MESA NOS RECOMIENDA TRES EJERCICIOS MUY SENCILLOS PARA PRACTICAR ENCASA CON NUESTROS HIJOS:

Cómo crear un rincón de la calma (en el aula o en casa): El nombre del libro coincide con uno de los ejercicios que se practican en el aula y que he recomendado a muchas familias como herramienta para poner en marcha en casa. “Es importante aprender a gestionar los conflictos, los problemas, los contratiempos desde la calma. Los conflictos se siguen dando pero no respondemos a ellos desde el arrebato emocional sino desde la calma, porque sin ella no podemos pensar. Por eso se llama así el libro que toma el nombre de uno de los primeros ejercicios que se proponen y que consiste en crear un espacio al que podemos acudir cuando nos sintamos enfadados, tristes, preocupados… Tiene unas normas de usos: hay que tumbarse boca arriba (esto favorece la respiración abdominal que contribuye a la relajación), tiene un tiempo limitado de uso (un cuarto de hora está bien, lo que no puede ser es estar ahí dos horas) y después, una vez tranquilos hay que hablar de lo que ha pasado, lo que ha provocado el malestar con el o la docente o con el o la progenitor/ a”.

Ser sinceros con nuestros hijos respecto a lo que sentimos: Si tu hijo pequeño te nota triste, enfadado/a, preocupado/ a…no le mientas, porque el tiene capacidad de leerte la cara, sabe por tu microexpresión si está disgustado/a. Si le respondes que “no pasa nada” perjudicas el aprendizaje del lenguaje no verbal. Los niños no sólo son capaces de leer la expresión sino que, además, pueden construir una teoría explicativa (“A ti te pasa algo, estás enfadado/ a, estás enfermo/a, ¿ya no me quieres?…” ). Mejor que decirles que no pasa nada y reponernos sobre la marcha es darles una explicación sincera de lo que estamos sintiendo, sin caer en el alarmismo, pero con una explicación adecuada a su edad (Mamá o papá está triste porque un familiar está enfermo, por ejemplo). El lo asimilará de tal modo que dirá: primero, leo bien la cara, sé lo que te está pasando y hay una explicación. Así, el día de mañana si tú le preguntas a tu hijo/a: ¿qué te pasa? Podrá decirte: Estoy enfadado/ a por… y te dará una explicación.

Reconocer el cansancio y distinguirlo de comportamientos inadecuados: “A veces los niños parece que están enfadados, antipáticos, llorones, pesados… Y lo único que les pasa es que, simplemente, están cansados. Esto que parece de tan sentido común a veces, nos cuesta reconocerlo y pensamos que el niño se está portando mal. Es bueno decirlo: “No te estás portando mal, simplemente, estás cansado” y la solución lógica es, por supuesto, descansar”, dice Mesa.

María Quesada: “Hay que hablar de suicidio con nuestros hijos: de forma natural, abierta y sin tabúes”

 

Por Eva R. Soler

 

Cuando tenía 15 años, María de Quesada se intentó suicidar. Ahora, veintiséis años después, María es periodista y una madre feliz. Acaba de publicar un libro, La niña amarilla( Ed. Vergara) donde cuenta su testimonio junto a otras veintitrés personas que han pasado por la misma experiencia, entre las que se encuentra la deportista Edurne Pasaban, que ha escrito el prólogo.

María ha decidido dar voz a todas estas historias para que su ejemplo sirva de ayuda y prevención. Porque sabe muy bien que “hablar de suicidio salva vidas y es el primer paso para prevenirlo”. Y por esta misma razón, recomienda que hablemos del tema con nuestros hijos y una buena forma de hacerlo es leyendo esta obra junto a ellos, como hace la propia autora con sus dos hijos, de 5 y 8 años.

Hablar del suicidio salva vidas y es una de las claves para prevenirlo, sin embargo continúa siendo un tabú.

-Sí, el tabú sigue existiendo, sobre todo en el caso de familias concretas donde se han dado intentos de quitarse la vida, conductas autolesivas e, incluso, suicidios. Ahí sigue costando hablar del tema. Sin embargo, se están produciendo avances desde el punto de vista de los medios de comunicación, por ejemplo, lo que me hace ser positiva. Todos los avances que se vayan produciendo, bienvenidos sean, porque hablar del tema es el primer paso para solucionarlo. De lo contrario, me parece muy difícil que una persona que ahora mismo esté teniendo pensamientos suicidas sienta la libertad de comunicárselo a un ser querido o a una persona que crea que le puede ayudar. El tabú social puede ser una losa y todavía se sigue dando, en España y en el resto del mundo.

Los pensamientos suicidas pueden aparecer en la adolescencia e, incluso, en la infancia, ¿qué pueden hacer los padres para detectarlos y prevenirlos?

-Efectivamente, lo sé, porque a mí me pasó en la adolescencia, aunque no los tuve en la infancia. Pero también hay niños que con 7,8,9 años pueden estar pensando en desaparecer. Lo que yo les diría a los padres y madres, en primer lugar, es que no tengan miedo de hablar del suicidio en casa. Sepuede hablar de sufrimiento, de que hay personas que se encuentran tan mal que no quieren vivir, verbalizar todo esto, que de alguna manera esté en las conversaciones, que los niños sepan que puede llegar a pasar. De esta forma, ayuda a que en el caso de que nuestros hijos, por alguna razón, se sientan mal, sientan la libertad de poder contárselo a sus padres. Si cerramos esa opción y pensamos que hablando de suicidio lo que se hace es incitarles, como se ha creído hasta ahora, los menores sienten miedo de hablarlo y se cierra una fuente de comunicación con nuestros hijos.

En este sentido, un libro como La niña amarilla ayuda a abordar el tema.

-Sí. Los niños tienen la capacidad suficiente para entenderlo, aunque nosotros, a veces, no nos lo cuente. Obviamente, La niña amarillano es un libro infantil, no es un libro de cuentos para niños, pero se puede leer junto a nuestros hijos porque he cuidado mucho el lenguaje y respeta todas las recomendaciones para tratar el tema. Yo, por ejemplo, lo leo junto a mis dos hijos, que tienen 5 y 8 años. Ellos conocen las historias y están suficientemente preparados para entender si una persona está sufriendo. Hay que explicarles ese sufrimiento, el porqué una persona puede querer llegar a quitarse la vida. Si saben que eso puede llegar a ocurrir, en el caso de que les pase (que ojalá que no, por supuesto), lo pueden compartir. Pero si lo desconocen, si no les hablamos, si lo ocultamos, si llega a pasarles es muy difícil que lo cuenten porque lo ven como algo horroroso que no le pasa a nadie y se aíslan.

La empatía es otra de las claves que apuntas para prevenir el suicidio y conocer historias como las que cuentas en el libro también potencia esa comprensión tan necesaria.

-Totalmente. Cuando hablamos de suicidio, las personas que han tenido la suerte de no conocer algún caso cercano lo pueden sentir como algo lejano, que no va con ellos. Desde mi punto de vista, hay que crear espacios que permitan ese acercamiento. Hay que pensar que tal vez no conozcamos ningún caso porque personas que lo han vivido de cerca no lo han contado. Porque con los números que tenemos en España ahora mismo, lo más normal es que la mayoría estemos cerca de una persona que haya tenido un pensamiento o conducta de este tipo. Es importante que todos nos acerquemos e intentemos entendernos más y, precisamente, estas historias nos ayudan a ver que le puede pasar a cualquier persona, independientemente de quien sea. Cuando entendemos eso, nos abrimos más a la escucha activa y a las señales de alarma.

Colegios e institutos son un buen espacio para hablar de suicidio, pero parece que no se está tratando en estos ámbitos.

-Poco a poco empiezan a surgir iniciativas. Cuando se produce un suicidio en el colegio, los compañeros están en riesgo directo por el efecto contagio: si tu mejor amiga se suicida, a lo mejor tú te lo planteas en caso de mucho sufrimiento.

Jorge Gutiérrez: “La protección al menor brilla por su ausencia en materia de pornografía digital”

Por Terry Gragera

 

La Agencia Española de Protección de Datos ha alertado de que la edad media de acceso a la pornografía digital está en los 8 años. En la mayoría de los hogares los padres no son conscientes de esta realidad. ¿Cómo afecta a los niños y adolescentes enfrentarse a estos contenidos? Jorge Gutiérrez, impulsor de la asociación “Date una Vuelta”, acaba de publicar La trampa del sexo digital (Ed. Almuzara). Hemos hablado con él sobre este tema.

 

¿En el libro comenta que la educación sexual en la familia debe comenzar a muy temprana edad, ¿puede ser la falta de esa educación lo que está llevando a la población infantil y juvenil a recurrir a la pornografía?

-Son varios factores, entre ellos ese. También habría que añadir lo que un adolescente ve a su alrededor, en redes sociales, en las series, en la publicidad. El mensaje constante es que el sexo es un bien de consumo, un producto más, como muchos otros que están al alcance de la mano. Y si no lo consigues, eres el tonto de la clase… Y el porno es la vía más rápida para satisfacer curiosidades y placeres.

¿Se puede ligar el consumo de pornografía digital en menores a otras señales externas de alarma?

-Hay una asignatura pendiente a partir de los 12 años: ser buenos ciudadanos digitales. La intimidad, la privacidad, la validación social, etc. son cuestiones básicas que hay que explicar y argumentar. Además, como es evidente, una sana curiosidad también debe ir de la mano de un criterio adecuado para discernir lo importante, lo accesorio, lo superficial, etc.

La edad de inicio en el consumo de pornografía digital es alarmantemente baja. ¿Qué deben hacer los padres cuando descubren que sus hijos pequeños han visto pornografía? En el libro habla de tres fases: antes, durante y después.

-En definitiva, lo que se suele decir en tantos aspectos de la vida: convertir las crisis en oportunidades. Es una gran ocasión para hablar, para iniciar una conversación, la primera de muchas, quizá. Por tanto, es importante aprovechar estas ocasiones, no dejarlas pasar, y haberlas imaginado con anterioridad para estar preparados. Es, sin duda, una ocasión de oro para afianzar la confianza o empezar a tenerla con nuestro hijo o hija.

ESTEREOTIPOS DE GÉNERO

Uno de los perjuicios de que los menores tengan acceso a la pornografía es la idea sesgada que se hacen con respecto a la sexualidad…

-La pornografía es sexo pixelado, artificial, falso; es algo alejado del mundo real del sexo. Si quieres aprender de porno ve porno, si quieres aprender de sexualidad empieza por aprender conceptos como respeto, afecto, ternura, igualdad, empatía, etc. Es necesario poner a la sexualidad en el lugar que se merece, porque ahí es imbatible.

Y otra es la cosificación del cuerpo de la mujer, ¿cómo proteger a las niñas y adolescentes de unas relaciones sexuales que no le otorgan un papel igualitario?

-Un gran asunto pendiente en nuestra sociedad es educar a las niñas para que realmente sepan hacerse respetar, no dejarse llevar por mil estereotipos en materia sexual, que sobre todo vienen del mundo de la pornografía. Ningún tipo de violencia, por pequeña que parezca, es aceptable. Todavía recuerdo una mujer que nos relataba cómo en todas las relaciones que había mantenido en los últimos años había notado enseguida el impacto de la pornografía en las relaciones sexuales con esas personas: se veía obligada a aceptar peticiones que no deseaba.

¿Cómo se relacionan el consumo de videojuegos y de pornografía, algo de lo que también se habla en el libro?

-Hay dos ideas básicas que es bueno conocer. La primera es que el objetivo de la industria del porno es crear la ilusión de que todo es erótico: cada palabra, cada objeto, cada gesto, cada vestido. Aquí puedes incluir muchos videojuegos. En segundo lugar, hay una creencia que es bastante real, que se cumple, y es aquella que dice que hay o habrá una versión porno de cualquier cosa que exista en la red. Y este fenómeno también se puede aplicar a muchos juegos, como en el caso por ejemplo de Fortnite.

FALTA REGULACIÓN LEGAL

¿Hay algún porno bueno o educativo?, se pregunta en el libro.

-Si es porno no es educativo y si es educativo no es porno; aunque es cierto que en los últimos años se procura presentar otro tipo de pornografía más suave, ética, respetuosa. En cualquier caso, a mi juicio, la educación sexual es mucho más que la exposición desnuda y sexualmente explícita de dos cuerpos. La pornografía parece que enseña mucho, pero en realidad ocurre al revés: no permite dimensionar el atractivo de la una sexualidad más rica, más humana, más completa.

¿La pornografía digital ha llegado para quedarse entre los menores?

-Espero que no, por el bien de todos. Mi opinión es que hasta que el consumo de pornografía entre los adultos no se cuestione, no seremos capaces de abordar con éxito el trabajo de prevención que requiere entre los menores. Y, por otro lado, las familias son clave: estamos en una época maravillosa para educar, para formar, porque hay que hacerlo con nuevos modos y nuevas razones. Ya no vale el “esto siempre ha sido así”.

¿Cree que debería haber una regulación legal más estricta para que no pudieran acceder a este tipo de contenidos que burlan los controles habituales? –

Creo que estamos a las puertas de alguna legislación que regule el acceso de los menores a la pornografía; de hecho ya existe una directiva europea que recoge esta necesidad y que cada país debe aplicarla en su territorio. No es normal que hoy día casi todas las actividades estén sujetas a un marco legislativo y, precisamente aquí, donde realmente nos jugamos mucho, la protección al menor brille por su ausencia. exposición desnuda y sexualmente explícita de dos cuerpos.

La AEP y la SEEP piden acceso universal a la atención infantil en diabetes

La Federación Internacional de Diabetes (FID) ha propuesto un lema urgente: “ Acceso a la atención en diabetes, si no ahora, ¿cuándo? ”, Promoviendo el debate necesario sobre el reto que supone hacer universal el acceso a la educación terapéutica en la diabetes, los tratamientos farmacológicos y la tecnología que mejoran la calidad de vida de las personas que sufren en todo el mundo.

«El acceso a estas herramientas está condicionado según el nivel de desarrollo económico de los distintos países, pero también en función de la financiación de su uso por parte de los sistemas sanitarios públicos, algo que hace inaccesible el tratamiento para muchas personas incluso en países tan desarrollados como Estados Unidos ”, explica el doctor Santiago Conde Barreiro, coordinador del Grupo de Trabajo de Diabetes de la Sociedad Española de Endocrinología Pediátrica (SEEP). En otros casos, las crisis sociopolíticas y los conflictos bélicos condicionan el acceso al tratamiento de la diabetes para millones de personas ”, apunta el experto.

Una desigualdad que, como afirma el doctor Conde, también tiene lugar en nuestro país, donde existen diferencias en las opciones de tratamiento disponibles en las diferentes autonomías. “ Las políticas sanitarias deben dirigirse a facilitar que las mejores opciones de tratamiento estén disponibles para aquellos que las necesarias, independientemente de su edad o el lugar donde vivan ”, reclama el experto.

Este 2021, además, se celebran 100 años del descubrimiento de la insulina , tratamiento indispensable para todas las personas que sufren diabetes mellitus tipo 1 y necesario a menudo para las personas que sufren otras formas de diabetes.

Desde el Grupo de Trabajo de Diabetes de la SEEP recuerdan que desde que en 1922 se utilizase la insulina para tratar por primera vez a un adolescente con diabetes mellitus tipo 1, los avances se han ido sucediendo: nuevas insulinas con diferentes perfiles de acción que permiten un mejor ajuste de las pautas de tratamiento, así como otros fármacos para ofrecer una terapia individualizada a las necesidades de cada persona. También la tecnología para el tratamiento de la diabetes se ha desarrollado a lo largo de estos 100 años, permitiendo tanto la medición precisa de los niveles de glucosa, incluso de forma continua, como la administración automatizada de insulina en respuesta a esos niveles de glucosa.

El coronavirus, un posible factor lesivo sobre la función pancreática

Este centenario coincide, además, con otro reto a nivel mundial, el que ha supuesto la pandemia originada por el virus SARS-CoV-2. Desde un primer momento la diabetes se mostró como un factor de riesgo de COVID-19 grave, con mayor riesgo de ingreso hospitalario y necesidad de cuidados intensivos, así como de una mayor mortalidad. Luego se pudo ver que esto sucedía principalmente en personas de edad avanzada con diabetes mellitus tipo 2, sobre todo en aquellas con un mayor tiempo de evolución de la diabetes. Por ello, asevera el coordinador del Grupo de Trabajo de Diabetes de la SEEP, “ tanto en nuestro país como en otros de nuestro entorno, los niños afectos de diabetes mellitus tipo 1 no han sufrido, salvo excepciones, formas graves de COVID-19 ” .

Para las personas con diabetes, el confinamiento supuso una necesidad de adaptación a un estilo de vida diferente del habitual y la crisis sanitaria ha impuesto dificultades para el seguimiento en las consultas de endocrinología y de atención primaria. Frente a ello, la telemedicina en la atención a la diabetes se ha mostrado como un aliado eficaz para ayudar a sanitarios y pacientes a mantener el contacto, mejorar los conocimientos y ajustar el tratamiento a lo largo de la pandemia.

Como consecuencia de la crisis sanitaria, los nuevos casos de diabetes mellitus tipo 1 se han diagnosticado en ocasiones con más retraso del deseable, condicionando una mayor frecuencia de cetoacidosis diabética, especialmente durante los meses de confinamiento. Múltiples estudios señalan al coronavirus como unposible factor lesivo sobre la función pancreática , si bien su posible influencia en el aumento de los casos de diabetes mellitus, tanto de tipo 1 como de tipo 2, no se ha demostrado.

Diabetes mellitus en los colegios

Coincidiendo con la celebración del Día Mundial de la Diabetes, la Sociedad Española de Endocrinología Pediátrica (SEEP) se ha incorporado recientemente en su web Nuevos materiales para trabajar sobre la diabetes mellitus en los colegios.

A través del proyecto KIDS (Kids & Diabetes in the Schools), puesto en marcha por la IDF, se pretende mejorar los conocimientos sobre la diabetes mellitus, eliminando los estigmas sociales relacionados con la misma, mejorar la experiencia escolar de los niños y adolescentes que tienen diabetes mellitus tipo 1 y prevenir desde la infancia los factores de riesgo que se asocian a la diabetes mellitus tipo 2 en edades posteriores.

En España, la iniciativa se difunde a través de la Sociedad Española de Endocrinología Pediátrica, la Sociedad Española de Diabetes y la Federación Española de Diabetes. Todos los materiales están disponibles en la web de la SEEP .

«Aunque en la edad pediátrica vemos pocos casos de diabetes mellitus tipo 2, no podemos olvidar que es la forma de diabetes más prevalente en nuestro país ya nivel mundial. A diferencia del tipo 1, la diabetes mellitus tipo 2 es prevenible, y los principales factores de riesgo asociados a la misma son el sobrepeso y el sedentarismo ”.

Por ello, afirma el doctor Conde, “debemos seguir trabajando en el fomento de la alimentación saludable y la promoción de la actividad física en todas las edades, para frenar la otra pandemia del siglo XXI, que es la diabetes tipo 2 ”.

Madrid pide la retirada del currículo de Bachillerato, Cantabria lo ve «adecuado» y Castilla y León pide aplazarlo

La Comunidad de Madrid ha pedido al Ministerio de Educación y Formación Profesional la retirada del currículo de Bachillerato por considerar que incorpora contenidos “fuertemente ideologizados”.